Capítulo 1: Me llamo Shiori Eriko Uesugui
Shiori, era una bella chica de 16 años, alta, de piel blanca, con un par de hermosos y grandes ojos color violeta, y en su cabeza adornaba un liso y largo cabello color rosado que le llegaba hasta la cintura. Su carácter era de gran variedad, por momento estaba seria y su comportamiento era sumamente elegante y educado, pero, había veces en las que se alocaba y gritaba a todo pulmón o se ponía a llorar por pequeñeces. Así había sido desde siempre, pero sobre todo era muy alegre, con buen sentido del humor y muy solidaria con los demás. Sus pasatiempos consistían en leer, escuchar música (casi de cualquier clase) escribir muy bonitos poemas, y también el de bailar y cantar. No tenía okasa, ya que murió cuando Shiori nació, y en cuanto a su otosa, era el muy aclamado novelista Yuki Eiri, quien a pesar de tener 38 años de edad, aún es muy aclamado entre las mujeres desde estudiantes hasta amas de casa. En estos momentos, Shiori estaba estudiando en la preparatoria Fujimori y cursa el 1° grado junto con sus dos mejores amigas: Hiromi una chica de piel blanca, ojos azules y cabello rojizo largo, una persona muy tranquila que le gustaba apoyar a Shiori en todo lo que quisiera hacer, ella es hija del ex guitarrista de Bad Luck Hiroshi Nakano y su esposa Ayaka Nakano, también estaba Tomoe la prima de Shiori, pues ella era hija de Touma Seguchi y su esposa Mika. Tomoe era muy parecida físicamente a su padre, tenía el pelo rubio y corto hasta el cuello, con ojos verdes y por lo general siempre esta sonriendo. En carácter era tranquila y paciente, pero cuando algo se le metía a la cabeza no había nadie que la hiciera cambiar de opinión y hacía lo que sea por conseguir lo que quiere.
Desde siempre, estas tres chicas han sido mejores amigas, se contaban todo y siempre tratan de resolver los problemas juntas. Shiori les tiene un cariño muy especial, pero, había veces, en las que no podía evitar sentirse celosa de ellas, pues ellas si tenían okasa y ella no, y se preguntaba ¿Por qué? Y con cada día de las madres que pasaba Shiori siempre se deprimía, pues cuando era más pequeña veía a los demás niños con sus madres, o en los festivales escolares las primeras en llegar y sacar fotos eran las madres, pero ninguna iba para verla a ella. Aunque intentaba ser feliz así como estaba, y trataba de nunca mostrar esa gran falta que a veces sentía, pues tenía un otosa que daría todo por ella, que la quería más que a nada y que a nadie, ella sabía que Yuki Eiri siempre hacía lo mejor que podía por ser un buen padre, pero a veces… es difícil, o eso decía ella.
Un nuevo día empezaba, y los rayos del sol entraban por la ventana del cuarto de Shiori anunciando que se apurara si no quería llegar tarde al colegio, así que se baño, se puso su uniforme que constaba del típico diseño de marinerita, pero tanto la falda como la blusa eran de color uva y el moño que colgaba en su pecho era color blanco, se peino con una media coleta dejando que la mayor parte de su cabello rosado cuelgue libremente en su espalda. Corrió hacia la cocina para hacerse de desayunar.
Sabía que su otosa aún dormía, ya que él detestaba levantarse temprano, pero, le preparo una taza de café caliente y junto a ella dejo una nota diciendo que ya se iba hacía el colegio, después de terminar su desayuno que constaba de un par de huevos revueltos y un vaso de jugo de naranja salió a la calle. Como la escuela no quedaba lejos de su casa prefería caminar y en la reja de su escuela ahí ya estaban Hiromi y Tomoe esperándola.
- Buenos días – exclamó Shiori
- Buenos días Shiori
- Buenos días prima
CONTINUARA…