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Pasión al Tango por Alhen Lawliet

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Notas del fanfic:

Espero que les guste. el maestro de baile fue inspirado en el sasuke de naruto shippuden.

beyblade no me pertenece, el nombre del autor no lo recuerdo muy bien... pero bue....

Notas del capitulo:

En este primer capitulo Takao (me encanta su nombre en japones *v*) descubre el tango.

este es mi primer fic de beyblade ^^

- Oye! Hilari, espera.

- Oh! Vamos Takao.

- Pero no quiero.

- No seas aguafiestas! Además, solo será por esta vez, ¿si?

- Pero no quiero.

- Vamos Takao, ya te dije que será solo esta vez.

- ¿Pero por qué yo?

- Por que no encontré a un mejor candidato. Además, quizás te guste la clase.

- Eso lo dudo.

Ambos chicos iban hacía un local cercano, Hilari a duras penas arrastraba a Takao, ya que ése te resistía a ir. El muchacho peliazul miró nuevamente el folleto que le había dado su amiga. En el se mostraba una imagen en sombras de lo que parecía un baile de tango.

- “Clases se tango gratis. ¿Por qué debo ir yo?.”

La verdad, a Takao no le interesaba ir a esa dichosa clase pero todo por su amiga… con tal de evitar un golpe de su parte, claro.

Llegaron a la clase, entraron y pudieron ver a las parejas bailando, entre ellos, un apuesto joven de piel morena, cabello oscuro y ojos azules, guiaba a las chicas, parecía ser el profesor. Hilari estaba muy emocionada de estar en aquella clase. El joven maestro se percato de su presencia y fue a recibirlos.

- Buenas tardes, seguro vienen a la clase gratis, pasen, espero que lo disfruten.

Así, la muchacha fue guiada por aquel apuesto maestro, bailaba bien, era una buena alumna. Takao decidió permanecer parado en la pared, no le interesaba bailar en lo absoluto, lo suyo era el beyblade no el baile.

En un rincón, se encontraba un apuesto joven, vestido completamente de negro, parecía ser también un profesor de baile, miró a Takao y en sus ojos se mostró algo de molestia. Se levantó de su lugar y se acercó al chico de cabellos azulados.

- ¡Oye!

Su voz se escuchó tan potente y varonil, casi seductora. Takao volteó a verlo. El joven, de piel blanca como la nieve y ojos y cabellos como la noche, su mirada era seria y penetrante.

- En esta clase se viene a bailar, no a quedarse parado.

- No me interesa bailar.

Le dijo de forma desafiante.

- Entonces, si no vas a bailar largo.

- Bien.

Pero justo cuando se iba a marchar, Hilari lo ve y le dice en tono suplicante.

- Takao, me lo prometiste.

- Pero…

Justo en eso, el apuesto y enigmático maestro toma a Takao de sus manos y lo obliga a bailar, haciendo que el chico se sorprendiera de tal acto. Aquel hombre entonces le dijo.

- Si se lo prometiste, entonces debes cumplir tu promesa.

- Pero, yo no quiero, no me gusta. Además no se bailar.

-No importa, yo te guiare.

- Pero…

- Muévete e mi ritmo, solo da paso por paso, así, bien, ahora solo desliza un poco tu pierna.

Takao bailaba de manera rítmica junto a aquel maestro. Pero con cada paso, el chico bailaba de manera estoica.

- Ouch!

- Lo siento.

- Ah!

- perdón.

A cada nuevo paso, le daba un pisotón.

- Vas a sacarme una ampolla en el pie.

- Lo siento.

- Excelente, bailas con la gracia de una tabla, no te pongas tenso, eso solo entorpece tus movimientos, relájate

Y así lo hizo, pero su ritmo seguía siento malo.

- Eres Takao Kinomiya, un bey-luchador, ¿cierto?.

-¿Me conoces?

- Por desgracia si, anda, mira nada más, excelente bey-luchador pero pésimo bailarín.

Eso enfado a Takao y dispuesto a mostrarle lo contrario comenzó a bailar de manera excelente, siguiendo cada paso, moviéndose al ritmo, el enigmático instructor lo guiaba a cada paso mientras se sorprendía y alegraba del ritmo de su compañero.

Hilari y otros estudiantes vieron aquello con gran asombro. Aquel muchacho peliazul era un encanto bailando, can gracia y cadencia. El profesor lo guiaba mientras lo impulsaba a cada paso.

- Desliza tu pierna y déjate caer libremente, yo te sostendré. Bien, ahora, da un salto, yo te cargare, levanta tu pierna pero pégala a la mía, ahora desliza tu brazo a mi cuello y déjate caer. Es una suerte que seas muy ligero.

Levantaba al chico mientras seguían en aquellos pasos. Al final, entre pasos abiertos y cerrados, Takao fue levantado y estando en el aire, se dejó caer mientras era sostenido por aquel muchacho pelinegro.

Los aplausos no se hicieron esperar, todos estaban muy sorprendidos por aquel baile. Cuando se retiraban el profesor moreno los despedía.

- Gracias por venir, espero verlos otra vez.´

Takao estaba algo sorprendido por lo que sintió al bailar.

- Takao, eres excelente, si no fuera un bey-luchador seguro serias un excelente bailarín.

- No tenía idea de que el bailar tango requiriera de un gran esfuerzo físico.

Al llegar a su casa, Takao se tiró a su cama, estaba cansado, al poco rato, comenzó a quedarse dormido. Las sensaciones de aquel baile seguían latentes en su cuerpo, el movimiento, la música y las manos sobre su cuerpo.

Al día siguiente, Max, Rey y Kenny esperaban a Takao. Su abuelo los saludó.

- Hola chicos, iré a despertar a ese pequeño granuja.

Al estar en la habitación del chico, lo trataba de levantar, su única opción fue tocar una trompeta que tenía en casos de emergencia (Takao) y soplo de ella, despertando al chico haciendo que diera el brinco de su vida.

- levántate, te están esperando.

- he… si.

Se levanta y corre a ver a sus amigos. Así, todos se dirigieron a su entrenamiento con Kai. Al llegar con el, los encaminó a un ligar para poder entrenar, después, de eso, Hilari llegó con ellos.

- Hola chicos. Takao, gracias por acompañarme ayer a mi clase de tango.

- ¡Cállate!

Todos se sorprendieron al escuchar eso.

- Además bailaste muy bien.

- ¡Cállate!

Takao trataba de que nadie se enterara de lo que había pasado el día anterior pero su amiga se estaba encargando de hacer llegar la noticia a todos.

- Takao, ¿Fuiste a una clase de tango y bailaste?

Rey no lo podía creer, así todos comenzaron a reír. Takao se sentía tan avergonzado.

- Supongo que tu compañera de baile tuvo que soportar tus pisotones ya que bailas como una tabla.

- ¡Oye!

- pero tiene mucha suerte, le toco bailar con el más apuesto de los profesores.

- ¡Oye! ¡Cállate!

- ¿Bailo con un chico?

- este… Kai…

- si, y con uno muy apuesto.

- Hilari…

Takao ya no cabía de la vergüenza. Al fin, en el entrenamiento, le toco luchar con Kai. Al lanzar su beyblade Rey y Max dieron su punto de vista.

- Parece que estuvieran bailando.

- Tienes razón Max.

Al escuchar aquello, a Takao se le vinieron a la mente los recuerdos de su baile con aquel sujeto y entonces pensó que tal vez podría aplicar algunos de esos movimientos para luchar contra Kai.

Sus ataques eran rítmicos, incluso Kai se sorprendió de que su compañero lograra esquivar sus ataques con éxito y acertarle unos cuantos golpes.

Kenny observaba cada movimiento y no pudo evitar pensar que parecía en verdad un baile de beyblades. Dizzy parecía pensar lo mismo.

- Cielos, parece que estuvieran bailando, es un ritmos lento y pausado, como un tango.

- ¿Tango? “Eso es, Takao debe estar aplicando pasos de baile a sus ataques, nunca creí que pudiera ser efectivo, pero cualquier cosa puede ser posible, sobre todo con Takao.”

Al final logró vencer a su rival Kai.

- Siiiiii, lo logre.

Kenny fue a felicitarlo.

- Bien echo Takao, aplicar los pasos de baile que aprendiste en tu clase de tango dieron resultado.

Al escuchar eso Takao casi se desmaya de la impresión poniéndose azul.

- Kenny, cállate.

Kai se sorprendió por eso.

- parece que te gusto mucho el tango.

- ¿Qué? ¡No es cierto, lo único para mi es el beyblade!

Todos parecían burlarse de el así que permaneció muy molesto. Rey trató de calmarlo.

- Vamos Takao, no te enojes con nosotros, no nos reímos de ti, nos reímos contigo.

- Pues yo no me estoy riendo.

Ya era algo tarde, Takao permanecía en aquel lugar tan pacífico en que conoció a Kai, le gustaba estar ahí, lo relajaba y podía ver el cielo sin escuchar ruidos molestos. Se levantó del pasto y se dirigió a su casa. Al estar en su habitación se fue directo a su cama para poder dormir. No podía olvidar aquel baile que tuvo, la verdad es que parecía que en verdad si le había guitado.

- No, no me gusta el tango, no me gusta, yo solo vivo para el beyblade, no puede gustarme el tango…

Se recostó sobre el suave colchón e iba cerrando sus ojos… muy en el fondo en verdad, sentía algo sobre aquel baile.

- “Jamás creí que el tango se sintiera sí, es como en una bey-batalla. Pude sentir esa adrenalina en mi cuerpo y también… pasión…”

Takao soñaba placidamente; se encontraba en medio de una bey-batalla. Estaba lanzando sy beyblade pero al momento todo comenzó a desintegrarse y sintió una mano que lo jalaba a otra parte. Enseguida, se vio en un salón de baile, no entendía nada.

- ¿Pero qué es esto? ¿Qué está pasando?

Entonces sintió unas manos que lo guiaban a la pista de baile y comenzaban con un tango muy pasional, aquellas manos no dejaban de deslizarse por su espalda y piernas. Takao no podía creer lo que pasaba, aquel sujeto que ni siquiera se mostraba, bailaba con cadencia y lo incitaba a moverse con pasión a su lado.

El baile era tan apasionado que Takao no pudo evitar sentir esa chispa en su interior, entonces el rostro de aquel ser enigmático se dejo ver, era aquel sujeto de penetrantes ojos negros.

Después de eso se despertó de un golpe, mirando por la ventana que el cielo aún permanecía oscuro, sabiendo así que era aún de noche. Aquel sueño lo había alterado en cierta forma.

- Kai… nos dio el día libre, seguro que si fuera lo contrario se sorprendería de verme despierto.

Takao permaneció sentado en su cama por mucho rato, no podía volver a dormir, en verdad su sueño lo altero.

Notas finales:

Espero que les haya gustado, como ven, a Takao le esta empezando a gustar el tango ^^


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