Secret
Susurrabas algo, sí, de nuevo a él, se estaban contando secretos mientras yo los observaba desde mi asiento en silencio, haciendo caso omiso a Peter, el cual me estaba diciendo algo que verdaderamente no me interesaba en lo más mínimo…
Sólo tú me interesabas… solo tus palabras escuchaba… ya no escuchaba a la profesora, en mi vago intento por escuchar lo que James y tú se susurraban entre sí…
Cuántos celos me invadían, esa sensación que quema y no me deja vivir… Celos por ti, celos porque ya no me tratas como antes, sí, tantos celos de él…
…l, tu mejor amigo, puesto que nunca llegaré a ocupar, siempre seré el segundón, al que nunca le prestas más atención que a tu mejor amigo…
Sí… Bueno, ¿Cómo no tener mis dudas?...
James Potter, chico apuesto, alto, varonil y muy especial, porque yo lo conocía y sabía que él era una persona espléndida y maravillosa, en la que puedes confiar plenamente… Sí, tenía serias dudas acerca de tu relación con él, con ese chico de ojos castaños, siempre brillantes, siempre atrayentes… En especial para ti, que pasabas casi todo el día contemplándolo en silencio, y que aprovechabas cualquier oportunidad, por estúpida que fuera, para hablarle…
Celos, celos, ¿Qué mas puedo sentir? Me siento excluido, me siento burlado, me siento maltratado, aunque sé que esa no es tu intención, no quieres que me sienta así debido a que valoras muchísimo a tus amigos…
Se detienen en un momento, veo que sus susurros paran, ¿Porqué…? Ahora… ¡Me están observando!... Sirius sonríe, sin pensar en la situación en la que me metía al momento de sonreír... Su sonrisa siempre… me hace derretirme… ¡Diablos! ¿Qué puedo hacer? Sólo puedo ocultar mi rostro debajo del libro de Transformaciones para disimular mis mejillas sonrojadas… Escuché una risa por parte de James… ¿De qué se estaba riendo?... Seguro de mí, seguro notó mis mejillas encenderse furiosamente tras tu sonrisa, y escucho como si alguien le diera un zape en la nuca al chico de gafas… ¡Lo habías golpeado!... Pude escuchar con claridad qué dijiste debido a que no lo estabas susurrando…
-¡Deja en paz, Prongs! ¿Qué tienes en contra?-
James simplemente continuó riendo, aunque pude escuchar que murmuró entre risas
-¡Es que se ven tan lindos!-
Mi mundo se ha caído… ¿Qué diablos dijo?
Me estremezco tras la ola de escalofríos que recorren mi cuerpo, James lo sabía, ¿tú también lo sabías?
¿Sabías lo que yo siento?
¿Sabías cómo me haces sentir?
¿Sabías todo lo que te había ocultado?
¿Ese secreto tan profundamente guardado en el fondo de mi alma?
¿Lo sabías…?
Y si no lo hacías…
Lo sabrías ahora…
Al momento en que mis mejillas enrojecieron más, y me levanto de golpe, ocultando mi rostro entre mis manos, maldiciendo, y derramando cálidas lágrimas en mis pálidas manos, en que corro, en que salgo de allí, en que me alejo de ti, en que intento en lo más posible, no estar cerca de ti…
La profesora observó incrédula la escena, uno de sus mejores alumnos había salido corriendo de su clase, al parecer llorando…
Te levantaste de golpe, aún conmocionado por mi actitud. Decidiste seguirme, decidiste salir corriendo ignorando a Prongs, decidiste ir tras de mí…
Mientras yo corría sin rumbo alguno, mientras derramaba más lágrimas de dolor y angustia, mientras mi corazón se rompía a pedazos… ¿Cómo lo sabías? ¿Cómo te enteraste? ¿Quién te lo dijo? …stas y muchas más preguntas circulaban por mi cabeza, la cual no explotó porque yo no quería quedar sin conocimiento alguno…
Pisé…
Estaba en los jardines…
¿Cómo había llegado?
No me interesaba en lo más mínimo…
Corrí debajo de un árbol, y me desplomé bajo sus ramas, a llorar…
Pero sentí que no estaba solo…
Unos pasos en la grama, unos pasos detrás de mí, una mano sobre mi hombro, un cuerpo cálido sobre el mío…
Eras tú…
Estabas ahí…
Yo detuve mi llanto.
No quería que me vieras llorando, así que hice lo posible por limpiar las lágrimas que corrían por mi rostro con la manga de mi túnica…
Tú te levantaste, rompiendo ese cálido abrazo, esperando a que yo hiciera lo mismo…
Y lo hice…
Me senté como tú, aun intentando limpiar mis lágrimas…
-Qué te sucedió…- Preguntaste, con la voz ahogada
Yo no sabía qué responderte, pero deseaba contestarte algo… Así que medí el valor para hacerlo, la fuerza me invadió…
-¿Tú sabes lo que siento por ti…?- Sí, te lo dije, te hice esa pregunta, esperando tu respuesta, con un peso en el pecho…
-Sí, Moony… Es un tanto obvio… Pero…-
Te detuve… No quería escuchar más, con eso me bastaba… No quería sufrir por tu rechazo…
Corrí…
Era la primera vez que corría de una manera tan desenfrenada, podía jurar que escuchaba una especie de música triste por cada paso que daba, corrí, corrí… llegué a la sala común…
No había nadie, todos deberían estar en clases…
Me lancé de boca a mi cama, esperando consolarme, pero no pude, seguí llorando, lloraba, lloraba, no podía hacer nada más…
Cuando se me pasó el ataque de histeria, me metí al baño, me lavé el rostro, lo tenía rojo…
Sumergí mi rostro entre mis manos que estaban llenas de agua fría, y sentí un alivio grande…
Salí de allí, más calmado…
Aunque no esperé lo que encontré…
Estabas allí…
-No me dejaste terminar…- Susurraste…
¿Qué? Te estabas… ¡Levantando!
¡Venías a mí!
¿Qué diablos hacías?
Tus ojos estaban brillantes…
-Yo también te amo, tontito… ¿cómo crees?- Me susurraste al oído de forma seductora, haciendo estremecer hasta la menor partícula de mi cuerpo, el cual ahora estaba entre tus fuertes brazos, mi cintura estaba entre tus brazos… ¡Qué delicia!
Me besaste… Sí… Se sentía tan bien… tus labios sobre los míos… tu lengua explorando cada centímetro de mi boca, todo, era… perfecto…
No pude más, respondí a tu beso… Tu sabor era delicioso, exactamente como lo había imaginado, como había soñado… Eras tan perfecto…
No pudimos más… el calor era insoportable y además se nos acabó el aire…
Nos separamos… viéndonos a los ojos…
-te amo… Moony…-
Estaba en el cielo… ¿Soñaba? No… era tan real…
-Yo también te amo, Sirius…-
Sí… y lo hacía… desde hace tanto…
Te acercaste a mí, y me volviste a besar… con fuerza… deseo… me recostaste en la cama…
Esa noche no íbamos a dormir mucho que digamos…