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When the sun goes down. por Yuhka

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Notas del fanfic:

Bueno bueno.

No he visto ni un solo fanfic de Arctic Monkeys en amor yaoi, y considero que es una banda digna de ser mencionada no solo como artistas, si no también como posibles personajes.

Alex es el protagonista y contará su historia en primera persona.

Notas del capitulo:

Primer capítulo! :)

Espero que os guste, y si no, espero que lo critiqueis duramente.

Me gustaría que le dierais una oportunidad, y que sepais que ya está completamente finalizado, así que cuando vosotras/os pidais que suba capítulo lo haré sin problema.

 

Yuhka.

Londres es inmenso, me atrevería a decir que cualquier persona que salga de su casa sin un rumbo fijo, aun conociendo la ciudad, se perdería.

Lo único que llevaba era mi guitarra a la espalda. Y tarareaba para evitar dejar caer las lágrimas de impotencia. Aun seguía escuchando su voz.

“¿Qué demonios te pasa? … Me importan una mierda tus excusas ¡¡Estoy harto de toda tu mierda!!”

Necesitaba cafeína, para que mentir. Aunque siendo las diez de la noche, seguro que me servirían una cerveza.

No soy ese tipo de persona a la que le guste beber solo, pero hoy necesitaba algo, lo que fuera, que destrozase lo que había ocurrido una hora antes.

-          “Lo siento.

-          Deja de disculparte de una puta vez. Las putas palabras no valen una mierda si no me demuestras las cosas con actos…”

Vi un bar a lo lejos. No parecía demasiado lleno y la verdad que lo que menos necesitaba era un tumulto de gente borracha haciendo ruido.

Una vez en el bar me apoyé en la barra, pedí una cerveza y observé a la gente que estaba dentro: Una mujer, que por la ropa era soltera, de unos cuarenta años y con el pintalabios corrido. Me sonrió, dos veces. Más que sentir pena por su profunda embriaguez y su fatal rostro de cocainómana, sentí asco.

Seguí. Había una pareja de chicas comentando sus trabajos de la universidad. Se las veía nerviosas. Entendiendo la época del año, se acercaban los exámenes.

El camarero me sirvió la cerveza. Le sonreí y se fue a cambiar la música. Comenzaron a sonar los Beatles. De una forma u otra, parecía que la cosa mejoraba.

No tardé demasiado en acabarme las dos primeras, y ya estaba en camino de pedirme una tercera cuando un chico entró en el bar. Era rubio, de ojos grandes y azules, bastante guapo. Se sentó a mi lado. El camarero le atendió y sencillamente dijo “Lo mismo que él”. Le miré, sonreí y él se quedó sencillamente mirándome.

-          ¿Te conozco de algo? – Preguntó. –

-          Ahm, no lo sé. – Respondí. – Soy Alex – Le extendí la mano. –

-          Jamie.- Respondió estrechando mi mano. –

Nos quedamos en silencio hasta que el camarero atendió nuestros pedidos. Una vez tuvimos la cerveza frente a nosotros siguió con lo que se suponía que iba a ser una conversación.

-          ¿Qué te trae por aquí? –

Me quedé un rato pensando en que contestar. Al fin y al cabo era un desconocido y no importaba si se lo contaba o no. Sí había iniciado la conversación de esa manera, por algo sería.

-          Pues he tenido una fuerte discusión con mi pareja, creo que hemos roto.

Su cara cambió notablemente. Sí, me había pasado con lo personal de la situación. Le había comprometido a tener una respuesta aceptable para escuchar, aunque él no supiera que, conmigo especialmente, no era necesario. Pero la gente tiende a pensar así.

-          Pues, beber no es la solución. – Respondió después de un sorbo.

Para mi gusto había salido bien del paso. Sonreí y pegué un trago a la cerveza.

-          No bebo por ello. En realidad tenía pensado beber un café, pero… - Hice una pausa. – Sencillamente lo pensé mejor. –

Se rió y nos quedamos de nuevo en silencio. Después de estar unos minutos así mientras sonaba “Because”,  me di cuenta de lo descortés que había sido por no haberle preguntado siquiera cuáles eran sus motivos para estar allí.

-          ¿Y tú? ¿Qué haces aquí? – Tenía la cerveza apoyada en los labios, que a su vez estaban entreabiertos, y le miraba con interés. –

-          Mmm… yo. –

Oímos un estruendo que hizo que girásemos la cabeza. Él entraba por la puerta, tenía mala cara. Algo se removió en mi interior. No le esperaba allí en ese momento, en medio de una conversación con un tal Jamie, que con sus grandes ojos azules me había dejado… raro.

-          ¿Qué haces aquí? – Pregunté con hastío. –

-          No, que haces tú aquí. ¿Cómo te vas así, sin decir nada? ¿Te haces a la idea del susto que me has dado? –

-          Baja la voz. – Le dije de mal humor. –

-          ¡¡Vamos!! - 

No quería montar una escena en medio de un bar que no estaba precisamente lleno como para que pasase desapercibida. Miré a Jamie con una pequeña sonrisa, hice un gesto de asentimiento resignado y dejé mi cerveza a medias.

-          Termínatela. – Le invité. - ¿Nos veremos? – Volví a sonreír. –

-          ¡Alexander! – Gritó él desde atrás. –

Jamie asintió con una pequeña sonrisa, que aún ahora no puedo olvidar.

Me di la vuelta y salí del bar con él. Íbamos caminando por las calles de Londres cuando, exactamente en el momento perfecto, comenzó a llover. Me paré en seco.

-          ¿Cómo sabías que estaba aquí? –

-          No lo sabía, te he buscado por los alrededores durante un par de horas, hasta que he dado contigo. –

Tenía ganas de sonreír, pero sencillamente no lo hice. 

-          ¿Debería agradecértelo? –

No me miró, siguió caminando haciendo que yo también emprendiera el paso. Sabía que era orgulloso, que no me diría que me quería, que le importaba, o que había hecho todo aquello por salvar una relación que ambos sabíamos que no tenía solución.

-          Miles… - Susurré su nombre, pasé la mano por su cintura e hice que se detuviera. –

Giró la cara hacía el lado contrario al que estaba yo. Cogí su barbilla con la mano e hice que me mirara.

-          Gracias. – Susurré.-

Se zafó de mi contacto y caminó unos pasos por delante de mí, que estaba parado. Metió la mano en el bolsillo, sacó un cigarro, lo encendió y dio una calada.

-          Alex, esto no es fácil. – Presentí que iba a dejarme allí mismo. – No es fácil saber que no confías en mí, que no confías en nadie que no seas tú mismo. – Hizo una pausa y volvió a dar una calada. -  No quiero que esto se acabe, sabes que te quiero. Pero necesito que aceptes según qué cosas. –

Si hubiera asentido, prometiéndole que lo haría, le hubiera mentido. No hice nada. Sencillamente sonreí, me acerqué y posé mis labios suavemente sobre los suyos. Sentí su mano agarrarse con fuerza en mi cintura y la otra enredárseme en el pelo.

-          Vamos a casa. – Susurró en mi oído cuando se separó de mis labios. –

 

Notas finales:

¿Merece Review?

¿Qué pasará con Jamie? ¿Quien es Jamie?

(especifico que es un AU, por lo tanto es una realidad paralela a lo que la historia de Arctic Monkeys se refiere. Pero vamos, que espero que si hay alguna fan de ellos no se vuelva loca :D)


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