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Despechado por Pikacha-sama

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Notas del fanfic:

 

Derechos reservados: Los personajes de Naruto© son exclusivos de Kishimoto-sama.

La canción tres veces te engañe tiene sus derechos exclusivos a su correspondiente compositor y cantante.

 

Advertencia: Yaoi (chicoXchico). El primer capítulo contiene un leve lemon, están advertidos.

 

Pareja principal: SasuNaru.

 

Notas del capitulo:

Notas: Éste fic fue hecho con mucho cariño para mis queridas amigas: Keiko-chan y Tsu-chan que hace unos días cumplieron años y hasta ahora les traigo su regalo.

 

Quinceaños tenía Tsu-chan cuando su amor me entrego… xD

 

Espero les guste, y serán solamente tres capítulos, del cual el segundo ya tengo muy avanzado.

 

Perdonen las faltas de ortografía u.u

Despechado.
Capítulo uno: La primera por coraje.
Three-shot. SasuNaru.

 

No creía que Gaara fuera capaz de engañarlo, ni aunque se lo dijera Sasuke (su mejor amigo) lo hubiera creído. Pero ahora sus ojos le demostraban lo contrario. Su novio se encontraba devorando la boca a una chica rubia (que ironía) de caderas anchas y busto crecido. No preguntaría que tenía ella que él no, porque la respuesta era muy obvia.

 

¡¡¿Cómo le hacía eso?!! Gaara no era de esos que te juraban amor eterno pero él decía saber o creer que el pelirrojo en verdad lo amaba, que no jugaba con sus sentimientos… pero al parecer estaba muy equivocado. ¿Se había cegado él? Jamás comprendería ésta falta. ¡¡Le dio todo!! ¡¡TODO!! Para que el muy maldito le hiciera eso. Le dolía… le dolía mucho…

 

Juraba amar a Gaara con cada parte de su ser y el dolor que lo consumía quería que derramará lágrimas, pero el pelirrojo ni siquiera las valía. Era demasiado orgulloso para dejarse vencer de esa forma tan patética, además de que no era una nenita llorona que se sienta a sentir lástima por ella misma, él era un hombre, homosexual pero era un hombre.

 

No lloraría,  por lo menos, no por Gaara.

 

Pero la duda rondaba su cabeza ¿qué debía hacer? Su novio se estaba besando con una… delante de él. Tenía que llegar a hacer una escena  de ira irracional y de celos ¿no? ¡¡No!! No era de ese tipo de chicos celosos y posesivos (aunque Gaara sí). No era una chica y mucho menos débil.

 

— Dobe ¿Qué tanto miras? — preguntó Sasuke detrás de él.

 

 

Tú que me dejabas,
yo que te esperaba,
yo que tontamente,
te era fiel.

 

 

Tampoco era vengativo, pero por primera vez podría serlo ¿no? Las circunstancias lo estaban orillando a eso. Un  terrible odio recorría cada centímetro de su cuerpo al ver como los dos se alejaban a la sala siete del cine tontamente agarrados de la mano, más bastardo no podía ser el estúpido de Gaara… pero hablando de bastardos.

 

— No miro nada interesante, teme.

 

— Vamos los demás nos esperan.

 

Actuaría con normalidad, o lo intentaría porque sus emociones estaban a flor de piel. Hasta Sasuke notaba su aura triste alrededor de él.

 

Sin contratiempos entraron a la sala de cine y para su sorpresa fue en la misma que Gaara, sin embargo, el pelirrojo estaba demasiado “ocupado” para notar su presencia y lo agradecía. Pero la furia que tenía dominaba y sentía que no podía contener sus impulsos. Sakura que venía detrás de ellos pudo notar el aura sádica pero a la vez melancólica que desprendía su amigo, pero no miraba la razón del porqué. La sala ya estaba oscura para poder descubrir el porqué de las cosas.

 

Shikamaru dormía plácidamente a un lado de él. Nadie podía notarlo ya que estaba obscuro y éste ni siquiera roncaba. Sasuke a su lado lo miraba extrañado por su comportamiento callado, pero tampoco decía nada y lo miraba de reojo para no llamar la atención del rubio. A un lado del azabache estaba Chouji comiendo todo lo que podía. Después de Shikamaru estaba Sakura riéndose a carcajadas por la cómica película, desde que ésta había comenzado a salir con Lee se comportaba como ella misma delante de Sasuke, es decir, hacía muchas travesuras al lado de Naruto. Lee tenía tomada de la mano a su novia y reía al igual que ella. Ino los miraba con una negativa a los dos, mientras que Kiba disfrutaba la película con Akamaru escondido bajo su chamarra.

 

— Quiero irme — susurró a media película el rubio al azabache, éste simplemente asintió.

 

No sabía por qué, sólo que su sentido de la razón le decía que se fuera sabiendo que el único que podría entenderlo sería su mejor amigo, porque con una simple mirada los dos entendían el dolor del otro. Aunque Sasuke no supiera la razón de aquel dolor.

 

Los demás los miraron salir pero tampoco dijeron nada, pensaron que Naruto quería ir al baño a media función y le pidió a Sasuke que lo acompañara por miedo a que le saliera un “fantasma”. Así que a ninguno le extraño.

 

.

.

[Lee las notas finales]

.

.

 

— ¿Qué pasa, dobe? — preguntó el azabache.

 

Iban directo a la casa de Naruto en el auto del Uchiha. El rubio ni siquiera había dicho a donde quería ir ni nada por el estilo, simplemente desde que se subió al vehículo no dejaba de mirar por la ventana tratándose de perder por el horizonte. Miles de sus sueños se habían hecho añicos. La voz de Sasuke lo había traído de nuevo a la realidad y pudo notar como por su rostro bajaba una pequeña lágrima traicionera que se le había escapado. Inmediatamente se apresuró a borrar cualquier rastro de ella.

 

— Sólo quiero ir a casa…

 

A su casa donde estaría solo… Solo para siempre. Se sentía tan estúpido al haber creído en Gaara. Era tan ingenuo, se sentía idiota por aquél engaño. Había imaginado tantas cosas a un lado del pelirrojo, pero ¡Claro! Tal vez el pelirrojo quería formar una familia y él no podía dársela… ¡¡Basta!! ¡¡BASTA!!  Gaara lo había traicionado y con eso humillado, por primera vez no se pondría a ver a los demás, se miraría a él mismo…

 

Sentía tanto coraje…

 

 

Desgraciadamente,
hoy fue diferente,
me tope con alguien,
creo que sin querer.

 

 

Sasuke lo había acompañado hasta la puerta de su departamento y espero a que el rubio estuviera dentro para irse, sin embargo, una mano lo invitó a pasar. El azabache pensó que tal vez Naruto le diría porque estaba con ese aire de melancolía y fue por la única razón por la que entró. Pero al pasar nunca se imagino que Naruto lo estrellaría contra la pared para comenzar a devorar sus labios.

 

 

Tres veces te engañe…

 

 

Sus labios se habían unido en menos de un segundo y por la ley del magneto no lograban separarse. Los suaves y carnosos labios de Naruto se movían al compas con los de Sasuke que en ningún momento lo rechazo. Se daban besos cortos, devorando los  labios del otro haciéndolos roces superficiales que los incitaban a más.

 

El rubio tenía acorralado a su amante entre la pared y sus manos. Mientras que el azabache aproximaba sus manos a la cintura de su acompañante…

 

Había iniciado y no se detendría, más sabiendo que Sasuke lo aceptaba. Unió sus cuerpos pegándose el uno al otro, rozándose mutuamente sobre la ropa. Las manos del azabache le tenían rodeada la cintura, y sus manos ahora estaban alrededor del cuello del moreno.

 

El beso cada vez se hacía más profundo, porque los cortos besos pararon y le abrieron camino a otros mucho más hambrientos e intensos. Mordía sus labios de una forma sensual pero ruda a la vez, esperando que el otro abriera la boca, al hacerlo metió su lengua para comenzar una dura batalla por el control. Sus lenguas danzaban entre ellas en una dura pelea que nadie ganaría, y tal vez eso fuera lo que más les gustaba.

 

En menos de un segundo la posición había quedado invertida y Sasuke era quien tenía el control sobre un Naruto que estaba acorralado por él. Sin saberlo sus manos ya vagaban entre la piel tostada del rubio. Podía sentir su piel suave bajo su poder y era algo que le encantaban. Estaba extasiado con las sensaciones que le provocaba ese chico en él. Estaba logrando ponerlo caliente con unas cuantas caricias.

 

Sasuke separó un poco los labios de Naruto porque éste no le permitía ese alejamiento de bocas. Era como si estuviera hambriento de pasión, como si estuviera dejando libre toda la lujuria que estaba guardada bajo esa cabellera rubia.

 

— Deberíamos… de…parar…— decía entre los besos ardientes que le daba el menor.

 

— Tal vez…si…tal…vez…no… ´ttebayo… — contestó el otro en igual situación.

 

Ninguno de los dos estaba pensado simplemente se estaban dejando guiar por las emociones fuertes que sentían. Naruto no desaprovechaba el tiempo, así que también comenzó a tocar el cuerpo “prohibido” del moreno. Sentía que el corazón se aceleraba a cada roce que tenía con la piel de su mejor amigo, tenía que a ver más acercamiento, más roces… se sentía tan bien. Le quitó o rompió la camisa con tal de tener esa cercanía mientras que Sasuke le quitaba la suya.

 

El rozar de sus cuerpo hizo que una carga eléctrica recorriera su espalda, exaltó su corazón al igual que sus emociones, sentía como cierta parte de su anatomía cobraba vida al sentir el aliento de Sasuke chocar contra su cuello. Era todo tan excitante que tenía miedo que acabara.

 

El olor se su compañero era tan adictivo, tan cálido, tan embriagante que llego a pensar que tal vez era un afrodisiaco exótico. El solo olerlo estaba provocando que su miembro se pusiera duro de tal forma que dolía por la incomodidad de traer ropa.

 

— Ahh…— gimió al sentir como se iniciaba un vaivén de anatomías por encima de la ropa.

 

Algo en su cabeza le decía que estaba mal, muy mala, pero por primera vez quería comportarse como un niño malo.

 

Estaba a punto de gemir el nombre de Sasuke cuando éste le ganó (como siempre).

 

— Na...ruto… — se escuchaba tan sensual ¿Cómo se había perdido antes de eso?

 

Estaba sorprendido de las sensaciones tan excitantes y placenteras que le hacía pasar el azabache… siempre lo había mirado como su mejor amigo. Sasuke era lo prohibido que lo motivaba a seguir entre los besos y caricias. No quería retenerse, quería sentirlo por completo.

 

 

Tres veces te engañe

 

 

El ambiente había subido de temperatura al igual que la de ellos. A esa altura era imposible no soltar gemidos roncos de parte de los dos, pero las piernas no aguantaban el placer mutuo que se otorgaban, y así fue como los cayeron al piso siendo Sasuke el que amortiguo la caída. Naruto comenzó a reír del golpe sonoro que había hecho la cabeza del azabache contra el piso.

 

— Eso dolerá mañana — dijo el Uchiha para tomar de nuevo a Naruto en un demandante beso ahogando la dulce risa del Uzumaki.

 

Naruto se movía arriba de Sasuke sobre la estorbosa ropa, mientras que el otro besaba lascivamente su cuello con castos besos hasta llegar al lóbulo de su oreja, que se apresuró a morder suavemente, sintiendo el pequeño escalofríos que recorrió todo el cuerpo de su amante. Sonreía con satisfacción al saber que todo eso lo estaba provocando él.

 

Sus miembros ya tenían una fuerte erección que ninguno de los dos se atrevía a ocultar. Así que sin pudor alguno Sasuke comenzó a meter una mano entre los pantalones del Uzumaki, que sólo ahogo un gemido muy ronco besando al moreno. La mano tocaba descaradamente la hombría del rubio masajeando y jugando con él. Sabiendo que tenía el control invirtió de nuevo las posiciones quedando arriba.

 

— Mierda — murmuró Naruto entre tanto jadeo que soltaba.

 

Y de nuevo salió la prepotente sonrisa del Uchiha. Lástima que a Naruto no le gustara quedarse atrás.

 

Al sentir una traviesa mano en su orgullosa anatomía se le borró la sonrisa y soltó un gemido ronco.

 

— No eres al único que le gusta jugar — argumentó con una sonrisa, pero al segundo se arrepintió de sus palabras. — ¡¡Ahh!! — gimió más fuerte al sentir como su miembro era apretado mientras una mano subía y bajaba por él. — Bastardo…

 

— Dobe — contestó el otro mientras bajaba sus pantalones junto con su ropa interior teniendo mucho más flexibilidad, para también desnudar al rubio y comprobar que su color de cabello era natural.

 

Su cuerpo desprendía mucho calor al igual que el de Sasuke y al rozarse sentía su piel arder en placer. Los dos estaban completamente desnudos mirándose lujuriosamente, gravando en su mente cada centímetro de piel del otro, para besarla fogosamente. Las caricias no paraban y se masturbaban mutuamente esperando que el otro diera su mano a torcer, pero eran demasiado orgullosos para dejarse vencer en las manos del otro.

 

 

Tres veces te engañe

 

 

— Sasu…ke — gimió al sentir como el Uchiha tomaba en sus manos sus formados glúteos.

 

Y de nuevo estaba ahí el movimiento rudo de sus cuerpos rozarse junto con su creciente anatomía que golpeaba al del otro. Los gemidos roncos sólo hacían eco en la amplia sala del Uzumaki, resonando sensualmente en sus oídos. Se tocaban sin ningún tipo de pudor, besando toda la piel de su compañero en el vaivén de cuerpos que tenían, aprovechaban cada segundo de placer que se otorgaban mutuamente.

 

Naruto arañaba la espalda del Uchiha mientras movía sus caderas de arriba abajo. Mientras que Sasuke mordía suavemente el cuello del Uzumaki dejando una marca más que evidente. Sus cuerpos temblaban de placer, mientras que su pulso estaba acelerado entrecortando sus respiraciones.

 

— Ahh…

 

Ya no se sabía ni de quien eran los gemidos tan fuertes. Sólo sabían que no querían parar…

 

— Me voy a…

 

La frase sólo se quedo en el aire, porque atrayentemente sus labios se buscaron. Juntaron sus lenguas en una danza fuera de su boca llegando a un placentero orgasmo al mismo tiempo.

 

Al terminar Sasuke se tiró a un lado de Naruto jadeando del orgasmo tan esplendido que había tenido, jamás en sus veinte años se había sentido igual ¡¡Tan magnífico!! ¡¡Tan extasiado!! Sus facciones maduras se mostraban relajadas y una sonrisa acompañaba su rostro sudoroso. Pero de repente todo cambio la atmosfera empezó a sentirme más tensa y más porque Naruto no se dignaba ni a verlo.

 

Ninguno de los caía en la impresión de lo que habían hecho, porque hasta ese momento volvieron a usar el sentido común y Naruto sabía que esto no había estado bien ¿o sí?

 

— Naruto, yo… — por fin iba a decirlo, pero el rubio se le adelanto.

 

— Será mejor que te vayas — dijo mientras se ponía de pie juntado su ropa y la del azabache, para después tirársela en la cara.

 

— Dobe, escucha…

 

— ¡¡Lárgate!! — le espetó el Uzumaki, sin darle la cara sentado en el piso tratando de vestirse a un temblado por las emociones fuertes que había sentido.

 

Su respiración ni siquiera se había tranquilizado, seguía casi tan exaltado como hace unos instantes. Sólo quería que el Uchiha se fuera para poder pensar de nuevo y aclarar las cosas en su cabeza que daban demasiadas vueltas. Ya ni siquiera sabía que pensar y mucho menos que sentir.

 

Sasuke se puso de pie y se apresuró a vestirse. Quería que Naruto lo mirara a los ojos antes de partir pero el Uzumaki ni siquiera le dirigía una mirada. Por parte de Naruto no había ninguna reacción de resentimiento, de furia, de molestia… ni de amor, sólo de coraje y eso era lo que le molestaba.

 

— Adiós — susurró el moreno para azotar la puerta al salir.

 

— ¿Qué hice? — se preguntó a sí mismo el rubio.

 

 

La primera por coraje

 

 

 

 

 

 

Fin del capítulo uno.

Notas finales:

Notas finales: ¡¡Nooo!! ¡No puse sexo sólo por ponerlo! En el siguiente capítulo las cosas van mejor explicadas acerca de los sentimientos que tienen los dos :P

 

Lamento no estar actualizando mis demás fic, pero estoy pasando por un momento muy difícil actualmente, tengo a mi casi hijo (mi sobrino) hospitalizado y hasta hoy en la tarde le dan de alta. Créanme cuando les digo que fue un gran susto para mi mirar a mi niño de cuatros años en ese estado.

 

Espero que les haya gustado y que me lean en el siguiente.

 

Los quiere Pikacha.

 

 

 

 

 

 

 


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