Era el 13 de junio... una fecha muy importante para él, más importante que un cumpleaños o navidad... era su aniversario con Sasuke.
Había pasado un año ya desde la última vez que lo festejaron, a pesar de ser tanto tiempo a Naruto no se le olvidaba aquel día.
Tendría que limpiar la mesa, la casa y arreglarse muy bien para Sasuke. Mientras acomodaba la mesa no pudo evitar recordar lo que paso aquel año pasado... la misma mesa que fue testigo del desprecio de Sasuke y, al mismo tiempo, de todo el amor que le tenía.
Cerro lo ojos y como si de una película se tratase pasaron las escenas que le traían tantos recuerdos.
Se encontraban los dos reunidos en aquella pequeña mesa; después de que Sasuke se llevara la sorpresa de encontrar a Naruto con una cena preparada para él y un enorme gato de peluche le extraño y al mismo tiempo le alegro. Sasuke no sabía como comportarse ante el rubio apenas solo unos meses atrás se había mudado con Naruto y hacia solo un año que comenzaron a andar oficialmente como novios... nunca antes una noche le pareció tan incomoda como esa.
Naruto no paraba de hablar y hablar de todo lo que había hecho en el día y Sasuke solo le escuchaba atento. Un momento de silencio inundo el lugar, Naruto ya no tenía que más decir... su cabeza estaba agachada mirando con detenimiento su mano y una idea loca llego a su cabeza... agarrar la mano de Sasuke, sentir ese toque cálido y agradable que no había experimentado desde hace mucho. Acercó lentamente su mano a la contraía que estaba sobre la mesa, estaba a solo unos centímetros de lograr su cometido cuando la mano más pálida se aparto de su toque... Sasuke había bajado su mano, la había escondido debajo de la mesa.
-Sasuke -Su nombre en un susurro que mostraba todo su dolor ¿Qué le pasaba a Sasuke para que lo tratara de esa forma? Bajo su cabeza de nuevo solo para que Sasuke no viera su tristeza y escondió sus manos de la misma forma que el moreno lo hizo antes.
Un fuerte palpitar en su corazón y un sobresalto fue lo que sintió después... una sonrisa de lado lo que miro... y una profunda alegría lo embargo... Sasuke lo había tomado de la mano. Sonaba exagerado, pero se sentía tan bien tener su mano entrelazada con la de él.
Pasaron solo unos minutos para que Sasuke se encontrara devorando su boca... ese día, en esa noche... los dos terminaron haciendo el amor... los dos se entregaron con profundo cariño al otro y en sus mentes solo permaneció el pensamiento de que todos los años que estarían juntos fuera igual... pensamientos egoístas, pensamientos tan vanos que no se pudieron cumplir... no contaron con la decisión de la vida y del destino.
Debía admitirlo... ese recuerdo hizo que se pusiera nervioso y una sonrisa triste apareciera en su rostro.
-Naruto deja de pensar en eso y ponte a limpiar la casa -Se regaño el solo.
Comenzó a limpiar todo con delicadeza tenía muchas cosas que hacer y tan poco tiempo disponible. No tuvo tiempo para los reclamos de Sakura, su amiga de toda la vida y un amor platónico que no paso a más y que se olvido. No tuvo tiempo para Sai y sus visitas inesperadas contándole lo que leía en sus libros. No tuvo tiempo para Hinata que venía a hablar con él. No tuvo tiempo para Kakashi, su maestro de historia de la prepa, que insistía en que tenía que contarle que ningún alumno se parecía a él en notas malas en su materia. No tuvo tiempo para nadie... ahora solo importaba él.
Sabía que era una obsesión poco sana lo que sufría, pero no le importaba.
Llego la tan ansiada noche para él... ya esta vestido de gala su traje negro y su camisa blanca lo delataba. Tomo el lugar que le correspondía y a lado de él una silla vacía. Dos platos con comida y dos copas de vino, una servida a la mitad y la otra vacía. Llevo la copa de vino tinto a su boca y dio un sorbo... dejo que aquel embriagante sabor llenara su garganta y consumiera sus sentidos... ¿Qué cosa era más deliciosa que esa? El pasar ese día con su persona querida.
-Feliz aniversario, Sasuke -Festejaba su segundo aniversario solo, lo festejaba sin la compañía de él. ¿Por qué? La respuesta era fácil: Había muerto apenas tres meses atrás.
Naruto sabía perfectamente la razón de que sus amigos más cercanos lo intentaran distraer, eran tan obvios que hasta él se dio cuenta de sus intenciones al verlos en la entrada.
Un ultimo sorbo a su bebida y se levantó de la mesa, camino con paso derrotado a la cama... a esa cama donde muchas veces compartió los momentos de pasión y de ternura que vivían la pareja. Se acostó en la suave cama y abrazo al gato de peluche de nombre Teme --desde que lo había comprado sabía el nombre que tendría y todo porque le recordaba a su querido Sasuke-y recordó aquel día que se sintió morir, que se sintió como si una parte de su vida y corazón hubieran sido arrancadas.
Esa mañana de domingo se habían peleado, no era una pelea como las que siempre tenían... esta era diferente. Recordaba las palabras dichas a gritos que le dirigió antes de irse: "¡No sé porque sigo contigo!" Si tanto le molestaba el estar con él ¿Por qué no se iba? ¿Por qué seguía aumentando las esperanzas? ¿Por qué le seguía diciendo esas palabras de cariño al oído? Lo peor de todo es que le perdonaba todas las tonterías que cometía y le afectaba demasiado esas tonterías... el verlo como estaba en ese momento lo demostraba: Con la piyama puesta, aunque eran las 11 de mañana; despeinado y sin desayunar.
-Me estoy cansando de esto, Sasuke -Susurro y dio un gran suspiro. A pesar de que lo amara tanto su actitud lo hacia dudar del sentimiento que le profesaba. Decidió que lo mejor era pararse de ese sillón y comportarse como siempre... no quería que lo viera de esa manera tan patética.
Su día continuo normal, sonreía como siempre, según el, esperando que nadie se diera cuenta y lo logro sin embargo Sakura noto como estaba... noto lo raro que estaba y esa era la razón por la que ahora se encontrara hablando en su casa.
-¿Por qué se pelearon esta vez? -Vaya que la chica era directa, apenas unos dos minutos que estaban sentados y Sakura ya le había cuestionado.
-¿Qué te hace creer que pelamos?
-Tu voz, tu sonrisa, tu forma de actuar. Cuando te peleas con Sasuke te comportas como un idiota para ocultar tu tristeza -¡Oh Dios! Lo conocía mejor que el propio Sasuke.
-Me conoces tan bien.
-¿Qué hicieron esta vez?
-No quería que fuera a trabajar, le grite, me grito y se fue -Explico de manera rápida en incidente que tuvo.
-¿Solo eso? -Claro que no era todo pero no le podía contar todo lo que había pasado.
-Sí -Esperaba que su pequeña mentira fuera creíble.
-Mientes, se te nota en los ojos.
-¡Ah! -Suspiro -No le quise preparar el desayuno, no le arregle su ropa y no deje que me besara ¿Contenta?
¿Solo había sido eso? Al parecer de ella eso era una tontería pero para Sasuke no, ella conocía muy bien el modo de vida de Sasuke y, además, todo lo que odiaba y una de esas cosas era no cumplir con sus caprichos.
-Cálmate, seguro que cuando llegue estará contento -Intentaba darle palabras de aliento sin saber lo que vendría después.
-Estoy cansado de que me lastime, se vaya y después regrese como si no hubiera pasado nada. Para él nuestros problemas solo se resuelven con que se vaya al trabajo y regrese a encontrarme tan mal que diga unas palabras para que yo me lance a sus brazos a llorarle perdón. Yo no era así, Sakura, él me volvió así. No sé donde quedo el Naruto que tú conociste -Con ella podía soltar todos sus pensamientos y disgustos, ella era la única solo se limitaba a escuchar y decir unas simples palabras... y se lo agradecía.
-Habla con él de esto cuando regrese.
-Lo pensare -Cerro los ojos pensando en qué hacer... si hablaba con él o no... En fin, cuando llegara la noche sabría qué hacer. -Sakura, ¿Quieres galletas? Tengo de chocolate con chispitas -Al fin el Naruto que ella conocía regresaba, aunque fuera por unos minutos.
-Si no quieres yo si voy por ellas -Al ver que Sakura no le contestaba el decidió contestar en lugar de ella. Una pequeña risa escucho cuando se paro del sillón. Iba a entrar en la cocina cuando el sonido del teléfono lo asusto ¿Sería Sasuke?
-Contesta a de ser él -La sonrisa segura de Sakura lo animo a contestar. En su rostro la felicidad le inundaba... felicidad que desapareció al descolgar el teléfono y escuchar lo que le decían. Su cara palideció de repente, sus manos temblaron y la bocina del teléfono cayó al suelo. Sakura se acercó a él al ver su cara... le llamo dos, tres, cuatro veces y ninguna le respondió... vio como las lagrimas del rubio bajaban por sus mejillas... lagrimas silenciosas que terminaban en el suelo. Lo zarandeó un poco de los hombros y fue hasta ese momento en el que reacciono su amigo.
-S-Sasuke...
-¿Qué? ¿Qué pasa con él? Naruto dímelo -Le preocupaba la reacción del rubio, si fue Sasuke el que le habló ¿Por qué se puso así?
-Hubo un accidente... -Se tomo su cabeza como si intentara procesar bien la información que le habían dado -Chocaron dos carros, en uno de ellos venía una persona y es la que murió... creen que esa persona es Sasuke... quieren que vaya a ver si es él -Enterraba sus dedos en su cabello rubio, se intentaba controlar -No es cierto ¿verdad? Sasuke no pudo haber muerto ¡Sakura dime que no es cierto! ¡Por favor! Necesito escucharlo -Tomaba a su amiga de los hombros necesitaba el apoyo de alguien para no derrumbarse. Las lagrimas eran mas fluidas, los espasmos más notorios y la verdad más cercas de lo que el quería que estuviera.
-Primero tenemos que ver el cuerpo, cálmate y vamos a donde te indicaron que estaban ¿Vale? -Dentro de ella rezaba porque todo fuera mentira. No quería ver a su amigo de la forma en la que estaba en ese momento.
-Si.
La realidad al fin lo golpeaba y de la peor manera... era el cuerpo de Sasuke... de su Sasuke... la tranquilidad que pudo tener de camino a aquel lugar se esfumo al verlo. Sintió como todo daba vueltas a su alrededor y la oscuridad lo llenaba... su cuerpo en el suelo, se había desmayado.
Cuando despertó lo que vio fue la cara de Sakura y el techo de su casa. ¿Había sido un sueño lo que vivió?
-¡Sakura! Sasuke... -No lo dejo continuar. Vio los ojos rojos de Sakura y supo que no era un sueño lo que paso.
-Es verdad lo que paso -El asentimiento que recibió de Sakura le confirmo todo.
No asistió al funeral, no se vistió con el típico color de luto, no lloro en frente de sus amigos y de gente que apenas y conocía y que le lloraban a Sasuke.
En su mente seguía la esperanza tonta y cruel de que todo era un sueño que despertaría de el viendo a Sasuke con su sonrisa odiosa, pero no era verdad y se dio cuenta de eso, pero no quería matar su única ilusión que lo hacia seguir vivo.
Lagrimas bajaron por sus mejillas... lagrimas que desde hace tres meses retenía, no se mostraría triste, él no esperaba verlo así. Siguió abrazado al gato de peluche y se abrazaba a un más a su esperanza tonta... después de Sasuke esa era la única que lo seguía manteniendo en ese mundo y que el día que se soltara, tan solo un poco, de ella caería en la realidad... la realidad de la que escapaba... la realidad que acabaría con su sufrimiento... la que lo mataría.