-Míralos, hay están otra vez discutiendo. Sigo sin saber porque sigue saliendo con esa zorra de cabello teñido
-Por simples apariencias
-¿Qué quieres decir?
-Ella es la chica mas linda de toda la escuela y él, bueno no se ni que le ven las chicas pero según ellas él no esta tan mal
-Entonces solo salen por conveniencia
-Puede que sol por parte de ella, porque Alan me dijo que realmente le gustaba
-Deberías de hablar con él, después de todo es tu mejor amigo ¿no?
Los chicos no pudieron seguir con aquella platica porque la campana para regresar a clases sonó y todos se dirigieron a sus asientos, pero aun así, ese ultimo comentario se quedo en la mente de Cesar, quien también creía debía hablar con su amigo para que ya no se sintiera lastimado.
A la hora de la salida, Cesar pudo ver aquella cabellera castaña que tanto reconocía desde que eran niños. Sin pensarlo mas, corrió hacia él para proponerle esa idea que estuvo en su cabeza desde el receso hasta ese momento. Pero al estar a unos pasos del chico, pudo ver a una rubia teñida colgársele del brazo y llevárselo lejos. Dejándolo sin más remedio que irse solo a casa.
En su camino tomo el atajo del parque que usaban el y Alan cuando eran niños, recordando los buenos momentos en los que solían jugar a escondidas y miles otros juegos junto con Mariana, su otra amiga de la infancia que se tuvo que ir a vivir a otra ciudad pero aun así mantenían contacto.
Al llegar a casa, prendió su ordenador y vio que tenía un mensaje nuevo de Mariana.
Cesar querido, ¿Cómo has estado? Espero que bien.
Hace meses que no hablamos y me dejaste con una duda enorme desde esa ultima vez. ¿Qué querías decir con que Alan se consiguió una novia? Y mas aun ¿Cómo que es una perra teñida que lo trata como trapo sucio? Necesito que me explique eso porque simplemente no me la creo. Cosco bien a Alan y se que no es capas de salir con una chica así. Por favor dime que fue un error y que aun esta solo.
Por otro lado, ¿ya le dijiste lo que sientes? Créeme que deberías ser con quien él debería estar saliendo y no esa tonta que no sirve para nada. Bueno eso era lo único que quería decirte, espero y me contestes pronto y recuerda, si lo trata tan mal como me dices entonces tienes una oportunidad. Buena suerte.
Mariana
Cesar termino de leer eso un tanto sonrojado, sabia que no debía confesarle a su amiga sus sentimientos por el otro pero que mas podía hacer, sabia que no seria correspondido y por lo menos Mariana le ayudaría a animarse aunque sea un poco.
Le escribió a la chica un correo contestándole todas sus dudas para después irse a dar una ducha, comer algo y hacer la tarea. No tenía muchas ganas de hacer nada así que al terminar con eso, tomo su ipod y se puso a escuchar música a todo volumen, quedándose al poco tiempo dormido.
Lentamente fue abriendo los ojos y vio que estaba oscuro, ¿cuanto tiempo había estado dormido? No lo sabia, lo único que pudo ver fueron unos enormes ojos azules resaltando con la luz de la luna lleva.
-Alan ¿Qué haces aquí?-pregunto muy sorprendido y agradecido de que todo estuviera oscuro para que no pudiera ver su sonrojo
-Pues quería hablar contigo y llame varias veces a la puerta pero nadie contesto, así que use la llave de emergencia y aquí me tienes
-¿Y de que quieres hablarme?
-Mmmm… ¿podemos ir a la azotea?, quisiera ver las estrellas-dijo calmado y con un poco de tristeza en la voz
-Claro, solo déjame buscar el telescopio- dijo mientras se ponía de pie y le entregaba algunas mantas para cubrirse del frio
Ya en la azotea, ambos chicos observaban ansiosos las estrellas. Hacia un tiempo que no compartían momentos así, desde que Alan comenzó a salir con Rebeca. Tan ensimismados estaban con las estrellas, que Cesar olvido lo que Alan le quería decir por un momento
-Oye ¿Cuándo piensas decirme la verdadera razón por la que estas aquí?
-Hehe nada se te escapa-dijo con su tristeza más notable que antes-Veras, estoy pensando en romper con Beca
-¿Qué? ¿Por qué?
-No lo se. Últimamente se a puesto muy exigente conmigo, por cualquier cosa me arma un pleito y yo lo único que quiero es hacerla feliz-dijo con unas pequeñas lagrimas resbalándoles por los ojos
Al verlo así no lo pudo soportar mas, tanto amaba a ese chico desde antes de que apareciera esa zorra pero la única razón por la que no dijo nada era porque no quería hacerle sufrir y pensaba que con ella estaría feliz. Pero si le hacia daño, tanto como para hacerlo llorar, es que tal vez no vendría mal decirle lo que siente por él
-Sabes Alan, si esa es tu decisión por mi no hay problema. Todos los que han presenciado sus conflictos en la escuela estarán de acuerda en que esa relación hace mucho termino-le dijo tomándolo delicadamente de la cara para limpiarle las lagrimas con las yemas de los dedos
-¿Cesar?
-Así que lo único que te pido es que me des una oportunidad-y sin darle tiempo a responder, le planto un tierno beso que el otro no se puso resistir
-¿Cesar que haces?-pregunto Alan algo atónito y sonrojado al terminar el beso
-Algo que debí haber echo hace mucho tiempo, y que aquí, viendo las estrellas junto a ti, espero y lo aceptes al igual que soportaste el maltrato de aquella
-Cesar…
-Lo que quiero decir, es que te amo. Desde hace mucho tiempo, desde antes de que conocieras a Rebeca y comenzaran a salir, incluso antes de que se fuera Mariana
Alan no sabía que decir, sentía como se le juntaban las lágrimas en los ojos apunto de salir por la felicidad y lo único que pudo hacer fue tirarse a los brazos de aquel chico con el que tantas cosas buenas había vivido en el pasado
-Yo también…yo también te amo-decía el castaño entre sollozos-La única razón por la que salí con Beca es porque pensé que a ti te gustaba Mariana ya que siempre te mandabas mensajes con ella
El pelinegro no sabia que decir, todo este tiempo se había frenado por el simple echo de creer hacerle mal y ahora resulta que siempre fue un sentimiento mutuo. Delicadamente separo su cuerpo del menor para tomarlo de la mano y darle otro beso, esta vez un poco mas apasionado que el anterior
-Oye quieres ir haya abajo-le dijo en un susurro al oído cuando se separaron
El menor simplemente asintió y ambos recogieron todo para ir al cuarto del otro. Cuando llegaron, dejaron rápidamente el telescopio en una mesa y volvieron a atacar sus labios. Cesar lo tomo de la cintura y lo dirigió a la cama donde lo recostó dulcemente, como si temiera que se fuera a romper. Volvió a unir sus labios en un beso mientras comenzaba a dar ligeras caricias por su pecho
Alan sentía esas caricias mientras escuchaba como Cesar le susurraba dulces palabras al oído. Nunca se había sentido tan bien, ni siquiera aquella vez que lo intento hacer con Rebeca pero donde no pasó nada porque llegaron sus padres, estaba tan aliviado de que su primera vez no fuera con ella y sea con el chico al que realmente quiere.
El mayor comenzó a quitarle la camisa mientras repartía tiernos besos alrededor de su cuello y sus hombros. Esa suave y tersa piel se sentía mejor que como lo había imaginado. Detuvo por un momento sus movimientos al sentir como las manos temblorosas del menor trataban de despojarlo también de su camisa pero al final tuvo que quitársela el mismo porque el otro no paraba de temblar.
Cuando su pecho estuvo completamente desnudo, paso a probar los botoncitos del castaño quien no paraba de suspirar al sentir aquellas caricias. Entonces sintió como una mano se colaba por sus pantalones y enseguida reacciono sabiendo lo que estaban apunto de hacer
-¿Qué pasa? ¿No quieres seguir?-pregunto un poco preocupado el pelinegro
-No, no es eso, es solo que no eh echo esto antes y no se que debería hacer-a Cesar casi le da una hemorragia nasal al ver a su niño así, y como no si estaba medio vestido y con las mejillas sonrojadas y un poco nervioso
-No tienes de que preocuparte, yo me ocupare de todo-dijo con la voz algo ronca mientras le daba un beso en la frente
Lentamente lo fue recostando para seguir con esas caricias mientras le quitaba el molestoso pantalón junto con la ropa interior. Esa imagen era espectacular para sus ojos y sin poderlo aguantar mas bajo hasta el miembro de su pequeño para darle una tierna lamida apenas perceptible pero que el menor la sintió tan bien
Al ver sus reacciones no dudo más y se lo metió todo en la boca comenzando a succionar mientras buscaba la entrada del menor para comenzar a masajearla por fuera. Alan simplemente se dejaba hacer por su amado pues el solo se podía retorcer de placer en la cama al sentir tales sensaciones nuevas.
De repente sintió que Cesar se detenía y apenas iba a preguntar porque cuando sintió que levantaba sus caderas y comenzaba a preparar su entrada con su lengua. Luego sintió que otra vez lo besaba y ahora eran sus dedos los que estaban jugando en su interior. El menor se abrazaba fuerte del otro al sentir como traban de abrirlo con esos dedos para no lastimarlo.
-Y-ya es suficiente…t-te quiero a ti dentro de mi-dijo un poco sonrojado por sus propias palabras
-¿Estas seguro? No quiero lastimarte
-Voy a estar bien- y con estas palabras Cesar fue entrando en el cuerpo del castaño lentamente
Cuando estuvo totalmente adentro, tuvo que hacer trabajo de toda la razón que le quedaba para no romper al menor. Lentamente se fue moviendo hasta que el otro le pedía a gritos por mas y este gustosamente se lo concedía.
Tan frenético era el ritmo que llevaban que en una de esas Cesar logro dar un punto en el que Alan grito mas fuerte y le encajo las uñas a mas no poder. Un par de estocadas más en ese mismo punto a la misma velocidad y los dos se corrieron al mismo tiempo, Alan entre sus vientres por todo el placer que le dio el mayor y este al sentir como su niño se contraía después del orgasmo.
Después de eso Cesar callo rendido sobre el cuerpo del menor pero cuidando no aplastarlo hasta que se pudo acomodar al lado de este. Alan se acurruco en su pecho mientras el otro le abrazaba tiernamente y le daba un beso de buenas noches en la cabeza.
A la mañana siguiente en la escuela, ambos chicos trataban de aparentar ante todos que nada había pasado, bueno, no hasta que Alan rompo con la perra digo Rebeca, quien le dio un fuerte puñetazo y fingiendo lagrimas ante todos. Despees de todo solo le importaba su reputación ya que al nadie acercársele tras su fingido llanto, se fue muy enojada dejando a todos con una perspectiva nueva deberla.
-¿Cómo te fue con la loca?-pregunto Cesar abrazándolo por detrás
-¿Como crees?-dijo alegre enseñándole lo que quedo del golpe que le dio
-Esta bien, por lo menos no te hizo algo peor
-¿Cómo que?
-Convencerte de que siguieras saliendo con ella
-Tienes razón-dijo el castaño dándole un tierno beso en la mejilla
-Por otro lado ¿Cómo te sientes, ya sabes, hay atrás?-dijo un poco apenado por la pregunta tan obvia
-Pues me duele un poco al caminar y al sentarme, pero estoy feliz-dijo abrazándole por el cuello
-Así ¿Por qué?-le dijo correspondiendo el abrazo
-Porque lo hiciste tu, la persona a la que mas amo en este mundo y se que lo hiciste cuidadosamente porque no duele tanto como debería
Cesar simplemente pudo sonreír ante esas palabras y darle otro beso a su amado. Ahora que estaba junto a él, no lo dejaría para nada y así ambos podrán seguir viendo las estrellas juntos