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Mi mala suerte en San Valentín. por hakusan16

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen sino al grandioso Masashi Kishimoto 


 


¡A leer! 

Notas del capitulo:

¡Espero que les guste!

Lean :3

Mi mala suerte en San Valentín.


 


El sonido del timbre anunció el receso que todos los alumnos se merecían por tanto tiempo de estudio y aburrimiento que otorgaba la preparatoria.


 


Los alumnos salieron como si la vida dependiera de ello traficando el paso, cada quien haciendo una cosa diferente, uno acomodando sus libros en su casillero, otros cerrando el casillero, algunos hablando en medio del pasillo haciendo que se tapara más el paso y otros simplemente tratando de salir de ese túmulo de gente.


 


-¡Circulando, circulando!-Gritaba el prefecto, mientras movía su pequeña libreta, en señal de que se movieran rápido.


 


La puertas de la cafetería se abrieron dejando pasar al túmulo de alumnos que explotaron al entrar al gran salón, cada quien se formaba en fila junto con su charola para recibir lo que el menú les otorgaba. El sonido de las conversaciones de los típicos grupos de amigos, los gritos emocionados de las porristas al recibir un pequeño regalo por sus novios por San Valentín, y algunas risas no se hicieron esperar.


 


En conclusión todos estaban emocionados por el mejor día para las parejas, y el peor día para lo solteros, ese día era San Valentín.


 


En un lugar un poco  alejado de ahí, un rubio se había quedado en su salón esperando a que la gente desocupara el pasillo, así no tendría que empezar su día mal, como todos los años siempre le pasaba.


Una vez que vio que todo estaba vacío decidió levantarse y encaminarse a la puerta, pero después de dar dos pequeños pasos hacía el pasillo, dos grandes y musculosos brazos rodearon su cintura sorprendiéndolo un poco, pero después supo de quien se trataba.


 


-Teme me asustaste.-Dijo mientras suspiraba tranquilo, dejándose abrazar por esos grandes brazos.


 


-Pues quien creías que era dobe.-La voz de ese chico hizo presencia en el largo pasillo que se encontraba vacío. Su voz era tan varonil y al mismo tiempo sensual, acompañado por una pequeña risa burlona.


 


-Sólo digo-dattebayo.-Contestó con un puchero mientras se daba la vuelta y quedaba frente a frente con el otro chico.


 


-Hmp… uzuratonkachi.-Ahí estaba esa sonrisa de lado que tanto le encantaba, sus ojos azules se había perdido por un instante en los ojos oscuros de su acompañante, que al igual que esos pozos negros era de ese color su cabello, resaltando su tez blanca.


 


Sus caras comenzaron a acercarse poco a poco hasta quedar a centímetros de distancia para después acercarse más quedando escasos milímetros, pero antes de que chocaran sus labios.


 


Un chico que venía lamentándose de haberse olvidado en el momento en que no había agarrado su pequeño regalo de San Valentín para su novia, quien resultaba ser una chica de carácter duro, venía corriendo a toda velocidad con intención de llegar a su salón para tomar el pequeño presente del día del amor y la amistad, chocó con la pareja  de chicos que estaban a punto de besarse, haciendo que el rubio cayera en algo húmedo y estrecho.


 


-¡Lo siento!-Gritó el chico quien no dejó de correr hasta perderse en el pasillo.


 


-¡¿Dobe, estás bien?!-Extendió su mano a su novio quien se encontraba hundido en una cubeta llena de agua para limpiar el piso… ¿Desde cuándo estaba eso ahí?


 


-Sí… sólo me moje el trasero ¬¬…-Susurró lo último, mirando su trasero mojado por el agua de la cubeta.


 


-Ten más cuidado niño.-Un anciano con ropa de intendente se acercó a ellos y tomó la cubeta llena de agua para luego largarse de ahí.


 


Tan sumidos estaban en besarse que ni se dieron cuenta que estaba un intendente cerca.


 


-Bueno, ya que no pasó nada peor, porque mejor no vamos a la cafetería.-Opinó mientras pasaba una mano por arriba de los hombros del rubio quien se encontraba con un humor de perros. (N/A: Quién no si tienes húmedo el trasero xd)


 


-Claro… como tú no tienes el trasero mojado…-Susurró, pero el azabache lo escuchó, quien rió un momento para después, levantar del mentón al rubio y besarle la boca con un delicado beso y después pasar sus labios a su frente.


 


-Nadie se va a fijar.-Dijo sonriéndole de lado.


 


-Si tú lo dices… Datte’


 


La burla no se hizo esperar, todos los alumnos miraba el trasero mojado de Naruto Uzumaki.


 


-No que nadie se iba a fijar…-Susurró con un sonrojo de vergüenza.


 


-Ignóralos.-Decía el azabache mientras les mostraba una mirada asesina a un grupo de jugadores del Foot Ball americano quienes se burlaban de su novio, eso si no lo iba a tolerar, estos al ver la mirada asesina de su capitán de equipo se callaron.


 


Su mala suerte estaba comenzando a ser acto de presencia.


 


El transcurso del tiempo fue lo mismo, burlas, burlas y unos cuantos insultos de parte del azabache a quien se atrevía a burlar a su lindo novio, lo bueno es que lo mojado se había secado.


Dos personas caminaban por la calle, muy juntitos.


 


-Y… ¿tienes algo qué hacer?-Preguntó el azabache mientras tomaba discretamente de la mano a su rubio.


 


Algo se le hizo extraño a Naruto, el nunca había escuchado titubear a su azabache.


 


-Eh… no ¿Por qué lo preguntas?-Dijo confundido.


 


El pelinegro quien mantenía la mirada en el suelo, se sonrojo ligeramente, pero después tomó poder y levantó su mirada, clavándola en la hermosa mirada azulina de su novio.


 


-Me gustaría que la pasáramos juntos en la noche.-Dijo yendo al grano.


 


El rubio se ruborizó completamente, pensando en que cosas harían esta noche.


 


-¿Puedes?-Preguntó esperando una respuesta asertiva.


 


-Ah… //¡Vamos di algo Naruto!// ¡Sí, sí puedo!-Gritó emocionado.


 


-Bien, te paso a buscar a las 7:00 a tu casa.-La sonrisa del azabache apareció de nuevo en su fino rostro.


 


-¡Está bien! ^^-Su novio le atrapó los labios dándole un último beso, ya que sin que se dieran cuenta habían llegado a la casa del rubio.


 


-Nos vemos más tarde.-Susurró el azabache esperando a que su lindo novio entrara a su casa, una vez visto esto se fue.


 


Dentro de la casa de Naruto…


 


-¡Aniki!-El grito estruendoso del ojiazul se escuchó por toda la extensión de la casa.


 


-¡¿Qué… qué sucede?!-Salió un rubio de largo cabello, que por cierto se encontraba despeinado y sus ropas estaban algo descolocadas.


 


-¿Qué te sucede a ti?-Preguntó alzando una ceja confundido.


 


El rubio mayor se dio cuenta de lo que había dicho su hermano menor y se colocó como sea su cabello y ropas.


 


-Ah… ah… nada je, je… ¿qué, qué sucede Naru-chan?-Preguntó sonriente, mientras se acercaba a la habitación donde había salido y cerraba la puerta, después de eso se acercó a su hermano menor y lo sentó en el sillón.


 


-Actúas muy raro…-Susurró.- Necesito un consejo.-Fue directo al grano.


 


-¿Un consejo, en este preciso momento?-Preguntó algo nervioso.


 


-Sí, ¿Por qué lo preguntas?-Se extrañaba, su hermano mayor estaba algo nervioso.


 


-Bueno… yo…


 


-¡¡¡¡¡Dei-chan!!!!! ¿¡Por qué tardas tanto!?-El grito de un hombre varonil proveniente de la habitación de donde antes había salido su hermano sorprendió a Naruto.


 


-¿Qué demonios…?-Ignoró los gritos de su hermano mayor levantándose de golpe yendo a la habitación de su hermano, abriendo de golpe la puerta y…


 


- e_é


 


-¡¡Naruto!! ¡Te dije que no entraras!- Gritó su hermano algo sonrojado.


 


- Asco…-El rubio sin decir nada más se fue a su habitación con los ojos hechos espirales.


 


-¡Itachi te dije que te vistieras!-Los gritos de su aniki y su novio se escuchaban desde su habitación así que decidió ponerse una almohada en su cara para así no poder escucharlos discutir.


 


El sueño le venció, pero aún esas escenas de ver al novio de su hermano desnudo en la cama con una posición muy prometedora, era algo realmente perturbador. Así que tardó en conseguir su sueño.


 


El tiempo pasó, las manecillas del rejos se movían rápidamente, llegando hasta los números 6:56.


 


El timbre del celular del rubio comenzó a vibrar y sonar a la vez, despertando a Naruto de golpe al sentir como de sus pantalones vibraba algo, lo tomó aún sin abrir sus ojos, abrió la tapa y contesto muy cansado.


 


-Moshi, moshi.


 


-Naruto, ya estoy por llegar.-La voz de su novio pelinegro hizo que el rubio abriera los ojos de golpe, el sueño se le había pasado, inconscientemente sus ojos con terror miraron el reloj.


 


-// ¡¡6:56!! //-Pensó horrorizado.


 


-Ya estás listo, ¿verdad?-Preguntó un poco precavido el azabache.


 


-¡Sasuke!... eh… ah… ¡sí!, sólo me peino y ya, je… je…-Dijo tratando de ser un poco más convincente.


 


-Ah…-Pronunció un poco desconcertado.-Está bien, te veo lue…


 


-Ah sí, sí adiós, ¡adiós!- Y sin que terminara de despedirse el azabache le trancó la llamada.- ¡Tengo que alistarme!-Gritó desesperadamente mientras se quitaba la ropa, quedando completamente desnudo entrando a su baño.- ¡¿Pero qué demonios!?-Gritó mientras sus ojos se abrían ampliamente.


 


-Ah… Hola Naru-chan…


 


-¡Itachi! ¿Qué demonios haces aquí?, ¡¡largo!!-Le agarró del brazo y lo jaló para afuera de la regadera aún así este mojado, sin importarle que estaba desnudo, lo sacó de su baño.


 


-¿Ah?...-Se encogió de hombros el pelinegro mientras se iba caminando por el pasillo de la casa aún con shampoo en el cabello y espuma en sus partes íntimas menos sus glúteos.


 


En el baño…


 


Un rubio se daba un regaderazo rápido, jabón por ahí, shampoo por allá, todo estaba regado, pero se notaba que no era su día, ya que una maldita gotita de shampoo cayó directamente a los ojos de rubio quien por mala suerte le ardió su ojo azul.


 


-¡Ah, ah! ¡¡Mi ojo!!-Brincaba mientras se tallaba el ojo y se echaba más agua.


 


Tiempo después…


 


Un rubio estaba con una toalla en la cintura corriendo de ahí para acá, buscando que ropa sería mejor para la cita que tendría con Sasuke :3


 


-¡¡Deidara has visto mi camisa naranja!!-Gritó el rubio quien asomó su cabeza para escuchar a su hermano.


 


-¡Lo está usando Itachi, es que no tenía ropa limpia a si que agarré la tuya, lo siento!-Gritó el rubio mayor desde su cuarto.


 


-¡Yo también lo siento Naru-chan!-Apoyó el pelinegro, que aunque apoyara era lo último que debía de hacer.


 


- e_é genial…-Susurró un rubio arto de tan mala suerte, su oído se agudizó inconscientemente escuchando el sonido de una portezuela cerrarse, eso lo alteró demasiado ya que sólo llevaba una toalla en la cintura, ni si quiera se había secado bien el cabello, que dejaba gotitas de agua caer al suelo.


 


-// ¡Sasuke ya llegó!//-Pensó desesperado.


 


Corría de aquí para allá, buscando una ropa que le quedara por lo menos algo bien…



 



 



Mientras tanto Sasuke le ponía seguro a su carro último modelo


 



 


-¡Waaa!, ¡sólo me falta ponerme mis zapatos!-Gritó mientras se veía al espejo, corrió hacía su armario donde pasó de largo su cama, pero su pequeño dedito del pie no lo paso ya que chocó con una de las patas de la cama, haciendo que se escuchara un pequeño “cruch”.


 



 


- º-º… ¡¡Ay!!



 



 


Sasuke desde afuera pudo escuchar el gran grito que provenía de la casa del rubio.


 


-¿Qué sucede?-Dijo confundido, pero después se encogió de hombros, y siguió caminando hacía la puerta del rubio.



 



 


-¡Rápido, rápido!-Corría cojo mientras se apuraba a ponerse un cinturón.


 


DING DONG (sonido del timbre :3)


 


La cara de Naruto se desfiguro totalmente.


 


DING DONG…



 



 


-¿Por qué no abre?-Se preguntó así mismo.


 


Su dedo fino y blanco se acercó de nuevo al pequeño botón del timbre, pero antes de que tocaran se abrió la puerta, donde se dejó ver a un rubio agitado, con el cabello sumamente mojado, su ropa estaba algo rara ya que llevaba, una camisa de manga larga verde encima de est ana camisa de mangas cortas roja, su pantalón no estaba bien puesto el cinturón estaba desabrochado, sus zapatos no eran los correctos ya que en el pie derecho tenía una sandalia con calcetín y en el otro un tenis.


 


-Eh… ¿así vas ha salir?- Preguntó algo confundido y extrañado.


 


-Sí, ¿por qué?-Dijo recuperándose un poco.


 


Sasuke lo pensó más y…


 


-¿Se te olvidó verdad?-Preguntó serio.


 


-Ah… yo…-La mirada del rubio se encontraba triste y arrepentida.-Lo siento…-Susurró aún sin levantar la mirada.


 


Había fallado a Sasuke, y en San Valentín… era un novio horrible, no se merecía tener a un novio tan bueno con el. Pequeñas lágrimas comenzaron a correr por su mejilla, pero un dedo detuvo su andar. Levantó la mirada sorprendido.


 


-¿No estas molesto-dattebayo?-Preguntó sorprendido, el azabache no le contestó pero si le sonrió de lado.


 


-¿Por qué lo estaría?... de echo tengo que confesarte algo ¬w¬


 


-// Vaya Sasuke no está enojado conmigo, ¡Lo amo más!// ¿Eh?... ¿qué cosa?-Dijo algo confundido.


 


Sasuke jaló al rubio de su mano para que por primera vez entraran a la casa, una vez dentro se sentaron en un sillón blanco.


 


-Bueno, suponía que se te olvidaría…-Eso lastimó un poco al rubio.-Pero aún así sabes que te amo…-Susurró lo último con un sonrojo ligero, a Naruto se le hizo muy lindo.- Por eso te dije que era a las 7:00, lo que en realidad es a las 8:30-Terminó con un aire de orgullo al ver que su plan había funcionado.


 


-… Entonces… ¿me hiciste caer en desesperación cuando en realidad es a las 8:30?-Preguntó algo descolocado.


 


-Exactamente.-


 



 


-¡¡Date por muerto Uchiha-teme!!-El grito de Naruto se hizo sonar por toda la extensión de la casa y parte de la calle, haciendo sonar la alarma de uno de los autos que se encontraban enfrente, además de provocar que los perros de los vecinos ladraran, mientras que en la casa del blondo, este tacleaba al pelinegro.


 


Minutos después…


 


-Vez así estas mucho mejor.-Dijo con orgullo el azabache mientras le ajustaba mejor la corbata de color naranja a su novio.


 


- ¬¬ ¿Por qué me vistes tan elegante?-Preguntó confundido mientras se miraba al espejo de cuerpo entero.


 


-Porque es nuestra cita.-Decía sin tomarle mucha importancia además de que toda su atención estaba en el cabello del rubio tratando de peinarlo pero sus mechones no ayudaban.


 


-Nunca va a funcionar-datte’-Dijo refiriéndose a su cabello, Sasuke suspiró resignado.


 


-Bueno por lo menos estás mejor que antes.-Se burló del rubio, mientras este hacía un lindo puchero.


 


-Agarré lo único que estaba  a mi alcance, además de que cierta persona me había dicho una hora incorrecta-dattebayo ¬¬ - Decía refiriéndose a Sasuke, quien se encogió de hombros.


 


-Mejor vayamos antes de que sea tarde.-Besó la frente de su novio y se separó para salir de la habitación, seguido por el blondo.



 



 


-Esto es demasiado elegante para mi… T^T.-Lloraba un rubio literalmente, sentado en una silla demasiado elegante, enfrente de una mesa llena de utensilios elegantes que todo esto se encontraba en un restaurante sumamente elegante :D


 


-Sabes… llorar en un lugar como este no es muy común.-Dijo Sasuke mirándolo de reojo.


 


-No estoy llorando estoy…


 


-¿Dramatizando?


 


-Sí… ¿Porqué me trajiste a este lugar?, sabes que no soy bueno con lo “elegante”-Dijo asqueado viendo a toda esa gente ricachona comiendo finamente con esos cubiertos de todos los tamaños.


 


-Es nuestra cita.-Dijo mientras tomaba de la mano al rubio para que se moviera más rápido ya que se quedó mirando a una familia que comían cómodamente, hasta que vieron que un rubio no les quitaba la mirada de encima.


 


-Por aquí por favor.-Anunció el mesero que también llevaba un traje al igual que los dos jóvenes.


 


-Ya sé que es nuestra cita, pero ¿por qué en un lugar así?-Ignoró el rubio al mesero quien se acercaba a una mesa alejada de todos esos finas y ricas personas.


 


-Su mesa señor.


 


-Gracias, puede retirarse.-Ordenó el azabache con su voz varonil y sensual.


 


-En un momento vuelvo a pedir su orden.-Sasuke asintió.


 


El mesero les dio una reverencia a cada un y salió con todo y su aire de elegancia, mientras los dos tomaban asiento.


 


- ¬¬


 


-¿Qué te pasa?-Preguntó el azabache al ver la expresión del rubio.


 


-Es un pegoste-dattebayo.-Dijo con mal humor.


 


-¿Pegoste?, sólo hace su trabajo.-A Sasuke le pareció algo raro en Naruto.


 


-¿Estar muy caramelón y obediente es su trabajo?-Preguntó asqueado.


 


-¿Qué te sucede?... ¿acaso estás celoso?-Preguntó sorprendido, eso le hacía gracia.


 


-¡Claro que no!, eso sólo que…


 


-Sabes que no me importa, lo único que me importa eres tú.-Cayó al rubio con un tierno beso en los labios.


 


-//Pero que baka soy… no sólo porque nunca he estado en un lugar así no debo de comportarme mal…//-Pensó el rubio muy arrepentido.


 


Era verdad, Naruto nunca tuvo la oportunidad de ir a un lugar tan elegante y caro, no más desde que sus padres fallecieron, ya que al fallecer no les dejaron nada, así que su hermano mayor tuvo que buscar trabajo y de eso sacar adelante a su hermano menor y comprar una casa en la que quepan los dos.


 


En cambio Sasuke, el se bañaba en dinero, literalmente, sus padres eran unos empresarios sobrenombrados. Cuando Sasuke entró a la preparatoria decidieron  que era mejor que sus hijos vivieran sus vidas ellos mismos, dejándoles la mansión para ellos solos mientras ellos hacían sus viajes de negocios sin ninguna preocupación.


 


La cita al restaurante lo habían pasado bien, sin contar las tonterías que había hecho el rubio como tirar una copa de vino al no saber usarla, lanzarle a una señora en sus pechos un pedazo de carne sin querer que aunque estuvieran lo más alejados de las personas le había caído y otros detalles que no cuentan.


 


-Lo siento… seguramente fue la peor cita que hayas tenido.-Dijo el rubio mirando la ventada viendo los lugares que pasaban, se había fijado de que ya no se encontraban en la cuidad, estaban en carretera, pero no le tomó importancia.


 


-¿Pero de que hablas? Fue divertido.-Dijo terminando con una risa, al recordar como la señora se había asustado al sentir como algo le caía en sus grandes pechos.


 


El rubio al escuchar la risa de su pelinegro se volteó sorprendido.


 


-Pero hice el ridículo y te lo hice pasar a ti también-dattebayo.


 


-A mi no me importó.-Se encogió de hombros despreocupado, sin dejar de mirar al frente.


 


-Sasuke… ¿Por qué reservaste en la sala privada?-Preguntó interesado.


 


Sasuke lo miró de reojo sin dejar de manejar el auto.


 


-No quería que te sientas presionada con las miradas de los demás.-Sonrió de lado.


 


El rubio abrió los ojos sorprendido.


 


Sasuke era tan lindo con él, solamente con él y nadie más, con las demás personas era frió y calculador, pero con él era otra persona.


 


-¡¡Te amo!!-Gritó el rubio mientras se lanzaba hacia el azabache, quien hizo que derrapara el auto tratando de controlar el volante, las llantas del auto rechinaba al ser giradas bruscamente hasta que, lo último que vieron fueron un poste.


 



 


El humo del auto les tapó la vista.


 


-¡Naruto, ¿estás bien?!-Preguntó un alterado azabache quien trataba de buscar al rubio con sus manos, hasta que sintió su cuerpo.-¡Naruto!


 


-Estoy bien, estoy bien… cof…cof…-Tosía por el humo mientras lo dispersaba con su mano, Sasuke lo imitó.


 


La vista se les hacía clara, cada quien se alivió al ver que estaban sanos y salvos, menos el auto.


 


-No vuelvas hacer eso.-El azabache acarició la mejilla del rubio.


 


-Lo siento… no tenía idea de que ibas a perder el control.-Se mordió el labio preocupado.


 


-Sabes que siempre pierdo el control cuando estoy contigo.-Le regaló una bella sonrisa.


 


-Sasuke te amo.-Declaró mientras lo abrazaba quien fue correspondido.


 


-Hay que salir de aquí.


 


Una vez fuera del auto vieron el nivel del daño que había provocado el choque, si que necesitarían una grúa.


 


-Lo siento…


 


-Ya te dije que no te preocupes.-Era como la décima vez que se lo decía.


 


Sasuke abrazó al rubio tratando de pensar en que era lo que harían ahora.


 


-Le voy a marcar a Itachi.


 


-Está bien.-Dijo mientras se abrazaba a si mismo ya que el frió hacía presencia, además de que se encontraban cerca del mar… ¡El mar!


 


Naruto se volteó hacía su derecha donde podía verse el mar, era tan hermoso, nunca había visto el mar, se acercó un poco a la  pendiente que los dividía del mar y la carretera, era hermoso ver el mar en la noche.


 


-Itachi necesito que…-Sasuke se detuvo al ver como su Naruto se había quedado mirando maravillado el mar.


 


-Sasuke… Sasuke… Sasuke, ¿qué necesitas?-La voz de Itachi hablaba y hablaba pero nadie le contestaba.


 


-Nada olvídalo.-Trancó el celular, dejando confundido a su hermano.


 


-//El mar es hermoso…//-Pensó sin quitarle la vista.


 


-¿Te gusta?-La voz de Sasuke sonó el su oído mientras sentía como lo abrazaban por detrás.


 


-Si… jamás había visto el mar tan de cerca.-Dijo sin desviar la vista hacía el mar, mientras agarraba los brazos de Sasuke.


 


-¿Quieres verlo más cerca?-Y sin recibir respuesta jaló al rubio de la mano.


 


-Espera… ¡¿qué?!-Gritó al tiempo en que bajaban la pendiente.-Sasuke ¿qué haces?-Preguntó confundido al bajar completamente, pisando la arena húmeda.


 


-Dijiste que querías verlo de cerca.


 


-Yo no dije eso o.ô


 


-Bueno supongo que me lo imaginé.-En realidad no lo había dicho.


 


-Wow… es hermoso.-Dijo el rubio al sentir como las olas del mar casi tocaban las puntas de los pies.


 


-Quítate la ropa.-Ordenó… aunque realmente lo había sugerido.


 


-¿Qué?-Lo volteó a ver muy, muy colorado y confundido a la vez.


 


-Quítate la ropa para que entres al mar.-Suspiró al ver que su novio lo había mal interpretado.


 


-¡No!... como crees.-Frunció el ceño confundido.


 


-¿Por qué no?


 


-Porque es de noche y…


 


-¿Y?-Alzó una ceja.


 


-Y… ¡no voy entrar sólo!-Gritó desesperado, mientras movía sus brazos frenéticamente.


 


-No vas entrar sólo, yo voy también.-Suspiró aburrido el azabache.


 


-¿¡En serio!?-Preguntó emocionado, ya que en realidad se moría de ganas por entrar por primera vez al mar.


 


-Si…-Decía mientras se quitaba la corbata de color azul marino, para después quedar bajar por su cinturón, todo esto ante pequeño rubio que no quitó su mirada.


 


Sus mejillas lentamente se ruborizaron al ver que Sasuke se había quedado solamente con su bóxer. En realidad jamás había visto el cuerpo desnudo de su novio, nunca había tenido esa oportunidad.


 


-¿Qué sucede?-Preguntó el azabache al ver que sentía una mirada pesada en su cuerpo.


 


-¡Ah!... nada, nada.-Le dio rápidamente la espalda al pelinegro que tenía una ceja alzada.


 


Poco a poco se quitó con nerviosismo la ropa quedando solamente con su camisa blanca de botones y su bóxer naranja, sus manos estaban a la altura de su pecho y en el primer botón, pensando si era mejor quedarse con la camisa o sin la camisa.


 


Sus pensamientos se esfumaron cuando sintió unas manos rodearle su pecho para después tomar sus propias manos –Las de Naruto- Y comenzar a desabrocharle los botones, Naruto estaba con los ojos abiertos al igual que su boquita  y con un lindo sonrojo adornando sus bronceadas mejillas.


 


-Sa… Sasuke… ¿Qué haces?-Preguntó cohibido.


 


-Te tardas mucho.-Susurró cerca del oído del rubio haciendo que este le recorriera una corriente eléctrica que le erizó los pellitos de la piel.


 


El azabache sonrió al ver como el rubio se sonrojaba, una vez que terminó de desabrocharle la camisa la deslizó por sus hombros, pero la camisa blanca se deslizó sin fuerza alguna, ese momento fue tan sensual y excitante al ver como la silueta del rubio se veía hermosa ante la luz de la luna junto con el sonido del mar, Sasuke se había quedado sin habla.


 


-Entremos.-Habló sensual el azabache mientras tomaba al rubio de su mano jalándolo para entrar.


 


Los pies de los dos toparon con el mar, se llevaron la sorpresa de que el agua se encontraba caliente, y no fría como se suponía.


 


Naruto se encontraba emocionado y feliz, era la primera vez que se metía al mar, sentía la arena bajo sus pies, tan suave, las olas del mar eran hermosas además de que veían verdes fosforescentes por el fósforo.


 


El mar ahora les quedaba hasta el pecho, hasta que el rubio no pudo tocar más el suelo, que se acercó al azabache muy asustado.


 


-Sasuke…-Se abrazó del cuello del pelinegro, Sasuke sonrió y tomó al rubio de la cintura.


 


-Tranquilo, no te va pasar nada.-Le dio un tierno beso en la boca.


 


Las olas hacían que se movieran del lugar donde estaban, además de que se fueran a lo hondo, pero dio gracias a Kami-sama que Sasuke si podía pisar.


 


-Sasuke… yo no puedo pisar…-El rubio miró asustadamente al azabache quien le sonrió.


 


-Pero yo si, si estás conmigo nada te va a pasar.-Sasuke acercó más al rubio apegándolo a su cuerpo, mientras rodeaba su cintura.


 


La luna los envolvía con su manto de luz junto con las estrellas, el sonido del agua era como si fueran hermosos cantos, dos cuerpo yacían en ese cuerpo de agua, acariciando sus cuerpos suavemente.


 


Naruto estaba sumamente feliz, Sasuke era su media naranja, lo amaba con todo su ser. Se acomodó mejor quedando su cabeza apoyada en entre el hueco del cuello y el hombro, no le importaba que se mojara, le gustaba estar así de cerca con su azabache.


 


Sasuke se sentía en las nubes estar muy cerca de su rubio, jamás habían tenido un momento de contacto piel con piel, lo único eran solos los besos y abrazos, pero nada más de eso, algo en su corazón decía que ese era el momento preciso en el que cada quien se entregue cada uno, pero no lo haría sin consentimiento de Naruto.


 


-Naruto…-Susurró en el oído del blondo, quien se separó un poco para después quedar su cara enfrente del azabache.


 


El rubio pudo ver que Sasuke tenía un brillo en los ojos algo extraño pero era hermoso a la vez.


 


-¿Sasuke, qué sucede?-Preguntó algo ansioso.


 


-Naruto, necesito que… me dejes continuar.-Pidió con la cabizbajo sus flequillos tapaban sus pozos negros.


 


-¿Conti…?-Los labios de Sasuke capturaron los de Naruto mientras las manos pálidas del azabache recorrían suavemente la espalda del rubio, mientras que Naruto profundizaba el beso aferrándose más al cuello del azabache.


 


Las olas del mar los hacía correrse hacía la orilla lentamente, los pies de Naruto por fin pudieron tocar el suelo de arena mojada.


 


Los dos se separaron lentamente dejando sólo un hilillo de saliva que los unía, Sasuke se acercó de nuevo a esos labios tan adictivos, rozando sus labios entreabiertos, para después acercarse un poco más para después poder introducir su lengua a la pequeña cavidad bucal de Naruto que se encontraba húmeda y cálida.


 


El mar les llegaba a la cadera aún se encontraban abrazados, poco a poco comenzaron a separarse. Naruto se sonrojó al máximo al recordar lo que había hecho hace unos segundos, mientras que a Sasuke eso le había parecido el mejor beso de su vida.


 


El pelinegro volteó a ver que ya había llegado a la orilla y tomó de la mano al rubio, caminando hacía la arena, una vez que salieron el azabache abrazó al rubio, este correspondió cariñosamente el abrazo.


 


-Sasuke… hoy quiero estar toda la noche contigo, quiero que me hagas el amor...-Declaró el rubio sin separarse de los brazos fuertes del azabache.


 


Sasuke abrió los ojos sorprendido, Naruto, su Naruto le estaba pidiendo que lo proclame como suyo, eso era como si fuera un sueño, su rubio al fin podía ser suyo completamente. Deshizo el abrazo y miró al rubio seriamente.


 


-¿Estás seguro?-Tomó al rubio de la mejilla, este asintió con la cabeza.


 


-Muy seguro.-Sonrió hermosamente, Sasuke le regaló un tierno beso y poco a poco lo fue acostando en la arena suavemente, como si fuera lo más delicado de todo el mundo que en cualquier momento se rompería.


 


El Uchiha quedó encima del rubio, sus bocas aún no había perdido el contacto de sus labios, las manos del azabache recorrían por completo suavemente el cuerpo de su novio.


Sus labios se separaron por la falta de oxígeno para que los labios de Sasuke después pasaran al cuello del rubio que fue succionado suavemente dejando una pequeña marca, sus manos poco a poco quitaba el bóxer húmedo del rubio, una vez quitado la prenda, se pudo ver que ya había una erección al igual que el rubio podía sentir el del pelinegro.


 


Las manos del rubio apretaban y acariciaba la espalda amplia del azabache cada ves que sentía un gemido escapar.


 


Sasuke se quitó el bóxer, quedando los dos completamente desnudos, sus pieles se rozaban delicadamente, parecía que ardía cada roce.


Las manos de azabache bajaron hasta el vientre para después bajar al miembro del rubio que pedía a gritos ser atendido.


 


-Aahh…-Un gemido se le había escapado al rubio al sentir la mano del pelinegro en su miembro, sintió como se masajeaba de arriba abajo su sexo, se sentía tan bien y tan placentero.-Sa… Sasuke… ¡ahh!-Sintió como el azabache había metido su miembro en su cavidad bucal, estaba tan concentrado que ni se había dado cuenta de que su novio ya estaba a la altura de su miembro.


 


Sasuke succionaba el miembro del rubio al mismo tiempo en que con su mano lo masturbaba, esto provocaba que el rubio gimiera, algo que lo excitaba mucho.


 


El miembro de Sasuke palpitaba de lo excitado que se encontraba necesitaba poseer el cuerpo del rubio ¡ya!


 


-¡¡Aahhh!!-El rubio arqueó la espalda al sentir como le hacían pequeños mordiscos a su miembro, lo último que sintió fue  una corriente eléctrica recorrer desde sus dedos de los pies hasta el último cabello de la cabeza, corriéndose en la boca del azabache quien se lo tragó gustoso.-Lo… lo siento…-Jadeaba el rubio, con la boquita entre abierta.


 


-Eso era lo que quería.-Dijo seductor, mientras lo besaba pasándole un poco de su semilla, tomó al rubio de la nuca y lo aferró más a sus labios mientras que abría lentamente las largas piernas de su novio.


 


El nivel del beso estaba aumentado, sus lenguas danzaban solas en un baile realmente excitante.


 


Sasuke al ver que el rubio estaba distraído en eso, metió un dedo en la estrecha entrada del rubio, este al sentir esto abrió los ojos sorprendido, separándose rápidamente del pelinegro.


 


-Tranquilo.-Susurró con la voz ronca del placer, sin dejar de mover el dedo dentro de su estrecha entrada.


 


-Demo… Sasuke… ¡ahh!-Cerró los ojos al sentir como el azabache metía el segundo dedo dentro de su interior, sus manos al sentir el dolor apretaron la espalda del azabache.


 


-Shh… relájate.-Metió el tercero haciendo círculos con sus dedos.


 


Los gemidos del rubio se hacían más pronunciados el dolor era insoportable, se aferraba a pecho del pelinegro quien trataba de ser lo más delicado posible, pero el rubio era virgen, y su entrada la tenía muy estrecha.


El azabache sintió como la entrada del rubio se dilataba al fin, una vez que sintió que ya estaba preparado sacó lentamente los dedos, miró por última vez al rubio quien se le sonrió cariñosamente dando a entender que podía continuar, ante esto Sasuke le regaló un dulce beso mientras le abría un poco más las piernas, poniéndolas alrededor de su cadera.


 


-Relájate.-Dijo una vez más, el rubio asintió con un poco de nerviosismo.


 


Sasuke tomó su propio miembro acercándolo a su entrada.


 


-¡Aahhh!-Gritó el rubio al sentir como Sasuke invadía su entrada.


 


El pelinegro arto de lastimar al rubio entró de una estocada, haciendo gritar al rubio quien se le escapaba varias lágrimas, que fueron quitadas por el fino y blanco dedo del azabache, quien se quedó quieto un momento esperando a que el rubio se acostumbrara.


 


Tiempo después, el azabache pudo sentir como su rubio comenzó a removerse, dándole a entender que ya podía moverse un poco, esto no se hizo esperar, dando pequeñas embestidas suaves y lentas. Los gemidos de Naruto no se hicieron esperar, gemidos combinados entre placer y dolor, pero el primero más que el último.


 


Sasuke al sentir que el rubio se estaba acostumbrando al dolor poco a poco, comenzó a darle embestidas más fuertes y más rápidas.


 


-¡Aah!... Sa…Sasuke…-Frunció el ceño mientras cerraba sus ojos y entreabría los labios al sentir el placer inundar todo su cuerpo


 


Sasuke tomó al rubio de las piernas y se las pasó arriba de sus hombros, proporcionándole mayor espacio para poder penetrar con más rapidez.


 


Las embestidas al poco tiempo se volvieron más salvajes y placenteras, el rubio gemía cada vez más, mientras que el azabache proporcionaba pequeño besos en el cuello, pecho, o labios del rubio mientras algunos gruñidos se le escapan de sus labios.   


 


Las manos del azabache  bajaron hasta el miembro antes olvidado del rubio para después tomarse la tarea de masajearlo.


 


Los gemidos eran acompañados por el sonido de las olas de mar que danzaban con el sonido del viento soplar.


 


Los dos llegaban poco a poco al clímax cada uno tocando con sus propias puntas de los dedos el cielo, llegando al placer.


 


Las paredes internas de la entrada del rubio se fueron contrayendo apresando el miembro del azabache al sentir la estrechez de su entrada al llegar al orgasmo, cada uno corriéndose en diferente lugar, uno en el interior del otro y este en su propio vientre y en el de su amante.


 


-Te amo…-La voz ronca del azabache resonó en los oídos del rubio.


 


-Yo igual te amo, Sasuke.-Respondió el rubio.


 


Sus labios se unieron un tierno beso lleno de amor y ternura.



 



 


-Y eso fue todo.-Terminó con una sonrisa muy grande con un lindo sonrojo adornando sus mejillas.


 


Mas su interlocutor se encontraba rojo pero de la furia.


 


-Sa… Sakura-chan… ¿estás bien?-Preguntó extrañado al ver la reacción por parte de su amiga.


-¿¡Tuvo que pasar un más de un mes para que me lo contaras!?-Gritó furiosa mientras lo amenazaba con su puño, quien el rubio trataba de cubrirse con algo.


 


-Es que tenía pena de contártelo-dattebayo…-Susurró temeroso.


 


-¡Naruto date por muer…!-Una voz interrumpió a al pelirrosa.


 


-Oye…-Los dos voltearon a ver al que osó interrumpir a su amiga.


 


-Teme, Sasuke-kun.-Dijeron al mismo tiempo el rubio y  la pelirrosa.


 


-No me lo maltrates hoy… tenemos una cita.-Terminó de decir el azabache con una sonrisa de lado directa para el rubio quien se había sonrojado, mientras que al escuchar esto su amiga comenzó a divagar en su imaginación cosas no muy sanas.


 


Sin embargo, fue el mejor San Valentín que haya tenido.


 


-¿Nos vamos?-Extendió la mano el azabache para que el rubio la correspondiera, y lo hizo muy gustoso.


 


-¡Adiós Sakura-chan!-Gritó un poco alejado de la pelirrosa mientras movía su mano en señal de despedida.


 


Mientras esta se encontraba en trance imaginando que cosas arrían en su “cita”


 


-¡¡Kyaa!! ¡Eso es emocionante!-Gritó emocionada mientras daba saltitos de alegría para después salir corriendo en busca de una cámara fotográfica, para tomarse el trabajo de paparazzi y tomar fotografías de las escenas más emocionantes de la pareja subirlas a una página de Internet del tema Yaoi, donde unas igual a ella necesitarían un poco de su dosis SasuNaru.


 


Fin.

Notas finales:

Wii :3 Espero que les haya gustado, por favor les pido mis más sinceras disculpas a todos los lectores.


 


Estoy en crisis, mi cabeza está apunto de explotar por tanta información de tareas, necesito un graaan descanso, lo bueno es que ya mero llega una gran puente donde podré al menos avanzar un poco en mis actualizaciones, pero aún no estoy segura, depende de mis clases y tareas :S


 


¡Les pido paciencia! Ú~Ù Por favor.


 


Sin más cosas que escribir, les doy las gracias a los que entregaron su tiempo en este pequeño fic.


 


Gracias, y dejen sus comentarios :D


 


Hasta Luego. Los quiere Haku-san16 ^^


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