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Dos finales (y un titulo pedorro) por Yageni

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Notas del fanfic:

Tengo internet T.T (Yageni llora de la felicidad) me salió otro Renji Ichigo TT~TT(Yageni llora más fuerte)
Por cierto, los personajes de Bleach son de Kubo Tite y esto escrito aquí es sólo por diversión. XD sana, sana diversión Muajajajaja ¿?

Notas del capitulo: Bueno, quizás ni lo sospechen, pero este fic tiene dos finales, los dos felices, sí porque volví a mis rieles XD y no puedo creer que me haya salido otro Renji Ichigo, no quepo en mi de la felicidad (Yageni sigue llorando de la alegría) lean el final de este capítulo y después elijan el final que sea de su preferencia, o pueden leer los dos!!

La escena con el Quincy está dedicada a Dita XD
Ichigo ya no podía más. Estaba cansado de esconderse y cansado de dejar que las cosas le pasaran por las narices sin hacer nada al respecto.

—La vida es muy corta— le había dicho el rubio, después de darle su primer beso— Demasiado corta como para no saber algo así de importante.—acotó, cual si le hubiese dado una cátedra sobre la vida, en lugar de un beso.

Todo porque el adolescente le había dicho, burda excusa, que no sabía si le gustaban las chicas o no. Claro que el loco de las sandalias y sombrero se había ofrecido amablemente a ayudarlo a descubrirlo. Tampoco era que Ichigo podía quejarse mucho, que el primer beso había sido de prueba, pero el segundo, el tercero y el cuarto ya eran de pura glotonería por parte del crío. Kisuke besaba muy bien, al menos eso pensó el chico que de inmediato se reprochó el no tener experiencia para cotejar, pero que te dejen las rodillas temblando como gelatina, la sangre hirviendo en las venas y un millón de mariposas en el estómago tenían que ser el indicio de algo ¿no? Y se moría de deseos de saber cómo se sentiría besar al objeto de sus desvelos.
Se despidió de Urahara, dejando a este medio (entiéndase bastante) cachondo y envidiando la suerte de quien era la razón de sus inquietudes.

Lo había decidido, iría a por él y le importaba un cuerno el resto del mundo. En realidad, si el resto del mundo se lo pedía, bueno, ¿por qué no darle murra a todos? Se sentía tan feliz sólo por el hecho de haber tomado una decisión, que era como si pudiese compartir su alegría -y otras cosas-con quien lo desease.

Llegó a su casa corriendo y como era lógico por el horario de su aparición Ishin le esperaba escondido detrás de la puerta para tratar de darle una tunda.

—¿Qué horas de llegar son estas? —Escuchó, al esquivar uno de los golpes de su padre para luego entrar, subir las escaleras de su casa e ir a su habitación como una tromba, ignorándole con éxito.

—Oye ichigo ¿qué estás haciendo?— le preguntó el alma modificada al verle entrar y empezar a revolver todo.

—Te buscaba a ti— explicó y tomando al pequeño león de felpa, sacó la píldora sin consideración alguna, como siempre, para tragarla y salir de su cuerpo.

—Maldita sea— se quejó Kon, y de hecho habría gritado el nombre del shinigami sustituto, sino fuese que eso habría sido extraño, que su familia le oyera gritar su propio nombre— ¿Realmente tenías que hacer eso? ¿No podías usar tu placa?

—Sí, y no—la sonrisa de oreja a oreja que portaba el otro le dio miedo. A Ichigo se le notaba en la cara y a la legua que le gustaba sacarlo de sus casillas, acto que en los últimos meses casi se le había vuelto un tenebroso hobbie.

Pero de manera repentina, algo hizo al adolescente reflexionar y este se puso muy serio. Dio unos pasos para acercarse, deteniéndose muy cerca de Kon, que le miraba desde su cuerpo con cara de susto.

—¿Alguna vez te han besado?

El alma modificada puso un gesto de ¿qué carajo de pregunta es esa? Pero el adolescente la repitió, circunspecto como nunca le había visto, bueno excepto por esa vez que le había atrapado con la ropa interior de Rukia entre manos…

—¿Alguna vez te han besado?— insistió.

A lo que el otro -a esta altura de las circunstancias- pálido de pánico, se limitó a negar con la cabeza, varias veces, no fuese que el otro no entendiera…

De golpe la mano de Ichigo se posaba en su nuca, y sus labios se apretaban contra los suyos, en lo que era claramente un beso. Pero ¿por qué? Eso era lo que el león de felpa habría querido preguntar, pero su intento de articular palabra alguna fue vilmente aprovechado por el otro para meter su lengua, dentro de su propia boca, que era donde debía ir si consideramos que Kon estaba en su cuerpo. Shockeado por todo lo acaecido, tardó en reaccionar, pero pronto se sorprendió por estar devolviendo el gesto con un ardor que no creyó pudiese llegar a sentir por él, aferrándose a las ropas negras de shinigami, aprendiendo más que bien y más que rápido. Lucharon por dominar el beso, con un sonido sordo buscó succionar la lengua de Ichigo, este jugueteó con él atrapando el labio inferior para dejarlo ir con un plop y otra vez volver a enredarse. Pronto Kon descubrió que le gustaba morder por entre el beso y se lo hizo saber, repetidas veces.

El chico de cabellos naranjas se separó de él un poco agitado y le acarició la mejilla.

—Dependiendo de cómo me vaya con él, volveré y continuaremos esto— una sonrisa traviesa en sus labios— o al menos te llevaré a algún prostíbulo—le guiñó un ojo, justo antes de saltar por la ventana.

Listo, el pendejo había perdido la chaveta, pensó el alma modificada, dejándose caer en el piso, el corazón todavía saltándole en la caja torácica como a punto de reventar y las neuronas que le quedaban friéndose ¡¡¿¿Qué mierda había sido eso??!!

Mientras, un eufórico Kurosaki se lanzó a correr, sintiendo el viento azotándole la cara, el corazón latiéndole rabioso en el pecho, el olor de la noche inundándole los pulmones de una manera deliciosa. Quería gritar, que todos en Japón supiesen que estaba vivo y que era feliz como en su puta y breve vida había llegado a imaginar que podía llegar a serlo. Y todavía faltaba lo mejor, porque algo le decía que era suyo, que solo tenía que ir y reclamarlo. Bueno, no estaba cien por cien seguro pero de pronto tenía un ataque de optimismo y no podía, ni quería evitar esa sensación de intensa alegría.

Lleno de adrenalina se detuvo al sentir una presencia familiar.

Un paso de shumpo y estuvo enfrente del orgulloso Quincy.

—Hey Ishida— le saludó a lo que el otro extrañado, se ajustó las gafas y asegurándose de que nadie les veía le echo una ojeada despectiva de arriba abajo.

—¿Qué pasa Kurosaki? ¿Vienes de matar un hollow?— él no había sentido ninguno, pero no se le ocurría qué diablos hacia el otro adolescente en su forma de shinigami sino era eso.

—Nop— metió las manos en sus bolsillos, como nervioso y se balanceo adelante y atrás sonriendo de una manera extraña, como si escondiera algo— tengo algo que confesarte.

Más extrañado aun, Uryuu estuvo tentado de dar un paso atrás y luego echar a correr. Ichigo era un poco raro, aunque normal dentro de los parámetros, considerando la vida desquiciada que le había tocado vivir. Estando ahora en el final de la adolescencia y por la actitud que tenía esos últimos días parecía que, aquello que mantenía su cordura —fuera esto lo que carajo fuera- se había roto… eso o le habían cambiado a su enemigo/amigo por otra persona.

—¿Algo que confesarme?— tragó saliva, mientras no le dijese que había desenterrado a todos sus antepasados, los había orinado y los había vuelto a enterrar pero cabeza abajo…

—Sí, Ishida, tengo que hacerte una confesión— seguía hamacándose sobre las plantas de sus pies alargando las vocales de una manera que al otro le provocaba muy mala espina— desde el día que nos enfrentamos que he querido hacer algo— la sonrisa se borró de golpe.

Dios, temía preguntar qué. Era su culpa ¿Quién lo mandaba a comprar hilo a las doce de la noche? Hubiera sido mejor quedarse en casa mirando el programa grabado de Bricolaje de la semana.

Encima Kurosaki se había puesto muy serio de manera muy repentina, gesto que el pobre arquero no sabía cómo interpretar, ¿Acaso era algo bueno o malo? Estaba rezando que apareciera alguien con una cámara oculta y que le dijeran que era una broma para el nuevo programa de Don Kanonji.

Ichigo sacó las manos de sus bolsillos y se acercó con un paso de shumpo, sorprendiéndolo y sin darle tiempo a alejarse o a sacar su arco. El shinigami sujetó la mano que tenía la cruz Quincy con una fuerza considerable y lo acorraló contra un árbol. De inmediato sintió como la respiración tibia de este acariciaba su cuello, erizándole la piel. Un beso. Se quedó helado .Dios ¿le había besado? Por la llave del rey, y no había sido solo una vez, sintió los besos subir y se imaginó lo que seguía, pero por alguna razón no pudo -¿o quizás no quiso?- hacer nada por detenerle. Un beso en el lugar donde se unía su mandíbula con su cuello, otro detrás de la oreja. Un escalofrío le recorrió la espina. Se echó un poco hacía atrás y lo miró a los ojos. Y esos labios se posaron sobre los suyos y al carajo, si le había dejado llegar hasta ahí no iba a sacárselo de encima ahora ¿no? Sus lenguas se enredaron en un beso suave y el chico de ojos azules no pudo evitar morder un poco al otro. Este respondió devolviendo la mordida en su labio inferior para luego volver a dejarle la iniciativa del beso. Ishida besaba de una manera lenta pero avasallante, su lengua se amoldaba a la suya de una manera deliciosa... Las cosas se empezaron a poner pesadas, respirar agitadamente no alcanzaba para dar oxígeno a sus cuerpos y como las otras dos veces el primero en romper el contacto fue Kurosaki.

—Gracias, necesitaba sacarme eso de encima— le dejó un beso en la punta de la nariz.

—¿Perdón?

—No es nada, es sólo que siempre quise saber cómo sería besarte— frente al estupor de su amigo/enemigo el shinigami sustituto abrió una puerta sekai. —¿O vas a decirme que te robé tu primer beso?

—¡¡Claro qué no imbécil!!— le gritó, ya sin preocuparse por si alguien le encontraba gritándole al aire —¿Se puede saber qué diablos te pasa Kurosaki? ¿Adónde vas?

El pelinaranja esa noche estaba mal de la cabeza, pero se imaginó que con su pregunta Uryuu no se refería a donde porque eso era más que obvio, sino más bien a qué.

—Voy a que me rompan el corazón o a ser el tipo más feliz del mundo— agitó una mano a modo de despedida mientras se metía por la puerta.

Ishida se sacó los lentes maldiciendo por lo bajo y se frotó los ojos con una mano en un gesto de cansancio. Era la última vez que comía mantecol y lo acompañaba con coca cola, le hacía ver cosas.

Estando del otro lado Ichigo se encontró obligado a caminar estilo ninja por los pasillos de Seireitei. Si Byakuya le veía seguro que Rukia iba a ser ejecutada, esta vez de manera definitiva pero por enseñarle al shinigami sustituto usar las puertas sekai. Se aseguró de esconder su presencia lo mejor posible, lo cual era mucho, pero sólo si realmente se lo proponía, y es que la enana iba a matarlo si no ponía en práctica sus lecciones.

Con esas ideas en mente recorrió los silenciosos pasillos sintiendo que el corazón se le iba a salir cada vez que giraba en una esquina, el miedo de ser descubierto acelerando su pulso.
Sentía las presencias ir y venir por los amplios corredores y se ocupó de esquivarlas a todas. De pronto sintió un reiatsu en particular, por lo que le pareció una fracción de segundo. Pero estaba seguro. Era él y ya sabía hacia donde ir para poder encontrarlo. Su espíritu se emocionó con la idea. Quería expresarle cuales eran los sentimientos que albergaba por él. Saber si era correspondido. Quería abrazarle, besarle.

Se detuvo frente a la puerta.
Notas finales: Bueno, esto va a ser como esos libros de "Elige tu propia aventura" si quieren que golpee a la puerta, eligen el dos, si no golpea a la misma, eligen el uno. Pero recuerden, esto sigue siendo un Renji Ichigo XD

Elegí, estoy segura de que perderás ¿?

Muajajajaa Por cierto, el mantecol es una golosina que consideramos argentina pero que viene de Italia y que es sumamente empalagosa (para mí al menos) La idea de "había desenterrado a todos sus antepasados, los había orinado y los había vuelto a enterrar pero cabeza abajo" la copié de un capitulo de South park, lo siento mi genio humorístico no es TAN creativo. Bricolage es un programa de manualidades español, que me gustaba ver con mi mamá, pero la canción era un pocoooo bizarra XD Por cierto, cada vez que lees un fanfic y no comentas un gatito muere!! Por favor, salva a los gatitos, deja un comentario!!!

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