MI PROXIMO SUEÑO
"Hace mucho mucho tiempo, existía en un reino muy lejano una princesa que vivía encerrada en una torre tan alta que casi llegaba a tocar el cielo. Esta torre era custodiada por un inmenso dragón, que respiraba fuego y azufre, y era tan terrorífico que nadie se atrevía a siquiera pensar en acercarse.
La princesa, presa del enorme dragón, vivió solitaria durante años y años, sollozando entre noches y noches, esperando que algún valiente caballero llegase para rescatarla..."
-Pfff... ¡Que aburrido!
- ¿Entonces no te gusta la historia? - comentó la nana con gesto amable riendo ligeramente ante la expresión del pequeñin rubio que estaba recostado en la cama junto a ella.
- ¡Claro que no! Son cuentos de niña, además esas cosas no suceden nunca, ¿cómo se supone que la princesa llegó ahí? Además los dragones no existen - culminó tajantemente el niño cruzándose de brazos y emitiendo un adorable puchero.
-Oh vaya... entonces tal parece que el pequeño Mihael se siente demasiado grande para escuchar cuentos de niños - comentó la nana siempre sonriente.
-Pues realmente sí, ya tengo cuatro años Jean ya no me gustan esos cuentos.
-Oh tienes razón, ya tienes cuatro años de verdad eres grande. Bien, entonces te contaré un cuento para niños grandes.
-Bueno espero que este sea mejor - el niño se reacomodó en la cama atento al nuevo cuento que le contaría la nana.
-"Hace mucho mucho tiempo había un niño que quería ser grande, el tiempo pasaba lento para él, porque sentía que él ya era suficientemente grande y fuerte para afrontar el mundo por lo que quería crecer pronto para poder ser un adulto"
-Oh se pone bueno - dijo el niño en voz bajita - ¿y como se llamaba el niño? - preguntó curioso.
-Ehm... veamos el pequeño niño se llamará... Mello, ¿te parece bien?
-Mmm... bueno esta bien, aunque es un nombre muy raro.
-Ah, pero eso es porque es un nombre muy especial.
-¿En serio? ¿y por qué?
-Verás - continuó la nana Jean - ese es un nombre que significa algo hermoso, es como tu nombre que significa algo celestial y bueno, pero "Mello" no solo es bonito y celestial sino también significa que el que lleva ese nombre es una persona fuerte y capaz.
-Oh ya veo, se oye bien y luego ¿qué pasó con el niño Mello?
-"El pequeño Mello, pidió un deseo a una estrella una noche en que estaban todas muy bellas y brillantes. El niño les pidió que quería ser grande y adulto para poder hacer cosas que él quería. Pero... sucedió algo que el pequeño niño no tenía previsto."
-¿Qué fue? - preguntó el niño que aunque recostado en la cama seguía muy atento.
-"Un día despertó y descubrió que ya era grade, al niño Mello se le había cumplido su sueño, es decir ya no era más un niño sino un adulto."
-Woooo ¡genial!
-"Pero eso no fue tan bueno como él esperaba" - para ese momento del cuento el pequeño rubio le miró un tanto confuso - "El niño había al fin cumplido su sueño pero una vez que lo hizo se dio cuenta que no tenía hacia donde más avanzar, porque durante toda su vida su deseo fue ser adulto y cuando al fin lo consiguió no tuvo más sueños. Él se dio cuenta que por estar pensando en ser grande no había disfrutado muchas cosas de la vida; como cuando era niño y corría por los parques y comía helado, o cuando jugaba con otros niños sin preocuparse por otras cosas, o hacer nuevos amigos. Y también se dio cuenta que por estar pensando en eso no descubrió sus verdaderos sueños"
-¿Su verdadero sueño? ¿Entonces no era ser grande su sueño?
-"Todos cuando comenzamos a crecer conocemos cosas nuevas y conforme vamos conociendo todas estas cosas nos vamos dando cuenta de cuales son nuestros verdaderos sueños, porque hay muchos que no son sueños sino caprichos. Los sueños son hermosos, tienen un fin bueno. Pero, lo que muchos no saben es que la mejor parte de un sueño es el cómo se llegó a él"
-No entiendo.
-"Precisamente pequeño Mihael, el crecer es parte de eso, entender y conocer. Un día vas a tener un sueño y vas a perseguirlo con toda tu alma, entonces el día que llegues a cumplir ese sueño vas a estar feliz porque solo tú sabrás cuanto te costó llegar a esa meta y cuantas cosas bellas pasaste para poder conseguirlo"
-Pero Jean entonces ¿qué pasará? ¿Que tal que me pasa como al niño del cuento y cumplo mi sueño pero no se hacia donde mas avanzar?
-"Entonces será momento de buscar un nuevo sueño" - sonrió ella al pronunciar esta frase.
-¿Un sueño nuevo? ¿Eso se puede?
-"Por supuesto, todos alguna vez hemos llegado a cumplir un sueño y algunos tienen la sensación de que no hay hacia donde más avanzar, pero es justo ahí cuando te darás cuenta de cuanto has conocido del mundo para llegar a encontrar tus nuevos sueños, los que seguirás persiguiendo aunque se te cumplan otros y ser siempre capaz de apreciar los que ya cumpliste"
-Entonces... ¿siempre viviré persiguiendo un sueño?
-Posiblemente lo hagas pequeño Mello, pero ahora que escuchaste este cuento ya sabes que debes disfrutar mucho mientras llegas a esa meta, para que así puedas ser feliz al cumplirlo, y que sepas que así será con tus demás sueños.
-Oye Jean ¿y que le pasó al niño?
-"Mello, se dio cuenta que no quería llegar así a sus sueños, quería pasar por cosas bellas también, conocer, equivocarse y vivir. Entonces volvió a pedirle a las estrellas que lo regresaran a ser un niño pequeño. Así pudo vivir como deseaba y apreciar todo lo que eso implicaba"
-Esa es... - en ese momento un gran bostezo se le escapó al pequeño rubio - ... una mejor historia.
-Y tu tendrás una mejor aún, ya descansa pequeño.
-Buenas noches... - dijo ya con los ojos medio cerrados mientras se acomodaba en su camita para dormir.
-Buenas noches... pequeño Mello.
oooOOOoooOOOooo
Los verdes campos de la Universidad eran siempre tan tranquilos, claro, eso si se sabía donde buscar. La escuela estaba tan llena de barullo, de personas no muy gratas de ver o simplemente de mucho ruido como para pensar con claridad. Era bueno poder encontrar un lugar como ese, un pequeño espacio debajo de un árbol en los jardines justo detrás de los salones de la Facultad de Arquitectura. Ahí en su pequeño lugar de siempre, el joven Mello de veinte años de edad miraba incesante hacia el pequeño lago detrás de la escuela, pensando en la única persona que llenara su mente desde hacia ya tanto tiempo, aquel pelirrojo de ojos esmeralda.
-Mello... ¡Mello! - Al escuchar su nombre el aludido volteó la mirada encontrándose con los achocolatados ojos de su amiga Ely.
-¿Qué pasa Ely? - preguntó el muchacho con una voz mucho más profunda que cuando era pequeño.
-Estuve buscándote, supuse que estarías aquí. No te apareciste en la última clase ¿sucede algo?
-Nah, no es nada, solo que... bueno tuve una pelea con mi padre ayer.
-¿Otra vez? - preguntó ella sentándose a su lado en el cesped - ultimamente han tenido muchos problemas.
-Así es y todo es por la misma causa - dijo en tono cansado dando un fuerte suspiro.
-Aún te reclama lo ocurrido hace un año - no era una pregunta sino una clara afirmación.
-Si... pero supongo que jamás entenderá como me sentía en ese momento, estoy de acuerdo en que hice mal y me equivoqué, pero él no fue precisamente de mucha ayuda.
-Ya veo... - ella bajó la mirada con tristeza - lamento no haber podido ayudar más.
-Creeme Ely de no haber sido por ti y por Matt las cosas hubieran llegado a peores consecuencias, al menos agradezco no haber quedado internado o algo así.
-Tienes razón - confirmó ella.
Después de eso el silencio se extendió entre a ellos, tal y como el viento que soplando suave y fresco, pasó entre ambos brindándoles un poco de descanso ante el calor de primavera. Sus cabellos, los rubios y los castaños se alborotaron ligeramente mientras la suave brisa pasaba, entonces el viento se calmó y como una señal para continuar hablando, fue solo entonces que ella volvió a hablar.
-¿Cómo está él? - preguntó sin mirarle.
-Bien, al menos en lo que se puede decir. Sigue sintiéndose... solo - pronunció en tono meláncolico mientras continuaba mirando hacia el lago.
-No es nada fácil lo que él hizo, yo jamás me hubiera ido al extranjero sola, mucho menos siendo tan joven. ¿Te ha dicho cuando volverá?
-No - contestó el rubio secamente.
- Y... aún... sigues pensando en él... ¿verdad? - no hubo respuesta inmediata sino que un pequeño silencio incómodo volvió a interponerse en la plática.
Solo luego de un par de minutos ella se resignó a recibir respuesta, más no se movió, continuó al lado de su amigo, porque ahí era su lugar, no había otro lugar al cual pudiera ir sino ahí. Sin embargo a pesar de no esperarla, la respuesta llegó tardía y profunda como los pensamientos de Mello.
-Hacen ya tres años que no lo he visto, casi no he hablado con él desde entonces. Sin embargo... no puedo entender porque cada vez lo tengo más y más dentro de mi cabeza. Además... cada día me lamento más el no haberle dicho nada, la última vez que lo vi, fui... un cobarde - pronució la última palabra con un deje despreciativo que no pudo ocultar, por lo que su amiga le miro con preocupación y se acercó a él para mirarle de frente, a lo que él le devolvió la mirada tristemente.
-¿Sabes? Dicen que cuando no puedes dejar de pensar en una persona es porque esa persona también está pensando constantemente en ti - ella sonrió ante su afirmación pero el bajó la cabeza de nuevo.
-Dudo mucho que así sea.
-Él fue a perseguir un sueño, pero eso no significa que se haya olvidado del sueño más preciado que quiere perseguir cuando consiga este.
-¿A qué te refieres exactamente?
-Yo creo que su sueño siempre ha sido hacerte feliz.
-Yo también he deseado eso para él desde que lo conocí.
-¿Y no te hace feliz entonces que él esté persiguiendo un sueño que le hace feliz? - ante lo que ella le dijo, Mello quedó pensativo.
Tal vez era verdad... después de que había estado triste tanto tiempo por sentir que lo perdía, no se había puesto a pensar que quiza... solo quiza, esto era justo lo que Matt estaba buscando y le quisiera o no como él estaba esperando, la realidad era que de una manera u otra Matt le quería y no estaría feliz si supiera que él, Mello, su hermano estuviera triste por su ausencia.
-¿Sabes Ely? Hace un tiempo Matt y yo mirabamos las estrellas, pensando en aquellos sueños que queríamos realizar. Yo buscaba algo muy simple, quería ser un gran jugador de futbol y que las personas me respetaran. Él en cambió quería trabajar muy duro para darle una mejor vida a su familia. - Ely escuchaba con atención el relato de Mello mientras sonreía con dulzura - Mi sueño se cumplió cuando ganamos la copa estatal, realmente yo no deseaba mucho más. Fui reconocido y me convertí en un gran jugador, solo entonces deje de jugar porque ya había cumplido mi sueño. Luego fui conociendo más sobre lo que me gusta y le dije a mi madre que mi sueño era estudiar en esta Universidad, terminar mis estudios y convertirme en un excelente Criminólogo, un gran detective. Aunque... - entonces Mello miro hacia el cielo con cierto anhelo - ahora que estoy estudiando aquí, tal y como yo quería extrañamente no me siento como pensaba y... creo que ya se por qué es.
-¿Qué es? - preguntó ella curiosa.
-Es porque... este era mi sueño pero se me ha olvidado que ya tenía un sueño preparado desde hace mucho más tiempo... uno en el que quiero seguir cumpliendo mis metas... pero al lado de alguien que quiero mientras esa persona también persigue sus metas.
-Entonces... ¿buscarás ese sueño?
El chico rubio siguió mirando hacia la inmensidad del cielo pensando en que una persona en otro lugar del mundo podría estar mirando ese mismo cielo en ese momento.
-Lo haré - culminó mientras su amiga Ely, feliz de escuchar todo eso, depositaba un solo beso en la mejilla del chico que secretamente amaba.
oooOOOoooOOOooo
La noche caía ya sobre la ciudad, dejándo destellos de luz rojiza sobre los tejados, mientras tanto un joven chico de rojizos cabellos estaba inmerso en lo que hacia en su computadora, pequeña y modesta pero muy útil.
Estaba buscando a cierta persona en su bandeja de entrada en el correo electrónico, ya que hacia un par de semanas que no sabía nada de él y quería saber como se encontraba.
Le daba tristeza no poder tenerlo más cerca o al menos mandarle correo con más frecuencia o conseguir la cámara digital para poder verse en pantalla. Pero fuera cual fuera lo que los mantenía distanciados, siempre trataba al menos de estar al pendiente de lo que fuera que pudiera acercarlos un poco.
Mientras buscaba en la bandeja de correos por fin lo vio: "Ha recibido un correo de Mihael Keehl". Al instante una especie de salto en su pecho se aceleró, no explicándose muy bien porque, aunque bien sabiendo la respuesta dentro de su corazón; ya que, aun sin admitirlo, era solo Mello la razón de todo cuánto hacia.
Sin perder tiempo abrió el correo y comenzó a leer ancioso.
Matt! Que tal!
Yo de nuevo, hoy he tenido poca tarea y he aprovechado para escribirte un correo como Dios manda. Todo en la escuela ha estado muy bien, he obtenido las mejores notas de mi facultad, no por presumir por supuesto ya sabes que me encanta ser el mejor en lo que hago pero claro que se necesita el debido esfuerzo.
En fin la familia esta bien, Jean siempre dice que te extraña muchísimo y aunque mis padres no lo externen sé que también lo hacen, y yo... por supuesto que no ha sido lo mismo sin ti, pero de admitir que estar en contacto al menos por correo es mucho mejor que los dos primeros años en que no supimos uno del otro.
Como veras estoy muy bien, también recibí tu correo de la vez pasada, MUCHAS FELICIDADES! Al fin conseguiste ese trabajo que tanto querías, no sabes lo orgullos que estoy de ti :), saber eso también puso muy feliz a tu mamá. Todos estamos muy orgullosos de lo que has logrado, porque además fui a visitar tu casa y vi que la construcción va muy bien, ya casi terminan la parte delantera aunque aún hacen falta muchas cosas lo sé, pero no te preocupes que seguiré ayudándole a Jean para que tu casa quede muy bien cuanto antes, así podrás volver pronto.
Sabes? Hoy pensaba mucho en ti... si sé que me regañarías porque eso se oye tan marica, pero en fin no me importa. Hay algo de lo que quiero hablar contigo muy pronto. Ya casi es tu cumpleaños por lo que no debería tardar en llegar el regalo que te envíe, debería llegar hoy si no me equivoco, verás que con eso podremos estar mucho más cerca aún, yo ya estoy preparado para una videollamada jeje.
Ups bueno ya te imaginaras cual es tu regalo, pero bueno al menos intenta parecer sorprendido ¿de acuerdo? En fin cuando recibas tu regalo espero me contactes, así me conectaré en el nuevo mensajero instantáneo que instalé y podremos al fin vernos. Estoy ansioso por ver cuanto has crecido en estos tres años. A mi me ha crecido un poco el cabello, lo tengo casi hasta la cintura y mi padre insiste en que lo corte pero no lo haré jaja.
Ya hablando en serio, es importante hablar contigo en cuanto puedas conectar la cámara, sé que no es algo que se debería de hablar así... pero ¿sabes? Creo que es tiempo de buscar mi proximo sueño, se que no me entenderás muy bien hasta que hablemos de nuevo, pero... al menos espero que sea lo que sea que me digas, sigamos siendo tan unidos como siempre.
Te dejo por ahora, empeñate mucho en tu trabajo que yo lo haré también en la escuela, el primer año es genial de verdad.
La familia te manda muchos saludos y esperamos todos que estes muy bien.
Con mucho cariño de
Mello
Cuando el pelirrojo hubo terminado de leer la carta, recordó que no había revisado el correo, se levantó y corrió fuera de su habitación al locker de correo en la planta baja. Buscó en el número de su departamento y ahí, envuelto en papel de la oficina de correo estaba una pequeña caja que al instante se dispuso a abrir. No fue sorpresa encontrar la cámara digital en el paquete pero no por eso dejó de ser emocionante. Corrió de nuevo rumbo a su habitación y con increíble destreza colocó la cámara, la instaló y configuró lista para usarse en menos de cinco minutos. Solo entonces contactó con el mensajero instántaneo, notando que en su lista de contactos no estaba a quién tanto buscaba.
Su gesto de decepción fue tal que se dejó caer sobre la silla, realmente por un momento que quiza sería su oportunidad para...
"Mello se ha conectado"
Al escuchar el "bip" en la computadora saltó de inmediato dándo clic en el nombre que tanto buscaba, siempre tan ansioso. Teniendo la cámara conectada y listo todo inició la videollamada.
-¿Mello? - pronunció en voz baja hacia el auricular mientras la cámara cargaba y fue entonces cuando la clara imagen del rubio de ojos azules se presentó ante su pantalla.
La emoción los embargó a ambos sumiéndolos en un silencio, no incómodo sino de añoranza. Ambos mirándose solo a traves de la pantalla de un computador, sintieron que por primera vez en tres años el sueño que habían tenido por tanto tiempo al fin estaba a punto de comenzar a cumplirse...
-Hola... Matt - saludó primero el rubio sonriéndo ante la alegría de mirarle al fin.
-Hola... Mello...- devolvió este el saludo observándo aquel rostro tan distinto pero tan igual.
Su próximo sueño comenzó ese día de primavera...