Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Diario de un Shinigami Acosado por kazenoserei

[Reviews - 54]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Otra vez al ruedo con otra historia.

Como siempre: los personajes de Bleach son propiedad del sensei Tite Kubo.

Notas del capitulo:

¡Aquí vamos! Espero sea de su agrado.

Nueva historia, sigue en parte la línea argumental del manga, como si fuera una dimensión paralela.

 

 

Capítulo 1: “El Principio de mis Problemas”

 

 

Querido Diario:

¿Querido diario? Agh! Sólo esta vez y nunca más. No volveré a caer en los jueguitos mentales de Rukia. Déjame decirte una cosa mi peligroso confidente, y de seguro te preguntarás el porque de peligroso; si llegarás a caer en manos de la Asociación de Mujeres Shinigami se hacen millonarias a costa mía. ¿Qué quien soy? Cierto, me olvidé presentarme, jeje! Soy Abarai Renji teniente del 6º escuadrón.

Bien, continuando, esta es la primera vez que confío mi vida en un papel, es extraño a pesar de que un oficial de alto rango del 4º escuadrón se que también tiene un diario. Últimamente no puedo confiar en nadie, ni siquiera en mi amiga de la infancia, si ella supiera convertiría mi vida en una pesadilla, más desde que la descubrí leyendo unos “mangas BL” como le dice ella, del mundo humano; pensar que me llamó la atención las siglas y por curioso descubrí que Rukia está completamente atrapada por esas historias que resultaron ser de amor entre hombres. ¿Qué haría si supiera lo que me sucede? Ya me la imagino con grandes estrellas en los ojos y tramando oscuros planes para dejarme en situaciones comprometedoras para su satisfacción.

No pondré fechas, pues no creo poder escribir muy a menudo. Ahora estamos tranquilos, Aizen dejó de ser una molestia pero igual nunca se sabe quien puede atacar y por el momento tengo demasiado tiempo libre, lo que hace aún más peligroso mi situación; si al menos habría alguna amenaza…

 

Bueno, pero para entender mi problema comencemos por el principio, ya que esto lo arrastro desde que ingresé a la academia shinigami.

No fue hasta que ingresé que me comencé a dar cuenta de ciertas cosas, antes, en el Rukongai siempre estaba junto a Rukia y nadie se nos acercaba, pero una vez en la academia shinigami las cosas cambiaron demasiado; Rukia fue adoptada por el clan Kuchiki y tuve que mantener las distancias. No fue de mi mayor agrado separarme de Rukia, pero no quería encontrarme con su “hermano”, mi actual capitán Kuchiki Byakuya. Aún recuerdo el día que nos cruzamos… aunque solo fue durante una fracción de segundo, algo en su mirada me puso en completa alerta. En ese entonces no supe la verdadera razón y lo atribuí al enorme poder que emanaba.

Tiempo después nos asignaron una misión de entrenamiento a cargo de Hisagi-san, senpai en aquel entonces y actual teniente del 9º escuadrón. Esa vez, durante el entrenamiento aparecieron unos hollows enormes que nos atacaron y junto con Kira y Hinamori, desde entonces buenos amigos, ayudamos a Hisagi-san y pronto nos vimos rodeados siendo salvados por Aizen, quien en ese momento era capitán del 5º escuadrón. Nuevamente mis alertas se encendieron cuando se acercó a preguntarnos si estábamos heridos, había algo extraño en sus ojos cuando nuestras miradas se cruzaron. Esa vez recuerdo haberme preguntado “¿Qué rayos está pasando? Me siento como un maldito ciervo antes de ser devorado por un depredador”.

Tal vez todo había sido idea mía, sin embargo una vez terminada la academia, al primer escuadrón que fuimos a parar fue justamente al de Aizen. Mis sentidos estaban en alerta roja todo el tiempo, no podía integrarme fácilmente a las tareas por que el maldito de Aizen constantemente me observaba; Kira se dio cuenta de que algo andaba mal conmigo y también se había percatado de las obscenas miradas que Aizen me lanzaba, según me dijo tiempo después, y me dio un simple consejo: “Abarai-san, aprovecha tu ingenuidad y haz como si fueras tan torpe que no te das cuenta de nada”. Así lo hice y pronto pude ver que daba resultado, aún a costa de que se me considerara un torpe eternamente. Sin embargo solo duró unos meses, pronto volvió a hacer insinuaciones un poco más directas como poner su mano en mi hombro, o rozar mis dedos cuando le entregaba algún informe o simplemente revolver mi cabello en gesto protector; siempre trataba de mostrar indiferencia a tales gestos, aunque muy internamente sufría un terror indescifrable. No pasó mucho tiempo y mi amigo Kira me dijo que podría pedir una transferencia al decimoprimer escuadrón a cargo del capitán Zaraki, que era famoso por ser el escuadrón más fuerte del Seireitei. Bueno, esa vez pensé que Aizen había desistido y sin mucho pedir me transfirieron; tiempo después supe que su plan era más importante y que yo sólo interfería.

En el escuadrón de Zaraki taicho no tuve problemas durante mucho tiempo. Era un escuadrón lleno de hombres, hombres de verdad y entre nosotros no existía eso de mirar al compañero cariñosamente, si algo así pasara sería dado como desaparecido; así que mis sentidos se relajaron y me olvidé de ello. Aquí pude entrenar verdaderamente con Ikkaku-san, además de agarrarnos cada borrachera cuando teníamos oportunidad.

-Esto también es parte del entrenamiento Abarai –decía a menudo Ikkaku-san.

Y fue por culpa de esas salidas que Yumichika me amenazó seriamente:

-Abarai-san, creo que te convendría hacer el examen para oficial. Cuando antes te alejes de Ikkaku te lo agradeceré, para serte sincero no quiero que él esté siempre junto a ti.

Me hice el desentendido, como quien no capta el mensaje oculto pero era más que obvio que allí había celos. Así que para evitar cualquier mal mayor y poniendo de excusa a Ikkaku-san de que quería superar al capitán Kuchiki pedí para hacer los exámenes de oficial, con tan mala suerte que había un llamado para cubrir el puesto de teniente del 6º escuadrón. ¿Coincidencias del destino?

Fui aceptado y pronto me encontré con demasiadas obligaciones que realmente no puse atención si Kuchiki taicho hacía alguna cosa. En realidad, pasado el efecto de ese encuentro tiempo atrás, descubrí que siempre cumplía sus labores estrictamente y que no le interesaban demasiado sus subordinados, algo que agradecí porque podía seguir mi entrenamiento con Ikkaku-san.

Para ese entonces Rukia había sido asignada al mundo humano y no la volví a ver hasta que tuvimos que ir por ella. Ahí conocí a un tal Quincy y al humano que tenía los poderes de Rukia, un tal Kurosaki Ichigo. Lo enfrenté sabiendo que era el responsable de lo que le sucedería a Rukia y ya lo tenía a punto de derrotarlo cuando de pronto se volvió más poderoso y mis sentidos encendieron nuevamente las alertas rojas. El poder que emanaba de ese humano realmente me asustó y no pude hacer nada; sus ojos me enviaban toda clase de extrañas promesas. No creo haber estado tan aterrados en mi vida. Por un momento sentí claramente que me decía –Jugaré contigo hasta que te canses de gritar, shinigami.

Realmente me congelé y de no ser por Kuchiki taicho no estaría escribiendo en ti.

Luego las cosas se complicaron un montón; Rukia fue condenada a muerte y el capitán, su hermano, no haría nada para salvarla. Después llegaron los humanos amigos de Rukia para salvarla, ahí me enfrenté nuevamente a Ichigo, quería comprobar lo que había pasado y si tenía lo suficiente para ayudar a Rukia. El muy maldito me derrotó, pero antes de que caiga inconsciente me susurró:

-Eres lindo Renji, me gusta tu cabello rojo. No olvido la promesa que te hice en el mundo humano, tarde o temprano serás mío.

Y ya no supe más nada hasta que me desperté en la celda de detención del escuadrón. El muy desgraciado hermano de Rukia todavía me subestimaba y, en cuanto pude, escapé para completar mi entrenamiento. Aunque aún me zumbaban las palabras de Ichigo, tenía que encontrarlo para darles las nuevas malas noticias; así lo hice y como el tiempo realmente se agotaba nada sucedió, ya que cada cual entrenó por su lado; después me puse en marcha antes para jugarme la vida y llegar primero a Rukia; algo que impidió mi propio taicho dejándome por muerto.  Debes creer que estoy paranoico pero juro que le escuché decir:

-Una lástima Renji, al menos puedo decir que tomé tu vida con mis propias manos y no serás mío ni de nadie.

Cuando volví en mi, Hanatarou, del 4º escuadrón, estaba curando mis heridas. Después, los acontecimientos se desarrollaron vertiginosamente; Ichigo detuvo la ejecución justo a tiempo y me encargó proteger a Rukia para darnos cuenta tarde que era toda una maquinación de Aizen para apoderarse de un raro artefacto llamado Hougyouku y así gobernar por encima de la Soul Society.

Una vez que el traidor escapara comenzó una verdadera pesadilla para mí.

 

 Una relativa calma cubrió la Sociedad de Almas, por lo pronto sabíamos que Aizen atacaría recién en invierno, así que teníamos cuatro meses por delante. Me reintegré al escuadrón sin ningún problema; decidí hacer oídos sordos a lo que había escuchado, además Kuchiki taicho no me dijo nada. Ichigo y los demás se quedaron unos días más en la Soul Society, y el maldito aprovechó el momento.

Una noche con la excusa de preguntar por Rukia al taicho quien ya se encontraba en el escuadrón haciendo caso omiso de descanso de la capitana Unohana, nos encontramos cerca de la oficina principal del escuadrón...

-¿Qué haces aquí? –recuerdo haberle dicho sorprendido de verlo a esta altura de la noche.

-Estoy buscando a Byakuya para preguntarle de Rukia. Aunque acabo de cambiar de idea –me dijo mirándome con una extraña sonrisa en la cara.

-¿Qué te pasa? –ya asustado, con las alarmas completamente encendidas.

-Renji… -susurró adelantándose hacia mí, por lo que comencé a retroceder hasta topar con la pared –Cumpliré la promesa que te hice –y me acarició la mejilla muy suavemente; no tenía escapatoria, estaba completamente acorralado.

-Ichigo… -dije tratando de mostrarme lo más sereno posible –Oye, déjate de bromas. Vamos, te invito al bar –sonreí nerviosamente.

-¿Quién está bromeando Renji? –me susurró tan cerca que sentí su aliento en mi cara.

-Detente Ichigo –dije poniendo mis manos sobre su pecho para alejarlo –Esto no es gracioso –dije en voz alta y empujándolo, algo realmente inútil porque tomó mis manos y en un rápido movimiento me inmovilizó contra la pared.

-Renji, eres lindo… -susurró en mi oído con una cadencia en la voz que me congeló.

En ese momento se abrió violentamente la puerta de la oficina mostrando a un iracundo Kuchiki taicho.

-Kurosaki –dijo enojado -¿Qué se supone que haces en mi escuadrón a estas horas de la noche? Y tu Renji, deja de demorar que todavía hay trabajo pendiente.

-Lo siento taicho –atiné a articular debido a lo incómodo de la situación y agradeciendo que hubiese aparecido –Iré ahora mismo taicho.

-Luego continuaremos con nuestra charla Renji –me dijo el descarado de Ichigo con una sonrisa. Rápidamente me dirigí a la oficina, dejándolos solos.

Al otro día, Kuchiki taicho parecía extrañamente inquieto, yo respiraba más tranquilo pues Ichigo ya se había marchado con sus amigos. Cuando terminamos el papeleo del día y me disponía a retirarme…

-Renji –dijo el capitán -¿Qué hacías anoche con Kurosaki?

-Nada taicho –dije tranquilamente, ya me había preparado mentalmente para ello –Solo estaba preguntando por Ud…

-Renji, no me mientas –dijo muy serio –Por si acaso, espero que recuerdes lo que te dije.

-¿Eh? –me tomó desprevenido para ello pero me recuperé rápido y evité delatarme diciendo -¿A que se refiere taicho? –mientras me recorría un frío sudor por la espalda ya que sabía que se refería a “no serás mío ni de nadie”.

-Si no lo recuerdas, no vale la pena repetirlo. Déjalo pasar Renji. Buenas noches –me dijo y asintiendo salí lo más rápido que pude para tranquilizar a mis alarmas que estaban en alerta máxima.

Al otro día y poniendo mi mejor cara de “no entendí nada de lo que me dijo” reanudé mi trabajo con el papeleo atrasado que todavía nos quedaba pendiente. Sin embargo, y por lo que me había dicho, estuve más consciente de las acciones de Kuchiki taicho, dándome cuenta que siempre me estaba observando, atento a cada cosa que hacía; realmente era difícil hacerme el desentendido. Fue gracias a que unos extraños Arrancar atacaron el mundo humano que tuve mi oportunidad, gracias a Rukia, de alejarme por un tiempo.

Después caí en cuenta que hubiera sido mejor quedarme en la Soul Society, al menos ahí solo era Kuchiki taicho con quien tenia que lidiar…

 

Por ahora lo dejo hasta aquí, continuaremos esto mañana ya es tarde y si llego a dormirme Kuchiki taicho me castigará nuevamente y… ¡Aaaahhh! ¡Es vergonzoso! Todavía no contare eso…

 

Continuará...

Notas finales:

¿Que les pareció? Espero sus comentarios :)

Nos vemos en el próximo capitulo.

Bss!

Bye


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).