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Only yours por almagazette

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Notas del capitulo:

Aquí otro one shot de ésta pareja, espero que les guste a pesar de ser tan cortito n.n ojalá que sigan leyendo mis próximos fics también.

 

Gracias a mi beta Witch_Chamelon de nuevo por ayudarme con éste fic y darme ánimos para continuar escribiendo *O* no solo de ésta pareja n.n

Y sin mucho que agregar, espero disfruten y me dejen reviews~

 

*O*

Había tomado más de la cuenta pero eso no importaba, su novio le había permitido empinarse la cerveza como si de agua se tratara, aunque luego de ver la manera que la bebía, este frunció el ceño. Eso recordaba Saga, con una sonrisa curva, deslumbrado por las luces que proyectaban directamente al pequeño escenario donde se encontraba ahora.

Ni siquiera recordó el momento que se subió, animado por la misma gente del lugar, un público de puros hombres, algunos eran parejas, otros eran simplemente amantes por esa noche. El animador,  había invitado a bailar al escenario donde se encontraba un tubo y Saga sin pensarlo alzó la mano. Esa noche se la quería pasar en grande en aquella discoteca donde habían quedado con los Alicios, pero se le había olvidado el acuerdo de pasar desapercibidos.

Ya en el escenario,  no se iba a echar para atrás, no señor, tenía que enfrentarse a todo lo que se le presentaba sin arrepentirse. Así que esa prueba la iba a superar.

El DJ puso la música, una candente y con mucho ritmo mientras las luces bailaban y se transformaban en colores dentro de aquel oscuro recinto, donde reinaban las lámparas de neón. Su cadera comenzó a moverse y el público empezó a gritar, lo que le provocó en él,  aquella sonrisa curva de satisfacción. No tenía un bajo, pero sabía cómo deleitarlos y con ello ya se sentía victorioso.

Su cuerpo se movía con más soltura,  al ritmo de la música y decidió utilizar aquel tubo para dar un par de vueltas sin dejar de bailar, comenzando a desabotonarse la camiseta,  para que aquellos hombres se relamieran los labios al ver su piel tan pálida.

Rió en sus adentros, sin poder evitar el estremecerse por aquel deseo ajeno por su cuerpo, una sensación similar, como cuando se está tocando en un recital. Los aplausos le motivaban a continuar, la gente bailaba, pero sin quitarle la mirada de encima, mientras el bajista se movía sobre el escenario.

Aún así, en medio de esas miradas, sabía que había unos ojos pardos fijos,  en cada uno de sus movimientos.  Se mordió el labio,  de solo pensar en ese moreno dueño de esos ojos, casi como si su entorno desapareciera y fueran solamente ellos dos.

El baile duró muy poco para los espectadores,  cuando el DJ bajó la música y el presentador de aquella especie de concurso apareció,  para decir que terminaba el tiempo del baile. Saga ni siquiera pensaba en ganar, pero se bajó con una sonrisa amplia y una excitación enorme, buscando aquellos ojos pardos.

-    ¿Qué tal? ¿Bien? –preguntó,  en cuanto llegó con sus amigos un tanto agitado, con las mejillas sonrojadas y algunas gotas en la frente, que se quitó con la manga de su camisa.

-    Demasiado bien diría yo -dijo divertido Nao,  soltando una risa, bebiendo después de su cerveza. Saga vio a un Hiroto que parecía sorprendido y a un Shou con los brazos cruzados, viéndole fijamente,  como si estuviera a punto de darle un sermón.

-    Te pasaste, Saga -el que habló fue Hiroto,  quien le dio un pequeño golpe en el brazo- lo único bueno es que no terminaste por quitarte la camisa...

-    Eso hubiera sido el acabose -volvió a intervenir Nao,  con una sonrisa,  aunque veía de reojo a Saga como esperando algo.

-    ¿Y Tora? -por fin habló Saga,  luego de aquella agitación, sorprendido por las palabras de sus amigos,  que parecían reprobar su esfuerzo, y notando la ausencia del moreno.

-    Pensé que nunca preguntarías por él -Shou habló casi con brusquedad, señalándole después unas escaleras que daban a la pista del segundo piso- después de tu show se fue.

-    ¿Molesto? -el rostro de Saga se desencajó, ante la reacción que tuvo el moreno. Vio el asentimiento de sus tres amigos.

-    ¿Qué esperabas Saga? Bien sabes lo celoso que es -Hiroto no le recriminaba, seguía sorprendido o más bien extrañado, probablemente por el descuido del bajista.

-    ¡Reacciona Saga! -Shou le sacudió de los hombros- ve a en contentarle, ¡si no quieres recibir su ley del hielo por un mes!

-    ¡Sí sí! -aún despistado, caminó hacia las escaleras, el alcohol no le ayudaba para pensar rápido, pero tenía que arreglarlo o de lo contrario, todo podría convertirse en una discusión y un recuerdo con rencor para el guitarrista. Llegó al segundo piso y le buscó con la mirada, teniendo que caminar pensando donde podría haberse ido el tigre. Sabía que le huía por lo enojado que estaba, pero también que no se escondería porque esperaba que el bajista le buscara.


No tardó en verle de espaldas, parado en el balcón que daba hacia la pista de la planta baja. En aquella vista se podía ver la nube de humo, pero también era un buen lugar para encontrar algún solitario en la pista.

Saga sintió un escalofrío de solo pensar, que el tigre podría estar viendo a otro que no fuera él, pero intentando no arruinarlo con sus celos, se acercó al moreno a paso suave, para luego abrazarle de la cintura,  apegándose a su espalda.

Tora vio de reojo y al notar quien era,  desvió la mirada,  pero no se apartó del abrazo. Su semblante estaba serio, aparentaba más frialdad que enojo, seguro por dentro estaba a punto de estallar, pensó el castaño quien le conocía de años.

-    Shinji –murmuró,  colocando el mentón en su hombro para poder hablarle cerca de su oído y que la música alta no apagara su voz. Estrechó el abrazo y notó que los puños de Tora se cerraban en el barandal por lo que suspiró -lo siento... no pensé...

-    Ya sé. Borracho nunca lo haces -dijo dando un golpe al orgullo del bajista,  pero este  solo bajó la mirada, podía notar lo molesto que estaba el moreno.

-    Perdóname... solo pensé que sería divertido... además que también bailaba para ti –murmuró,  levantando ligeramente los labios en especie de puchero,  pero con un tono arrepentido. El guitarrista le vio de reojo,  arqueando la ceja con aire de interrogarle en silencio.

-    Para eso me hubieras bailado en la casa –sentenció,  volviendo a desviar la mirada- no frente a tantos hombres. ¡Solo te faltó desnudarte,  para hacerles un buen show y compartir tu cuerpo con el mundo! -el castaño se mordió el labio para no reír, sabía que el guitarrista hablaba enserio,  pero le parecía adorable cuando estaba celoso.

-    Ellos solo ven, mi tigre -dejó un beso en su mejilla- eres tú el único que puede tocar y poseer éste cuerpo, así que, no deja de ser tuyo -el guitarrista desvió la mirada al lado contrario de Saga, lo que le demostraba al menor que aquellas palabras le habían gustado, pero que aún no quería perdonarle. Debía bajarle el enojo de alguna forma o de lo contrario seguiría testarudo toda la noche.


El menor volvió a dejar un beso en su mejilla,  prolongando el contacto, observando aquel perfil que tanto adoraba, recorriéndole con la mirada, desde sus patillas, sus cabellos negros, sus cejas, sus pestañas, hasta lo blanco de su piel.

Una sonrisa apareció en los labios delgados del menor, mientras mantenía el abrazo en aquel cuerpo, disfrutando del calor que le provocaba tener su  pecho en la espalda ancha. Entonó una melodía,  cerca del oído del moreno,  quien le miró extrañado a penas pudiendo escucharla en medio de aquella música.

La voz de Saga comenzó a hacerse más nítida,  cuando comenzó con una canción, Tora no necesitó más que la primera palabra para reconocerla, era "Eraser -Memoire d'une fleur-". El cuerpo del bajista comenzó a bailar al ritmo de la canción,  moviendo también al mayor,  quien le escuchaba atento para no perderse de esa voz que le cantaba al oído.

Sus ojos pardos del moreno se fijaron en un punto, sin siquiera mirar. Los sentidos despiertos,  eran el oído y el tacto, pues en cuanto el menor comenzó a bailar,  sentía los roces que le estremecían.

Cerró los ojos, el bajista llegaba al coro de la canción y en su mente podía escuchar la melodía de las guitarras,  con la voz de Saga. Suspiró sintiendo como el cuerpo se le iba relajando, su mente quedó en blanco, la música de la discoteca desapareció, el ruido, las voces, el olor a cigarro, absolutamente todo. Podía experimentar la sensación de flotar  con solo escucharle, sintiendo como sus cuerpos bailaban al ritmo de su propia música.

La voz de Saga continuó, sin borrar la sonrisa,  pues sentía que aquel cuerpo se relajaba entre sus brazos y bailaba. Incluso el semblante del mayor se había relajado, por lo que continuó, manteniendo los labios cerca de su oído, murmurándole las palabras de aquella canción que no tenía dedicatoria,  pero que sabía que a su novio le gustaba.

Llegaba al final de la canción, emitiendo la última palabra, antes de hundir el rostro en su cuello mientras sus cuerpos no dejaban de moverse,  pues la melodía continuaba y en sus mentes la reproducían con exactitud,  hasta la última nota de guitarra.

De pronto,  como si despertara de un sueño, Tora abrió los ojos y la música del lugar le llegó casi molestándole,  pero seguía relajado. Sentía la respiración del castaño en su cuello y en un gesto casi inconsciente,  llevó una mano a una de las blancas manos del bajista. Sintió un beso en la piel,  como respuesta y sonrió casi en forma de burla,  pero no por Saga. Se reía de sí mismo y la manera tan fácil con que el castaño podía quitarle un enojo.

-    No vuelvas a hacerlo -habló por fin el moreno y Saga salió del escondite de su cuello,  para verle.  La sonrisa del menor se amplió,  dejando varios besos en la mejilla de Tora.

-    ¡No lo haré! –exclamó,  sin poderse guardar lo feliz que se sentía,  por haber sido perdonado. -¡Te amo Tora! -pensó en volverse a acomodar en su cuello,  pero al sentir que el mayor se movía,  suavizó el abrazo para poder dejarle darse la vuelta y tenerlo de frente.


Tora le observó en silencio, por fin sus miradas se encontraban y ambos sintieron una descarga que no supieron cómo explicarse. Casi parecía como si fuera la primera vez que se veían después de hace mucho de no hacerlo.

-    Y yo a ti -respondió el mayor,  acercándose a su rostro, haciendo un pequeño contacto con sus labios,  antes de cerrar los ojos y volver a besarle,  pero de manera prolongada. Enseguida sintió los brazos del bajista, rodearle el cuello,  por lo que le abrazó la cintura sin detener el beso, disfrutando de aquellos labios que eran solamente para él.

Porque hiciera Saga,  lo que hiciera, el guitarrista se daba cuenta de que amaba  con locura a ese loco que le pertenece.

Notas finales:

Y bien n.n? Qué les pareció? Ojalá que éste reciba más reviews que el anterior xD y espero seguir actualizando así de seguido antes de que se me acaben las vacaciones D:

 

Gracias por leer *O*


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