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Medicina Experimental por Izuspp

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Notas del fanfic:

Nota del 2018:

Luego de tantos años, probablemente ya nadie recuerde este fic. Y mucho menos, querer seguirlo. A pesar de que pensaba que jamás lo terminaría, ahora que escribo mucho mejor que en la época en la cuál lo escribí; tomé la desición de editarlo y terminarlo.

Sin embargo, voy a dejar la versión original tal cual está, ya que aparte de que es la prueba de lo mucho que he mejorado escribiendo, no quisiera borrarlo y perder todos los hermosos comentarios que me dejaron en algún momento.

Si a alguien le llega la notificación de actualización y tiene interés en releer y saber el desenlace del fic, le invito a que lo busque en mi perfil con el nombre de Medicina Experimental (edición)

¡Por su atención gracias!

 

 

Fanfic Yaoi basado en la serie de videojuegos "Harvest Moon" más específicamente en los títulos: "HM: Back To Nature" y "HM: Friends (more friends) of Mineral Town"

 

Este es mi primer intento por "yaoizar" mi videojuego favorito. A los que lo han jugado, verán que el primer capítulo es muy apegado a la historia que se muestra el el juego, pero intentaré cambiar eso y crear ideas y situaciones nuevas.

Al principio es aburrido, lo sé, pero como dije, trataré de hacerlo lo más entretenido posible, y como yo no tengo la capacidad de escribir algo sin que termine en comedia (xDU) pues más que todo la temática será el humor, o al menos eso espero.

 

Harvest Moon y todos sus personajes ©Natsume/Nintendo

Notas del capitulo:

Nota del 2018:

Luego de tantos años, probablemente ya nadie recuerde este fic. Y mucho menos, querer seguirlo. A pesar de que pensaba que jamás lo terminaría, ahora que escribo mucho mejor que en la época en la cuál lo escribí; tomé la desición de editarlo y terminarlo.

Sin embargo, voy a dejar la versión original tal cual está, ya que aparte de que es la prueba de lo mucho que he mejorado escribiendo, no quisiera borrarlo y perder todos los hermosos comentarios que me dejaron en algún momento.

Si alguien tiene interés en releer y saber el desenlace del fic, le invito a que lo busque en mi perfil con el nombre de Medicina Experimental (edición)

¡Por su atención gracias!

 

Muchísimas gracias a todos los que decidan leer este fanfic, ls agradecería mucho si me dejaran sus comentarios y críticas

 

  La vida  en la gran ciudad, no era del todo placentera para Jack. Y de hecho tampoco le iba demasiado bien; se estresaba fácilmente, no tenía mucho tiempo para divertirse, y sentía que en cualquier momento explotaría. Entonces una mañana, cuando sentía que ya no podía más, la solución cayó en sus manos. Un clasificado del periódico llamó su atención, en este se anunciaba la venta de una granja, con un terreno bastante amplio, y a un precio excelente. No lo pensó dos veces, ese día llamó al número telefónico que aparecía en el anuncio y realizó los trámites necesarios para adquirir la granja. Por suerte tenía en el banco unos ahorros que precisamente eran para comprar una casa en la ciudad, pero la granja le pareció mejor inversión. Renunció por supuesto a su empleo, y les comentó a sus pocos amigos sobre su cambio de domicilio.

 

  Y así una semana después emprendió el viaje a su nuevo hogar. Luego de varias horas de viaje, arribó a Mineral Town, el pueblecito en donde se encontraba la granja. De inmediato notó que era totalmente rural y aislado de las ciudades. Llegó al puerto ya que la única manera de llegar al pueblo desde su ciudad, era en barco. Al desembarcar, notó que un hombre de mediana edad, bastante alto y de complexión atlética se acercaba a él.

 

-¡Ey! Buen día- dijo el hombre con su voz ronca y grave.

-Buen día- respondió Jack tímidamente, se le hacía bastante extraño que una persona que no conocía se le acercara de buenas a primeras a saludarlo, ya que este tipo de atenciones y el comportamiento solidario hacia un extraño no era algo que se acostumbrara en la ciudad, pero pensó que no tenía que sorprenderse ya que debía ser normal para las personas de lugares tan pequeños y aislados como lo era ese pueblo.

-Así que tú eres el que compró esa vieja granja. ¿Sabes? ¡Todo el pueblo habla de tí!-

-¿De ... de mí?-

-¡Claro que sí!... no paran de preguntarse quien habrá sido el valiente o el tonto que compró ese lugar. Ha estado abandonado por muchos años y ponerlo nuevamente en funcionamiento será una ardua labor ja ja ja ja- al término de su explicación soltó una enérgica carcajada.

 

  Jack ahora no estaba muy seguro de que haber comprado la granja fuese buena idea. De hecho ahora que lo pensaba, nunca había trabajado en una y no tenía mucha idea de como cuidar de un lugar así y sacarle ganancias, ahora estaba bastante inseguro de poder lograrlo con las palabras que el hombre le acababa de decir.

 

-Ya veo....-

-¡Pero en fin! sería bueno que te pasaras por la casa de Thomas, el alcalde, para que te explique como manejamos las cosas por acá. Por cierto, me llamo Zack, y creo que nos veremos muy a menudo una vez que comience a funcionar tu granja, ya que soy el encargado de recoger los productos que los dueños de las granjas quieran vender en el exterior- ahora al terminar de explicar, le dió un fuerte apretón de manos a Jack y se fué, entrando en una casita que estaba ubicada al lado del puerto.

 

"Creo que va a ser más difícil de lo que creía...." el castaño sacó de su bolsillo el pedazo de papel en donde tenía anotada la dirección de la granja y guiándose por las señales que habían repartidas por el pueblo, logró al fin dar con la ubicación del terreno. Al llegar y observar bien, pudo notar que Zack tenía mucha razón, se notaba que la granja había estado descuidada por muchísimo tiempo. El extenso terreno que suponía era para sembrar, estaba infestado de rocas de todos tamaños, troncos y malas hierbas. Y los establos se encontraban sucios y polvorientos, como si hubiesen estado abandonados por siglos.

 

   La humilde casita no se quedaba atrás. Únicamente como inmobiliario había un viejo baúl, una cama sucia y chueca, una mesita con su banco, y la cocina, que se veía no servía para nada en ese momento. Al abrir el baúl pudo observar varias herramientas herrumbradas en su interior. Decidió que antes de ir a ver mejor el terreno, o buscar al tal alcalde, debía poner un poco de orden en su nueva casa. De modo que con una anticuada escoba que encontró en una esquina, comenzó a remover capas gruesas de polvo y a sacarlas fuera de la casa. También quitó las telarañas del techo y sacó la sábana y el colchón que tenía la cama, afuera con una vara lo aporreó para sacarle la mayor cantidad de polvo posible.

 

  En esa tarea se encontraba cuando una vocecita divertida llamó su atención.

-¡Hola! Bienvenido a Mineral Town- saludó. Al voltear pudo observar al dueño de aquella algo chillona y bastante graciosa voz. Se trataba de un hombre mayor, de cabello castaño con una nariz bastante grande. Tenía un enorme bigote que cubría su boca y era de estatura muy baja. El hombrecito llevaba puesto un traje entero color rojo oscuro y un sombrerito de copa de igual tono.

-Buen día señor...- saludó Jack de manera cortés.

-Mi nombre es Thomas, soy el alcalde del pueblo y estoy muy contento de que hayas decidido venir a vivir aquí. Solo pasaba a presentarme y a hablarte de como manejamos las cosas en el pueblo-

-Gusto en conocerlo, mi nombre es Jack- contestó el castaño dándole la mano al alcalde para saludarlo.

 

  Estuvieron un rato conversando acerca de las leyes del pueblo, y el alcalde le indicó en donde se encontraban las tiendas y puntos de interés. Al final Jack le agradeció al alcalde y este se despidió sonriente, indicándole que si tenía algún problema no dudara en buscarlo.

 

  Jack continuó con la labor de limpiar su casa, hasta bien entrada la tarde, ya tenía mucha hambre puesto que no había almorzado, pero no tenía nada para comer en su casa, por lo que decidió ir al pueblo, recordando que Thomas le había dicho que había una posada y restaurante en el centro.

 

  Caminó nuevamente guiándose por los letreros y señales, y al fin llegó al lugar. Una pequeña posada de dos pisos. Al entrar pudo ver dispuestas varias mesas y la barra, tras de esta se encontraba un señor de mediana edad, tanto su cabello como su bigote eran de un naranja intenso, y se notaba que era alguien bastante malhumorado por la expresión que traía en el rostro. Jack se acercó tímidamente a la barra y mostrando una leve sonrisa estaba dispuesto a saludar al hombre, cuando un sonoro "¡¡¡HOLA!!!" se escuchó tras él, perforándole el tímpano. Al voltearse pudo observar a una jovencita de más o menos su edad, con el cabello tan naranja como el del hombre tras la barra, y con unos profundos y hermosos ojos azules.

 

-¡Bienvenido a la posada de Doug! Mi nombre es Ann y es un gusto tenerle por acá. ¿Es usted el joven que compró la vieja granja?- Ann resultó ser una jovencita bastante enérgica y extrovertida.

-Ahh... so..soy Jack... sí, yo fuí quien compró la granja... gusto en conocerte...-

-Y bueno Jack, ¿que te podemos ofrecer?¿te gustaría alquilar una de nuestras habitaciones? supongo que la casa de la granja está inhabitable jeje-

-Bueno... en realidad solo venía por algo para almorzar...-

-Oh.. bueno.. ¡Entonces viniste al lugar correcto! Mi padre y yo somos los mejores cocineros del pueblo y de muchos otros pueblos he de decir ja ja ja- dicho esto, la jovencita tomó al castaño del brazo y lo acercó a la barra.

 

-Este es mi padre Doug. Padre, él es Jack, el chico que compró la vieja granja- les presentó.

-Un gusto, señor...-el chico le dedicó una amable sonrisa, el hombre se le quedó viendo por unos instantes con una ceja enarcada y expresión seria para luego hacerle un gesto para que se acercara. Jack se acercó al hombre y este le habló casi en un susurro.

-¿No crees que mi hija es muy linda?-

-¡¡¿Ehh?!!- Jack se sonrojó de sobremanera con esa pregunta tan inesperada -Bu... bueno, en realidad, lo es...-contestó tímidamente.

-Ja ja ja ¡por supuesto que lo es, justo como su madre!-dijo Doug bastante animado y sonriente.

-Eh padre ¿De qué están hablando ustedes dos?-

-Cosas privadas-

-¿Privadas? Jack, dime qué fué lo que mi padre te dijo- el castaño no tuvo más remedio que acercarse a la chica y contarle lo que le acababa de preguntar Doug.

-¡¡¡¿QUÉ?!! ¡Padre!- la pelinaranja se había sonrojado el doble de lo que Jack lo había hecho y se mostraba muy molesta. A lo que su progenitor respondió con una sonora carcajada, Jack no pudo evitar unírsele momentos después, riendo por lo bajo al ver lo avergonzada que había quedado Ann.

 

  Luego de un rato, Doug y Ann le ofrecieron darle el almuerzo gratuitamente por esa vez, a lo cual Jack les agradeció muchísimo, ya que tampoco era que poseyera demasiado dinero, y no sabía cuando iba a poder producir algo en su granja como para subsistir de eso. Probablemente Ann tenía razón en cuanto a que ella y su padre eran los mejores cocineros, Jack no recordaba jamás en su vida haber probado comida más deliciosa. Luego de comer, se despidió de sus nuevos amigos quienes le invitaron a volver cuando quisiera, y se dirigió de regreso a la granja. En el camino encontró a varios de los habitantes del pueblo, algunos lo saludaban otros se le quedaban viendo solamente, ninguno lo detuvo a preguntarle nada de momento.

 

  Entró a la vieja casita y abrió nuevamente el baúl de herramientas, todas estaban bastante oxidadas y no le iban a servir para trabajar en el campo. Entonces recordó que de camino a la posada, había pasado frente a la herrería. Estaba seguro de que allí podrían arreglar sus herramientas. Cuidadosamente en un trozo grande de tela, colocó la hoz, el hacha, el martillo, el azadón y la vieja regadera, y salió nuevamente de la casa. La herrería quedaba muy cerca de su granja por lo que llegó rápidamente y entró en la casita.

 

 Dentro hacía bastante calor, pudo ver a un anciano con barbas largas y blancas y con ropa japonesa frente al mostrador. Se acercó sonriendo y esta vez fué él el primero en saludar.

-Buenas tardes, mi nombre es Jack y acabo de llegar al pueblo, compré la vieja granja abandonada-

-Mi nombre es Saibara y soy el herrero del pueblo como podrás ver.- contestó el anciano de mala manera, Jack enseguida supo que no era una persona fácil de tratar.

-Mucho gusto señor... venía a pedirle sus servicios para reparar las herramientas que necesito para trabajar en la granja.- dicho esto extendió las herramientas frente a Saibara sobre el mostrador. El anciano las examinó detenidamente por unos instantes.

-Están bastante dañadas, puedo repararlas pero no durarán mucho tiempo, tendrás que comprar unas nuevas eventualmente.- le comunicó de manera seria.

-Bueno, haga lo que pueda por favor, en este momento no puedo permitirme comprarlas todas de primera mano je je..-

-¡Bien! cuando estén listas mi nieto irá a entregártelas. ¡Gray! ¡ven acá!- de la puerta trasera del taller un joven que llevaba una gorra color azul se apareció.

 

-¿Que pasa abuelo?-

-Este es Jack, acaba de comprar la granja que estaba abandonada y vino a que reparara sus herramientas, cuando estén listas se las llevarás a su casa.-

-Gusto en conocerte Gray- dijo el castaño mostrándole una sonrisa y extendiéndo su mano.

-Un placer...- contestó Gray con un tono de voz muy bajo, escondiendo su rostro bajo la gorra lo más que pudo y tomando muy levemente la mano de Jack para darle un imperceptible apretón.

-Entonces lo dejo en sus manos ¡Muchísimas gracias!- dicho esto salió una tercera vez en camino a la granja.

 

 

  Pasó el resto del día arrancando malas hierbas, apartando rocas y troncos con sus propias manos, en la noche regresó a la posada donde cenó y allí conoció a varias personas nuevas. Duke, un jovial hombre de mediana edad quien le contó que era dueño de un viñedo, Rick, un jovencito de cabello largo y rubio, este le contó que su madre era dueña de una granja avícola y él ayudaba allí junto con su hermana. También conoció a otra joven de más o menos su edad, llamada Karen, no pudo platicar mucho con ella porque estaba practicamente ebria, pero por lo que pudo notar, probablemente era la novia de Rick por la manera en la que se llevaban, y quitándole el hecho de que bebía como los grandes, era bastante bonita, con su larga cabellera rubia y unos mechones más claros al frente y sus hermosos ojos esmeralda. Talvez por eso Rick la quería, porque además se veía que tenía un carácter muy fuerte.

 

  También conoció a Basil, un claro ejemplo de que la vida al aire libre le sentaba de maravilla a cualquiera, era una especie de herbólogo o algo así, era casi tan viejo como lo podía ser Doug o Duke, pero si no se lo hubiese dicho, no lo hubiera creído; Basil tenía la apariencia de un joven unos cuantos años mayor que Jack, era bastante fornido y apuesto, Jack no podía creer que prácticamente ese hombre podría ser su padre. Y esto solo le hizo hacerse nuevas expectativas de su vida en el campo. Y por último vió como Gray el joven que había conocido en la herrería entraba a la posada y subía las escaleras hacia las habitaciones, era extraño, ya que suponía que él vivía con su abuelo, pero no tenía la suficiente confianza como para subir a saludarlo y preguntarle. Siguiendo a Gray a las habitaciones también subió un jovencito de cabello castaño y largo, atado a una coleta, Jack no tenía idea de quien era pero tampoco le dió tiempo de ir a saludarlo, ya que este subió las escaleras rápidamente, Jack pensó en que ya habría tiempo para conocer a todos los del pueblo después, así que luego de pagar lo que comió y despedirse de sus nuevos conocidos, fué directo a su casa.

 

  Pasó una noche no tan buena, aún olía a polvo y humedad dentro de la casa, y el viejo colchón de su cama no era lo que se podía llamar suave. Jack pasó practicamente todos los días cumpliendo la misma rutina de comer en la posada de Doug, conocer personas nuevas cada día, y trabajar arduamente en su granja, limpiando todo sin ayuda de las herramientas que al parecer aún no estaban listas, y por último, durmiendo pésimamente en esa casa a la cual, por más que limpiara no se le iba ese olor desagradable, el olor del abandono.

 

  Ya había pasado más o menos una semana allí, pero no había conocido a más personas ni explorado más el pueblo ni sus alrededores en los últimos dos o tres días, ya que se había dedicado por completo a la granja, casi sin descanso, sin poder dormir adecuadamente y comiendo tan solo dos veces al día ya que el dinero le escaseaba. Entonces esa tarde mientras luchaba por arrancar con sus propias manos una muy arraigada hierba del campo, Jack finalmente colapsó, desmayándose sobre este.

 

  La suerte le sonreía ese día, ya que justamente, era el día en que Gray fué a entregarle sus herramientas, y al llegar y verlo tendido sobre el campo e inconsciente, y al ver que sus intentos por despertarlo eran en vano, lo cargó sobre su espalda y lo llevó a la clínica del pueblo.

 

  Debajo de sí sentía una superficie muy suave, no podía ser su cama, era mucho más cómoda y cálida, y olía muy bien, no a moho como su colchón. Abrió sus ojos lentamente no sabía en donde estaba, pero supuso que en ese mismo instante lo averiguaría. Lo primero que vió fué la luz blanca muy potente que estaba en el techo sobre su cama, y al voltear a ver a los lados, al fin se dió cuenta que estaba en alguna clase de hospital. Se encontraba sobre una cama y a su lado tan solo había una mesita, todo estaba rodeado por unas cortinas color azul cielo. Se incorporó restregándose los ojos y se percató de que tenía mucho dolor muscular y de espalda.

 

-Al parecer me sobre esforcé demasiado...- murmuró para sí, y se sobresaltó al escuchar las cortinas correrse en ese mismo instante.

-Así que ya despertaste...- le dijo una voz varonil y muy seria, y el rostro de su dueño combinaba perfectamente con la seriedad de su voz. Se trataba de un hombre alto y bien parecido, por su atuendo, Jack supuso que se trataba del doctor. Un especulo enorme y antiguo coronaba su cabeza la cual estaba poblada por un abundante cabello muy negro, cuyo flequillo caía graciosamente sobre la frente del joven. Y de hecho, sí se trataba de un joven, el doctor no podía tener muchos años más que el propio Jack, y eso le hizo pensar que debía ser alguien muy inteligente o muy inexperto.

 

-Buen día...¿doctor?-

-Buena noche querrás decir, has dormido todo el día y gran parte de la noche, pero no es de extrañarse, sufriste un colapso físico a causa de la extrema fatiga, debes quedarte aquí al menos todo el día de mañana también-

-¿Qué? pe..pero, tengo que trabajar.. es muy importante que continúe trabajando en la granja todo el tiempo que pueda- Jack sabía que moriría de hambre si no comenzaba pronto a producir en su granja.

-¡Calla! Yo soy el doctor y yo digo que es lo mejor para la salud de mis pacientes, por ningún motivo voy a permitir que salgas de aquí en el estado en el que te encuentras y menos a continuar trabajando. Ustedes los citadinos llevan una vida demasiado acelerada, no comprenden la importancia del descanso para el cuerpo- le reprendió calmo y serio.

 

-Disculpe doctor, es solo que es muy muy importante para mí el volver a trabajar en la granja...- no quería decirle sus motivos, pero no le quedó de otra y luego de una pausa, muy avergonzado le contó la verdad al pelinegro -Verá, no tengo mucho dinero, y si no comienzo a producir pronto, me moriré de hambre, no pensé en eso antes de venir aquí...- un leve sonrojo se mostraba en las mejillas del castaño, era humillante tener que decirle que no tenía dinero.

-Ya veo... de todas formas, no te dejaré salir del hospital hasta que yo lo crea conveniente, si es necesario te ataré a la cama- sentenció el doctor con tono de voz firme y cuando Jack estaba a punto de renegar nuevamente, la cortina se abrió y una bonita joven castaña, que llevaba un vestido celeste y un delantal blanco entró.

 

-Buenas noches- saludó con una sonrisa de por demás amable dirigiéndose a Jack.

-Buena noche...-

-Soy Elli y ayudo en la clínica, ¡es un gusto conocerte! Perdona si me entrometo pero, deberías hacer caso de todas las indicaciones que te da el doctor, él sabe que es bueno para tu salud, y que es lo mejor para tí. Y no te preocupes, que aquí te cuidaremos muy bien- la joven era demasiado amable, Jack no podía contradecirla, y después de todo, se sentía muy muy cansado y lo único que movía su cuerpo eran las ansias de poner en marcha su granja y comenzar a ganar dinero.

-Bien, disculpen por el escándalo...-

-Y Jack, recuerda luego darle las gracias a Gray, quien te trajo hasta acá cuando te encontró desmayado en tu granja...- le sugirió la joven, a lo cual Jack se sorprendió y pensó en hacer algo para agradecerle a Gray luego. Elli y el doctor se fueron y Jack se acostó nuevamente, durmiéndose de inmediato.

 

  Al día siguiente, Jack no pudo abandonar la clínica por orden del doctor, así que se quedó allí caminando de un lado al otro cuando el doctor o Elli no lo veían, ya que cuando se daban cuenta que estaba levantado lo reprendían y lo enviaban a la cama nuevamente. Cuando esto sucedía, Jack dejaba las cortinas que rodeaban su cama abiertas, para poder observar lo que pasaba fuera. De cuando en cuando algún habitante del pueblo llegaba a adquirir una medicina, o por algún malestar menor; ese pueblo era bastante aburrido ahora que lo notaba. Por lo que cuando no había mayor movimiento en la clínica, ponía atención a lo que el doctor y la joven hacían. Entonces fué cuando notó que el Doctor en realidad era una persona muy centrada, hacía todo con precisión y seriedad, y era bastante perfeccionista. Jack encontró muy interesante el quedarsele observando, estaba preparando una especie de tónico o algo por el estilo, el castaño no tenía idea de lo que el doctor hacía, pero le parecía fascinante.

 

  Era admirable la labor del doctor, en ese momento no podía dejar de mirar como el hombre medía líquidos y los mezclaba de maneras distintas, y como el líquido del frasco principal cambiaba de color con cada ingrediente nuevo que le agregaba.

-Muy interesante ¿eh?- tan concentrado estaba que no notó cuando Elli se acercó a él y veía como él se encontraba embobado observando al doctor mezclar su medicina.

-¡Ah! ja ja ja... sí... bueno, es solo que me parece muy divertido todo lo que hace, y como estoy tan aburrido aquí...-

-El doctor se la pasa investigando y tratando de crear nuevos tratamientos para las enfermedades y dolencias de los aldeanos que habitan Mineral Town, ¡Es un privilegio para nosotros tenerlo aquí!, sin él nadie sabe como estaríamos- explicó con un tono muy cariñoso, el cual le hizo pensar a Jack, que la enfermera estaba enamorada del médico. "Justo como en las películas" pensó.

 

-Ya veo, ha de ser un hombre muy inteligente...-

-¡Claro que sí! y por eso estoy aquí, quiero aprender todo de él, aunque mi sueño es especializarme en mujeres embarazadas y niños- confesó la jovencita alegremente.

-Eso es muy bueno, ¡espero que lo logres!- Ahora Jack pensaba en que él era bastante mediocre, incluso los campesinos tenían deseos de superación más allá de sembrar maíz y tomates.

-Y Jack, te voy a dar un consejo..-la joven se acercó a susurrar al oído del castaño -si el doctor te dice que le ayudes a probar su nuevo tónico, no le aceptes...- Elli salió sonriente y se colocó nuevamente frente al mostrador de la clínica para continuar trabajando.

 

"¿Que no le ayude?¿Y porqué no? ¿Será que ella se quiere ofrecer a ayudarle? mmm probablemente está enamorada del doctor, pero él no le corresponde y por eso ella quiere hacer todo lo posible para que el doctor se enamore de ella... mmm ¡eso ha de ser!" Jack se comenzaba a imaginar todo un drama de telenovela en torno a la relación que pudiesen tener Elli y el doctor, nuevamente se había ensimismado en sus pensamientos, y se sobresaltó al notar la bata blanca del pelinegro frente a él.

 

-Ya que estás aquí, me gustaría que me ayudaras a probar mi nuevo tónico energizante- dijo seriamente el doctor, mostrándole un frasco con un líquido entre verde y amarillo, con una consistencia viscosa.

-Eh.... bueno, yo...-

-¡Vamos, contribuye a la ciencia!- le insistió.

-Bien... creo que si es medicina, no me hará daño ¿cierto?- dicho esto, tomó el frasco y bebió su contenido, el sabor era amargo y muy desagradable, en seguida comenzó a sentirse mareado y terminó por desmayarse nuevamente, para su fortuna estaba sobre la cama.

 

-¡Jack!¡Jack!.... ¡Elli, ven rápido y ayúdame!-

-¡Doctor! le dije que no era buena idea probar las medicinas con los pacientes...-

  A causa del mal efecto producido por el tónico experimental del doctor, Jack tendría que quedarse varios días más en la clínica, ya veía irse sus esperanzas de echar a andar su granja.

 

 

 

Continuará...

 

 

 

 

 

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