Prólogo
Esa tarde el cielo estaba cubierto por voluptuosas nubes negras. La ciudad de Busan se encontraba inusualmente sumida en la oscuridad, siendo iluminada ocasionalmente por los rayos provocados por los pesados nubarrones que chocaban entre si. Las personas corrían desesperadas tratando de huir de la lluvia, buscando un lugar donde refugiarse ignorando todo a su paso. Incluso el crimen que acontecía en uno de los callejones más concurridos de la ciudad.
Gruesas y frías gotas golpeaban su rostro. El cuerpo le dolía como si miles de agujas se incrustaran en el. El cuerpo le pesaba y no tenía fuerzas para pedir auxilio o para impedir que los criminales, que acababan de golpearle y robarle todas sus pertenencias, huyeran de la escena y le dejaran tirado en ese sucio callejón.
Miraba el cielo oscuro y tormentoso, hipnotizado y aturdido. Se preguntaba si aquel sería su final, si de esa manera se terminaría su vida. Intentó recordar los hechos de su pasado, de su vida, sus errores y comprendió que cuando uno tenía miedo todo aquello perdía importancia.
Sin embargo, no deseaba morir así, no deseaba ser recibido por un cielo ensombrecido que tampoco parecía estar dispuesto a aceptarle. Pronto la inconsciencia comenzó a invadirle y con lágrimas en los ojos la recibió, pensando en que el cielo también lloraba como él.
1
Sentía el cuerpo pesado y dolorido, como si una familia de elefantes hubiese caminado sobre él. Abrió los ojos lentamente, el resplandor del atardecer que se colaba por la ventana le daba de lleno en el rostro impidiéndole enfocar con claridad el lugar en el que se encontraba.
Una vez sus ojos se acostumbraron a la luz, pudo apreciar que se hallaba en un lugar desconocido. Sintió la necesidad de observar el lugar con dedicación, pero al intentar sentarse una oleada de dolor acometió contra su cuerpo impidiéndole moverse. Trató de sentarse de nuevo, pero con más cuidado.
Escudriñó la habitación con esmero, apreciando cada detalle y grabándolo en su memoria. Concluyó que jamás había estado en esa habitación, pero no podía comprender como había llegado ahí.
Sus pensamientos fueron interrumpidos al escuchar la puerta abrirse, dando paso a un hombre que parecía ser mayor que él por unos cuantos años. Era alto, atractivo y con un cuerpo trabajado que se adivinaba debajo del traje que vestía. La sonrisa que adornaba su rostro, junto con los hoyuelos, le daba una sensación de confianza y tranquilidad. Kyuhyun, el hombre postrado en la cama, no tuvo más remedio que dejarse invadir por esa aura.
- Al fin despiertas- fue lo primero que escuchó de aquel desconocido- has dormido toda la mañana y gran parte de la tarde. Ya comenzaba a preocuparme.- dijo con una sonrisa sincera, pero por alguna razón los ojos de aquel hombre tenían un matiz melancólico que Kyuhyun no pudo ignorar.
En los brazos del hombre había una bandeja con comida, que asentó en el buró junto al castaño. Se sentó a la orilla de la cama, dispuesto a alimentarle si era necesario.
- Mi nombre es Siwon, Choi Siwon- su sonrisa se ensanchó un poco más.- ¿Cuál es tu nombre?
Kyuhyun abrió los ojos sintiéndose de pronto desorbitado y confundido. Aquellos sentimientos junto a la sorpresa estaban perfectamente plasmados en su rostro y sus ojos mostraban terror puro.
- Yo... Yo.. No lo recuerdo- las palabras salían atropelladas y con cada sílaba su voz subía un tono hasta que casi se encontraba gritando- ¡No recuerdo mi nombre!- cuanto más trataba de recordar más intenso se volvía el dolor en su cabeza. El raciocinio le abandonaba entre bocanadas de pánico y desesperación.
De pronto, todo se volvió negro.
*****
La siguiente vez que abrió los ojos, todo lo que vio fue un resplandor artificial blanco. A medida que sus ojos se ajustaban a esa luz comprendió que no había gran diferencia. Todo seguía igual de blanco. El techo, las paredes, las sábanas de la camilla en la que estaba recostado, incluso la vestimenta del hombre frente a él era blanca.
Aquel hombre le sonrió con calidez mientras se acercaba a la camilla.
- Buenas noches, soy el Dr. Jaejoong. Tuvo un ataque de pánico por la impresión. No se preocupe, no es nada grave. Le haré unas preguntas y espero que me responda. ¿Entendido?
Kyuhyun asintió, al parecer estaba en un hospital y se sentía nervioso pues no recordaba nada más que al hombre de cabellos y ojos negros, que si no se equivocaba su nombre era Siwon. Sin embargo, en esos momentos no se encontraba en la habitación.
Las preguntas del médico fueron simples pero concisas. Le había preguntado si recordaba algo antes de esa tarde, acerca de su familia - la cual no recordaba-. Examinó sus heridas en busca de alguna infección y masajeó levemente su cabeza en busca de algún golpe fuerte. Por el dolor punzante que sintió en la nuca, pudo confirmar que ahí estaba el problema,
Minutos más tarde, después de unas cuantas preguntas más, el médico dejó pasar a Siwon, en ese mismo instante Kyuhyun se sintió relajado al verle, quizás porque había sido la primera persona que vio al despertar, o eso quiso pensar.
- Señor Choi, en efecto, lo que este joven tiene es amnesia, pero aún no puedo determinar la gravedad de esta. Podría durar unos días o ser permanente. No es muy común recibir pacientes con este tipo de problema aquí, así que me tomaré la libertad de advertirle que la amnesia no es como en las películas, un segundo golpe, en lugar de arreglarlo, podría ser fatal. Por el momento lo único que podemos hacer es esperar. - mientras decía todo eso, examinaba el expediente que tenía entre sus manos- ¿es familiar suyo?- finalmente le miró.
- No, yo... Lo encontré en un callejón gravemente herido, como puede ver. Pero no traía identificación ni nada con que reconocerle.- se apresuró a decir después de salir del estupor que le habían causado las palabras del médico.
- Ya veo. Joven- dijo dirigiéndose a Kyuhyun- puede colocarse de nuevo sus ropas mientras yo y el señor Choi vamos a darle de alta.
Ambos hombres abandonaron la habitación dándole la privacidad que necesitaba para asimilar esas palabras. Buscó su ropa por los alrededores. Para su fortuna se encontraba en una mesilla junto a él. Así que procedió a despojarse con cuidado de la bata azul del hospital para colocarse sus ropas.
Contempló con sorpresa su cuerpo, tenía muchos moretones y cortes pequeños. Entonces dejó de sorprenderle el hecho de que no pudiese moverse sin sentir que iba a desfallecer. Pero lo que más le impactó fue un corte en el pecho, mas bien, una cicatriz. Una muy amplia que llegaba hacia su costado derecho, parecía tener muchos años ahí.
Sintió como los bellos de la nuca se le erizaban. ¿Cómo rayos se había hecho ese corte? ¿Alguna cirugía? Aquello le hizo ser más consciente de su situación. No recordaba nada y estaba en un lugar donde, aparentemente, nadie le conocía. Siwon lo había admitido, no sabía quien era.
Mordió su labio inferior, tratando de controlar las lagrimas que amenazaban con recorrer sus mejillas.
Mientras tanto, Siwon y el Dr. Jaejoong, caminaban por los pasillos del hospital hacia el área de recepción. Ambos en silencio. Sabían que aquel era un caso grave pues no tenían idea de donde provenía el chico. Pues como había dicho Siwon no traía nada con que reconocerle.
Al llegar a recepción se acercaron a una de las enfermeras que se encontraba frente al computador.
- Tae, ¿Podrías ayudarme a buscar a un paciente en la base de datos?- preguntó el médico.
- Por supuesto ¿Nombre? - respondió esta servicial.
- Es un paciente con amnesia- la enfermera le miró sorprendida al mismo tiempo que sus labios formaban una "o" comprendiendo que era lo que se le estaba pidiendo- Exacto. deberás hacerlo por descarte. Hombre entre los 20 y 25 años, castaño, alrededor del metro ochenta, peso entre los 75 y los 80 kg, tez clara.
- Tiene una cicatriz en el pecho- añadió Siwon, ambos, el médico y la enfermera, le miraron curiosos. Siwon trató de no sonrojarse al responder.- no estoy seguro de que sea, pero tiene aspecto de haber sido cerrada quirúrgicamente. - musitó, ahorrándose la justificación de que había encontrado al chico en un callejón empapado y que había tenido que desvestirle y ponerle ropas suyas para evitar que se resfriara.
La enfermera tecleó los datos en la maquina e inmediatamente aparecieron varios resultados. Sin embargo ningún expediente coincidía con exactitud con el del hombre, mucho menos las fotografías. Los tres parpadearon confusos.
- Quizá esté registrado en otro hospital- musitó el médico- lo mejor será esperar.- Siwon asintió confundido- Le haré una receta con las debidas indicaciones y los medicamentos que el joven deberá tomar para curarse de esas heridas y evitar el riesgo de infección.- mientras decía esto escribía en un talonario las indicaciones y los nombres de los medicamentos.- Eso es todo lo que puedo hacer por ahora. Aquella enfermera le llevara de vuelta a la habitación.- señaló a la enfermera y le entregó la receta.
Kyuhyun ya se encontraba listo para irse de aquel hospital, aunque en verdad no tenía idea de a donde podría ir. No podía quedarse en la casa de Siwon para siempre, este ya había hecho suficiente por él.
Siwon entró de nuevo a la habitación, pero esta vez acompañado de una enfermera y una silla de ruedas. El castaño sintió su rostro enrojecer de vergüenza al ser acomodado en ella por ambos, pero se le dificultaba moverse y la idea de caminar no le parecía muy llamativa.
- El médico recomendó esperar unos días para ver si puedes recordar algo, si pasa mucho tiempo y aún no recuerdas nada, entonces harán los estudios necesarios.- la voz de Siwon era suave y le distrajo durante el trayecto a la salida del hospital.- si deseas, puedes quedarte conmigo ¿Sabes? Hasta que recuerdes algo. No es muy seguro que deambules por ahí en esta condición.
Kyuhyun no supo como agradecerle, se mordió el labio inferior y asintió. Ya habían llegado a la salida del edificio. El cielo estaba oscuro.
Siwon le dejó sólo con la enfermera mientras iba por su auto. Kyuhyun dejó que le acomodara en el asiento de copiloto y que le pusiera el cinturón de seguridad. Cuando el carro se puso en marcha, se dedicó a mirar por la ventana, tratando de recordar si había estado en cualquiera de los locales que había por ahí, pero fue en vano.
Tenía una extraña sensación en el centro del pecho, pensaba que era la sensación de haber perdido algo muy importante, su identidad. Sin embargo, muy en el fondo, aquella parte inconsciente de su cerebro se sentía aliviada, como si le hubiesen quitado un peso de encima.
*******
Al llegar a la casa de Siwon, muy entrada la noche, Kyuhyun tuvo la oportunidad de mirarla desde afuera. Entraron por unas rejas bastante amplias, el frente tenía un jardín vasto y precioso, que era iluminado por unas farolas ubicadas en lugares estratégicos para que nada quedara a oscuras. Aquella casa era muy grande y hermosa, la casa de alguien con mucho dinero. Quizá el heredero de alguna empresa importante.
Siwon le dirigió hacia la habitación en la que iba a quedarse, la misma en la que había despertado horas atrás.
- Es tarde, será mejor que duermas y descanses. Te traeré algo de ropa para que puedas dormir cómodo- de nuevo aquella sonrisa conciliadora. Kyuhyun no pudo evitar pensar que era una sonrisa hermosa, así como no pudo evitar preguntarse porque sus ojos lucían tan apagados y tristes.
Siwon entró en su propia habitación, tomó de su ropero varias camisetas y pantalones para Kyuhyun mientras le conseguía unas más de acuerdo a su medida. Se aseguró que las ropas elegidas fuesen las más pequeñas que tenía, pues era fácil notar que el cuerpo del castaño era menudo si se le comparaba con él. Se cambió a si mismo de ropa antes de salir de su habitación.
Entró a la habitación del más joven, este se encontraba sentado en la cama. Acomodó las ropas en un cajón y le entregó una de las camisetas y un pantalón a Kyuhyun para que se cambiase de ropa.
- Esta ropa podrás usar por ahora- después se dirigió a la cama, la cual preparó para que el menor estuviese más cómodo. Cuando terminó notó que este aún no se había cambiado. - ¿Deseas que te ayude? - preguntó servicial.
- N-no, no es necesario. Pero ¿Podrías abandonar la habitación?- Kyuhyun se sonrojó al pedir eso, no es que le diera pena que Siwon viera su cuerpo, más bien le daba vergüenza, no quería que Siwon notara la horrible cicatriz que tenía en el pecho.
Siwom asintió confundido y abandonó la habitación antes de murmurar un "Buenas noches". Por la cabeza de Kyuhyun no había pasado que quizás Siwon ya le había visto desnudo.
Se cambió lo más rápido que sus heridas se lo permitieron, no queriendo ver lo maltratado que estaba su cuerpo. Pudo notar que la ropa le quedaba bastante holgada. La camisa se deslizaba traviesa por su hombro derecho, dejando expuesta su pálida piel. Era una suerte que los pantalones no se le cayeran, pero lo atribuyó- muy para su vergüenza- a su trasero. A pesar de eso la ropa era suave y tenía un aroma agradable. Kyuhyun no tenía idea de que aquel aroma pertenecía a Siwon.
Ya en la cama no tardó en rendirse al sueño. Había tenido demasiadas impresiones para un día y se sentía demasiado agotado.
**************
Al regresar a su habitación, Siwon tomó su celular para hacer una llamada. El teléfono sonó apenas un minuto antes de que le contestaran.
- ¿Siwon? - exclamó una voz al otro lado de la linea.
- Teuk, necesito que me hagas un favor.- su voz sonaba cansada, sin la misma energía que cuando le hablaba a Kyuhyun.
- Dime.
- Necesito que me pases una copia de todos los expedientes de personas desaparecidas que se vayan registrando los próximos días.
- ¿Para que quieres eso? No pertenece a tu área.- la voz sonaba claramente confundida.
- Me parece que tengo en la habitación de huéspedes a un desaparecido, es todo. Gracias Hyung. Nos vemos mañana. - el hombre al otro lado de la línea se despidió de igual manera.
Siwon era abogado y Leeteuk era un compañero de trabajo y amigo suyo, aunque el área de Leeteuk era el de crímenes y personas desaparecidas. Por eso le había pedido aquel favor.
Ser abogado era algo que había deseado desde su juventud, disfrutaba de ayudar a las personas a resolver sus problemas con justicia. Sin embargo, su padre era el dueño de varias empresas importantes en Korea del Sur y Japón, tal como había deducido Kyuhyun.
Por eso siempre le parecía imposible ser feliz, porque su padre siempre que tenía la oportunidad le recriminaba su decisión de no heredar la empresa familiar. Por ser una deshonra.
Amaba su trabajo, pero también amaba a su padre y sentía haberle decepcionado. Más que nada extrañaba a su madre, pues no la había visto desde que se mudó a Busan para no ser molestado por su padre. Al menos no físicamente.
Al contrario de Kyuhyun, el tardó más tiempo en conciliar el sueño, como cada noche.
Continuará...
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español