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Family por licherni

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Notas del capitulo:

bueno espero que guste y reciba reviews, me alegra estar de vuelta


Kisses^-^

Capítulo 1: La llegada

 

Un mes después de la finalización de la guerra en la que Harry Potter fue el ganador todo estaba listo para empezar las clases y seguir con normalidad y así se hizo. De alguna forma extraña algunos de los que se daban por muertos resultaron estar vivos, por ejemplo, el Director Dumbledore había utilizado un doble para simular su muerte y Sirius Black resultó estar en una dimensión paralela al otro lado del velo que acabó dejándolo donde Merlín perdió el báculo. Inclusive resultó que lo de Cedric fue un montaje y fue ocultado para que no sufriera daños. Después de descubrir todo esto nadie se extrañó que el Golden Boy tuviera "ligeros" instintos homicidas hacia nuestro querido y venerable director y no le volviera a dirigir la palabra nunca más.

 

Draco Malfoy se quedó en la entrada con su madre al lado mirando a las cuatro personas que lo esperaban todavía en estado de shock y queriendo que todo fuera una pesadilla. ¿Cómo había podido ser que algo así pasara?

 

-----------------------------------------------Flash-Back---------------------------------------------

 

 -¡¿QUE QUÉ?!- el grito removió hasta los cimientos de la enorme e imponente mansión Malfoy.

-Vamos cariño, no será para tanto, tu padrino quiere verte, además tu padre y yo queremos salir un poco de Inglaterra y tener un tiempo de intimidad.

-¡Pero mamá! ¡¿Tú sabes con quién vive tito Sev ahora?!

-Por supuesto cielo, con Remus, Sirius y Harry, ya les pedí que fueran amables contigo y ninguno ha tenido objeción alguna- el Silver Prince alzó una ceja.- Vale, tu tío fue algo reacio... ¡Vale, no le hizo ninguna gracia! Pero Remus y Severus prometieron controlarlo.

-¿Y Potter?

-Se puso a hacer una tarta.

-Espera, espera, ¡¿qué?!

-Que en cuanto se enteró me llamó para preguntarme cual era tu dulce favorito y se puso a hacer una tarta.

-Esto es inverosímil, estará envenenada, seguro.

-No seas tan negativo hijo, él sólo quiere llevarse bien contigo por Severus, él se lo pidió y Harry ha prometido hacer su mejor esfuerzo para que te sientas como en casa. Además, digas lo que digas es un chico encantador, después de todo lo que pasó ha sido un cielo con todos, lo que pasa es que no te has molestado en conocerlo porque sigues guardándole rencor por lo de Weasley.

-No es cierto.

-Draco, cariño, te conozco bien, son muchos años juntos, así que vas a ir a pasar las vacaciones con tu padrino quieras o no.

 

Sin opción a discutir más los elfos mandaron las maletas preparadas a la casa de los Black-Lupin-Snape y su madre lo apareció en la puerta del jardín.

 

------------------------------------------Fin Flash-Back---------------------------------------------

 

La casa era bastante grande y acogedora cerca de un bosque y con un extenso prado detrás, estaba a unos pocos kilómetros de la cuidad. Bebía de tener cuatro o cinco pisos, recordaba a los palacios de veraneo de la antigua realeza cerca del siglo XVIII. Una gran bóveda en el centro, cuatro torres, una por esquina, y amplias ventanas, algunas con balcones. Narcisa Malfoy ignoró el estado de shock de su hijo y se acercó con una dulce sonrisa abriendo los brazos. El primero en adelantarse a saludarla fue Harry, correspondiendo la sonrisa de la rubia con otra igual de dulce.

-Cissy, qué alegría verte, estás estupenda, he preparado brazo de gitano como me dijiste, no sé si me habrá quedado bien- la saludó abrazándola.

-Harry, no tenías que haberte molestado, pero muchas gracias, creo que estará estupendo.

-Gracias- la soltó y siguió adelante hasta Draco.- Hola Malfoy, bienvenido- saludó con la sonrisa todavía en los labios.- Tus maletas han llegado y ya estás instalado en la habitación, Sev está contentísimo de tenerte aquí, vamos- se dio la vuelta para que lo siguiera no atreviéndose a cogerle o tocarlo por si eso daba paso a un ataque de histeria o pelea de algún tipo. Por suerte el rubio lo siguió intentando mantener la compostura que le quedaba.

-Draco, hijo, te echaba de menos, ¿cómo estás?- le preguntó Severus.

-Bien, un poco descolocado pero bien, me alegro de poder verte tito Sev- el pocionista sonrío encantado, Draco al ver lo feliz que era realmente respondió a la sonrisa y decidió intentarlo.- Señor Lupin, tío Black, gracias por acogerme.

-No es nada cariño, pero por favor, llámanos Remus y Sirius, estás en familia.

-De acuerdo, lo intentaré, Remus- el licántropo sonrío complacido.

-Señores el té está listo- dijo Keacher apareciendo en la puerta.

-De acuerdo, ya vamos Keacher.

-Chicos, vais a tener que disculparme, yo me tengo que ir ya, Lucius me espera para irnos- se disculpó Narcisa.

-De acuerdo, no te preocupes.

-Cuidad bien de Draco por favor, y tú Draco pórtate bien.

-Mamá, no me hables como un niño, ya soy mayor de edad.

-Lo sé, pero seguirás siendo mi pequeño, os enviaré una lechuza, hasta pronto- enseguida desapareció dejando a su hijo solo.

 

El grupo empezó a entrar en la casa mientras que él se quedó donde estaba sin saber qué hacer, Harry volvió a por él.

-¿Quieres quedarte fuera Malfoy? Entra, hice el brazo de gitano por ti.

-¿En serio hiciste brazo de gitano?

-Sí, vamos- esta vez sí se atrevió a cogerlo de la mano y meterlo en la casa.

 

El hall era espacioso y muy iluminado, justo de frente, un corto pasillo conducía a la sala de estar con una cristalera que daba a un patio trasero con piscina y el enorme prado verde. Una mesa de madera redonda en el centro tenía servida el té junto con un apetecible brazo de gitano de crema, cerca de la chimenea un sofá y unos sillones para leer los libros de la biblioteca que se extendía por las paredes. Los tres mayores ya estaban sentados en sus sitios, los tres juntos, Harry dejó que Draco se sentara al lado de Severus mientras que él se sentó al lado de Remus. Sirius sirvió a todos un trozo del pastel y empezaron a comerlo con tranquilidad.

-Está genial Harry, felicidades cachorro.

-No es para tanto Moony, ¿qué me dices Malfoy? Sé que no se compara a lo que tú comes pero ¿está comestible?

-La verdad es que me repatea decirte que es el mejor que he probado en mi vida, pero no te tenías que haber molestado.

-Sólo lo hago para que te sientas bien aquí, sé que no ha debido hacerte mucha gracia el venir sabiendo que vivo aquí, y como Sev me pidió que me comportara estoy intentando hacer mi mejor esfuerzo.

 

Se hizo un extraño silencio que Remus decidió peligroso y rompió contándoles a los demás lo que les ocurrió a él y Harry cuando iban de compras para los víveres y los ingredientes del pastel. La anécdota dio paso a una conversación fluida de distintos temas y algunas bromas en las que también entró el joven Malfoy sintiéndose parte del grupo y disfrutando del té. Al terminar dejaron que Keacher recogiera mientras que Harry empezó a enseñarle la casa a Draco. En el primer piso a parte del salón estaba también la cocina a mano derecha del hall y un baño de aseo bajo la escalera que subía a las habitaciones, a mano izquierda del hall. En el segundo piso estaban los estudios de los mayores en habitaciones separadas, para más tranquilidad de ellos, junto con la habitación de Keacher, en el tercero estaba la habitación del trío con su baño y su vestidor y por último en el cuarto la habitación de Harry, con la enorme cúpula en el centro hechizada para que se viera el cielo por fuera.

-Bien, ésta será tu habitación- le expuso a Malfoy.- Siento decirte que también es la mía, pero creo que es suficientemente espaciosa para que convivamos en ella sin matarnos, yo suelo dormir en medio pero hemos cambiado la cama para la ocasión así que te dejaré elegir lado.

-El derecho me va bien.

-De acuerdo, tendremos que compartir baño pero si me dejas entrar a mí primero no tendremos problemas, tardo muy poco.

-No me extraña- soltó, el moreno prefirió hacerse el sordo.

 

La habitación era muy grande y coloreada, el verde, rojo, dorado y plata se sobreponían sobre cualquier otro color, el suelo estaba cubierto por una suave moqueta negra con el escudo de Hogwarts en el centro la luz que entraba por la cúpula era suficiente iluminación para la estancia. Las paredes estaban cubiertas de posters de Quidditch y grupos de música tanto muggles como magos, una de las pareces en cambio estaba llena de fotografías de Harry y sus amigos que se movían y saludaban alegremente. Había, además de la de la entrada, dos puertas más, una de madera y cristal y otra sólo de madera, y una escalera de metal que subía hacia la cúpula.

-¿Qué hay en esas puertas?- preguntó el Slytherin.

-La de madera es el baño, la otra es el vestidor, tienes ahí toda tu ropa.

-Ah, bien- se acercó y lo abrió, se sorprendió de que tuviera el tamaño de otra habitación, sus maletas estaban recogidas en una esquina debajo de sus chaquetas y jerséis perfectamente colgados.- No está nada mal.

-Me alegro de que te guste- el rubio volvió a salir a la habitación y se acercó a la escalera de metal.- Lo que hay por ahí no te interesa, no podrás subir- el Slytherin hizo caso omiso pero tal y como había dicho Harry, no pudo subir, una barrera se lo impedía.- Sólo yo puedo subir así que no lo intentes siquiera. Tengo las únicas normas de no tocar mis cosas y mantener la habitación recogida espero que no tengamos problemas con ninguna de ellas.

-Tranquilo Potter, no tengo interés en lo que sea que tengas.

-Malfoy por favor, tengamos la fiesta en paz.

-¿A qué ha venido lo del pastel? Vamos, lo de que querías que me sintiera bien aquí no se lo cree ni dios.

-Pues era verdad.

-Vamos hombre, todos sabemos que nos llevamos a muerte.

-Eso es cosa del colegio, eran peleas infantiles, yo sólo quiero dejarlas a un lado y vivir tranquilo, y si tú tienes que estar aquí yo haré todo lo posible por hacer las cosas más fáciles.

-¡¡HARRY JAMES POTTER!!- grito alguien antes de que Draco pudiera seguir metiendo cizaña.

 

Ambos menores bajaron corriendo para saber qué pasaba y se encontraron a Sirius en el salón siendo sujetado por Remus mientras que Severus alejaba de ellos una enorme serpiente albina.

-¡Salazar! ¿Qué ha pasado?- preguntó mientras la serpiente se deslizaba de encima de Severus para acercarse a su dueño.

-¡Harry! ¡¿Qué te dije de esa serpiente?! ¡Ha estado a punto de morderme el trasero de nuevo!

-¿No será que has estado a punto de sentarte sobre ella, de nuevo?- inquirió el ojiverde divertido. El pocionista y el licántropo asintieron mientras que el animago negaba totalmente convencido.- Salazar, te pedí que te quedarás en mi habitación o en el jardín de la cúpula con Athem cuando estuviera Sirius abajo.

-El minino se durmió y yo me aburría de estar ahí, cuando bajé no había nadie aquí- Harry suspiró, la serpiente se fijó en el recién llegado.- ¿Quién es el rubio?

-Draco Malfoy, el ahijado de Sev.

-¿El resentido?

-Sí, el mismo- se río el moreno hablando normal.- Bueno, voy a devolverte arriba y pediré a Keacher que te suba algo para comer.

-De acuerdo.

 

Sin importarle si Malfoy lo seguía o no Harry subió a su habitación y llamó a Keacher para que le trajera unos ratones para Salazar. Ante la atenta mirada del rubio, que lo seguía por fastidiar y no tener otra cosa mejor que hacer, subió por la escalera de metal hasta desaparecer por la cúpula. Draco al ver esto intentó subir de nuevo pero le fue en vano. Ya que no podía hacer nada se dedicó a explorar la habitación, contra la pared con las fotos estaba el escritorio de estudio y encima había una caja de madera con incrustaciones de rubíes y esmeraldas. Se quedó mirando la caja largo rato admirando su belleza, luego curioso la abrió, había un montón de cartas de sus amigos. Cogió algunas y comenzó a leerlas tumbado en la cama, ninguna era interesante, salvo una fechada al principio del verano que era de Granger.

 

Querido Harry:

 

Lo siento, lo siento, lo siento muchísimo, la noticia me acaba de llegar, siento tanto no estar ahí contigo, esto me ha pillado en Melbourne, les estoy quitando el hechizo a mis padres, espero que entiendas que no puedo dejar el tratamiento interrumpido, puede tener horribles consecuencias. Sé que estarás inconsolable y no sabes cuánto siento no poder estar a tu lado, la verdad es que sigo sin poder creerlo del todo, nos engañó a todos. De todas formas, por favor, POR FAVOR, no hagas ninguna tontería, Kyle no lo merece, sé que te sentirás mal ahora mismo, fatal, pero ten en cuenta algo: la vida sigue, tienes a gente que te apoya incondicionalmente, cuéntaselo a Pathfoot, Moony y Severus, ellos te escucharán y sabrán decirte mejor que yo lo que te hará sentir mejor, ya sabes que puedo ser un desastre para estas cosas. Intentaré estar cuanto antes contigo y así me enseñarás la casa, tengo ganas de saber cómo es tu nuevo hogar. Un beso y un abrazo muy grande de parte de mis padres, y otro mío, cuídate.

 

Con cariño

Hermione

 

Muy interesante, ¿quién sería ése Kyle? ¿Qué le habría hecho a Potter para que la sangresucia le pidiera que no hiciera tonterías? Alguien llamó a la puerta y luego abrió, Sirius se quedó mirándolo un momento.

-¿Y Harry?

-Ha subido por ahí- respondió el rubio señalando molesto la escalerita de metal.

-¿Y a ti no te ha dejado subir?- preguntó extrañado.- Bueno, cuando lleves un par de días aquí te subirá él mismo- lo animó.

 

El animago subió por las escaleras y desapareció en la cúpula, Draco se quedó donde estaba. Optó por guardar las cartas en la caja de nuevo y dedicarse a mirar las fotos que había con atención. Oyó a alguien bajar por las escaleras y se giró a mirar quién era, vio a Potter y Black bajar por ella.

-Draco, venía a decirle a Harry que yo me voy y Remus también, se quedará Severus con vosotros ¿vale?

-De acuerdo.

-Bien, portaos bien y no arméis mucho jaleo.

-Lo intentaremos.

 

Sirius salió de la habitación dejándolos solos, se hizo un profundo silencio en el que Harry no se atrevía a decir nada que diera paso a una pelea y Draco no quería ser quien empezara a discutir.

-Bueno, yo voy a subir- lo informó el moreno.

-¿Y qué quieres que haga yo?

-No lo sé, abajo habrá libros que puedan interesarte, o podrías hablar con Severus, tendréis muchas cosas que contaros.

-¿Y tú qué sabes Potter?

-Más de lo que crees Malfoy, te recuerdo que vivo con ellos, cuando vives con más personas te enteras de lo que hacen y las vas conociendo de verdad.

-¿En serio? ¿Y cuánto tengo que estar aquí con vosotros para saber quién es Kyle?- preguntó socarrón. El Gryffindor se puso blanco como la cera.

-¿A quién conoces que se llame así?

-A nadie por eso te pregunto, al parecer tú sí que conocías a alguien, ¿y quién es Potter? ¿Otro que se te murió en la guerra? ¿Alguien que tu complejo de héroe no pudo salvar? Venga dime, hazme la estancia aquí algo más interesante ¿quién es Kyle?

-¿Quieres saberlo? Pues es alguien como tú Malfoy, alguien rastrero, egoísta, un puto crío de mierda que va haciendo daño a la gente, que va arrasando con todo lo que encuentra para conseguir lo que quiere. Kyle es un capullo integral, como lo eres tú, que no se preocupa de otro que de sí mismo, que su familia le importa una mierda por mucho que diga que está orgulloso de ella, tú y él sois gente que no merece tener apellido.

 

Totalmente cabreado Harry salió de la habitación intentando detener lar lágrimas de furia que se agolpaban en sus ojos. Pasó por el salón para salir al jardín cuando Severus lo interceptó.

-¿Qué ocurre Harry?

-¡No lo soporto, no lo aguanto! Sabe Merlín que lo he intentado, que quería que esto funcionara y que no sólo lo hago por ti pero no lo aguanto, dos únicas normas que tengo y no sólo rompe una sino que encima me la intenta echar en cara. Dile a Cissy en la próxima carta que lo siento mucho pero que precisamente yo soy lo que menos puede cambiar al imbécil de su hijo. Déjame ir Severus, no quiero que me vea así- su padrastro lo soltó y Harry cogió la escoba del armario y salió volando de allí.

 

Suspiró profundamente y se dejó caer en el sillón, pensó que podría dar resultado pero estaba claro que su ahijado seguía sin cambiar de ideas y seguía igual de resentido que antes.

-Keacher.

-¿Sí, amo Severus?

-Llama a mi ahijado aquí abajo por favor.

-Por supuesto amo- el elfo desapareció y enseguida volvió a aparecer con Draco a su lado cogido de una manga.- Aquí lo tiene amo.

-Gracias, ¿puedes retirarte hasta que te llame?

-Por supuesto amo- hizo una reverencia y desapareció de nuevo.

-¿Qué ocurre tito Sev?

-Draco, siéntate por favor, tengo algo que enseñarte, ya que te gusta tanto leer cartas ajenas quiero que leas algunas de alguien que conoces bien- agitó la varita y un fajo de sobres apareció en su mano mientras el rubio se sentaba.- Toma, lee- le pasó la primera.

-Es de mamá.

-Lo sé, lee.

 

Draco empezó a leer las cartas con suma atención, sorprendiéndose de vez en cuanto de lo que su madre escribía en los trozos de pergamino. Las cartas contaban de todo, desde los sentimientos más profundos de su madre hasta un día normal y corriente en la casa de los Malfoy.

-¿Sorprendido?

-Un poco- reconoció.

-Bien, ésta es la última carta que nos mandó, es de hace poco- le entregó el pergamino, Draco lo desdobló y comenzó a leer pensando que no encontraría nada nuevo.

 

Querido Severus:

 

Hola también a vosotros Sirius, Remus y Harry (me imagino que la estaréis leyendo los cuatro), espero que los cuatro estéis bien, la última carta de Harry me sorprendió y alegró muchísimo, también su último pastel fue bien acogido por Lucius y Draco, Lucius insiste en que se pase algún día para ver las recetas de los Malfoy por si se le ocurre probar a hacer alguna y nos mande un poco. Como decía, la carta de Harry me sorprendió y alegró a partes iguales, hijo siempre supe que eras bastante atento pero nunca pensé que tuvieras el sentido del instinto tan desarrollado. No pensaba deciros nada para no preocuparos, ni Lucius ni Draco lo saben pero me siento encarcelada en esta enorme casa, necesito aire nuevo, necesito salir de Inglaterra, olvidarme durante un tiempo de todo lo que pasó entre estas cuatro paredes, pero tampoco quiero dejar a mi pequeño Draco solo, ya lo ha estado bastante por culpa de nuestro error. Harry ha adivinado lo que me pasa y me lo comentó en su carta, no sé si estaréis tú, Sev, y tus maridos de acuerdo con mandar a pasar un tiempo a Draco con vosotros. Viniendo de Harry me alegra que intente llevar sus esfuerzos más allá de unos cuantos pasteles anónimos, Draco sigue resentido por lo de Weasley aunque no quiera aceptarlo pero sé que no es tan malo como parece y que los problemas no serán muchos, estoy segura de que por ti Sev hará lo que sea. Agradezco muchísimo a Harry  el ofrecimiento y la fuerza de voluntad que puede suponer esto para él pero no quiero causar problemas así que dejo en vosotros la última palabra de esto. Lucius os manda saludos.

 

Con cariño

Narcisa

 

Draco se quedó mirando el papel como si no fuera verdad lo que leía en él, Snape se quedó esperando a que reaccionara o dijera algo, al final decidió hacer la pregunta.

-¿Bueno, qué opinas?

-Que no puede ser verdad, Potter no puede ser quien dijo que me viniera aquí, somos enemigos jurados.

-Enemigos eran Harry y el Lord, tú y él sólo erais rivales en el colegio, lo vuestro eran peleas tontas y Harry sólo quería tenderte la mano para que hubiera otra oportunidad, empezar de cero. Además él sabía qué le pasaba a tu madre y sabía que el que tú vinieras aquí iba a hacernos bien a todos, ella no se tendría que preocupar mientras estuviera fuera, tú y yo estaríamos juntos un tiempo y Harry podría volver a poner encima de la mesa la oportunidad que rechazó tiempo atrás. En tus manos está aceptar esa oferta o no, sólo te pido algo, hagas lo que hagas tienes que aguantarte y hacer tu mejor esfuerzo para que no haya peleas, tengo una ligera sospecha de lo que has leído y de lo que has podido decirle, Harry no se pone como se a puesto por cualquier cosa así que por favor mantén las disputas al mínimo, aquí todos lo queremos y no queremos que sufra más daño del que ha sufrido ya.

 

Draco asintió y se marchó en silencio pensando qué hacer, si era verdad lo que su padrino decía, algo de lo que no dudaba viniendo de él, tal vez debía de intentarlo y probar a empezar de cero, lo que suponía arreglar lo que había hecho y eso significaba pedirle disculpas a Potter. Pero un Malfoy no pide disculpas, aunque aquella era una oportunidad que había deseado desde que la anterior se perdió, tal vez como primera y última vez...

 

Se decidió a bajar de nuevo al salón y sentarse en el patio a leer mientras esperaba a que Potter regresara. Miraba el cielo constantemente ya que Severus le había dicho que Harry se había ido en escoba, no prestaba atención al libro que tenía en sus manos, todos sus sentidos estaban en el cielo a la espera.

-No lo verás llegar, no quiere ni verte- le dijo una voz que no reconocía. Miró a todos lados, sin encontrar nada más que un gato.- Sí, soy el gato, no busques más.


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