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Pequeño y triste arlequín por Anushiban1

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Notas del fanfic:

Algo fuerte....tal vez... misterioso y con mucha fantasia de por medio jijijiji vamos que soy yo!! jujujuju Hyoga por Shun

Notas del capitulo:

Los tres hermanos despiertan en un mundo extrano donde son una amenaza, perseguidos se veran en la mas terrible situacion para sobrevivir.

El frío se colaba por sus huesos y la oscuridad lo llenaba todo. El
silencio de l muerte se extendía por aquel inmenso lugar y aun que
quiso gritar la voz de Shun no salio. En la desesperación total algo
calido toco su pequeño, pequeño, dulce y con un calido olor. No
estaba solo, lo supo, y de alguna manera debía proteger lo que
aferraba con fuerza entre sus brazos.
Ikki vio a moverse a Shun en sueños, su piel nívea hacia contraste con
el mármol negro del mausoleo y sus labios tenían una ligera coloración
morada. Rozo los verdes cabellos y el niño de 5 anos gimió. Entre sus
brazos la recien nacida se momio, tendria apenas unas semanas, era una
niña muy rara que no lloraba y parecia estar agusto en la cripta.
Como llegaron hay era solo una diminuta parte del gran misterio de su
existencia. Los tres ninos solo se materializaron en el cementerio.
Ikki fue el primero y hasta ahora el unico en despertar. No recordaba
a sus padres, la casa o algo antes de abrir los ojos. Pero tenia la
certeza de que Shun y Sally eran sus hermanos, tenia un deber para con
ellos: salvarlos. Sin embargo, las pocas veces que dejo su lado en
busca de agua, comida o una explicacion el mundo lo abofeteó. Así supo
que estaba en un paiz decadente falto de amor.
La ciudad donde los ninos llegaron era El Santuario, la ciudad
principal del reino de Stathills, que acababa de atrevesar una cruenta
guerra. Las provisiones eran escazas y los hambrientos demasiados.
Ademas el poder solo se repartia entre unos pocos nobles, el dinero
llenaba sus arcas, de hay estaba la clase proletaria q trabajaban para
sobre vivir, los miserables, ellos q lo perdierob todo, padres,
esposos o hijos y mendigaban a millares por las calles.
Los miserables, un enjambre se desdichados, acinados en el cementerio.
Con peste y bandidos que les quiteban lo poco q tenian. El santuario
era una ciudad extrana, no solo por su ecleptosismo, sino que la
ciudad tenia en su centro, como corazon putrefacto aquel cementerio
donde ahora vivían los miserables.
Mas los tres huerfanos no eran parte de la clase de los miserables,
estaban por debajo, eran peor que ellos, no existia nombre para
aquellas criaturas q aparecieron de la nada, entre tanto dolor,
hermosos, y voraces. Eran pocos, temidos y casados, la gente les
reuhia como se rehuye de una plaga.
Despues de un tiempo, si lograban sobrevivir, por la comida, el aire,
el agua, perdian su reluciente aura eterea y podian vivir como simples
mortales. Esto no lo sabia Ikki q miraba la piel de sus relucientes
hermanitos y la suya misma. Tenia miedo, mucho miedo y todo ese peso
se estaba convirtiendo en ira. Se alejo de los ninos, debia buscar
comida, donde sea o como sea, sino moririan.
Ikki no llego muy lejos fuera del cementerio, pronto le tiraron
piedras y le era imposible mendigar por q le reuian. La ciudad de
callejuelas empedradas era un peligro para el por q los cocheros le
tiraban encima a los caballos y el frio comenzava a areciar. El sol
estaba a punto de ponerse, tenia q regresar con sus hermanos con las
manos vacias nuevamente.
Entro al gran cementerio donde grandes criptas se levantaban, sus
moradores se escondian entre los mausoleos y la espeza niebla parecia
cubrir los ojos. En aquel desierto de miradas y sombra Ikki tomaba
distintos caminos para q no lo siguieran. Si lo atrapaban podian
hacerle cosas terribles a sus hermanos. Cansado fue por un lugar donde
un
Pasto verde crecia y arboles flacos se incaban al cielo. Fue cuando
vio la prosecion. Nunca habia visto un cortejo funebre, o no lo
recordaba. Hay alfunas personas vestidas de negro iban tras una caja.
Se acerco un poco y vio como un hombre habla frente a un hueco en la
tierra. Mujeres llorando. Se abrazaban. La lluvia comenzo y bajaron la
caja de un rosado suave a la tierra. Pusieron sobre ella flores, mas
tierra y lagrimas. Ikki se quedo hay hasta q se fueron y los rayos
cayeron muy cerca.
Se acerco a ver la lapida, Esmeralda Von Grasz decia, nuestra amada
hija q ahora descansa eternamente donde el mal no puede tocarla, seras
nuestro angel. Ikki lloro por la chica, por sus hermanos, por el. Las
lagrimas rodaron libres por el rostro infantil. Moririan, acabarian
comidos por guzanos por la eternidad. La ira de su propia impotencia
llenaron su alma confundida y sin darse cuenta comenzo a cavar con lad
manos desnudas la tierra removida. De repente los pequenos dedos
golpearon la caja y la abrio de golpe. Las gotas de agua cayeron en el
rostro q dormia.
Esmeralda ya hacia ally, tendida, vestida de un blanco purisimo, los
bucles rubios ardonaban la faz alba, labios pequenos, con un rictus
dulce q le llego al corazon. Con ella enfrente tomo una decicion. Con
el desenfreno de la desesperacion gravada en las pupilas azules tomo
una piedra filosa y desgarro el vestido. Se lo saco, despues desgarro
la piel desgarrandose la propia alma y envolvio los pedazos de carne
ya seca en la tela blanca. La niña llevaba un guardapelo al cuello que
arranco. Salio de aquel agujero cerrando la tapa. Agotado la volvio a
enterrar y cuando el dano estaba hecho grito al cielo su blasfenia y
este le contesto con la voz de los truenos. Se quedo un buen rato hay
y de sus labios salieron las palabras para sellar la promesa:
- Esmeralda has sido el angel que salvaras a mis hermanos, desde ahora
seras a la unica persona q amare- se levanto y se fue. Nunca mas
volveria a llorar.
Ikki llego donde Shun y Sally llacian, muy juntos y frios. Se colgo el
guardapelo, q contenia la foto de Esmeralda al cuello y desencolvio la
carne. Con cuidado puso la cabeza de su hermano en su regaso y le dio
en pequeño pedazo. Come, pensaba, solo un poco. Derepente los labios
se abrieron y Shun trago un pedazo de carne. Luego otro y otro. Cuando
parecia ya no querer mas Ikki se aparto y bomito azqueado para luego
el tambien comer.
Al despertar Shun no sabia donde estaba, tenia frio pero en su pecho
algo calido le reconfortava. Observo el rostro de la niña q dormia
dulcemente en sus brazos. El bebe estaba en huesos, Ikki no habia
logrado que comiera? Ikki? ,Penso , donde esta?
A pocos metros, apostado en la puerta ,su hermano descansaba. Su
hermano? Si, con certeza Ikki y Sally eran sus hermanos, hijos de sus
mismos padres. Sus padres? Lo medito, no sabía quienes eran ni donde
estaban. Esforzó su memoria, al interior de sus ojos pudo ver sombras
q se movían en una gran fiesta, gritos aterrados; el llanto de Sally y
después nada. Tal vez era mejor no recordar.
- despertaste...- Ikki se acerco y puso la mano en su frente- la
fiebre a bajado-
Shun asintio
- estas bien?-
- si pero Sally...- apreto a la niña.
- no puedo hacer nada, no come -
- pero...-
- ten- Ikki le dio un cuenco con carne - come-
- que es esto nissan- pregunto
Ikki callo avergonzado y al tocar el cuenco Shun entendio que habia
estado comiendo - rezare por sus almas, por que ellos me salvaron la
vida-
- que!! Como lo sanes?!- Ikki salto hacia atrás.
- solo lo se- afirmo el niño comiendo y le dedico una gran sonrisa.
- y lo dices tan tranquilo?! Estas comiendo...
-personas- Shun sostuvo a Sally - es lo unico q nos queda, nada mas-
Esa tranquilidad aterro al mayor. No eran monstruos!!... o si? Se
sento junto al niño - que recuerdas?-
- a ti y a Sally-
- a mama o a papa?- Shun nego - lo he intentado...recordar pero solo
veo sombras!!-
- tal vez no debemos recordar- sonrío - ellos tal vez no quieren ser
recordados-
- que haremos?- gimió Ikki
- este - Shun se puso de pie - será nuestro castillo-le dio el bebe a
Ikki- primero debemos adecuarnos-pensó - ya sabes, un lugar pata
Sally, para ti y para mi-
- a los niños normales le asustan las criptas-
- pues no soy normal- hizo un puchero - esta mal que no sea normal?-
- esta bien- asintió Ikki - mientras seas tu-
- y mientras estemos juntos!!- río Shun y una brisa fresca recorrió el
lugar.
En pocos días Shun tenia ese lugar reluciente, parecían estar en un
macabro juego de la casita. El peliverde adécuelo una cuna cuna a
Sally en un sarcófago. Lo lleno de la ropa de muerto y la bebe, esa
niña extraña q no lloraba, dormía placidamente en aquel lugar. Ikki
robaba cadáveres para conseguir carne, solo de recién enterrados, tela
para mantenerse calientes y las joyas. Algunas las vendió o cambio por
comida. Las otras las escondió detrás de un esqueleto. Pero sin
importar sus esfuerzos Sally no comía.
- no se bebe la leche- Shun la cargaba- tampoco agua-
- no se que hacer- Ikki en un rincón observaba a Shun y a la niña.
- que quieres Sally? Dime que deseas y te lo daré- la puso en la
improvisada cuna - que deseas?- acaricio la redonda mejilla con el
dedo y la bebe tomo su dedo, se lo llevo a la boca y lo mordió- ahí-
Shun alejo su mamo.
- que paso? - Ikki se acerco- Shun?-
Shun alzo su mano y vio la gota roja q resbalaba. Sally río, su voz se
rompió en mil partes como campanas q repiquetearon en las paredes de
la cripta. Fue su primer sonido dedicado para el.
- a pesar de ser una recién nacida ya tiene dientes... De verdad somos
unos demonios?-
- y si lo somos que?- le respondió Shun con un digno aplomo- igual te
amo a ti y a Sally- se llevo el dedo a la boca y sintió el sabor
metálico en la lengua. La niña estiro sus brazos a el y lo entendió.
Se acerco a Sally.
- Shun...-
Shun se mordió el dedo haciéndose la herida aun más grande.
- pero que!!!-
Le tendió el dedo ensangrentado a la bebe que se lo llevo a la boca-
ja- gimió
- Shun que haces?- corrió hasta el para sostenerlo.
- esta bebiendo!!- sus ojos se llenaron de lagrimas - esta bebiendo!!!
Menos mal!!!-
- te duele?- pregunto Ikki
- solo un poco- le sonrío.
Hay, de pie, con Shun entre sus brazos y la mirada de alegría de
Sally, Ikki tubo la certeza que eran demonios. Para su mala suerte no
era el único.
Cuando Sally engordo y dejaba de ser un esqueleto con piel el rey
Camus firmaba la orden de que las fuerzas armadas entraran y atraparan
a todos los habitantes del cementerio de los miserables. A decir
verdad, solo buscaba a unos niños, el capturaba a los pequeños sin
hogar y los mandaba a las minas, a las mujeres a las fabricas y a los
hombres a los campos. Su padre había muerto hace poco y tras la guerra
que sostuvo había devastado el lugar. Y aunque habían ganado el reino
quedo en ruinas. Que honor existía en eso? Su pueblo se Moria de
hambre, debían trabajar.
También le interesaban ese grupo de seres especiales q estaban
naciendo por todo el país, quería estudiarlos, tal vez eran su
salvación.
Entrego las hojas a su primer ministro, Milo de Escorpión, y vio la
pequeña cabeza rubia de su hijo azomar por la puerta.
- tengo acaso un espía?- sonrío
- papi papi- el príncipe entro corriendo a los brazos de su padre- que
haces-
- trabajo- acaricio su cabeza
- y cual es tu trabajo?-
- proteger a mi pueblo- sonrío y miro a Milo- por favor que mañana
empiecen con la operación-
- si- el primer ministro hizo una reverencia - príncipe Hyoga, su
majestad- y salio.
Milo llevo la carta al jefe de oficiales, aquel papel contenía el
futuro de los tres hermanos. El oficial q la recibió la leyó en
silencio:
- buscan a un niño en particular- pregunto Aldebarán de Taurus al
ministro.
- no- negó Milo -es solo que nuestro rey desea apartar a los niños de
bandidos-
- bien- firmo la carta - su majestad desea hacer lo q s correcto y yo
lo seguiré hasta el fin del mundo-
Mientras Taurus planeaba la operación de limpieza del cementerio Shun
y sus hermanos dormían apaciblemente, ningún morador de los miserables
se dio cuenta de q los soldados, cubiertos por las sombrad y la
niebla, se colaban por los corredores, se metían en mausoleos esperando.
Ikki se despertó por los gritos de una mujer:
-LOS NINOS DEL INFIERNO!!! TODO ES POR LA CULPA DE LOS NINOS DEL
INFIERNO!!!-
Ikki se asomo a la ventana y vio a la mujer anciana y desdentada ser
llevada a rastras por unos soldados mientras señalaba en su dirección.
Observo q un militar le hizo senas a otro.
- despierta!!- zarandeo Ikki a Shun
- q pasa Nissan?- pregunto el niño desperezándose mientras Ikki
guardaba unas alhajas en un atado y lo ponía dentro del panal de Sally
- Nissan?-
- ven- lo halo y lo condujo a la parte de atrás del mausoleo donde el
tiempo había abierto un agujero - hay guardias, se están llevando a la
gente, sal-
Shun obedeció - nos llevaran también a nosotros?-
- no, claro q no- acaricio su rostro -ten- le paso a Sally y luego
paso el -pase lo q pase no me sueltes-
- hi- asintió el peliverde.
Shun jamás había salido al exterior y no le pareció gran cosa, estaba
oscuro, con mucho humo que le hacia lagrimear los ojos y olía peor q
su mausoleo.
- por hache- Ikki halo a su hermano por un estrecho corredor lo
suficientemente pequeño como para q un adulto no pasara. Antes había
sido un drenaje pero las lluvias lo dejaron descubierto, estaba muy
resbaloso y Shun trastabillada a cada rato. Un grito desgarrador hizo
a Shun temblar.
- tranquilo- Ikki lo abrazo. La extraña niña parecía indiferente a la
situación...pensó un momento y decidió que se quedarían hay hasta q
todo acabe aun con el hedor y el humo quemándoles los pulmones.
No supo cuantas horas pasaron pero Shun apenas y se sostenía en pie.
SE resbalaba por la pared y Sally halaba su cabello para que no se
durmiera. El ruido de afuera había parado y el humo disipado. Estaban
a salvo.
- vamos- le dijo a un soñoliento Shun y este asintió dejándose llevar
por las ásperas manos de su hermano. Ikki asomo la cabeza fuera. No
había nadie, unas pequeñas columnas de humo se veían a lo lejos y la
puerta a la calle estaba a un par de metros, ya no era seguro el
cementerio.
- nissan estoy cansado- susurro Shun
- lo se pero no podemos quedarnos hache- bezo su frente- resiste solo
un poco mas-
- hai-
Salieron escabulléndose entre lapida y lapida, Ikki presentía q ahora
eran fugitivos y solo poner un pie fuera el movimiento de la ciudad
los golpeo. Shun nunca había visto a tanta gente junta, mujeres
ataviadas de vestidos que apenas las dejaban caminar, sombreros con
plumas, caballeros con sombreros de copa y carruaje. A Shun le
encantaron los carruajes y los caballos, parecían pequeñas casas
rodantes y deseo q vivieran en una. No pudo admirar mucho la calle por
q Ikki lo condujo rápido por otra calle secundaria, a un mercado
concurrido donde llamarían menos la atención. Vio niños, corrían por
doquier y Shun caminaba pegado a Ikki mientras los empujaban. Loa
puestos en la calle, sobre mantas roñosas, tenían comida, joyas
falsas, cacerolas pero nada de esto intereso a Shun. Fue cuando lo
vio, un par de soldados que caminaban a sus anchas abriéndose camino,
uno de ellos vio a Shun y sus ojos se cerraron hasta convertirse en
dos finas líneas mirando el asustado rostro del niño. Le comento algo
a su compañero y este asintió.
- Corre Shun- ordeno su hermano que iba hacia los soldados - corre y
escóndete!!-
BUMM!! Junto a ellos exploto una tienda y la gente se alejo mientras
temblando de ira Ikki se lanzaba a los soldados con los puños en alto.
Shun corrió hasta una pared y se volteo para ver como uno de esos
hombres le propinaba un patazo en el estomago, Ikki se doblo del dolor
y cayo de rodillas.
-Nissan!!- grito Shun pero de la pared salieron dos brazos negros que
lo envolvieron y tiraron con fuerza llevándoselo.
De repente estaba en la oscuridad de nuevo y varias figuras se movían a
su alredor. Sally brillaba en sus brazos feliz por estar denuedo en
las sombras. No le gustaba el sol. Una de las figuras tomo una hebra de
sus cabellos y la olio, otras parecían reír y bailar a su alrededor.
Shun tenia miedo, apretó a Sally cuando la silueta q olía sus cabellos
la abrazo por la espalda y le puso un collar en forma de estrella.
- este un camino para q vuelvas a casa- lo viro y acaricio su rostro-
para q todos vuelvan-
- no - retrocedió asustado - aléjate- se negó sabiendo que algo iba
mal, que recuerdos dolorosos se colaban por su mente, cosas q no quería
saber - aléjense todos!!- alrededor de el la brisa soplo fuerte,
volviéndose de un tono rosado, cada ves mas rápido hasta convertirse
en un vendaval - Quiero irme!!!- y a su grito desapareció.
Había vuelto a la ciudad, a una calle vacía en las sombras de un
edificio vetusto. Frente a la puerta un enorme carruaje y asomado en el
un niño con la cabeza de hebras doradas y mirada aburrida. Con un dejo
mesquino en la frente.
Axial fue como Shun vio al príncipe Hyoga pero no pudo evitar sonrojarse
por que era muy hermoso. Hyoga q estaba aburrido hasta la muerte noto
aparecer al niño como por arte de magia, una muy barata. Iba descalzo,
sucio y con la ropa algo rota.
- quien eres?-
Shun no respondió apretando al bulto q estaba en sus brazos y miro a
todas partes.
- te estas escondiendo de algo?-
El desconocido asintió.
- se te comió la lengua el gato?-
- no- susurro mirando a sus pies y entonces HYoga abrió la puerta del
carruaje - sube- le dijo con su típica voz de mando y el niño obedeció.
El interior del carruaje estaba lleno de cojines y brocados. Shun se
sentó en uno muy suave.
- que llevas ahí?-
- mi hermana- destapo la carita de la niña que se había quedado
dormida y al verla tan tranquila unas lagrimas escaparon de su rostro
lavando sus mugres mejillas. Hyoga se extraño de la blancura de esa
piel y tomando uno de los pañuelos de algodón de su madre paso el
tejido sobre la cara del pequeño.
El cambio se produjo frente a sus ojos, la piel nívea y tersa se
descubrió suave bajo sus dedos, largas pestañas y ojos profundos
cuajados de lo desconocido. Pequeños labios hinchados y rosados.
Entonces lo supo, entendió el deseo de poseer a alguien y por que su
madre estaba comprando el veneno para matar al primer ministro quien
amaba a su padre y este le correspondía. Tomo el cabello verde entre
sus manos y lo beso, beso sus labios, sus lagrimas, sus parpados
mientras repetía - cásate conmigo-
Shun se dejo hacer apabullado por las caricias bastas que la puerta se
abrió y frente a ellos apareció la reina con un vestido enorme de
color malva y lagrimas en los ojos. No pudo hacerlo, como matar a
aquel q Camus amaba? SE arrojo dentro de la carroza y noto a la
belleza mugrienta q estaba bajo el cuerpo de su hijo.
- quien eres tu?- el niño no respondió - debes de ser uno de los
pordioseros- negó con la cabeza y toco una campana- al mercado- saco
unas monedas de su bolso y se las puso en la mano de Shun - toma esto
por favor, por el descaro de mi hijo-
Hyoga aun abrazaba al chiquillo con fuerza- puedo quedármelo mama?-
- no- se arreglo el vestido - las personas no son cosas...ya
aprenderás eso-
- llegamos su majestad- el cochero abrió la puerta.
- bájate- ordeno pero Shun no se movió. - bájate ahora!! Créeme, ser
esclavo de un príncipe no es agradable, te vota cuando encuentra un
nuevo juguete!!-
Shun no entendía, solo miraba a la hermosa mujer aun con la mano
estirada. Ella suspiro y lo empujo fuera. Era por su bien. Toco la
campana.
-MAMa!!!- grito HYoga intentando salir pero la carreta ya estaba en
movimiento.
- palacio- dijo ella e ignoro a Hyoga q comenzaba un nuevo berrinche.
Shun se encontró otra vez solo y perdido pero alguien lo esperaba.
- hi hi- un niño casi de su edad, sino un poco mayor, camino hacia el
- eres Shun?-
- si- asintió - quien eres?- este chico no lo ponía nervioso como el
otro
- soy SEiya- sus ojos enormes y cafés eran francos - Ikki esta con
nosotros, ven-
- Ikki?- se alegro Shun.
- SEiya!!- una pelirroja con una mascara paso en un caballo levantando
a Shun y a Sally en vilo - vienen los guardias!!-
- rápido!!- SEiya corría a la velocidad del caballo sin esfuerzo hacia
una carreta conducida por una peliverde. Shun fue lanzando en ella y
vio a SEiya trepar.
- Nissan!!- su hermano yacía en el piso de la carreta semiinconsciente
con moretones, su cabeza reposaba en el regazo de una niña de larga
trenza negra.
- llegamos a tiempo- sonrío SEiya sentándose mientras Shun sostenía la
mano de su hermano - estará bien- le tendió la mano - bienvenidas a la
familia- y sonrío.
Shun sonrío y soltó a Ikki para responder el saludo mientras se
alejaban de la ciudad, los guardias y todo lo demás.

Notas finales:

notas de Anushiban:

Hace siglos que no escribo un fanfic, espero estar a la altura. Disfrutenlo y pasenla super.

En el siguiente capitulo es donde comienza la verdadera aventura.

Besos Mari


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