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Punto de Quiebre por hanasaki aiko

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Notas del fanfic:

Aw~ sigo sin internet y no pude resistirme, soy totalmente debil ante Blaise comportándose de esa manera. Espero les agrade.

Notas del capitulo:

Este fic está raro oh y ya está terminado. Procuraré colgarlo una vez por semana. Sera muy corto ^^

Sus pies en realidad no se mueven ni aún cuando él exige que lo hagan, solo puede abrir la boca sorprendido, asustado, desesperado, cayendo en un abismo tan grande como el dolor que siente. Se casa. Él se casa. ¿Por qué? ¡¿Por qué?! Si hasta hace nada... si solo ayer él le dijo... ¡Le juró! ¿Era mentira entonces? Lo que murmuraba a su oído luego de hacer el amor, lo que no se cansaba de decirle una y otra vez.

 

¿A dónde van los "Te amo" que no pronuncias? ¿Los "Te quiero" que no salen de los labios de nadie? ¿Los "Te necesito" que tu mente no osa dejar salir? Se desvanecen... o por el contrario mueren de frío y soledad. Jadea buscando una salida con la mirada, la concurrencia lo observa, siente el sudor frío bajar por su espalda, demasiada impresión, va a desmayarse...

 

Pero logra recomponer su postura lo suficiente para sonreír disculpándose y sale de aquella inmensa sala, solo quiere escapar, solo necesita huir de su realidad, de su mundo que al parecer no tiene nada que ver con todo eso, con lo que él conoce y de lo que ha vivido hasta ahora.

 

-Espérame

 

Pero aunque lo deseara, no se detiene a observar a Blaise, solo sigue caminando deprisa, metiéndose en la primer habitación vacía que se encuentra, todo ya da lo mismo, Harry se casa... delante de sus ojos, invitándolo incluso a la recepción de la boda con aquella... aquella...

 

-Es una cualquiera-espeta furioso, dolido, lastimado

 

Tiene la cabeza recargada justo en la esquina más oscura de la habitación, ni siquiera hace el intento más mínimo por detener el torrente de lágrimas que empapan sus mejillas, que hacen un charquito en el suelo, lágrimas que siente podrían inundar el mundo entero. Solo asiente sollozando lo más bajo que puede y de inmediato los fuertes y cálidos brazos de su mejor amigo, se gira para enterrar el rostro en la curvatura de su cuello, permitiéndose reconfortarse en él. Permitiéndose una debilidad.

 

-Es... estropearé tu traje-solloza

 

-Da lo mismo

 

Es un hombre de pocas palabras, alguien que no dirá algo si en verdad no lo considera necesario, alguien con quien puede pasar horas enteras en silencio y no se aburriría, no es que no tenga nada que decir, es simple y sencillamente que sus ojos hablan por él, siente el tacto de sus amplias manos en la espalda, acariciando como sabe lo tranquiliza. Un gesto que únicamente él conoce.

 

-Ayer... dijo que me amaba-murmuró aferrándose a su saco con ambas manos-Ayer me juró que solo se casaría conmigo, que no había nadie más importante para él que yo ¿Por qué lo hizo? ¿No soy importante? ¿No fui suficientemente bueno?

 

Busca sus oscuros ojos con el dolor plasmado en la mirada y por un instante cree haber percibido algo de rencor, de agonía, pero lo ignora porque a penas puede con su propia alma, porque no puede ver más allá, no ahora, no aún. Blaise solo limpia sus lágrimas y cierra la puerta con su varita sin dejar percibir algo más que una fuerte tranquilidad y paz.

 

-No te culpes por su estupidez-lo toma del rostro gentil para que no aparte la mirada-Tu de ninguna manera eres responsable de su decisión, si él ha decidido dejarte atrás, no tienes porque aferrarte a él

 

-Pero duele-solloza dejándose consentir por él como siempre hacía

 

La mirada de Blaise aplica para todos aquellos momentos en los que no tiene palabras para expresarse, no es necesario puesto que sus ojos parecen hablar y decir las palabras correctas para serenar un tanto su dolor, sus profundos, serios y penetrantes ojos no se separan de los suyos en lo que dura el trayecto de vuelta a la tranquilidad y es entonces cuando piensa, que si Blaise se quedara con él, podría superar eso.

 

Pero no se lo pide porque aunque no sepa nada del otro, de seguro tiene millones de cosas mejores que hacer que estar consolando a un Malfoy. No se lo pide y solo se separa de él, recompone su máscara y se da media vuelta para salir de ahí ¿A dónde? A cualquier lado, donde sea que pueda ocultarse y llorar hasta que los ojos se le sequen.

 

Nadie nota la pelea que sucede solo un par de habitaciones a la derecha. Harry Potter solo ve una varita en su campo de visión y lo siguiente que escucha de nueva cuenta es "Imperio". De ahí en fuera solo actúa, se mueve y sucede todo como si él fuera un títere más en aquél juego, y nadie se da cuenta de lo que pasa porque el héroe del mundo mágico es inmune a dos de las peores maldiciones asesinas.

 

Y Ginny Weasley sonríe porque ha logrado separarlos de una vez por todas.

 

A mitad de la noche a Draco lo único que le impide no ir a buscarle, son todos estos motivos que se acumulan junto a la puerta, lo último que recibió de Harry fue una de aquellas cálidas miradas y un "Nos vemos luego", esa loción que tanto le encanta aún permanece en la habitación, no importa que la lluvia haya entrado más de 3 veces a la habitación. Las llaves hacen un ruido sordo contra la mesa cuando las avienta sin reparos hacia allá y la oscuridad es lo único que le recibe cuando entra al departamento.

 

¿Quién demonios escribió las reglas del rompimiento?, debería de mandarlo matar y exigirle lo traiga de regreso. Pero no, no va a volver y según su fuero interno es la definitiva, por que sí, es un bastardo egoísta y si, el mundo le importa poco siempre y cuando él mismo esté bien. Pero miente. Siempre lo ha hecho en ese aspecto.

 

Y si, ¡Si! Ha huido, vil y descaradamente huyó de la autodestrucción, de su propia existencia a su lado y de esa persona estúpidamente feliz y conformista que era junto a él, ¿Qué ganaba quedándose ahí? Después de todo él va a casarse. El mundo mágico es demasiado grande y aún así parece encontrarlo en todas partes. Incluso se ha escondido cuando lo ve cerca, pero no, ya no más. Porque incluso la soledad es demasiada, la desesperanza, la desilusión, esa maldita desilusión que lo hizo darse cuenta de que Harry no lloraría por él sin importar si esta en un charco de inmundicia o en una zona de desastre.

 

Nadie lloraría por él.

 

Y él no está.

 

Le resta importancia al frío que se ha colado bajo las sábanas y se revuelca con su nueva compañera llamada autocompasión, a mitad de la noche hacen un trío, ella, él y la soledad. Lindo trío. ¡Pero lo ha abandonado! Solo niega en un susurro a la puerta que le exige ir y abrirle a quien sea que pretende sacarlo de su desolación y regresarle algo de humanidad. Niega y se envuelve más en las cobijas. Está todo apagado y lo más probable es que se olviden de que siquiera existe vida en este departamento. Así lo han hecho todos y nadie sabe que está en Francia resguardándose de la tormenta.

 

Es un Malfoy. Ellos no sufren ni tienen el corazón roto. Va, ha sido dicho ya. Y entonces... ¿Esa opresión en su pecho a que se debe? ¿Las lágrimas de sus mejillas porqué corren? ¿Por que parece muerto viviente? Porque a esas alturas él ya no entiende nada. Las protecciones vibran y un cuerpo hace que la cama se hunda un poco, pero no importa ¿Viene a matarlo? Oh, gracias. Cuánta consideración.

 

Solo basta sentir sus brazos para comprender de quién se trata. La persona que osa interrumpir su miseria es la única a la que no maldice si hubiera sido cualquier otro. Ha huido por más de 2 semanas del mundo mágico, para no tener que encontrarse con los tablones aprovechando la jugosa noticia ¿Y qué más da? Nadie va a morir porque él haya decidido esconderse un tanto.

 

Se mueve para ocultar el rostro en su cuello y su aroma lo incita a perderse por horas, por días enteros y simplemente yacer dormido en esa cama que parece más un refugio que un artefacto de descanso. Porque tiene el corazón roto, pese a que su padre le haya inculcado lo contrario. Porque llora y se lamenta en silencio, sin que nadie lo note ni diga nada. Él llora y al mundo parece valerle un comino.

 

-¿Hace cuanto no comes?-ni siquiera niega que su grave y profunda voz lo sobresalta un poco

 

-Dos o tres días

 

Su propia voz suena tan... diferente que se sorprende a sí mismo, carraspea para quitarle el tono roto y desolado que se ha impregnado en sus palabras y cierra los ojos ante la muda recriminación que sabe hay en sus ojos. La comida no sabe a nada y no es como si él mismo tuviera un hijo dentro de él exigiéndole se cuide y viva. Lo ha dicho, nadie lloraría por él.

 

-No tengo hambre-abre los ojos y bufa exasperado ante su mirada de "No me interesa"-Además no hay nada y no tengo ganas de salir.

 

Dolor, tanto dolor, algo que lacera su alma, que lo sume en la más profunda impotencia y melancolía, que le arranca gritos de agonía, desesperación y tristeza. Su cuerpo pide descanso, su alma algo de paz y su corazón... su corazón ya está en mil pedazos, ya no encuentra la forma de repararlo o devolverlo de las cenizas, ahora todo es oscuridad y silencio. Nada más que silencio. Se acurruca contra las sábanas como si por medio de ellas pudiera deshacerse de sí mismo, diluirse en agua, en el viento o en alguna otra cosa que haga desaparecer todo lo que hay dentro de sí mismo. Ya nada importa y nada vale. Lo han dejado atrás... comer no importa. ¿Cómo podría?

 

Es como si estuviera revolcándose en su propio dolor, en su miseria y no es hasta que sus brazos le devuelven algo de la humanidad que ha perdido que puede sentirse algo más unido, es como si algo hubiera muerto en su interior, se siente destrozado por completo y no hay nada mas que él para volver a unirlo. Pero Blaise solo lo mira con cariño, con comprensión y no dice nada, sus ojos expresan todo lo que él no es capaz de decir hasta que él mismo puede sentirse más cerca de la realidad.

 

-No te dejare solo-murmuró a su oído

 

Y sus palabras parecieron más un hechizo que una promesa, exhaló un hondo suspiro que se entremezcló con un sollozo y se dejó ir por un sueño reparador ¿Qué más daba todo? Mientras su mente se sumergía en el mundo de los sueños, todo su ser parecía abandonarse al otro por completo, dejarse ir dentro de la calma que Blaise era capaz de otorgarle y él nunca se dejó ir dentro de ella por miedo absoluto a no poder regresar ni a ser él mismo. Pero en ese momento es justo lo que necesita, abandonarse a alguien más porque ya no puede consigo mismo.

 

Para cuando Blaise lo siente dormido murmura entre dientes una maldición y se levanta de la cama con el único fin de salir de ahí y golpear alguna pared hasta calmar su furia. Sana la mano con magia minutos después y recarga su cabeza en la pared, totalmente desesperado. ¿Cómo reprimirse de ir a matarlo? No debe. Solo es un amigo. Solo eso.

 

Pero Draco parece tan desvalido, tan débil, frágil y desolado que lo único que se le antoja es llenarlo de besos. Ahora mismo lo único que importa es devolverlo al camino, regresarle algo, aunque sea un poco de todo lo que el otro le hubiera quitado y decirle adiós de nueva cuenta. Solo necesita encontrar el modo. O tal vez dejarlo llorar su dolor hasta que este mismo salga en cada lágrima y desaparezca.

 

Los días pasan y él solo es un espectador de cómo el rubio se consume lentamente, un mero observador y sostén dado que no puede hacer nada más. Recupera trozo a trozo el alma del rubio, lo alimenta e incluso lo ayuda a ponerse decente cuando parece que lo único interesante es todo ese dolor que no tiene fin. Él ayuda, él calla, él llora de frustración y rencor porque su amigo parece haber muerto por completo. Pero aún así no cambia, Draco no mejora. Y él tiene miedo incluso de dejarlo solo por si acaso se le ocurre hacer algo de lo que pueda arrepentirse.

 

Ha llamado a Pansy, a Theo y a toda persona que pueda ayudarlo con él dado que sus padres han muerto mucho tiempo atrás, ha pensado en llevarlo con un medimago pero no, todavía no. Draco ha tocado fondo porque en las noticias ya aparece el primer anuncio del embarazo de aquella pareja y lo observa sentado a la mesa ponerse una mano al vientre, lamentándose no haber sido él quien le diera ese hijo.

 

¿Fue por eso? ¿Ha sido culpa suya? No le dio un hijo, aún con las pociones conceptivas que tomaba cada mes. Y Blaise cierra la mano en un puño, doliéndole hondamente cada una de las lágrimas que aquellos enrojecidos y muertos ojos aún son capaces de soltar. Solo se hinca delante de él y besa sus manos murmurando palabras consoladoras y comprensivas a sus oídos. Palabras que no tiene idea de si llegan a ser escuchadas o no. Draco solo parpadea y lo observa como preguntándose qué hace aún en ese lugar, con él.

 

-No te dejaré solo-vuelve a repetir, le quita el periódico de las manos, cambiándola por el café

 

Aborrece cuando solo es un robot que se dedica a moverse, pensar y hablar como si no existiera nada a su alrededor. El poco rastro de recuperación ha desaparecido y él se siente desmoronar al verlo empeorar cada vez más. Está a punto de tirar la toalla e ir a internarlo cuando aparecen Theo y Pansy a relevarlo.

 

-¿Qué hacen aquí? Deberían estar trabajando-exclama recargado en la pared solo observándolo

 

-Venimos a que te tomes unas vacaciones, ya es tiempo de que se separen un poco, les sentará bien a ambos-murmura Pansy poniendo una mano en su brazo

 

Él niega inmediatamente pero Draco ni siquiera se daría cuenta y él necesita alejarse de ello o se volverá realmente loco. Asiente al siguiente minuto y los hace pasar, después de todo si Draco está en su propio mundo, la ausencia de 3 o 4 días no hará la diferencia mágicamente. Han pasado casi 4 meses desde aquella noticia y en realidad no nota que el rubio perciba su presencia. Tal vez separándose de él Pansy y Theo logren hacerle comer o algo mejor que eso.

 

Pero al irse descubre que no puede dormir, sino está Draco aferrándose a su cuerpo como cada noche, no logra descansar en lo absoluto y a esas alturas ya está casi desesperado por al menos sentirlo cerca, era lo mejor cumplir su labor como su amigo, pero definitivamente fue un error total. Son más de las 3 de la mañana, no ha comido ni dormido nada y el teléfono sonando de manera insistente parece ser lo único que necesitaba para ir a verlo. Pero al entrar a la casa Draco camina por todos lados, se aleja de ellos al intentar sostenerlo y su magia hace levitar todo. Sorprendido se queda en la puerta sin decir una palabra solo observándolo más desesperado que de costumbre, más roto y desolado también.

 

-Solo lo fuimos a acostar y comenzó a llamarte, tratamos de explicarle-Pansy se agacha para esquivar un jarrón-Pero él solo niega, murmura y llora que lo has abandonado, que te has ido y no entiende razones

 

-¿Porqué no me llamaron antes?-preguntó poniéndose delante de ella

 

-Porque no creíamos que sentarse a la ventana significaba esperarte, no dijo una sola palabra y no ha comido desde que te has ido, tuvimos que sedarlo varias veces

 

Y es entonces cuando Draco lo observa, su mirada expresa más dolor que el que ha sido capaz de presenciar en todo ese tiempo, algo de desesperanza se ha quedado fija en su mente y es como si su expresión se hubiera congelado en una agonía mortal. Se acerca cauteloso y al momento de abrazarlo todos los objetos caen al suelo. La calidez, la forma tan perfecta en que su cuerpo se amolda al suyo...

 

-Me... me dejaste-solloza Draco como si fuera un niño pequeño, aferrado a sus ropas-Te esperé pero no regresaste, me dejaste... p-porque te hartaste de mi

 

Y Draco lo comprende, después de todo ¿Quién quisiera quedarse con alguien como él? Pasó dos días intentando agradecerle y cuando estaba a punto de lograrlo, Blaise los hizo entrar y no contento con eso se fue, abandonándolo de nuevo. Se sentó a la ventana una vez se hubiera ido, observando a la gente debajo por si lo veía entre ellos. Se aferra a sus ropas con fuerza y llora, porque ha comenzado a sentir algo más por él que amistad, agradecimiento o cariño y ello mismo lo asusta tanto como la soledad que ha notado en su ausencia. Blaise lo toma con ambos brazos y lo carga para llevarlo a la cama.

 

Pero para él es una muestra de que va a abandonarlo de nuevo. Se siente caer en la cama en la que no se ha atrevido a recostarse por si acaso el aroma del otro está demasiado presente y tiene miedo, tiene tanto miedo a quedar solo de nuevo que se repliega contra sí mismo y solloza más fuerte aún si es acaso posible. Solloza y no es consciente de cuando comienza a mecerse, Blaise solo lo observa dolido, impotente por no poder terminar con su dolor y no encontrar las palabras perfectas.

 

Siente sus cálidos brazos envolverlo y se aferra a él con todas sus fuerzas, reteniéndolo antes de que recuerde que tiene que irse y dejar de ocuparse de él. ¡Pero es que depende tanto de Blaise! No solo físicamente, sino emocional y mentalmente, es como si cada movimiento suyo fuera exclusivamente para él y sus profundos ojos que lo hacen perderse totalmente.

 

-¿No prometí que no te dejaría?-siente su aliento contra su mejilla y sus cabellos en la frente-¿No dije que no te dejaría solo? ¿Acaso no confías en lo que digo?

 

-No-suplica aferrándose a sus ropas con más fuerza y oculta el rostro en su cuello-P-Porque... ¿Cómo podría? Solo se llorar y suplicar, g-gritar cada noche y cada mañana por algo que no regresará ¿Por qué  querrías quedarte con algo como yo?

 

Lo observa porque se ha quedado callado, su mirada le dice todo aquello que él no es capaz de expresar y aunque sabe que Pansy y un sangrante Theo están en la puerta, él solo tiene ojos para Blaise, lo observa fijamente y sus ojos se llenan de lágrimas en plena madrugada, no quiere reconocerlo ni decirlo en voz alta pero sabe que es verdad, y eso lo asusta tanto que solo se abandona al llanto, odiándose profundamente por haberse permitido llegar a ese estado.

 

-No-niega aferrándose con ambas manos a él, hasta hacerlo caer en la cama para poder abrazarse a él con manos y piernas-No, no tiene sentido, yo estoy roto-solloza-Estoy roto por dentro y por fuera, no puedo... no puedo concebir, soy fértil y no puedo... hacer feliz a nadie

 

-Tranquilo-Acaricia su espalda y sus cabellos y regresa la mirada a sus amigos que lo observan angustiados-Claro que puedes concebir, la magia es caprichosa

 

-¡L-Lo intenté!-interrumpe al otro, separándose para verlo a los ojos-Tomaba pociones para concebir, pero fue imposible y luego él... se casa con ella por culpa mía

 

¿Draco habrá notado la desesperación en sus ojos? ¿El dolor? Al sentirlo ocultarse en su cuello tras ver su mirada, se da cuenta de que si, que hace demasiado que la nota y prefiere ignorarla, sonríe de lado con una especie de resignación recorriendo su cuerpo e ignora a Pansy fruncir el ceño. Ah, ella también se ha dado cuenta.

 

-¿Y si te digo que si puedes no vas a creerme?-dice de pronto, sobresaltando a Draco-Puedes concebir y a estas alturas tendrías gemelos

 

Pero Draco se niega y él suspira dando el tema por perdido, alguien envenenaba a Draco, le cambiaba las pociones por unas anticonceptivas y si ellos dos no terminaban en ese momento era probable que el cuerpo de Draco hubiera colapsado ante la mezcla de pociones, lo más sorprendente de todo es que él no se haya dado cuenta de ello. El rubio se duerme demasiado deprisa y es cuando Theo se acerca con aquella expresión de "Explícate".

Notas finales:

¿Les agradó?


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