Era un día normal en el Instituto Karakura, gente platicando sobre trivialidades comunes en los adolescentes, todos caminando a gusto y pasándola bien antes de que comenzaran las clases, todos excepto un chico pálido, delgado, ojiazul, y pelo azabache aunque mirándolo más bien, era de un azul oscuro como el mismo océano con unos lentes que le daban un aire intelectual y obvio que también se lo adquiría ya que no por nada era el alumno más aventajado de todo su grupo, Ishida Uryu.
Y la razón por sus preocupaciones es una linda chica pelinaranja de grandes atributos y cara de inocente, Inue Orihime y es que el problema era ese idiota, bruto, cabeza hueca de cierto shinigami sustituto Ichigo Kurosaki, él es la razón del sufrimiento de su mejor amiga, a la única que ha considerado amigo, Ichigo siempre ha sido un chico que si bien tiene fachada de rudo para alejar a los “indeseados” no ha hecho otra cosa más que atraer a muchas chicas y él dejándose querer. Cuando esto pasa puede notar las lágrimas internas de la inocente chica y él como buen amigo siempre está ahí para consolarla.
Tan absorto estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta que ya había llegado a su respectivo salón, salón que de por si estaba casi vacío digo casi porque estaba una mata de pelo anaranjado y ojos color miel clavándose en su figura.
-Buenos días Ishida-dijo dándole una sonrisa a Uryu, este nunca sabe el por qué Kurosaki siempre le da a él esas sonrisas tan cálidas y llenas de energía, de lo que sabe de Kurosaki (ósea poco) nunca le da una sonrisa a Chad, Renji, Rukia u otro conocida de él, ni siquiera una minúscula sonrisa menos coma se las da a él sigue siendo el misterio del siglo para Ishida.
Este ni se inmuto por el saludó familiar del chico pelinaranja, cuando se fue a sentar a su lugar sintió la mirada profunda e intensa del sustituto, eso hizo que se sintiera incomodo solo por unos segundos ya que empezó a entrar un tumulto de personas.
Así empezó el día común de Ishida, las clases, los trabajos, las miradas penetrantes de Kurosaki, planear donde esconderse ahora para escapar con éxito de las invitaciones forzosas del sustituto, (siempre cuando lo invita y aunque él se niegue este se lo lleva de la mano hacia su grupo de amigos), seguir con las clases e ir a su casa para descansar, o, y de vez en cuando consolar a la pobre Orihime de las estupideces de Kurosaki, el día normal de Ishida.
No se dio cuenta cuando sonó el timbre para desayunar “maldición” se maldijo mentalmente perdió tiempo antes de que Kurosaki lo obligara a almorzar con él.
-Ah, ahí estás-dijo una voz que sobresaltó al pobre chico con lentes –nunca pensé que te escondieras aquí-dijo ya que el “ingenioso” lugar en el que se escondió Uryu fue… el salón de los utensilios para limpiar.
-Hola Orihime-saludó nerviosamente porque su amiga lo ve en ese estado tan deplorable-¿qué pasa?-preguntó saliendo de su “escondite”
-Solo quería saber si podríamos almorzar juntos y hasta podría darte de mí almuerzo-dijo alegre mostrando su “comida” sacándole una gota cómica a Uryu.
-Sí, quisiera comer junto a ti, pero guarda tu suculenta comida para ti-dijo declinando educadamente la oferta de comer la comida de Orihime, ya que sabía que si comes la comida de Orihime tienes el riesgo de morir intoxicado, a menos de que tengas un estómago fuerte y unos gustos demasiados raros para soportar la comida de Orihime.
-¿Seguro que no quieres comer de mi arte culinario?-insistió Orihime-está muy rico y…-fue interrumpida por Uryu.
-No gracias Orihime tengo mi comida y es más que suficiente para llenarme, pero te agradezco que me ofrezcas tu comida-dijo dándole una sonrisa amable.
-Está bien Uryu-Kun, pero tengo que decirte algo sumamente importante a solas-dijo mostrando una cara seria, eso hizo que Uryu sintiera unos escalofríos que nunca había sentido.
-Está bien dime lo que tengas que decirme en donde quieras-dijo tratando de no sonar nervioso.
-Aquí está bien-dijo mostrando un jardincito alejado de todo lo demás, un lugar verde, con flores, y un gran árbol verdoso y con muchas hojas, era un hermoso lugar.
-Bueno ya cuéntame lo que te pasa-dijo predicando lo que tiene en su cabeza acerca de lo que quiere decir la linda y voluptuosa chica.
-Bueno Uryu-Kun ya me cansé de esperar y quedarme callada, pienso decirle lo que siento a Kurosaki-Kun-dijo una apenada pero decidida Orihime.
Uryu no supo que sintió en el momento en el que Orihime dijo aquellas palabras, sintió un dolor tan inmenso dentro de él que pensó que por unos momentos iba a morir, pero tenía que ocultarlo bien para no preocupar a su amiga.
-Te felicito Orihime, por fin te armaste de valor para decirle la verdad a Kurosaki-baka-dijo en tono burlón el apodo que le puso al Kurosaki menor.
La chica podría ser ingenua, inocente, despistada, un poco rara, pero tonta y vio que algo estaba mal con Uryu, quiso preguntarle que le pasaba pero el timbre sonó (yo y mi timbre de la salvación).
-¿Ya se acabó el receso? Que mal no pude comer nada-dijo mostrando su bento intacto, pero la verdad ya se le había acabado el apetito por la charla reciente-bueno Orihime te espero en clases-dijo saliendo rápido de ahí, cuando la chica salió de ahí pudo notar que dos ojos color miel se le quedaba viendo ella sonrió con satisfacción y entró al salón.
En ese día Uryu ansiaba que las clases se acabaran rápido para ir a refugiarse en su casa a esperar lo que pasara.
Cuando dieron el timbre salió a toda velocidad de la escuela no le interesaba a las personas que lo miraban extrañado a la mierda todas esas personas, paro en seco cuando vio un parque, fue a sentarse al lugar más alejado para poder pensar tranquilamente sobre lo sucedió en esa platica ¿por qué se sintió tan mal de lo que dijo Orihime? Tal vez sea porque si Kurosaki le dice que sí a Orihime ella ya no pueda tener tanto tiempo para estar con él y estaría otra vez solo-sí tal vez sea eso-dijo auto convenciéndose, tan sumido estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta que se puso a caminar que terminó saliendo del parque. Una voz familiar lo saco de sus cavilaciones.
-¡Oi Ishida!-gritó un pelinaranja para llamar la atención del chico peliazabache, ya cuando lo alcanzó preguntó-nunca pensé que fuéramos por la misma ruta para ir a nuestra casa-dijo mostrando una sonrisa de medio lado.
-Nunca tomo esta ruta solo me desvié-dijo en tono neutro y acomodándose los lentes-¿Qué quieres Kurosaki-dijo posando su vista al shinigami sustituto, pero este se la esquiva volteando para otro lado.
-Solo pasaba por aquí y cundo te vi quise pasar a saludarte y preguntarte si puedo acompañarte hasta tu casa-dijo con un tono de voz que Ishida no supo descifrar.
-Haz lo que quieras-dijo para empezar a caminar siendo acompañado por el shinigami sustituto.
Hubo un incomodo silencio, incomodo para Ishida ya que Kurosaki tenía una sonrisa idiota, idiota para los ojos del chico con lentes pero de un modo tan cálido que hizo que se sonrojara levemente, el silencio duro solo un poco ya que fue roto por el pelinaranja.
-Tú e Inue son muy buenos amigos-dijo poniendo una cara ¿triste? “De seguro estos lentes ya no funcionan” se dijo mentalmente Ishida.
-Sí es la única a la que considero amiga-dijo Ishida poniéndole un toque dulce a sus palabras, eso hizo que Kurosaki frunciera más el ceño.
-Se nota que te gusta mucho-dijo mostrando odio en las pocas palabra que dijo, eso hizo que Ishida se confundiera.
-¿Pero qué te pasa Kurosaki?-dijo un poco enfadado Ishida por el repentino cambio de humor de su compañero.
-Nada es solo que si te gusta tanto Inue díselo-dijo enojado y sin dignarse a verlo.
-Te dije que solo es mi amiga y siempre será así-dijo tratando de sonar calmado y de encontrar la mirada de Kurosaki sin mucho éxito.
-No me salgas con eso si yo veo como miras a Inue con unos ojos que demuestran calor y amor yo que mataría porque me vieras así-esto último lo dijo en voz baja por lo que Ishida no pudo escucharlo-pero sabes que no duraran mucho-eso fue la gota que derramo el vaso.
-Sí, pero duraría mucho más que los acostones por semana que tú tienes con la primer persona que te encuentras ¿así o más puta barata?-dijo escupiendo veneno en cada palabra, en cada letra que salía de su boca.
-¿Y sabes el por qué siempre me ves con cada persona cada día?-dijo enfadado pero se le notaba que también estaba triste.
-No, no me interesa, o tal vez sí a ver si te podemos ayudar a que dejes de ser la remera que…-pero antes de acabar Kurosaki dijo las palabras que menos hubiera esperado.
-¡¡¡TE AMO!!!-gritó iracundo Kurosaki a todo pulmón haciendo que Ishida se quedara en shock.
-¿Qué… dijiste? -lo único que pudo decir Ishida por el torrente de sentimientos que empezaba a formarse en su interior confusión, tristeza, rabia, culpabilidad, ¿felicidad?, ¿dicha?, ¿alegría?, ¿por qué tenía estos sentimientos? Ni él lo sabía.
-Que me gustas Uryu, estoy jodidamente enamorado de ti, por eso estoy con cualquiera, para poder olvidarte, he sobrevivido a los ataques de Byakuya, Kempachi, Grimmjow, Ulquiorra, Aizen, pero tú eres la única que persona que me puede derrotar, con esas palabras y miradas sin sentimiento, son la peor arma que me dañan, las únicas que me matan poco a poco, pero lo peor las que me han hecho llorar en silencio esas miradas que le regalas a Inue esas que sé nunca serán para mí qué solo en mis sueños me dirás te amo de una forma tan dulce que me hagan llegar hasta el cielo-ya dicho eso el chico más alto recargo su frente en el pecho del menor que estaba en shock empezando a Salir finas lágrimas recorriendo su atractivo rostro.
-¿Pero… desde… cuando?-trató de preguntar Ishida pero de nuevo Kurosaki se le adelanto.
-Desde el momento en el que te vi- dijo para por fin animarse a mirarlo a los ojos-de tus ojos, de tu cabello, tu estatura, tu piel blanca y fina como el mármol, hasta de tu forma de ser-dijo tratando de formar una sonrisa sin mucho éxito-pero lo que más me cautivo fue la soledad que te rodeaba, yo quise acercarme a ti pero no tenía el valor hasta que me convertí en shinigami y me enteré que tu eras un Quincy, ese fue el momento en el que pude saber más de ti, ahí fue cuando me di cuenta en el que te convertí en mi oxígeno en el que tan solo verte hacía mi vida más feliz y sin que tu lo supieras me rescataste de mi soledad, con solo tu presencia y tus palabras soy capaz de luchar contra todo el Seretei. Pero aunque tu me rescataste de mi soledad yo no lo he hecho aún con la tuya, yo quisiera protegerte y hacer que te quedes a mí lado, pero tú nunca me dejarás, solo me conformo con esto-dijo q acercándose hacia el menor.
-¿Qué vas…?-pero antes de acabar sus labios fueron sellados por los de Kurosaki en un tierno y lindo beso que duró unos segundos, cuando se separaron el primero en hablar fue Kurosaki.
-Nos vemos luego-dicho esto se fue, dejando a un descolocado y confundido Ishida.
Cuando se dio cuenta de que estaba solo empezó a caminar dándose cuenta que ya empezaba a anochecer decidió correr. Ya llegando a su casa cerró la puerta tras de sí recargándose en la pared se tocó los labios, aún tenían la esencia de Kurosaki, sintió una fuerte corriente eléctrica al recordar el beso que le dio Kurosaki.
-Maldición-se dijo y un segundo después una gruesa lágrima empezó a resbalar por su mejilla-¿por qué de entre todas las personas del mundo tuviste que enamorarte de mí?-dijo ya que había traicionado a la única persona que le importaba, a Orihime. Diablos, la persona que menos quiere dañar lo está haciendo y de la peor forma pero lo más malo de todo es que le había gustado el beso ¿a quién quiere engañar? Le encanto le hizo sentir bien, reconfortado… protegido.
Uryu sacudió su cabeza ¿qué demonios estaba pensando? Orihime gusta de Kurosaki él no quiere ser una piedra en el camino amoroso de su amiga.
Al día siguiente llegó un poco tarde a la escuela, no quería encontrarse a solas con Kurosaki y que este le besara enfrente de Orihime y que esta nunca en su vida lo perdonara no evitaría a Kurosaki a como diera lugar.
Las clases transcurrían normales ya había pasado una semana desde aquel encuentro y Uryu evitaba a Kurosaki tampoco era difícil ya que Kurosaki también lo evitaba eso le dejaba una sensación triste al chico con lentes pero no iba a interferir en la felicidad de su amiga.
En el receso Orihime invitó a Uryu a comer con ella, no fue difícil encontrarlo desde un tiempo Kurosaki ya no busca a Uryu para comer con él y eso la dejó desconcertada y como buena amiga iba a ayudar a Uryu en su depresión aunque ella ya sabía la causa.
-Uryu-Kun quiero saber qué te pasa-dijo mostrando una cara de preocupación que enterneció al azabache.
-No es nada Orihime no te…-Pero antes de acabar fue interrumpido por Orihime (pobre Uryu nunca lo dejan acabar).
-Es por Kurosaki-Kun ¿verdad?-dijo mostrando una cara comprensiva.
-¿Cómo lo sabes?-dijo confundido Uryu.
-Desde el día en el que empezaste a actuar raro fuel mismo en el que Kurosaki-Kun ya no sonríe bueno ya no muestra esa fortaleza y fuerza que antes tenía-dijo dándole una sonrisa amarga a su amigo.
-¿Y por qué piensas que tengo que ver algo con el comportamiento de Kurosaki?-dijo tratando de sonar el desentendido.
-Porque sé que Kurosaki te ama-dijo confundiendo al chico con lentes-además ayer me le declare y me rechazo-Ishida trató de decir algo pero fue interrumpido (otra vez)- me dijo que su corazón le pertenecía a alguien más-dijo mostrándole una sonrisa pero una lágrima traicionera bajo por su mejilla.
-Orihime… lo siento-dijo bajando la cabeza apenado y dolido por ser el causante del sufrimiento de su amiga.
-No te preocupes ya lo sabía desde hace mucho tiempo-dijo secándose su lágrima-y también sé que tu también lo amas-dijo con un tono seguro.
-No, yo no amo a Kurosaki-dijo totalmente rojo Uryu.
-Dime algo Ishida-Kun cuando Kurosaki-Kun estaba con una persona que te daba más rabia ¿verme triste o ver como Kurosaki-Kun estaba con otro y no contigo?-diciendo eso Orihime se fue dejando solo a Uryu.
Esas palabras descolocaron inmensamente a Uryu en parte porque tenía razón cuando veía a Kurosaki con otro tenía ganas de matar al “intruso” y obligar a que Kurosaki no saliera con nadie más que con él, también el inmenso alivio que sintió al escuchar que Kurosaki lo ama y de las sonrisas que este le dedicaba, también le gusta su forma tan impulsiva de ser y de lo idiota que llega a hacer a veces, amaba todo de Kurosaki y hasta apenas hoy se da cuenta.
Ya cuando se acabó el receso Ishida fue directo con Orihime y este le dijo:
-Gracias-la respuesta fue una sonrisa de complicidad.
-Suerte-y sin más dieron por terminada la conversación.
Y así empezaban otra vez las clases y Uryu quería por segunda vez en su vida deseó que se acabaran las clases y su petición fue hecha realidad ya que dieron el timbre finalizando las horas de trabajo. Ishida salió rápido tratando de ubicar a Kurosaki hallándolo caminando solo y con una cara triste eso puso mal a Ishida, pero le dio el aliento que necesitaba para poder hablar con él.
-Necesitamos hablar-dijo en tono serio pero por dentro se moría de nervios.
Y sin decir nada el pelinaranja lo siguió fue un recorrido con un silencio incomodo, pero ahora para los dos, Ishida lo guió al parque en el que comenzó todo esto.
-Kurosaki lo del beso…-pero de nuevo Kurosaki no lo dejo terminar diciendo lo siguiente.
-No te preocupes trataré de hacer que no pasó nada aunque me muera de ganas de volver a besarte, trataré de olvidarte aunque lo dudo y aunque me duela seré feliz con la persona con la que decidas estar-dijo en un tono tan triste que Ishida tuvo que contenerse de no abalanzarse a abrazarlo.
-¿Y con quién me recomiendas Kurosaki?-dijo tratando de hacer sufrir un poco al shinigami sustituto.
-Pues tal vez con Inue, Nemu, Renji, Byakuya, joder Ishida ¿me quieres hacer enojar-dijo un poco molesto y confundido.
-Mmmm ¿y no me recomiendas a cierto shinigami bruto y cabeza hueca?-dijo acercándose peligrosamente a Kurosaki qué ese confundido dijo:
-Etto Ishida entonces me… pero no pudo acabar ya que su boca fue callada con la de Ishida en un tierno y casto beso.
-Sí shinigami yo también te he amado pero tardé más en darme cuenta que tú-dijo dándole una hermosa sonrisa cálida y reconfortante, pero sobre todo llena de amor-Ichigo, te amo-dijo con un leve sonrojo.
-Oh Uryu-dijo atrayéndolo a él dándole un fuerte abrazo como si quisiera fundirlo con él y así nunca separarse pero lo hizo tan fuerte que por poco y le saca todo lo que tenía dentro al pobre Uryu.
-Pero solo con unas condiciones-dijo cuando por fin se pudo separar del pecho forjado de Ichigo-no me trates como a una dama, solo porque tú seas más masculino que yo, no te da el derecho a que me trates así-dijo serio-como “querida”, o que me cargues cuando se te dé e gana-
-No te preocupes no te diré eso “amor”-dijo en tono burlón sacándole un gruñido de protesta por parte del menor.
-Segundo y el más importante es que si te veo que sigues de casanova tendrás que tener el ojo bien abierto si no quieres que te la arranque-dijo en un tono tan amenazante que Ichigo sintió un escalofrío recorrerle la espalda.
-Solo tendré ojos para ti y para nadie más-y con ese juramento los dos lo sellaron con un beso que daría el inicio de una nueva vida para estos dos muchachos.
FIN