Dame Esta Noche por Ashmina

Dame esta noche
(Milo & Camus)

Estoy parado afuera de un karaoke, no estoy muy seguro de entrar ya que de antemano sé que él va a estar y cómo va a faltar si todos los chicos lo convencieron de festejar su cumpleaños en ese lugar.

Quiero entrar, verlo, hablarle, pero no creo que él así lo quiera, después de todo no lo culpo, cometí el peor error, a pasado una semana desde entonces, por más que lo busco, no contesta mis llamadas, mis mensajes jamás tienen respuesta y si me presento en tu templo me da la espalda, entrena cuando no estoy, en pocas palabras me evita. Ya no se que hacer para acercarme a él.

• Milo, ¿qué haces aquí afuera, la diversión esta adentro?, te perdiste ve cantar a Shaka, no creí que cantará tan bien.
• Aioria si no fuera tu amigo y supiera todo de ti, n dudaría en decirte que estas enamorado de él.
• Por eso te lo digo a ti, no me contestaste, ¿qué haces aquí afuera?
• Voy llegando, pero no sé si entrar, no ceo que le agrade mucho verme.
• ¿Qué te hace pensar eso?
• Mmm… … déjame pensar…, tal vez sea que me a estado evitando y que no quiere contestar mis llamadas, ¿no te parece obvio?
• Milo, él te ama, solo necesita tiempo, eso es todo, no fue tan grave, ¿qué hiciste esta vez?, llegaste notablemente ebrio o muy tarde…
• Esta vez no fue eso, ahora si la regué y bastante, no creo que me perdone.
• ¿Qué sucedió?, está vez no me has contado nada.
• Lo que sucedió es que… … …

< . : F l a s h B a c k : . >

Una semana atrás, hubo una reunión en el octavo templo, por alguna razón solo asistieron Saga, Kanon, Ángelo, Afrodita, Shura y yo, los demás se encontraban entrenando, meditando, en una misión o sepa Athena en que otra cosa.

En fin, todo estaba muy tranquilo, nos estábamos divirtiendo, entre platicas, juegos y una que otra, otra y otra bebida, los comentarios fueron subiendo de tono y el grado alcohólico que estábamos alcanzando ya no nos dejaba pensar con claridad.

Ya valentonados, retamos o más bien obligamos a Shura a declararse a Kanon que no acababa de escuchar al español cuando ya estaba prácticamente sobre de él. La escena era bastante excitante, en ese instante sentí unos brazos rodear mi cuerpo, mientra el dueño besaba mi cuello, cundo intento besarme voltee, no quería besarlo, no a sabiendas que existe alguien que me ama (o en ese momento lo hacia), pero Saga no se rendía y acabo besándome, al principio me negué, pero conforme continuo acabe rindiéndome y acabe contestando, mis manos no tocaban su cuerpo. De repente mi conciencia tomo el control y lo empuje.

• Saga, detente, sabes muy bien que salgo con… …
• Por mi no se detengan, pueden continuar - Y salió rápidamente y yo detrás de él.
• Espera, por favor déjame explicarte.
• ¿Qué me vas a decir?, que él te beso y tu no querías.
• Aún que no lo creas así fue - Comenzó a subir las escaleras-
• Milo si querías regresar con él, solo tenías que decírmelo.
• Pero yo no quiero volver con Saga, te amo a ti, contigo es con quien quiero estar.
• Yo… … … tengo muchas cosas que hacer… … … adiós.
• Espera, no te vayas… … … …

< . : F i n F l a s h B a c k : . >

• Y desde ese momento él no me habla
• Hay Milo, ahora si te pasaste, hubiera sido más probable que lo dejará pasar si no hubiera sido Saga, pero con el pasado que tienen…
• Lo sé, pero te juró que nunca quise hacerle daño, de verdad, Aio yo lo amo y ya no puedo estar más tiempo lejos de él, sugiéreme algo, ¿qué puedo hacer para que me perdone?
• Se me ocurre una cosa ¿estas dispuesto?
• Voy a hacer lo que sea
• Bien, sígueme, esto es lo que vas a hacer, claro que con mi ayuda.

Entramos al bar, di la vuelta para que nadie me viera entrar, mientas Aioria se dirigió al escenario para anunciar la canción que seguía, sin mencionar mi nombre. Él se quedo frente al micrófono y la música inicio de pronto la luz se apago, todos comenzaron a silbar. El guardián de Leo salio del escenario.

Listo Milo, entra la música va a iniciar antes de que se enciendan las luces y para evitar que se vaya me voy a sentar junto a él.
Gracias amigo.

Me coloqué sobre el escenario, tome el micrófono y la música dio inicio, ahora era mi turno.

Ya se que es tarde
Para esta confesión,
ya se que el tiempo
No me a dado la razón.

Todos los presentes guardaron silencio, pero las luces no se encendían aún, estaba temblando, jamás había cantado ante tanta gente, el único que me había escuchado hasta entonces había sido el león griego.

Se que ya no hay vuelta atrás
Se que dices que te vas.

Las luces se encendieron, cegando momentáneamente a todos los presentes.

Dame un segundo
Aunque sea por la mitad.

Mis compañeros se quedaron anonadados y estáticos, además de callados.

Si me das un minuto
No te pido nada más.

Ni él se movió.

Dame la oportunidad
De pausar aquí la historia.

Cuando intento moverse Aioria lo detuvo y le dijo algo.

Nuestro cuento así
No puede terminar.

Y no muy convencido se acomodó nuevamente en su asiento.

Amor, dame esta noche
Quiero darte en cada rocé
La razón para volverlo a intentar.

Amor, dame esta noche
Que no vez que necesito
Tu calor.

Aioria llamó a un chico que vendía flores, para indicarle que era momento de entregar el ramo (por no decir que todas las que traía) que le habíamos comprado afuera.

Ya sé que es tarde
Ya quizás será mejor
Que te suelte la mano
Que puede ser peor

Mi amado las recibió en sus manos y aspiro el dulce aroma de las rosas.

Si después de tanto amor
Se termine así la historia
Nuestro cuento se merece
Otro final.

Bajo lentamente del escenario con el reflector siguiendo mis pasos.

Amor, dame esta noche
Quiero darte en cada roce
La razón para volverlo a intentar

Amor, dame esta noche
Que no vez que necesito
Tu calor.

Comencé a caminar hacia la mesa donde él y nuestros amigos se encontraban.

Ya no lo pienses más
Y quédate esta noche.

Al llegar me pare frente a él

Amor, dame esta noche
Quiero darte en cada roce
La razón para volverlo a intentar.

Amor, dame esta noche
Que no vez que necesito
Tu calor.

Me arrodille ante él, mis manos temblaban como nunca.

Solo esta vez y ya
Perdona mis errores.
En la mañana mientras duermas
Quiero perderme en tu belleza.

Tome una de sus manos, que bese con ternura y sin soltarlo continúe.

Amor, dame esta noche
Quiero darte en cada roce
La razón para volverlo a intentar

Amor, dame esta noche
Que no vez que necesito
Tu calor.

Lo vi fijamente a los mojos, me levante y lo hice levantarse despacio.

Cami haz de esta noche
Tu regreso al paraíso
Nuestro amor.

La melodía termino y todos los presentes aplaudieron fuertemente, mientras nosotros seguíamos viéndonos.

• Perdóname, te juró que jamás quise hacerte daño, fue una completa estupidez, el tenerte lejos es la tortura más grande.
• Milo… … yo… … no sé… …, esta vez fue demasiado.
• Por favor, solo esta vez, escúchame, si después de oír lo que tengo que decirte no me crees o dudas de mi, te prometo que no vuelvo a molestarte.
• Vamos afuera, esto no le incumbe a nadie - Nos dirigimos a la salida sin decir una sola palabra - ¿Qué tienes que decir?
• No te voy a dar excusas tontas, en realidad él me beso, aprovecho que estaba tomado y en el momento que lo aparte tu llegaste.
• ¿No pusiste resistencia?, ¿no te negaste?
• Camus en serio, cuando llegaste yo acababa de empujarlo, no quería te lo aseguro, yo solo te amo a ti.
• ¿Sabes lo que sentí cuando vi que te besaba?, pensé lo peor, comencé a dudar de ti, que todo esto era un juego que los do habían tramado…
• Nunca me atrevería a jugar contigo.
• Entiéndeme, después de lo que pasaste con Saga, del pasado que tienes con él
• Por esa misma razón, ¿crees que podría regresar a su lado? después de que lo sorprendí viéndome la cara, tu viste por lo que pase después de eso. Saga es un capítulo cerrado en mi vida. No quiero estar con nadie más que no seas tú. Camus por favor dame una oportunidad.
• Milo… … - fue lo único que dijo, después solo se abrazo a mi y yo me aferre a él - Te amo -dijo en un susurro.
• Y yo te amo a ti, solo a ti, vamos a dentro los chicos esperan al festejado.
• Si no fuera por eso, te pediría que fuéramos a otro lado - Me sonrió de forma sugestiva.
• Bueno eso puede esperar, tenemos toda la noche - tome su mano y nos adentramos, en la mesa aún nos esperaban los chicos.
• ¿Qué pasó Camus, una canción y ya te convenció? - El sutil comentario de Saga fue captado por todos.
• ¿Qué paso Saga, querías que la canción fuera dirigida para ti?
• Cami déjalo, no tiene caso - Bese sus labios - Sigamos festejando.
• ¿Y dónde nos quedamos? - preguntó a los chicos.
• Que bien cantas Milo - Shura me felicito.
• Lo tenías muy oculto, nadie lo sabía - añadió Aldebarán.
• Yo si o sabía, es la ventaja de ser buenos amigos 
• Oye todos aquí somos amigos. - Objeto Kanon.
• Si, pero yo soy su mejor amigo - Finalizó Aio.
• ¿Porqué no lo haces más seguido? -Preguntó Afrodita.
• Por que si lo hiciera no cantarían ustedes y eso no sería para nada divertido.
• Gracias por dejarnos divertirte - Señalo Ángelo provocando la risa de todos.

Pasamos una noche divertida, seguimos platicando y algunos más cantando hasta que el dueño del lugar nos dijo que ya era hora de cerrar, así que no queriendo nos dirigimos al Santuario.

Lo lleve hasta su templo

• Llegamos Camus, descansa.
• ¿Y mi regalo de cumpleaños?
• Travieso, ¿no fue suficiente haberte cantado frente a tanta gente y las flores? -Lo bese.
• No, eso fue para reconciliarnos, falta mi obsequio de cumpleaños.
• Muy cierto, entonces dime ¿qué es lo que quieres como regalo? - Mordí mi labio inferior.
• Tú ya lo sabes - sonrió - a ti.
• Eso lo podemos arreglar - Lo cargue y comencé a caminar ni muy rápido ni muy despacio a su habitación, abrí la puerta, entramos, cerré la puerta con un poco de dificultad y comencé a besarlo, mientras caminaba a la cama.

Estando junto al lecho, lo coloque suavemente, lo bese fugazmente y me enderece, ante su mirada atenta, comencé a desabotonar mi camisa hasta que se fue deslizando por mis brazos y cayó al suelo.

Me incline nuevamente para besarlo más apasionado que antes, mis manos se las arreglaron para desabotonar y quitar su camisa para así acariciar directamente su blanca piel. Mi bello ángel hacia milagros, con sus manos intentaba desabrochar mi pantalón.

• ¿Necesitas ayuda?
• Tal vez un poco, no me caería nada mal.

Me levante y el se sentó, dirigió sus manos al botón y volteo a verme, me agache para besarlo mientras bajaba el cierre y seguidamente deslizar el pantalón junto al boxer, acaricio mis piernas, subió a mi pecho, espalda y nuevamente iba bajando. Sus manos siguieron el camino de mi pecho, besando y lamiendo, hasta llegar a mi miembro casi despierto, instintivamente hice mi cabeza hacia atrás y mis dedos se enredaron en su sedosa cabellera. Lamió y succionó hasta que termine en su boca en medio de un ronco gemido.

Demandante tomó mis labios, nos besamos con pasión, acariciando nuestros cuerpos con el deseo de sentirnos cerca, olvidándonos de la pésima semana que habíamos pasado.

Se acomodo junto a mi, acarició mi pecho, espero pacientemente a que mi respiración fuera más tranquila, me gire hacia él y comencé a besarlo despacio, saboreando cada milímetro de su boca.

• ¿Y bien?… … ¿cuál es mi regalo? - susurro en mis labios.
• Mmm… … - fingí que pensaba - amor, tu ya lo dijiste, yo soy tu regalo - me miro extrañado por mi respuesta, sin siquiera moverse ni un poco. Tome su mano y sin dejar de verlo a los ojos, lami dos de sus dedos, inmediatamente cerro sus ojos, sin dejar pasar mas tiempo los introduje en mi boca, mientra él contenía la respiración - Cami ¿sigues conmigo?
• … … … Si… … … - Sus ojos no se habrían - si… sigue.
• No - dije.
• Pero… mi… regalo…
• Por eso mismo no puedo seguir, tu dijidte que me querías a mi como regalo ¿no es así?
• Si, eso dije, pero Milo tu jamás…
• Ssshhh!!!… - Coloque un dedo sobre sus labios - Te dije que solo quiero estar contigo y ahora solo quiero se tuyo. 
• Milo… yo…
• Amor, te deseo más que nunca.
• Te amo…
• Y yo a ti…

Nuevamente me beso y al separarse se sentó en mi pelvis, gemí por el contacto de su cuerpo, desabrocho el cinturón y el botón de su pantalón, el cierre lo baje yo.

• Esta posición es incomoda para quitarte este pequeño estorbo.
• ¿Y así? - Se había puesto de pie, en lo que yo me sentaba, coloque mis manos en su cintura.
• Mucho mejor - Lentamente deslice el odioso pantalón junto al boxer hacia abajo, dejando su piel al descubierto, besándolo con deseo, llegando hasta su miembro que sin reparos introduje en mi boca, arrancando un ronco gemido de sus labios, mi boca subía y bajaba rítmicamente al paso marcado por sus manos que se sujetaban a mi cabello.

De un momento a otro me detuve, él rezongó, tome sus manos y lentamente fui recostándome en la cama atrayéndolo, acostándolo sobre de mi, nuevamente guié dos de sus dedos a mi boca, humedeciéndolos lo más posible. Comenzó a besarme, su lengua mantenía una batalla bastante provocativa con la mía, mientras uno de sus dedos se introducía en mi y al minuto otro le hizo compañía mientras arqueaba ligeramente la espalda por la pequeñísima molestia.

Después de unos momentos los intrusos salieron, se colocó entre mis piernas y comenzó a penetrarme lentamente, hasta que se percató que una lagrima traicionera escapo de mis ojos.

• Amor ¿estas bien?
• Si, continua - Sentí que e partía en dos, me cubrió de besos y caricias antes de moverse.

Era la primera vez que me entregaba a Camus desde que iniciamos nuestra relación, él ya lo había sugerido en alguna ocasión, pero yo me negué, lo propuso dos o tres veces más obteniendo loa misma respuesta, luego no volvió a preguntar, se que fue una acción muy egoísta de mi parte.

• Cami te amo, pero…
• ¿Quieres que cambiemos? - Pregunto my preocupado.
• No amor, no es eso, es solo que… … tú no haces nada… … y bueno… …
• Mmm… … - Me beso y ejerció un poco de presión - eso se puede arreglar.
• Aaaaahhhhh!!!!!

Inició un vaivén apasionado, seguido de otro rítmico, llegando a otro casi frenético, sin dejar de ser apasionado y tierno que nos estaba enloqueciendo, llenándonos de placer, estoy seguro que gemí como nunca, a pesar de que no era virgen, fue la mejor sensación que había sentido. En ningún momento dejo de besarme y acariciarme.

Nuestra respiración era agitada, su mano encontró lugar en mi endurecido miembro, ascendiendo y descendiendo de manera continua, hasta que para ambos fue imposible evitar llegar al punto cumbre del placer.

Lentamente salió de mi, la punzada de dolor que sentí provocó que me quejará sin quererlo.

• Lo lamento, no fu mi intensión lastimarte.
• No es nada, tranquilo, oye… … - suspire - fue increible… yo… te amo Cami.
• Yo también te amo Milo.
• Feliz cumpleaños cubito de hielo.
• Contigo a mi lado, no podía ser de otra forma bichito.

Y sin más, abrazados nos dejamos llevar por el sueño reparador, olvidándonos de cualquier cosa que no fuéramos nosotros.

F I N