Lo habia conocido cuando cursaba el último año de preparatoria, él junto con dos de sus compañeros y un maestro fueron a darles una platica hacerca de las carreras y cursos especiales que impartian en su universidad. Su encuentro no fue más alla de un par de miradas fugases en medio de la charla para que después su imagen inocente y jovial terminara en el olvido.
Cuando termino la preparatoria y a poco tiempo de no ingresar a la universidad más por falta de ganas que de capacidad, milagrosamente se lo volvio a encontrar. En medio de una mochedumbre de gente, mientras cuidaba a su pequeño hermano, pudo distinguir su piel morena brillar con varias gotas de agua sobre ella, mientras su cara irradiaba una enorme felicidad. Sus ojos no se movieron de aquella persona hasta que se perdio entre un mar de gente nuevamente.
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-¿Es una broma no?- espetó su padre dejando los cubiertos sobre la mesa
-Cariño...- trató de intervenir la mujer suponiendo como terminarian las cosas
-Dejaló madre, no voy a cambiar de decicion, voy a ir a la Universidad de Konoha y estudiare para ser profesor.-
-Si crees que puedes hacer lo que quieras estas muy equivocado mocoso.- comenzó a subir la voz su padre.- he gastado demasiado en tí, como para permitir que termines de maestrito en cualqueir escuela. Estudiaras finanzas y llevaras las riendas de nuestras empresas.-
-Solamente te estoy avisando mi decición padre, nunca he preguntado tu opinion.- le contestó con decisión.
Ese día dejó su casa en medio de los gritos de su padre y el llanto de su hermano y de su madre. Pasó un mes entero trabajando mientras estudiaba para un examen de ingreso que si bien lo hacia fuera de tiempo, debido a sus notas finales en la preparatoría le habían ayudado a que le dieran una oportunidad.
Paso el examen sin ningún problema, se despidio de su amigo Pain que le había dado alojo para ahora mudarse a los dormitorios de la universidad. Tambien obtuvo un trabajo a medio tiempo en la cafeteria del lugar que le ayudaba con los gastos y ahorrar un poco.
Cuando las clases se reanudaron por completo en la segunda semana finalmente pudo verlo. Nuevamente su figura delgada, aquella sonrisa fresca y cariñosa hacia gala de su poder frente a sus ojos. Sin que siquiera fuera consiente, él joven llegó hasta una de las bancas donde limpiaba.
-Basta ya Kakashi, nos estan mirando.- dijo más que divertido
-oh vamos sensei, no sea tan cortito, además no es nada malo, solo estudio.-
No pudo evitar soltar el trapo y voltear a ver al hombre que estaba junto con el otro, cosa que la verdad no le ayudo de nada pues estaba tapado casi por completo de la cara.
-Esta bien, vamos. Pero será la última vez, te lo advierto Kakashi.- sentenció el moreno tratando de sonar solemne
-Eres un sol sensei.-
-Y deja de llamarme así. Kakashi sempai.-
Los vio alejarse entre bromas y risas.
Los vio muchas veces más en la cafeteria.
Pero todavía no conocía el nombre de aquel deslumbrante chico de sonrisa amable. Por más que tratara de recordar ese día en su prepa cuando se presentó, no lograba recordar su nombre. No lograba recordar que había sido lo que le había llamado tanto la atención de esa persona.
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-Itachi, ¿me estas escuchando?-
-mmh-
-Ah, olvidalo, no se ni siquiera para que preguntó-
-Te estoy escuchando Pain. Solo que no importa lo que me digas, no ire.- le dijo volteando a verlo
-No deberias castigar a tu madre y a tú hermano, solo por tú padre.-
Pain fruncio el ceño cuando vio que Itachi nuevamente dejaba de ponerle atención para fijarla completamente en un grupo de chicos al fondo de la cafeteria. Estuvo a punto de volver a reclamarle o finalmente irse de ahi regalandole un golpe a su amigo, cuando pudo distinguir a un chico castaño entre los demás. Su cara se le hizo vagamente conocida, iba a preguntarle a Itachi cuando recordo varios comentarios que este le hizo sobre un joven en varias ocaciones.
Sonrio triunfador, sabía como vengarse de ese tonto y de como hacer que esas vacasiones finalmente fuera a casa a ver su madre y hermano. Se levantó bruscamente atrayendo la mirada del otro, que pensó que fastidiado finalmente se marchaba, tarde fue cuendo se dio cuenta hacia donde se dirigia y más que nada con quien intercambiaba un par de palabras.
Se quedo estatico en su asiento, mientras veía como el joven se levantaba de su asiento mientras se excusaba con los otros y salia con Pain de la cafeteria. Sus ojos negros se cerraron y se abrieron en varias y repetidas ocasiones esperando que ingresaran nuevamente. Pero después de una hora y que los acompañantes del otro se marcharan supo que no regresarian. Quiso comunicarse con su amigo, pero tambien le fue imposible.
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Al día siguiente inquieto y cansado por no dormir fue a trabajar su primer turno en la cafeteria antes de ingresar a sus clases. Las clases se le fueron más lentó que de costumbre y en la tarde el trabajo más tedioso aún. Unos minutos antes de que terminara su turno, su celular sono.
1 NUEVO MENSAJE
Leyó en la pantalla. Rápido lo abrio “Me debes una grande” decía.
El mensaje era de Pein.
Arrugo el entrecejo como ya era su costumbre y mientras iba a los vestuarios a cambiarse marco el numero, pero su amigo se nego a contestar. Fastidiado decidio que era hora de ir a su cuarto a estudiar o al menos tratar. Grande fue su sorpresa cuando al salir por la parte de atras ya le esperaba aquel joven.
-Gracias por tu arduo trabajo Uchiha san.- le saludo con una de sus enormes sonrisas
Sus ojos se abrieron grandes y su boca tambien, pero de esta no salio ningun sonido
-Soy Umino Iruka, quizas no me recuerdes muy bien, pero fui a tu escuela hace una año y medio a darles una platica.- comenzó algo inseguro.- Tú amigo ayer me pidio que hablara contigo, él me dijo que tienes problemas y bueno que me recordó de ese entonces.- bajo los ojos un poco avergonzado.
Itachi maldijo por lo bajo a Pain.
-Lo siento, quizas estoy siendo demasiado fastidioso y engreido para abordarte así. Pero...-
-No tienes porque disculparte senpai, Pain fue el que se fue de bocasas.-
No pudo evitar sonrojarse un poco cuando vio como Iruka se le acercaba con una gran sonrisa en la cara, esas que frecuentemente le regalaba a ese sujeto extraño de nombre Kakashi.
-¿Por qué no vamos a cenar? He traido unos ricos sandwiches de jamón. - le invito rascandose la cicatris que atrabezaba su rostro.
Al ver que el azabache dio un paso hacía tras le dijo ,“¿O quizas prefieras comer algo más, otro día?”. No queria verse demasiado entrometido.
-No. No, esta bien. Vamos a mi habitación.- finalmente le contestó. Abofeteandose casi de inmediato por proponerle ir presisamente a su cuarto.
-Claro. Vamos.-
No tardaron ni cinco minutos en llegar hasta el cuarto de Itachi.
Todo estaba perfectamente ordenado, la luz del ocaso entraba por la pequeña ventana sin cortinas o persianas.
Esa tarde mientras platicaban, Itachi nuevamente se vio atrapado por la presencia del otro. Sin que siquiera le preguntara, él le comenzó a contrar hacerca de su familia, cada detalle que ni siqueira a su mejor amigo Pain le había contado, le dijo incluso cosas que de él mismo habia guardado, hablo tantó que la noche no fue suficiente para que terminara.
Iruka le escucho atentó, apenas y habia abierto la boca. Simplemente espero a que Itachi sacara todo lo que estaba dentro de su alma atormentandolo.
Al final Itachi se disculpo más de diez veces en menos de un minuto, cuando Iruka se disculpo pues ya eran más de las 3 de madrugada y tenía clases a primera hora por lo cual ya debia retirarse.
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Esas vacasiones Itachi fue a ver a su familia. Platico con su madre y jugó con su pequeño hermano. Tampoco pudo evitar una nueva discución con su padre. Esas vacaciones tambien estuvo platicando muchisimo con Iruka, por medio de mensajes de texto o de largas llamadas desde su celular. Ahora además de esa sonrisa, era su voz una droga para que pudiera sentirse tranquilo.
Regresando a la escuela y a la rutina, la presencia de Iruka se volvia indispensable en su día a día.
Solo una cosa odiaba, y esa era que a pesar de estar volviendose tan cercano al moreno, todavía no pudiera sobrepasar la prencencia del otro hombre, de ese peliplata que deambulaba como la luna a la tierra al rededor de Iruka. Los celos aparecieron cual torbellino cuando los encontro en uno de los jardines de la escuela abrazados como un par de enamorados.
Una semana pasó evitandole, pues temia hacer algún ridiculo reclamandole algó de lo cual el no tenia ningun derecho.
-Si evitarme no es extraño, no se que sea.-
-No te he evitado, es solo que tengo demasiado trabajo entre la escuela y el trabajo.- se defendío
-¿Por quién me tomas Itachi?, conosco bien el temario, ya lo estudie y te conosco a tí y se que estó no significa ningún problema para tí.- le confrontó con bastante rabia
-Si no quieres creerme es tu problema, ahora si me disculpas...-
-No puedo creerlo, esto si es el colmo. Si no queires que nos sigamos viendo simplemente dimelo de frente y no te vuelvo a molestar.- exploto ante la fria actitud del azabache
-Ya te dije que no es eso.-
-¿Entonces? Explicame.-
-No se ni siquiera, por qué estoy discutiendo esto con tigo.- ... - Dejemoslo por hoy, quieres, ambos estamos estresados, no es bueno hablar así.-
-¿Entonces cuando?. -
-¿Qué no tienes otra cosa que hacer?,¿dondé esta tu amiguito ese?, ¿Kakashi?. Ve y juega con él, no estoy de humor de verdad que...-
-No metas a Kakashi en esto.-
-No lo estoy metiendo en nada. Simplemente digo que porque no vas con tu novio y me dejas en paz a mí. Estoy arto de esto.-
-No se de que hablas y de donde sacas eso de Kakashi y yo, pero creo que tienes razón es mejor que lo dejemos aquí.-
-Claró, ahora que tu “no, novio” ha salido en la conversación, disculpa si te molesta que lo nombre no sabia que fueras tan celoso.-
Iruka entre cerro los ojos. Abrio la boca para cerrarla rápidamente sin pronunciar palabra, tomo su mochila del suelo y se fue del lugar a paso rápido y furioso. Itachi se golpeo la frente mientras se dejaba caer por la pared. Sabía que había sido demasiado idiota, que lo que dijo no tenía sentido, así como tampoco sus celos.
Pain le había dicho unas semana después de que Iruka se hubiera presentado delante de él, “Has estado torpemente enamorado de él” dejo caer su cabeza hacia abajo soltando un suspiro recordando con lo que su amigo había finalizado, “De entre todos, tú eres él último que esperara se enamorara a primera vista, quizas sea solo el hilo rojo del destino, pero el amor que veo en tus ojos es más grande de lo que tu cerebro puede razonar”.
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Dos días después, igual como había aparecido Iruka luego de que terminara su trabajo, Kakashi estaba esperandole. No pudo evitar ponerse inmediatamente a la defensiba.
-Si vas a hacerlo rabiar, sufrir, desquisiarse, maldecir o llorar. Entonces alejate de él o te matare.-
Las palabras acidas de Kakashi cayeron como bomba.
-Descuida, no molestarte más a tu novio.- le contestó dando por terminada la platica
-Deja de hacer tus propias conjeturas mocoso. En ves de ponerte irracionalmente celoso y darle problemas, preguntale directamente.-
Kakashi ya no dijo más, ni esperó a que él otro le dijera algo tampoco. Él simplemte había ido a dejarle un mensaje al mocoso y si no lo entendía entonces ya sus puños hablarian, claro que de manera que nadie se enterara.
Itachi fue a su cuarto tratando de terminar sus deberes, de consentrarse en estudiar y después en dormir, pero no lo logró. Así que a las 4 de la mañana se encontraba afuera de la habitación de Iruka tocando más fuerte y desesperado sin que siquiera se diera cuenta.
Iruka no tardo en abrir la puerta asustado por los golpes. Cuando vio a Itachi ahí no pudo evitar la sorpresa inicial para acto seguido pasar a la ira.
-¿Qué haces aquí a estas horas?.-
-¿Puedo pasar?.-
El moreno le miro un tanto retador antes de hacerce a ún lado para dejarle el paso libre. Después de todo, lo menos que queria era que sus compañeros salieran a ver que estaba pasando.
-Son las cuatro de la mañana Itachi, así que espero sea algo lo suficientemente...-
Los labios de Itachi se estrellaron contra la boca semi abierta de Iruka que estaba hablando, dejandolo una entrada facil a la lengua del azabache dentro de la cabidad del otro. Una de sus manos sosteniendo la cara de Iruka y la otra sujeranto la mano derecha del otro.
El beso fue demandante y apasionado. Cortado unicamente por la falta de aire.
Iruka hasta ese momento cuando lo soltó, se dio cuenta de lo alto que era él otro.
-No se cuando, o por qué. Pero me enamore de tí. Te deseo, de una manera dulce y calida. Te deseo con una fuerte pasión.-
Se acerco nuevamente hacia el otro deborando sus labios con maestria. Cuando el aire nuevamente les hizo falta se volvio a separar pero apenas unos cuantos milimetros.
-Cada vez que te veo cerca de ese pelo cano me enfuresco.- su aliento chocaba contra los labios del otro.- No soy yo, no desde que te conocí. No quiero que él te toque, quiero ser yó, unicamente yo quien este a tu lado y le regales toda tu atención.-
-Pareces un niño-
-Soy un niño inseguro cuando se trata de tí.-
-Itachi.-
-Se que es injusto de mi parte. Pero no quiero alejarte, incluso si no sientes nada por mí. No queiro que me alejes, solo, solo...-
Iruka le besó
Suave
Lento
-Esta bien, yo tambien quiero que nos demós una oportunidad.-
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-¿Entonces estas saliendo con ese mocoso?-
-Se llama Itachi, Itachi. Te lo he repetido un monton de veces.-
-Y yo a tí que no me importa, para mi siempre sera mocoso.-
-No tienes remedio.-
-Pero así me queires sensei.-
-Si, si. Te quiero mucho sempai, por eso portate bien con él.-
-¿Realmente te gusta?-
-Si, me gusta.-
-¿Lo quieres?-
-Si, lo quiero-
-¿Lo amas?.-
Los ojos de Kakashi buscaron los de Iruka al no recibir respuesta.
-¿Lo amas?.- insistio
-Estamos empezando a salir.-
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Itachi seguia mirando a Iruka, no importaba que este no lo viera a él. Desde la distacia y cuando finalmente la hora de estar a su lado en el día llegaba, buscaba sus labios para saber que no era solo un sueño lo que vivia.
Amaba esa sonrisa, ese cálido calor que desprendia cuando lo abrazaba. Amaba todo de él y esperaba que el moreno tambien pronto le amara. Porque no había sido una casualidad el encontrarse.
Queria creer que esos ojos tan brillantes llegaría el momento de que solo le miraran a él. Solo a él.