Drabbles sasUKE
1. Quien habla mal de mí a mis espaldas, mi culo contempla.
Winston Churchill (1874-1965)
Naruto acababa de llegar a casa de los hermanos Uchiha con una sonrisa y un ramo de rosas en la mano. Antes de entrar se tiró el aliento en la mano y lo olió. Se mareó un poco por el asqueroso olor a Ramen, pero prefirió pensar que no se notaría. Llamó al timbre y al segundo le abrió el menor, respirando dificultosamente.
-¡¡Ahora vengo, Naruto, no te vayas!! – gritó rápidamente mientras empezaba una carrera hacia su habitación. Ésa era la primera cita de la nueva pareja de la villa de la hoja, Naruto y Sasuke. El rubio se sentó y observó con una sonrisa la casa.
Desde una esquina, apareció el hermano mayor, observándole con una sonrisa burlona.
Se sentó a su lado acariciándole un muslo.
-Así que tu eres Narutín… Te hacía más… no sé… maduro… - susurró pensando para sí el mayor. Naruto tragó saliva, nervioso. Segundo paso: familia. Debía de caerle bien al mayor a como diese lugar. ¡¡Aunque Itachi le diese miedo!!
-Encantado señor Itachi. Es un placer para mí salir con su hermano menor, que es hermoso y está muy bien criado. Espero que seamos una gran familia feliz y le prometo que protegeré a Sasuke de todos los peligros.
Itachi le observó enarcando una ceja.
-Menuda tontería acabas de soltar, listillo. – rió. Pasaron los segundos y ninguno de los dos se atrevía a dirigirle la palabra al otro, hasta que Itachi no pudo más con el silencio y se giró hacia Naruto. – Tiene un buen culo.
-¿Disculpa?
-Digo que Sasuke tiene un buen culo. – repitió el mayor como si estuviese hablando con alguna especie de imbécil. – Cuando le metes la polla te sientes calentito y muy apretado y cuando empieza a soltar esos gemidos es imposible correrse. ¿Has visto la mirada que pone cuando pide por más?
-E…Esto… - Naruto estaba tan rojo que competía con los tomates (e iba ganando él). – Nos…Nosotros todavía no… no hemos…
-Oh, ¿Así que queréis esperar? Es lo mejor, sí señor. Porqué cuando se empieza a tener sexo tres veces por día se entra en un círculo vicioso sin retorno. Pero cuidado, que cuando le tienes olvidado, Sasuke no duda en mamársela a otros en tus narices. – advirtió. De pronto, la cara de Naruto se volvió pálida.
-¿Quiere decir que usted ya se ha cogido a Sasuke y que lo de antes no era una broma? ¿Y que Sasuke es muy infiel? ¿¡Y QUE TIENEN SEXO TRES VECES AL DÍA?! – Naruto saltaba por las paredes. Itachi sonrió.
-Bueno, no debes ponerte así, Naruto. A Sasuke ya se lo ha cogido media villa y mitad de la del sonido y la de la arena. – aseguró mientra observaba con una sonrisa pícara como el rubio observaba el ramo de flores que tenía en la mano. Su cara se volvía azul por momentos.
-¿Sabes qué? Que creo que… hemos avanzado demasiado rápido. No es bueno que nuestra relación empiece tan deprisa… - Naruto le entregó las flores a Itachi y se levantó rápidamente. – Dile a Sasuke que no me llame, no, que no me mire…. ¡¡Que ni siquiera viva en el mismo mundo que el mío!! – corrió hacia la puerta - ¡¡Adiós!! – Y dio un portazo.
Itachi observó con una sonrisa confiada las flores. Se levantó, fue a la cocina, abrió la tapa de la basura con el pie y tiró las flores despidiéndose de ellas con la mano.
Sasuke apareció en la cocina, vestido con unos ajustados pantalones negros y una camiseta de tirantes blanca, que mostraba su apetitosa piel. Observó alrededor y miró a su hermano.
-¿Y Naruto?
-No lo sé. Se ha ido derepente…. – susurró el menor fingiendo tristeza.
-¡¡Lo has vuelto a hacer!! ¡¡ITACHI UCHIHA!! ¡¡Te dije que nunca más volvieses a inventarte chismes sobre mí!! – Sasuke estaba realmente enfadado. - ¡¿No entiendes que quiero una pareja?!
-¿Para qué…? – preguntó Itachi mientras se acercaba al menor.
-¡¡Para dejar de ser virgen, YA!! – rugió. Itachi sonrió macabramente, ocultando su endemoniada mirada con su flequillo. - A este paso llegaré a los 50 sin haber echado un polvo en mi vida…
-Bueno, eso tiene fácil solución… - rió el mayor. El menor le observó por unos segundos sorprendido y luego se asustó. Itachi le cogió por las piernas y se lo cargó encima mientras empezaba a dirigirse a la habitación. – Tú quieres dejar de ser virgen y yo, como buen hermano, debo ayudarte.
-¡¡No!! ¡¡Para!! ¡¡Por favor, no hagas ese tipo de bromas!! ¡¡ITACHIIIIII…!!
…