Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una apuesta sin sentido por Paz

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

No he podido resistir la tentación de subir otro que tengo en proceso de escribir... por de pronto solo tengo tres capítulos y desde ahora advierto que Kaede es manipulador, bueno os daréis cuenta al leerlo.

Una apuesta sin sentido

Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen

 

By Paz

Capítulo 1: La apuesta

 

Un viernes a la noche, Hanamichi e Hisashi con sus respectivas parejas van a pasar un rato agradable, bebiendo y bailando.

Durante la primeras horas se entretuvieron bailando y departiendo con unos y con otros, pero en el transcurso de las horas Kaede y Kiminobu no dejan de notar que sus novios se están excediendo con la bebida, se miran con un encogimiento de hombros, sabiendo ambos que el regreso les iba a resultar bastante complicado cargar con ellos en ese estado etílico.

Mientras sus semes se enzarzan en una tonta discusión sin sentido, Kaede se levanta para ir al aseo, Kiminobu le sigue apremiado por la misma necesidad y también para ponerse de acuerdo para convencerles de que ya es hora de marchar.

-¿Cómo lo haremos? –pregunta Kogure cuando vuelven a verse fuera del ofuro.

-Le diré que ya es momento de irnos y si se niega, haré uso de mi prerrogativa de negarme a hacerlo durante una semana –dijo serio Kaede.

-¿Puedes? –abrió mucho los ojos al escucharle.

-¿Tú no? –Pregunta a su vez mirando su rostro ruborizado que niega con el simple  gesto de mover la cabeza de derecha a izquierda- Hazle creer que te aqueja algún dolor…, no creo que él no se preocupe de tu bienestar...

-Eso si.

-Entonces no hay más que hablar…. Si se ponen pesados, les dejamos a dieta –sonrió al decirlo.

Kogure que pocas veces le había visto sonreír sintió una vez más un nudo en la boca del estomago. Su sonrisa era devastadora, se comprendía que Sakuragi estuviera tan apegado a su koi.

-Volvamos, no sea que hayan decidido buscar algún otro entretenimiento –dijo Kaede, les sabía muy capaces de hacerlo.

Juntos fueron abriéndose paso entre parejas que no se cortan un pelo en besuquearse a la vista de cualquiera o tocarse de forma descarada. Kimi no puede evitar sonrojarse ante lo que ve, al pasar entre un grupo de hombres se sobresalta cuando le tocan el trasero acompañado de un pellizco que deja dolorida su nalga.

Kaede al advertirlo se sitúa a su espalda para protegerle, no sin dificultad consiguen llegar hasta su mesa, para encontrar su espacio ocupado por Sendoh que esta llevando a cabo una sorprendente conversación con sus novios. Ninguno de los tres se apercibe de su regreso.

En ese momento Hanamichi esta haciendo una rotunda afirmación respecto a Kaede.

-Kaede nunca me sería infiel, me ama. –comentó rotundo.

-¿Estas seguro? –inquirió divertido Sendoh.

-Si…. –y sin saberlo enojó a su koi- no solo que esta enamorado de mi, sino que nunca pasará por su mente la idea de irse con otro hombre. Todos sus pensamientos son míos.

Sendoh alzó la mirada y les vió. Se fijo que Rukawa apretaba los puños y que en su mirada ardía un sentimiento que nada tenía que ver con su habitual frialdad. Abrió la boca como para acallar a ese bocazas, pero la cerró nuevamente, un brillo divertido asomó en su mirada, se volvió para mirar a Mitsui que tampoco se había percatado de la presencia de Kogure.

-Tú también piensas que tú chico no se atrevería a serte infiel? –le incitó a pronunciarse delante de su uke sin saberlo.

-Por supuesto…. Kimi no me haría algo así. Solo ve lo que yo quiero que vea. –dijo imprudentemente.

-Me alegro que os sintáis tan seguros de ellos –dijo haciendo ademán de marchar.

La bebida que habían trasegado nubló sus entendimientos y los dos le impidieron marchar presumiendo de la fidelidad de sus novios e insistiendo en la total creencia que ellos eran fieles porque eran incapaces de pensar por si mismos.

-¿Qué apostáis? –preguntó Sendoh sonriendo con suficiencia.

-¿Apostar? –preguntó Hanamichi con expresión de incomprensión.

-Si tan seguros estáis de ellos no os importaría hacer una apuesta –les presionó divertido por la oportunidad que le estaban ofreciendo. Siempre le había gustado Rukawa, no le hubiera importado mantener una relación con él, solo que el pelirrojo se le adelantó, de todas formas ahora podía conseguirle y sin tener que fingir un amor que no sentía, él solo quería sexo, no buscaba una relación firme, porque no deseaba estar atado a nadie. En esos momentos, coger a Rukawa podía llegar a ser alcanzar un deseo largamente postergado, el otro chico solo era un añadido, aunque tampoco le hubiera importado mantener una noche loca con él, solo viendo el rubor de su rostro se le hacia francamente apetecible.

-¿Qué tipo de apuesta? –preguntó Mitsui.

-Qué os parece si mañana los lleváis a mi casa, las ocho de la tarde es una buena hora, y os pasáis a recogerlos a la misma hora del día siguiente.

-¿Y nosotros que ganamos? –preguntó practico Hanamichi.

-Tendréis la seguridad que ellos efectivamente os son fieles. –dijo riéndose en sus caras.

-¿Toda una noche? –preguntó Hanamichi que desde que estaba con Kaede no había dejado de estar a su lado, se le iba a hacer duro despertar sin tenerle a su lado.

-De acuerdo… -se apresuró a decir Mitsui, al volverse para mirar a Sakuragi le vió con expresión dudosa- ¿Qué pasa?

-No estoy de acuerdo, aunque reconozco que sería más atractiva la apuesta si es por algo que no sepamos. Yo se que Kaede me es fiel –hizo hincapié nuevamente en esa afirmación rotunda- Digamos que si tu pierdes, serás tu quien tendrá que pagar, serás nuestro premio –rió encantado con su propuesta.

-De acuerdo… -de todos modos ganaba él, porque tendría a los cuatro en su lista de conquistas. Cuando se lo contara a Koshino iban a reírse mucho. En ese momento no podía imaginar que no sería el último en reír y que no tendría ocasión de contárselo a nadie al no ser el ganador absoluto.

-Sellamos el acuerdo con un apretón de manos.

Así lo hicieron, cuando se levantó para marcharse, ni Rukawa ni Kogure estaban a la vista.

***********************

-¡¡Son dos idiotas!! –Exasperado Rukawa, que había agarrado a Kogure de la mano sacándolo del local- ¡¡Imbéciles!! Tenemos que darles una lección, hacerles saber que tienen que dudar de nuestra fidelidad.

-¿Cómo?

-Haciéndoles saber que les fuimos infieles.

-Pero… pero… ¿cómo?

-Déjame pensar… -se quedo meditando durante algunos minutos, luego una sonrisa asomó en sus labios- Es sencillo, Sendoh sabe que escuchamos la apuesta que hizo con ellos y cuenta con que estaremos tan furiosos –y no le falta razón pensó- que no duraremos en entregarnos a él.

-¿Quieres decir que lo haremos? –Su voz tenía un timbre tembloroso- No puedo hacerlo, apenas vea a Hisashi me pondré a temblar y se dará cuenta.

-No lo haremos…

-Ah… -se sintió más tranquilo.

-Pasaremos la noche jugando a las cartas, al go o lo que sea…, o veremos cine de madrugada. –dijo para no preocuparle, su mente estaba maquinando un maquiavélico plan para que todos salieran ganando con aquella absurda apuesta, sobre todo él porque les daría una lección para que no volvieran a pensar que podían confiar en él. Le haría saber a Hanamichi sus propias reglas y a partir de entonces se acabo él ser condescendiente. Ya estaba cansado de hacer el papel de uke, les demostraría a todos que él tenía las agallas suficientes para cogerles a todos.

Aquel pensamiento le llevó a hacerse una pregunta ¿Por qué no? Aunque las armas que pensaba utilizar no sería la seducción, Sendoh jugaba con trampas, él también las usaría.

Continúa en el próximo capítulo…

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).