Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mas afrodisiaco que el dulce por madamechan

[Reviews - 33]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno este es mi primer fanfic de esta serie que amo tanto

Espero sean buenos con la critica UU

Va en el reencuentro de D y Leon en Tokio.

Notas del capitulo:

Ninguno de los personajes me pertenece,

Espero les guste ^^

Habían transcurrido un par de años  desde que Leon vio por última vez al conde y a los suyos desde que este lo lanzara de aquel barco. Aun recuerda  la última vez que vio esos ojos que lloraban al momento de dejarlo caer.
    Estaba tranquilo por Cris; ya que estaba con sus tíos, una familia amable y preocupada por lo que el no era necesario.
Anduvo por todo el mundo incluso en la China misma buscando al  oriental pero no tenia éxito. D se había esfumado.
Fue cuando ya estaba por desistir  cuando pensó en aquella muñeca de porcelana;  su piel pálida y esos labios púrpuras; ese cabello negro tan liso y sedoso;  ese cuerpo tan delgado casi femenino. Pero lo que extrañaba mas eran sus ojos bicolores.

"Keiji-san" "keiji-san", su voz aun estaba entre sus recuerdos. -Mierda! - Se dijo a sí mismo  por no haberse dado cuenta antes de sus sentimientos; aun así debía buscarlo para pedirle  una buena explicación y quizás propinarle una buena paliza (típico de hombre bruto ¬¬)

Arribó a Japón. Siempre quiso conocer el país de los samuráis y los grandes animes; pero se sintió estresado con tanta
sobrepoblación. No sabía hablar japonés  lo que hacia todo aun peor. Se registró en el hotel y menos mal el recepcionista sabía inglés y le enseñó una ni que otra palabra básica.
Dejó sus cosas y saliò a buscar. Abordó el metro que estaba en su hora punta; No podìa evitar escuchar las conversaciones de la gente, entre ellas las de 2 chicas aunque por no entender que decían le pareció aburrida; de seguro hablaban de chicos y esas cosas de chicas.
Pues no era tan así; "D-san" creyó oír de parte de una de ellas y no dudò en acercarse; pero las chicas creyeron que era un pervertido y luego de varios gestos y que este les dijera "count D"; ellas lograron entenderle. Las chicas le hicieron un mapa el cual el no podìa leer; se bajò y hablò con el primer guardia que encontró en la estación y a través de gestos le pido que le guiara por el mapa. Tomò tres combinaciones y se perdió por lo cual tuvo que regresar y empezar de nuevo. Aun así llegó al barrio chino de la ciudad de Tokio; un edificio enorme y preguntando subió un par de pisos para llegar a la entrada de la dichosa tienda.

Por fin se permitió respirar y pero aun así nervioso abrió la puerta y entró. A la recepción Viò al pálido chino haciendo una reverencia.
-Bienvenido a la tienda de mascotas del Conde D; esta tiene de todo. Desde animales domésticos como perros y gatos... hasta bestias salvajes que apenas pasaron el tratado de Washington
 Llevaba un cheongsam  de color violeta  con mariposas bordadas en el. El  oriental al no oír respuesta a su saludo levanta la cabeza; en ese momento la sorpresa se apodera de el.
-¿keiji-san? ¿Què hace usted aquí?
-Tu que crees D?, vine por respuestas.
-No hay nada que responderle... Po favor sea tan amable de retirarse. -Dice el conde  con su típica sonrisa. Leòn ya estaba preparado para algo así.
-Verás D... hoy estuve todo el día andando en metro; me perdí; ni siquiera sé japonés; no eh comido así que pasé por el primer local donde vi. Comida y solo encontré esto... pero que mas da, me lo comeré solo. -Dijo Orcot  mostrando una cajita de pastelería, que por la envoltura parecía bastante cara.

Los ojos del conde se desorbitaron al ver el envoltorio y un escalofrío recorrió su cuerpo estremeciéndose por completo.
-N-no puede ser... un pastel del famoso hotel imperial de Tokio... estos cuestan 5 veces su valor y dicen que su sabor es inexplicable... siempre quise probar uno; keiji san no debió molestar...
Lo iba a tomar cuando Leon le interrumpe y se lo arrebata de las manos.
-no D tu dijiste  que me fuera asì que lo comeré solo... nos vemos
-Que cruel eres -Dijo haciendo pucheros. -Keiji-san no es muy bueno para los dulces, no disfrutara su valor... quizás con un poco de té -Dice D mientras  va por las tazas. Leòn siente  que ha ganado el primer round.


Mientras tomaban el té; Leon veía al conde; estaba igual de hermoso y delicado que  la última vez.
-Así que keiji-san se perdió. -Dice la muñeca con tono burlesco.
-Ni me lo recuerdes que no se como volver a mi hotel
-nadie lo mandó a  hacerse un tour sin guía.
-Para que hacer un tour si quería venir a un sitio en especifico.
El conde en el fondo tenía un enredo de sentimientos. El amaba  al detective bruto, despreocupado y todo; pero el era un humano y recordando las ultimas palabras de su padre; no debía caer en la esperanza. Debía cumplir su misión.
-Creo que ya es tarde mi Sr. detective. Usted debería irse ya.
-maldición D no me iré si no me respondes ¿por que diablos te fuiste?
-No creo que sea algo que le incumba a Keiji-san.
-¿Por qué me lanzaste? dijiste que no teníamos derecho los humanos a abordar el barco pero... al lanzarme...¿por qué llorabas?
 D tragó aire y saliva; levantando la mirada dice haciéndose el desentendido:
-No se de que me habla Keiji-san. -Sonrió.
-Demonios D! no te hagas el que no entiende! tu lloraste! y lo peor de todo es que no volviste a dar noticias de ti.
-Eso no debería de alegrarlo? usted siempre quiso deshacerse de mi Keiji-san.+-Dijiste que continuaríamos esta guerra pero... ¿como  voy a pelear  sin ver a mi enemigo?
El Conde agachó el rostro y volvió a pedirle que se fuera; Leon se rehusó. D tomo una actitud amenazadora y le advirtió que si no se iba por las buenas seria por las malas.
-Entonces D por qué me dejaste solo?!. - En eso el conde ve a Leon y su mascara  se quiebra al ver a este  derramar un par de lagrimas. Su amado detective se sentía solo por su culpa.
-Rayos D! Si querías hacerme sufrir porque maté a tu padre lo lograste! ya lo pagué y con intereses!

D se acerca a  Leon  y con unas de sus finas manos limpia las lagrimas del rostro de este. El también estaba con el alma hecha trizas al ver a su amado llorar.
-De verdad Keiji-san se sintió solo sin mi?.
Leon no pudo evitar sonrojarse; calló de rodillas frente al conde quien le abrazó.
-Keiji-san...¿tanto le afectó mi ausencia?... Quiero que sepa que no estoy enojado con usted... por que Keiji-san es especial. -D alzó la cara  de Orcot para darle un dulce beso en la frente; pero este  no dudò en devolverle el gesto, pero en sus labios.

Una lagrima calló por los ojos del conde; Leon había llegado a su corazón y con un apasionado beso que el aceptó.
Un beso que fue largo y apasionado; se separaron solo para tomar aire. Leon aprovechó a acercar  el cuerpo del oriental hacia el suyo haciendo que D soltara un leve gemido.
-ah! -Gimió el conde que después asombrado; se ruboriza y se tapa el rostro.
-Te queda el rojo - Ríe Leon
-No te burles Keiji-san >< -dice haciendo pataletas las que no le duran mucho pues su amado le vuelve a besar.
Una mano se extendió desde el cuello hasta el peso del fino y pálido cuerpo recorriendo bajo el traje cada parte del torso; mientras el conde  acariciar la espalda y los rubios cabellos de Orcot.

Cayeron al sofá; D primero quien no puede ocultar ya su deseo y suplicante miraba a su amado. Este no lo pensó dos veces.
-keiji-san... ah!... Keiji-san -Gemía el conde mientras Leon procedía a abrirle las piernas y posarse encima.
El calor que había en la sala era demasiado; sus ropa estaban mojadas por el sudor de ambos. Leon volvió a besar  al delicado D y ala vez apegando más sus caderas a la de este quien lascivamente comenzó a moverse.
El va y ven, la fricción de las ropas  y sus cuerpos tenían a ambos inmersos en placer.
Leon quería algo mas y era lógico que D también; solo que Leon nunca lo había hecho con un hombre y aunque sabía que su compañero era solo de apariencia frágil y delicada. Tuvo miedo de hacerle daño y romper a tan hermosa muñeca.
Leon se detuvo, agitado y se sentó a la mirada de D quien no se explicaba que había pasado.
-Oye D no crees que vamos muy rápido?
-Justo en la mejor parte.>3   -regañó en voz baja y descontento. Pero Leon le abrasó y le besó.
En eso entra T-Chan y Pon-Chan quienes reconocen a Leon; uno lo recibe con una mordida y el otro se abalanza a sus brazos.

Mientras en un rincón D estaba desconforme y frustrado. "Por qué Keiji-san se detuvo?" pensó una y otra vez
-Rayos si que es tarde, ¿como llegaré al hotel !mierda!
-Keiji-san por favor modere su vocabulario
-D puedo quedarme hoy aquí?
-¿Eh? 0//0 si keiji-san lo quiere; pero solo tengo una cama, - sonrió pícaramente.
-Bueno tengo a mi viejo amigo el sofá ^^
-no no no. - negó el conde. -no puedo dejar que un huésped duerma en el sofá. - Dijo el oriental con una sonrisa juguetona. - Usted dormirá conmigo ^^
-¿Què? - Gritó el ex detective al oír la propuesta. - El sofá esta bien para mi.
Un leve gesto de descontento invadió al conde, ¿a caso su amado quería estar con el? ¿Para que vino entonces?
-haga lo que usted quiera entonces Leon. -Dijo mientras dejaba bruscamente la taza en la mesa y se va a la trastienda.
-¿qué le pasó?. - pensó el rubio extrañado por el enfado de la muñeca.

Despertó y viò que aun era de noche y se sentó en el sofá. La habitación estaba silenciosa; las aves estaban calladas. De seguro era el cambio de horario; miró el techo una y otra vez hasta que se lo memorizó; ya no podìa dormir y comenzó a aburrirse.
-Me vendría bien una taza de ese jodido té. - Pensó.
Las imágenes de esta tarde comenzaron a rondar por su mente: D gimiendo, ese pálido rostro también podía ruborizarse; el olor de su piel.... Se detuvo y trató de sacarse eso de la mente. De la nada oye una suave voz:
-No sabía que se había hecho tan madrugador. - Dice un semidormido D mientras bostezaba.
Llevaba una bata de seda color rojo con tonos negros. Debajo de esta un pijama del mismo material pero era del color de sus labios, púrpura.
-El maldito cambio de horario D. -Responde Leon.
-Por favor modere su vocabulario Leon. - Alegó . - En todos estos años usted no ha cambiado en nada
D le indica que se siente; que nada mejor que un buen té para el insomnio y fue por el. Leon sentado se cuestionó si llamar a Cris y contarle. En America aun no terminaba el día.
-Si es lo que creo que piensa, no lo haga Leon. -Dijo el chino mientras servía el té
-Cris realmente estaba triste con tu muerte
-es mejor dejarlo como esta; aun es un niño y no lo entendería. -Respondió mientras se sentaba en el otro sofá.
Leon estaba mas calmado de lo normal lo cual era raro en el , aun así D tenía un enredo en la mente. Primero su amado detective viene a buscarle, le dice que se siente solo sin el, lo ataca pero no termina y ahora actúa como si nada y hasta mas calmado. Arqueando una ceja le dice al rubio.
-Simplemente no puedo entender a los americanos Leon
-¿por qué lo dices?. -preguntó este.
-¿cuanto tiempo estará aquí en Japón Leon? ya me viò, ya me encaró, ya hizo lo que venia a hacer.
Leon se percató que el enojo de la muñeca de esta tarde aun no se pasaba
-¿por qué demonios estas enojado D?
-No se de que me habla Leon. - dice este.-además cuando entenderá que debe modular su vocabular...
-Quieres que me vaya no? ya lo entendí. -Interrumpe el rubio. - mañana mismo me regreso a América y te dejo en paz con tu tienda.
-Yo no quise... -Dijo D quien vuelve a ser interrumpido por Leon.
-Bueno lo que mas extrañaré será este sofá (ríe)  te pediría que me lo vendiera pero ya estoy corto de dinero 8rìe)
D se acerca  y con la cabeza baja pregunta:
-¿Por qué se detuvo Leon? ¿A caso no le gustó lo que viò?
-¿De qué hablas?.-Preguntó Orcot.
-¿por qué no me siguió tocando? ¿Es porque soy un hombre? ¿No le gustó mi cuerpo?
-Hombre o mujer eso ya no importa. -dijo el rubio ante  el asombro del oriental
-¿Entonces? -Dijo el conde abalanzándose sobre el y acorranladolo entre el sofá y su cuerpo. - ¿Por qué se detuvo Leon?.
-Deja de llamarme por mi nombre D! siempre lo haces cuando estas enojado . - Dijo  para luego sonrrojado murmurar:
-Siempre lo eh hecho con mujeres... no se como hacerlo contigo...no quiero hacerle daño a tu delicado cuerpo.

La cara del conde cambió totalmente con un leve sonrojo y con ternura y alegría le abraza:
-Keiji-san! eres tan lindo! Así que eso era! Keiji-san! me encantas! - Mientras le abrazaba y besaba efusivamente a un ruborizado y taimado Leon.

El conde hace una jugada y muerde la oreja de su amado para  susurrarle después al oído:
-Keiji-san no tiene que contenerse... porque yo lo quiero todo de usted.
Mientras el chino besaba el cuello del rubio desatando los botones de la camisa, este otro  tímidamente comenzó a acariciar los pálidos hombros de su compañero arrancándole la bata de seda para luego desabotonar de abajo hacia arriba la parte superior del pijama de este. A medida que lo hacia; lo primero que divisó fue la cintura del conde; su abdomen y el homblìgo que  estaban muy bien formado y a la vez liso y delicado  como el de una mujer lo cual no pudo evitar acariciar.
Al sentir el contacto de las manos de su amado; D gemía mientras  acercaba la cabeza de Leon a su cuello, este aceptando la invitación se dispuso a besarlo y luego besar los hombros y posteriormente el pecho quien no dejaba de lanzar suaves gemidos.
-Vaya que eres lascivo D -Decía Orcot viendo el rostro que la muñeca de porcelana colocaba.
-Keiji-san no te burles. -miraba D a su amado con cara de deseo y a la vez de vergüenza. Una expresión rara vez quizás nunca vista en el conde; era hermosa y el rubio no dudò en besar esos labios mientras que con sus manos comenzó a acariciar el muslo de su compañero. Este separo sus labios  para tomar aire y luego gemir; deslizó  su larga y fina mano hacia el jeans de su amado desabrochando el botón y luego yéndose a la cremallera de este.
Leon ya sabía a donde iba esto y aceptó la invitación. Cambió de posición quedando arriba del oriental quien acariciaba  con
sus dedos la intimidad del rubio. El americano arrebató al chino del resto de sus ropas quien abrió las piernas y abrazando a su amado interrumpe.
-Aquí no. -sonríe.

Orcot lo levanta en brazos; guiado por D hacia su cuarto y sobre las hermosas sabanas de seda quiso invadirlo pero este le detuvo al instante.
-No sea bruto Keiji-san que no soy una de esas mujeres con las que se acuesta. -Protestó- eso no  va a entrar así como así mire lo grande que esta.
D lleva los dedos hacia la boca del ojiazul y le pide que los lama; este extrañamente sumiso lo hace para luego ver mejor al de ojos bicolor  gemir al llevarse los dedos hacia el.
Si bien el conde parecía disfutar  de la intromisión de los dedos, Orcot  se veía frustrado y celoso siendo solo el espectador a lo que la muñeca se percata y acerca sus labios para besarlo y calmarlo
-Solo un poco mas mi amado. - le dice
Una vez retirado los dedos, rodeo los que mas pudo con sus delgadas piernas a su amado y lo abrazó.
-Ahora si mi amado detective.

El va y ven de ambos los mantenía en el paraíso; el conde gemía  cada vez mas fuerte  y mas largo mientras su compañero trataba de callarlo con suaves besos. Después de varias embestidas llegando casi al final el conde le dice entre gemidos:
-Keiji-san...ah...keiji-san!... no.. te ... vayas ah... quédate... conmigo...ah... keiji-san! Keiji-san!
no hubo respuesta de Orcot y eso  fue una apuñalada para el Conde quien comprendió que esta seria la primera y ultima vez  que estarás así con el; por lo que trato de alargar mas y disfrutarlo hasta el final. Cuando finalmente ambos llegan juntos; Orcot cae  sobre el pecho pálido de su hermoso compañero y mientras trataban de calmar sus respiraciones dice:
-Soy una mascota muy demandante D; y mi contrato viene con tres cláusulas.
Esto ultimo llamó la atención del chino ¿mascota? ¿cláusula? ¿a caso se burlaba de el?
-Numero 1; el sofá es mío (ríe); Numero 2, no mas secretos; me contaras todo lo que me falta por oír (D le miraba con extrañeza) y numero 3, me alimentaras todos los días  no solo con ese jodido té sino que también contigo; no debo pasar hambre entiendes? Si no las cumples, no me haré responsable de lo que pase....¿Què dices D?. -Dijo mirando pícaramente al de ojos bicolor.
Una sonrisa complaciente saliò del rostro del oriental quien besando a su amado dice:
-Con esto eh firmado no?..Mi amado detective.

Veremos si fueron o no felices; puesto  que una ni que otra sorpresa les espera. Aun falta un encuentro cara a cara entre Leon y  El Taizu, el heredero de Neo Chinatown.
¿Leòn podrá con todos los secretos de D y con el ritmo de vivir ahí?
¿D podrá confiar en su amado? ¿podrá llevar su venganza a ahora que hay un humano viviendo con el?
¿Taizu continuara tratando de descubrir  a D para echarlo? (recuerden q en Shin Pet, Taizu jura que la tienda es solo una

fachada para un prostíbulo clandestino)

Notas finales:

Espero les guste X3

En el proximo espero hacer rivalidades entre el  ex detective y el heredero de neo chinatown ^^

que traviesa

Buenos espero sus reviews para  publicar la continuacion

 

besos


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).