~Pov G-Dragon~
La vida no le era especialmente fácil, era lo que era porque se había esforzado para alcanzar su posición. Había incluso días que ni dormía para que todo fuera perfecto. Todo lo que el mundo pensaba que eran casualidades o cualidades suyas, eran gestos y cosas estudiadas por él hasta el mas mínimo detalle. No podía dejar de ser así, no después de que todo aquello pasara, no después de que él le dejara por el maknae. Cuando los descubrió en la cama que compartía con su pareja se sintió morir, salió corriendo de aquel lugar cogiendo en brazos a GaHo y las llaves del coche. Salió de aquella casa para no volver nunca. Renunció a todo, por un tiempo, necesitaba encontrarse otra vez a si mismo. Y por esos e refugió en aquellos pequeños detalles, en las cosas más insignificantes que pudieran existir, para él ahora, en ese mismo momento tan solo existía la perfección.
Llegó a la que ahora es su casa, una acojedora morada, que pensaba ocupar junto con él. Era su regalo de aniversario, la verdad que en aquella época no estaban mal en aquel piso, era amplio, era hermoso. Pero pensaba que un cambio de aires les vendría mucho mejor a los dos. Pero tubo suerte de enterarse que no era por la monotonía el que su pareja se encontraba extraña. Para él fue un gran golpe, pero no vendería otra vez la casa por la cual perdió más de la mitad de su fortuna. Ahora la habitaba él junto con GaHo. No podía pedir más, ahora daba clases de baile en YG, y hacía coreografías para las nuevas promesas, y las aconsejaba. E incluso había intentado rehacer su vida amorosa, sin mucho éxito. Pero no se podía quejar por lo menos tenía sexo esporádico.
Al llegar a su casa aquel día tenía un mal presentimiento, no quería recordar esa época de su vida, porque si la recordaba seguro que alguno de sus antiguos compañeros aparecería delante de él, y eso era lo último que quería. Bueno en realidad es que al único que no había vuelto a ver era a Seung Hyun. Pero era mejor así, si veía alguno de los cuatro restantes integrantes de BB pudiera ser que no soportara la presión y volviera a enfermar, cada que veía alguno, aunque no le hubieran hecho nada en el caso de Bae, se ponía enfermo, se tiraba varios días sin poder salir de la cama, con fiebre y mareos.
Pero nunca pensó encontrarse con aquella estámpa nada más entrar a su cocina. Y era que Seung Hyun se encontraba sentado en el suelo dándole mimos a su GaHo, a él si que no se lo esperaba, y mucho menos dentro de su casa. ¿Cómo había conseguido la llave? ¿Cómo sabía donde vivía? Sentía como la sangre le subía a la cabeza, sentía como todo le daba vueltas, no podía mantener el equilíbrio por mucho más tiempo. Y viendo como su hyung levantaba la cabeza al escuchar el ruido de las llaves contra el suelo mirándole con preocupación sintió que se desplomaba en el suelo y todo se volvía oscuro.
~Pov TOP~
Desde que el líder Kwon junto con Yang disolvieran el grupo no había vuelto a Korea. Él se había enterado por videoconferencia, puesto que en ese momento de su pasado se encontraba cuidando a su madre, que estaba con un cáncer terminal y quería estar a su lado. Para ser sinceros aquello nunca se lo había esperado, no de Ji. Disolver el grupo en el que tanto había trabajado, y en el que tantos sueños había puesto. Tantas horas desperdiciadas para que de la noche a la mañana lo disolviera. Porque si, fue él solo el que tomó la decisión. Para luego desaparecer de sus vidas. Aquello le dolió mucho, nunca esperó aquella reacción de Ji. Pero ahora después de tantos años había vuelto a Seul, en realidad era mentira, bueno no del todo mentira, porque si que había vuelto en varias ocasiones pero tan solo para rodar algunas escenas, o cosas por el estilo, siempre eran de trabajo. En cambio, ahora había ido a quedarse. Bueno más bien a invadir la casa del que él consideraba su mejor amigo. Porque esperaba que siguiera siéndolo.
Fue directo a ver al director Yang para que le diera la dirección de Yong, y con mucho esfuerzo, demasiado para ser precisos. Tanto que hasta se extraño, y podía haber jurado que consiguió la dirección y las llaves de él, porque hasta el director pensaba que tanta negativa era sospechosa. Pero a él aquello le vino bien, en un principio tan solo quería la dirección para poder ir y esperarlo sentado en la puerta de su casa. Pero con las llaves en la mano podría instalarse, y a su amigo le costaría sacarle más de la casa. Con esos pensamientos fue con su moto hasta la dirección que le había proporcionado Yang, y llamó a los de la compañía de la mudanza para que trageran sus cosas, que no eran muchas, pero que él en su moto no podía llevarlas.
Se quedó sorprendido nada más pisó la entrada de aquella enorme casa, ¿por qué Ji se había comprado aquella casa? Era enorme, seguro que necesitaba hasta varios criados para limpiarla. Seguro que no le importaba que se instalara con él, teníendo aquella casa tendría un montón de habitaciones sin usar. Pero cual fue su sorpresa al entrar, esperaba que alguien saliera a recibirle, alguna chica, la novia o esposa de su amigo, pero no. No había nadie, bueno si GaHo era nadie. El perro de su querido amigo había salido de una de las estancias de aquella planta baja, para recibir a su amo, pero en vez de su amo, estaba Seung Hyun en el hold. Se espero que comenzara a ladrar, o a que se pusiera agresivo, pero nunca esperó aquella reacción del perro. Se acercó hasta donde él estaba y comenzó a olerle. Luego comenzó a mover su cola, más bien el trasero entero, siempre le haría gracia como se movia el perro. Al parecer se alegraba de que estuviera ahí, y no lo había olvidado.
Como pudo, y le dejó GaHo, se quitó los zapatos y se encaminó a recorrer la casa de su querido amigo. Era grande, aunque la mayoria de estancias estaban cerradas con llave y no pudo entrar. Entró a la estancia de donde había salido el animal y vió que era la cocina, era amplia con el toque de GD en la decoración, le gustaba. La cocina que se abría paso ante él era espaciosa a unos dos metro de él se encontraba una encimera de cristal con dos sillas altas, la encimera era parte de la cocina por lo que pareció reconocer, al entrar en la estancia se percató que delante de él había una cocia prácticamente circular en medio de aquella estancia, donde se encontraban los fogones y el fregadero, tenía la apertura justa para que entrara una persona dentro del circulo que había para poder moverse y cocinar. Siguió dando vueltas a su alrededor, y vió que justo detrás por donde él había entrado a la zona de los fogones estaban el horno y mircroondas. Al lado de esto habían una enorme estanteria que albergaba todos los utensilios de cocina habidos y por haber, a su parecer. Siguiendo con su excrutinio encontro un unos metro más adentro de la cocina una mesa rectangular para 10 personas. Todo estaba en tonos blancos y metálicos la pared y el suelo eran de madera.( Esta cocina si que existe, por si mi descripción no os a servido de mucho, XD, soy mala con las descripciones, por eso pocas veces hago XD, pondré imagenes de todas las estáncias, así podréis verlas como yo las veo XD http://www.pediniusa.com/artika_p.jpg http://www.pediniusa.com/artika_o.jpg)
Pero nunca reconocerá que se llevó el susto de su vida al apollarse en una de zona de la pared y esta comenzó a moverse, por casi le da un paro cardiaco. Él ya estaba muy mayor para esas cosas. Nunca pensó que un frigo se pudiera esconder de aquella manera en la pared. Bueno en relidad, al fijarse mejor vio que no era un pared lo que había delante de él, si no que eran armarios pero que se abrían si apretabas a las puertas. Era muy emocionante para él, se pasó un buen rato como niño abriendo y cerrando las puertas de los armarios, y viendo que era lo que tenía para comer su amigo. En todo su recorrido por la cocina le perseguía GaHo, moviendo su trasero para que olvidase sus juegos con los armarios y lo atendiera a él. Y tras varias mordidas y varios chillidos del perro porque le había pisado en un par de ocasiones, dejó lo que estaba haciendo para sentarse en medio de la cocina a jugar con él. El animal seguía siendo el mismo, el mismo animalito juguetón y tranquilo que Ji llevaba a todas partes. Como echaba de menos verle, lo necesitaba. Necesitaba verle, estar con él, aunque solo fuera en calidad de amigos.
Años llevaba negando que estaba perdidamente enamorado de su mejor amigo Ji Yong. Nunca pensó que la vida lo separaría de él de esa manera, luego cuando pudo volver no lo encontró. Él quería verle, quería una explicación. Pero se cansó de esperar, pero no solo era por la espera, su agenda no le permitía quedarse más en Korea. Y eso le sentaba mal, él quería estar ahí para cuando su amigo volviera. Pero no pudo estar ahí. Y así pasaron los años, sin una llamada, sin un mensaje, por ninguna parte. Pero aun después de tanto tiempo jamás lo olvidó, cada vez que alguna chica, o chico, le entraba para ligar, siempre decía lo mismo, que él estaba comprometido, y así era. Así lo sería, aunque su amigo nunca le quisiera, el siempre le sería fiel en la sombra.
Tan metido estaba en su mente y abstraído, jugando con GaHo, que no se dio cuenta de quien había entrado en la casa, hasta que no escuchó el ruido de unas llaves chocar contra el suelo. Levantó su mirada para ver quien era el causante de aquel ruido, y tan solo pudo ver como su Ji Yong se desplomaba al suelo perdiendo la conciencia. Se lanzó para frenarle la caída, pero no lo consiguió, la cabeza de Kwon dió contra el parqué. Se acercó temblando hasta él, para ver la cara pálida de su amigo, y notar que el golpe en la cabeza no había sido para tanto, que no se había abierto la cabeza en dos. GaHo también se acercó a su amo y le lamió la cara, como si con eso se despertara. Pero lo que más le extrañó fue que comenzara a emitir soniditos lastimeros y se acostara justo al lado de la cara de su Ji. Como si eso se huibera repetido en un par de ocasiones, o esa era la impresión que le había dado a él.