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Lo negativo de negarse por SakuTora

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Notas del fanfic:

bueno iba a subir este fic cuando terminara algunos de los fics que llevo xD pero no me agunate saben? *w* con el cumple de Tora y mas encima se hace un twitter *A* me superoooooo!! tenia que subirlo si o si *-*

fue una loca idea que surgio despues de haber leido un manga yaoi *3* pero despues le fui cambiando toda la historia xD y tan de moda que está las tramas sobrenaturales que quise intentar esto *-*

es mi primer fic de este tema y estoy bien emocionada >w< lo llevo bastante avanzado y es, con el que tengo mas inspiracion asi que creo que actualizare seguido (?) si la maldita U me lo permite ¬¬

Notas del capitulo:

El capitulo es bastante largo, quiero que entiendan bien la trama de la historia :3 igual si les queda alguna duda me la dicen por rev *-*

Agradecimientos por mi amiga wantan que me ayuda con este fic *A* te adoroooooo!!!

enjoy!! :3

“Un día más…un día más en que tenía que ver como otra vez le rompía el corazón a un chico, pero en estos momentos,  más bien desde hace años que ya no puedo hacer nada y sólo puedo mirar como un mero espectador como rompo todas las ilusiones de ese pobre castaño que se derrumba por mis palabras frías y cortantes-.”

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Capítulo 1:  Memories

Era un niño normal a simple vista, a excepción de sus peculiares rasgos extranjeros que residían en su rostro y cuerpo, que últimamente eran objetos de burlas por los demás niños de ese jardín; no quería preocupar a sus padres, por lo que nunca abrió la boca para quejarse o para acusar a sus compañeros, ellos le habían advertido que sería peor para él si hablara. En ese entonces Shinji Amano contaba con sólo 4 años y a su edad tomó  la decisión de arreglar sus problemas por sí mismo, sin ayuda de nadie o eso es lo que “ellos” le aconsejaron.

       —   ¿Shinji-kun estas bien?

—      Esos críos idiotas se quieren pasar de listos molestándote de nuevo ¿no?

 

—     ¿Esa vez no te vio nadie pequeño? ¿Te atraparon estando solo?

Cualquier espectador que estuviera en ese lugar diría que el niño estaba loco, primero en un templo, hablando solo, sin ningún rastro de una presencia humana además de la suya. Pero para el pequeño pelinegro era diferente, y era que él perfectamente podía ver  a esas personas que estaban a su alrededor,  que le daban confianza, fuerza y consejos para enfrentarse a esas burlas que sufría por sus demás compañeros.

A su corta edad Shinji no sabía mucho de los fantasmas y esas cosas y era que a la gente que residía en ese templo,  las veía como gente normales, en ningún momento  veía personas pálidas, con un color blanco, casi transparente como se ven en las películas, sino que se veían comunes y corrientes para él y los adultos de ese lugar tampoco quisieron aclararle las cosas para no asustar al chico.

—No quiero volver más— susurró el pelinegro abrazándose a sus rodillas y ocultando su rostro lloroso entre sus brazos, era ahí donde recién podía desahogarse de todas esas burlas, no quería hacerlo en su casa para no preocupar a su madre, ni mucho menos lo haría en la escuela. Pero todo tenía un límite y esta vez ya era demasiado, no podía aguantarlo y sus amigos, según Shinji, sólo podían ver como lágrimas recorrían su infantil rostro sin que ellos pudieran hacer nada para consolarlo.

—Mierda, si tan solo pudiera decirle unas cuantas cosas a esos críos- pronunció un chico alto y rubio, que vestía con un uniforme de estudiante de termino de secundaria

—Pero no puedes  Minase-kun, más bien no podemos hacer nada para ayudarlo más que estar aquí con él- le reprendió el anciano quien se arrodilló al lado del pequeño pero no se atrevió a tocarlo, Shinji aún no sabía que ellos ya no existían en este mundo- Tranquilo Shinji-kun, no llores, tu eres un niño fuerte e inteligente y sé que podrás

—¡no puedo! ¡Ya no aguanto más Ojiisan! ¡Quiero que se mueran, que se mueran todos!

Los adultos a su alrededor sólo pudieron mirarse sorprendidos ante las palabras de ese pequeño que tanto dolor y rencor albergaba con ellas,  a esa edad  y que retuviera  tanto odio les entristeció, pero lo que mas dolía era no poder hacer nada para ayudarlo, ya se les estaba acabando las ideas y todo consejo que le daban a Shinji esos niños contraatacaban con algo de mucho mayor calibre.

—Quiero que ...se mueran

—No es bueno que pienses así Shinji-kun—el sólo escuchar esa dulce voz que hacía que el corazón de Shinji latiera con fuerza, alzo su pequeña cabeza para encontrarse con la hermosa sonrisa de una bella mujer con kimono plateado, quien para sorpresa de todos y del mismo pequeño le acarició el cabello viendo como su mano traspasaba la cabeza del niño dejándolo atónito —No es bueno desearle la muerte a nadie, no querrás que ellos estén como nosotros ¿o sí? —el pelinegro no le respondía aún no entendía por la mano de su Hikari-sama no podía tocarlo— Yo sé que no eres así  y eres un niño muy bueno- le sonrió la cálida mujer abrazando al pequeño quien seguía sorprendido, su infantil mente aún no podía entender porque a su amiga se le desaparecían los brazos y no podía sentir ese cálido abrazo que le brindaba

—Hikari-sama…¿usted..por qué no puedo sentir su?

—¡es suficiente Hikari-san! — interrumpió el anciano—No es prudente que el niño

—Shinji es lo suficientemente maduro para entenderlo— le interrumpió la mujer, levantándose tomando la mano Shinji, traspasándola aún, pero el pequeño entendió el mensaje y se levantó con ella tratando de agarrar esa mano que no podía sentir— Escucha cariño, nosotros, más bien todos los de aquí no somos como tú— y justo en ese momento para sorpresa del pequeño empezaron a aparecer las demás personas que residían en ese templo, con todas ellas se había encontrado y hablado en algún momento y ahora aparecían a su alrededor de la nada, pero en ningún momento el niño sintió miedo, más bien era sorpresa—Lo entiendes ahora mi pequeño?— le susurró —Nosotros ya no pertenecemos a este mundo, no podemos hacer ya las cosas que tú haces…¿sabes lo que es la muerte?

—¿muerte?- —repitió confundido—Es…cuando alguien que quieres se va a un lugar mejor? Eso me dijo mi madre, pero…¿por qué están aquí?

—Digamos que somos unos espíritus que aún tienen cosas que hacer en este mundo—habló el anciano—Es por eso que aunque estemos muertos no podemos viajar aún a ese lugar que tú dices

—pero entonces…¿por qué puedo verlos?

—Hay personas que nacen con talentos especiales y ese eres tú pequeño — le habló Minase—Puedes tomarlo como una maldición o como un don

—¡claro que lo tomo como un don! Yo no sería nada sin ustedes, si no los hubiera conocido a Hikari-sama  o Minase-kun o Reitaro-kun— miró a un niño más o menos de su edad que estaba  a unos metros al frente suyo  acompañado de su madre—Y  a todos los demás yo…en ningún momento pensé que es algo malo onii-chan!

—Ves que eres un buen niño— le sonrió su querida Hikari-sama— No eres capaz de desearle la muerte a nadie, esta vez te ayudaremos un poco ¿si? Tienes que sacar ventaja de tu don

—¿Sacar ventaja?

—¿en qué estas pensando Hikari-san? — preguntó confundido Minase

—Pienso que ya es momento de devolverle el favor al pequeño Shinji, gracias a él nuestra estadía aquí ha sido más amena y divertida ¿no creen? Además que ya no soporto verlo abusado por esos niños, se merecen un buen susto

—¡¡si!! ¡Yo quiero asustarlos! — saltó de emoción el niño que tenía la edad de Shinji y se despegó de su madre para ir a su lado—Tráelos aquí para que los asustemos Shinji— le sonrió tomando una de sus manos en donde el pelinegro miró con tristeza como traspasaba su piel— Esta vez te ayudaré como tu mejor amigo que soy

—Y el único que tengo— le sonrió Shinji estando encantado de recibir el apoyo de todas esas personas y que se preocuparan tanto por el, ahora no tenía miedo, contaba con el apoyo de sus amigos, no necesitaba nada más.

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Pasó el tiempo y lo abusos terminaron, sus “amigos fantasmales “como así les llamaba Shinji, se habían encargado de asustar a los otros chicos de su escuela, ya sea controlando el viento o moviendo objetos del templo e incluso llegaron a escribir una frase con hojas secas donde advertían que si seguían molestando a Shinji  lo  iban a pasar muy mal; finalmente los abusos  y burlas terminaron y aunque el niño seguía estando solo en la escuela ya no era algo que le importara, tenía a sus amigos apoyándolo desde lejos.

Sin embargo luego de eso, Shinji  aprendió una lección muy valiosa, que a su infantil mente le costó procesar, con sorpresa vió como el anciano se marchaba frente a sus ojos por una gran haz de luz sin que nada pudiera hacer para evitarlo, su Ojiisan no volvió a aparecer jamás, esa noche lloró mucho, esa fue la primera vez que vio como un espíritu ascendía sin posibilidad de volver otra vez, en ese instante Hikari le explicó que eran espíritus errantes, hace muchos años habían sido personas que lamentablemente perecieron cerca de ese templo atándolos a él y la mayoría estaba esperando a que terminaran algo para irse tranquilos y poder descansar finalmente en paz. Desde entonces, el niño sólo pudo ver con tristeza como cada uno de sus amigos iban desapareciendo, hasta sólo quedar acompañado de su  Hikari-sama, hasta se le había ido su único y mejor amigo eso fue lo que más le dolió, sin embargo, pudo superarlo gracias a la bella mujer que le hizo comprender que lo mejor para ellos era descansar en paz y que tenía que estar feliz por su pequeño amigo, Shinji finalmente lo entendió y, aunque nunca lo dijo pero Hikari lo sabía, no quería que ella se marchara y ésta no lo quería dejar solo, retardaba cada vez más su partida, porque sabía que todo lo que tenía pendiente en este mundo ya estaba hecho y ya no podía retrasar por más tiempo su viaje.

Por lo que un día lamentablemente se tuvo que despedir con innumerables lágrimas de su pequeño niño que intentaba aferrarse a su kimono sin éxito y veía como la mujer ascendía por esa luz.

—Tienes un don pequeño aprovéchalo bien, yo no te olvidaré— le sonrió  por última vez esa bella mujer, dejando a un triste y solitario niño llorando sin consuelo por la partida de todos sus amigos del templo.

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Podría decirse que desde ese día la vida del pequeño cambió drásticamente pero no lo fue, como Hikari lo predijo Shinji seguía con ese don; lo tenía en cada calle, en su casa, su vecindario, su escuela,  tienda, supermercado, en cualquier lugar se encontraba con espíritus que al principio reaccionaban con sorpresa  a que el niño pudiera verlos, pero luego se alegraban de tener una conversación con un niño tan inteligente y cariñoso como lo era Shinji. Otra vez hizo múltiples amigos, y esta vez no se deprimía tanto cuando tenían que seguir esa luz, porque entendió que ese era su destino y él no era nadie para retenerlos por más tiempo, mientras tanto disfrutaría su tiempo aquí haciéndoles pasar más llevaderos sus días.

Sus padres al principio estaban sorprendidos de que su hijo hablara solo en cualquier lugar, pero al rato se tranquilizaron pensando que de seguro tenia múltiples amigos imaginarios, y vaya que su hijo era bueno para inventar tantos nombres y personalidades que les tenia.

Sin embargo pasaron los años y comenzaron a preocuparse, a la edad de once años a pesar de que Shinji ya se relacionaba un poco con sus compañeros, continuaba con su don, es más se hacía cada  vez más fuerte, hasta podía ayudar a las personas a encontrar el camino para continuar hacia el otro mundo, esa  fue la misión que se autoproclamó, sentía que estaba siendo un héroe con esas personas, pero lamentablemente el error que cometió es que jamás lo ocultó de sus padres, no se preocupaba porque la gente lo viera hablar solo en las calles o en una reunión o incluso en la escuela, lo que le hicieron ver que Shinji probablemente tuviera un trastorno mental.

—Será mejor que dejes de hablar con nosotros— le decían dos chicos que caminaban a su lado, invisibles para todas las personas menos para Shinji; uno de ellos era universitario y el otro estudiante de tercero de secundaria, esos espíritus habían sido atropellados por un auto cerca de la escuela de Shinji y siempre lo acompañaban en el recorrido hasta su casa.

—¿por qué? No le veo nada de malo Shun-san— le contestó al estudiante

—Claro que tiene de malo de Shinji y no nos mires así que parecerá que estás hablando solo

—No hablo solo, hablo con ustedes

—Pero para los demás es eso pequeño—le dijo esta vez el chico universitario—Será mejor que lo disimules o mejor dejes de hablarnos, te traerá problemas

—¿qué problemas? Hikari-san dijo que no debía avergonzarme de mi don— sonrió melancólico, se notaba que aún le tenía un gran afecto a esa mujer que afectó tanto a su niñez

—Pero en ese instante eras pequeño Shinji, ahora eres más grande y no es normal que un niño como tú esté relacionado con nosotros

—no entiendo…¿acaso ya no quieren que siga hablando con ustedes Hero-san? — susurró triste el niño haciendo sentir mal a los mayores— Yo soy muy feliz hablando con ustedes y los demás, no puedo ignorarlos simplemente

—Shinji-kun

—No importa, se preocupan demasiado, ya verán que no pasara nada— le  sonrió Shinji confiado alejándose del lugar y dejando parados a los otros dos, ya que sus espíritus les impedían seguir mas allá, tenían un mal presentimiento de todo esto.

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A la edad de doce años sus padres estaban desesperados, sicólogo que consultaban ningún efecto tenía, aunque Shinji cumplía con todas sus obligaciones seguía hablando con esos amigos imaginarios que hacían lo posible por ignorar al chico para no hacerle problemas, pero éste era necio y seguía hablándoles hasta sacarles una palabra o regaños para que se callara o disimulara o sino le traería problemas y no se equivocaron.

—¿abuelo…?— Pronunció emocionado viendo la silueta frente a su escuela, todos ya se habían ido a sus casas pero él había insistido en que quería que una vez su querido abuelo lo fuera a buscar a su escuela, ya que su trabajo quedaba cerca de ella, sabía que vendría y cumpliría su promesa—¡abuelo! — Rió contento corriendo a abrazarlo, pero para su sorpresa sus brazos traspasaron el cuerpo del anciano, dejándolo en shock.

—Gomen Shinji— susurró con tristeza el anciano viendo la cara de espanto que tenía el pequeño sin poder creer que su querido abuelo estuviera muerto frente a sus ojos—Quería pasar a buscarte hoy pero...

De pronto el chico, escuchó a la lejanía el sonido de una ambulancia, algo le decía que iba ir a ese lugar que estaba a pocas cuadras de su escuela y con horror vio como trasladaban el cuerpo de su abuelo en una bolsa negra.

—Dicen que el pobre anciano sufrió un infarto

—Escuche que quería ir a buscar a su nieto, estaba preguntando por direcciones, iba atrasado, no quería dejar al nieto esperando y se sobre exigió mucho

—Pobre anciano

No podía creerlo, por su culpa… por su culpa su abuelo había fallecido, si tan solo no le hubiera insistido tanto en ir a buscarlo, si hubiera sido más maduro en sus decisiones, por su culpa también había  metido en  problemas a su abuelo, era el único miembro de la familia que le creía y lo apoyaba con su don y hoy sería el día en que se lo mostraría, le hizo jurar al anciano que tenía que llegar a la hora para que pudiera ver a sus amigos fantasmas, pero justo ese día se había dado cuenta que ambos ya descansaban en paz, al igual ahora que su abuelo que trató de serle fiel a su promesa.

Si tan solo…si tan solo no hubiera tenido este don, nada de esto hubiera pasado, era su maldita culpa

—Shinji…—escuchó a lo lejos la voz de su abuelo pero en su cabeza solo se repetía esa oración—Shinji escúchame no fue— el pequeño no pudo seguir escuchando al preocupado mayor, se sintió atrapado por una gran fuerza y luego todo a su alrededor quedó negro.

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Se despertó en su cama, sentía un extraño vacío en su cuerpo y luego recordó lo que había pasado, su pobre abuelo había muerto por su culpa, ya nada volvería a ser como antes, con preocupación observó  su despertador,  había permanecido casi ocho horas inconsciente.

De pronto escucho y vió como la puerta de la habitación abría apareciendo su angustiada madre quien se acercó a él. Shinji vió que tenía sus ojos aún rojos por todo lo ocurrido, hace poco había perdido a su padre y ahora su hijo no despertaba, si seguía así tendría que llevarlo al hospital, no quería perder a su hijo también, no lo soportaría.

—hijo, mi pequeño Shinji, por favor despierta

—…—el corazón de Shinji se quebró al ver las lágrimas de su madre, se sintió horrible al saber que eran por su culpa también, no quería que siguiera preocupada por él, no lo merecía, así que se levantó de inmediato para tranquilizarla pero con sorpresa vio que el llanto de su madre no se detenía—Mamá  ya no llores ya estoy bi— se detuvo con horror, observó como él se había levantado pero su cuerpo seguía acostado y durmiente en esa cama.

No podía creerlo, él...¿él era un fantasma?¿ había muerto? No, esto no podía ser, no le podía estar pasando a él, una y otra vez intentó levantarse con su cuerpo pero no pudo, éste seguía  tendido y ahora sin vida en esa cama.

—No puede ser yo…

No pudo terminar su frase ya que con sorpresa vio como abrió los ojos, pero no era él quien los abrió, la persona que estaba en su cama se sentaba y acomodaba lentamente viéndose sorprendido por un abrazo de su madre llorosa, feliz de que por fin hubiera despertado sin embargo ese rostro, más bien todo su cuerpo no presentaba emoción alguna.

Shinji descubrió que su cuerpo se movía solo y el Shinji que estaba en esa cama siendo abrazado por su madre no era él.

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Era el funeral de su querido abuelo, todos estaban dolidos y llorando por ese bondadoso hombre en donde su partida había sido tan repentina, pero el pequeño pelinegro ninguna emoción mostraba y eso extrañó a todos, se suponían que el abuelo y su nieto eran lo más unido que había, incluso más que con su padre, por lo que no entendían porqué Shinji estaba serio mirando la ceremonia y viendo por última vez las cenizas de ese anciano, sin demostrar emoción alguna.

—Mamá, quiero comer

La mujer lo miró sorprendida de que su propio hijo le dijera esa simple frase tan fríamente y justo en este momento, se supone que era su querido abuelo, Shinji lo quería demasiado, entonces ¿por qué actuaba asi?

—Shinji, amor, estamos en el funeral de tu abuelo, más respeto

—Tengo hambre, quiero comer ahora— le volvió insistir el joven

—Escúchame Shinji— lo miró algo cansada de la actitud desubicada de su hijo, aún no podía creer que se comportara tan estúpidamente en estos momentos—Si no te dejas de hablar puedes irte largando de acá y

—Bien me iré— respondió simple dejando a la angustiada mujer en shock, solo lo estaba regañando para que volviera en sí, no podía creer cómo su hijo sin ningún tipo de sentimiento se iba del lugar sólo para satisfacer esa necesidad biológica básica, el deseo de alimentarse, y eso era una de las pocas cosas que podía sentir.

—Estúpido cuerpo— maldijo el verdadero Shinji, viendo con tristeza como velaban a su queridísimo abuelo y él ya no podía quedarse en ese lugar ya que su cuerpo se alejaba, estaba atado a él, no podía hacer nada, su abuelo ya se lo había explicado anteriormente antes de irse a descansar en paz.

-Estás atrapado entre dos mundos Shinji

El pelinegro se volteó sorprendido reconociendo de inmediato esa voz, era su amado abuelo que estaba de pie en su habitación observándolo, no pudo evitar correr a abrazarlo, tal vez todo esto era una pesadilla y el anciano había venido a despertarlo de ella.

—¡abuelo! Estas

—Estoy muerto pequeño, lo siento— le sonrió triste al ver que su nieto se emocionaba primeramente por la pequeña esperanza de que todo hubiera sido un mal sueño pero tenía que acercarlo a la realidad, poco después vio como su rostro cambiaba a uno de culpabilidad, el mismo que tuvo en el accidente—ah no, no pongas esa cara, no quiero que pienses de nuevo que es tu culpa o te golpearé ¿me oíste?

El pelinegro se sorprendió, recordaba que su abuelo era muy estricto cuando se enojaba, seguía siendo el mismo de antes y esto lo calmó de alguna manera, además de que no estaba entendiendo nada, con horror había visto como su madre y su cuerpo se iban de la habitación y el no podía hacer nada para volver.

—¿qué me sucedió abuelo? ¿Por qué mi cuerpo se mueve solo?

—No es que se mueva solo Shinji, ese que ves ahí eres tú

—¿pero y yo? ¿Entonces quién soy yo?

—También eres Shinji

—¿eh? Me estás dejando más confundido que antes abuelo

—Escucha Shinji, al rechazar tu don negaste una importante parte de ti, más bien toda tu esencia…puedo decirte sin quedar como loco que el Shinji que ahora está abajo con tu madre es sólo tu cuerpo movido solo por instintos nada más… toda tu personalidad, emociones, sentimientos, recuerdos, te los quedaste tú—explicaba seriamente el anciano ante la atenta mirada de su nieto—no es que tú y él sean diferentes, en sí, ustedes son uno solo

—¿pero él, no puede verme? Se supone que puedo ver fantasmas y esas cosas

— En primer lugar él es sólo un cuerpo, es imposible que pueda verte y en segundo tú no eres un fantasma pequeño, no estás muerto, yo si, por eso me ves, ya te lo dije, te llevaste todo contigo hasta tu don, apuesto que puedes ver ahora a Miki-chan ¿no? — se levantó el anciano señalando luego a la anciana gata que estaba detrás de él y los miraba a ambos con curiosidad, Shinji sonrió animado, ese era la gata de los vecinos que había muerto hace unos días atrás y le hacía compañía, sus dueños la habían criado como una parte más de la familia, era muy querida y dejó un gran vacío cuando se fue, es por eso que el animal aún no podía irse en paz, por ahora le hacía compañía a Shinji a veces en su habitación.

—Miki-chan, con que estabas escondiéndote de mi eh? — rió el pelinegro viendo como ese felino se acercaba a él, como reflejo quiso acariciarla y se sorprendió de ver como su mano podía tocar y sentir el pelaje del animal— No puede ser…yo puedo

—eres de la misma composición de los espíritus nieto, así que puedes tocarlos ahora ¿ves? — le sonrió el anciano tocando levemente el hombro de su nieto— espero que todo esto sea temporal, pero será mejor que no intentes volver a tu cuerpo por ahora

—¿por qué?

—Te desintegrarías

—¡¡¿eh?!!-gritó con horror  logrando asustar a la gata—¿a qué te refieres con eso?

—No será fácil volver a tu cuerpo de nuevo nieto, sólo te digo que esperes un rato ¿sí?

—Yo no espero nada, yo quiero volver ahora mismo y no me lo impedirás abuelo

—Shinji Amano no seas terco—lo regañó viendo como el joven se iba a la puerta sin obedecerlo traspasándola— joder, con este niño— suspiró cansado viendo que no escuchaba razones y no pudo hacer nada para detener a su desobediente nieto, pero de todas formas pensó que así era mejor para que se diera cuenta por sí mismo de lo que decía era verdad y aprendiera la lección.

El pelinegro bajó las escaleras dirigiéndose a la cocina, le entristeció ver a su padre y a su hermano menor pasando frente a él y que no lo pudieran ver, todo era la culpa de ese estúpido falso Shinji que ahora tomaba desayuno en silencio, parecía un robot.

El verdadero Shinji se dirigió con decisión a enfrentarse a su cuerpo, iba a regresar, estaba decidido, pero el solo hecho de tocar el hombro de su cuerpo sintió una poderosa descarga eléctrica que lo recorrió por completo provocando que retirara su mano de inmediato por el dolor, y con sorpresa vió como su mano iba desapareciendo de su vista.

—¡¡aaahh!! ¡¡Abuelo abuelo!! ¡¡estoy desapareciendo ayúdame!!

—Tranquilo nieto, es temporal, tranquilízate—lo calmaba el anciano deteniendo la corredera de desesperación que tenia Shinji—estuviste poco tiempo tocando su hombro así que no fue mucho el daño, mira tu mano otra vez

El pelinegro obedeció viendo aliviado como su mano aparecía de nuevo, vaya que había pasado un buen susto.

—Eso te pasó porque quieres volver a tu cuerpo de inmediato, no puedes tocarlo por mucho tiempo porque además de recibir esa electricidad tú te desvanecerás por completo ¿lo entiendes ahora? — el pequeño asintió con pena, rayos esto sería más difícil de lo que pensaba

—entonces…¿cuánto tiempo tengo esperar?

—no lo sé Shinji, sólo te pido que tengas un gran control de esto, la única forma de saber cuándo regresarás es tocando tu cuerpo, pero no te sobre esfuerces, si te rechaza es porque no podrás volver a tu cuerpo y debes retirarte de inmediato, pero si no te rechaza, tu cuerpo apenas lo toques no te hará nada, esa será tu única señal, mientras tanto debes ser paciente y esperar. Shinji…recuerda que una vez que desparezcas ni siquiera podrás acompañarme al lugar donde yo  voy, no eres un espíritu Shinji, si desapareces, lo harás para siempre, toda tu existencia lo hará y lo único que quedara en pie será tu cuerpo vacío y sin alma.

 

 

Entonces…¿cuánto tiempo más tendría que esperar?…esto ya le estaba dando miedo… y si se quedaba así para siempre?, apenas pudo soportar el trato frío que tuvo su cuerpo con su madre, su padre y su hermano menor, ¿cómo sería más adelante?

—Buena suerte Shinji- le sonrió por última vez su abuelo mientras desaparecía por esa luz al igual que sus cenizas ya eran escondidas bajo tierra y Shinji ya era obligado nuevamente a seguir ese cuerpo que ya no era suyo.

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—Hey Tora-san ¿otra vez deprimido? — le dijo una de sus amigas que eran espíritu como él,  habían pasado  quince  años luego de la muerte de su abuelo, quince años en que no pudo volver a su cuerpo y veía con horror como éste lastimaba a los demás y realizaba todo lo que siempre había soñado sin mostrar ninguna emoción de por medio, Tora estaba condenado a seguirlo y ser un mero espectador de ese frio Shinji—vaya otra vez rompiéndole el corazón a un chico, pobrecito

—¡no soy yo! ¡Es ese estúpido! Aghh ya no lo soporto Shizuka-san me tiene harto que haga siempre lo mismo!

—Pero, no hay nada que puedas hacer, tu abuelo ya te lo dijo ¿no? Shinji sigue rechazándote— concluyó la chica, tratando de que Tora no sintiera tanta culpa de lo que Shinji hacía ahora;  hace unos años atrás el pelinegro había conocido a un chico fantasma en el hospital, víctima de un cáncer avanzado, a éste se le ocurrió la brillante idea de llamarlo a él Tora y a su cuerpo Shinji, al principio el más alto se enojó, no sólo su cuerpo le quitaba su vida, sino que también ahora su nombre? Pero después el chico le explicó razón de llamarlo a él Tora, era porque  parecía un tigre en asecho detrás de sí mismo y demostraba la fortaleza que tenía ante la situación que vivía. Con esas lindas palabras, el mayor decidió quedarse con el nombre y en recuerdo del chico que había sido el primer espíritu  del cual se despedía primero, ya que su cuerpo, ahora Shinji, se había enfermado de algo y tenia que ir a citas con el doctor de ese hospital, pero ahora que ya estaba completamente recuperado, no le era necesario volver, por lo que tuvo que despedirse de aquel chico.

—Manabu-kun—susurró preocupado viendo la penosa escena frente a sus ojos, sorprendiendo a la chica a su lado por el tono de voz que había usado

—Espera…no me digas que ese chico…¿te gustaba Tora?

—Claro que me gustaba, me enamoré de él Shizuka—miraba con dolor la escena—¿cómo no enamorarse si era tan bueno y cariñoso conmigo? más encima día a día viéndolo esforzándose para que Shinji lo tomara en cuenta y lo amara de la misma forma… no sabes lo mucho que me dolió verlo utilizado por él

—Así que andabas de voyerista también—concluyó pensativa mientras el pelinegro la miraba feo—ok, ok, lo siento Tora, pero ya sabes como es Shinji, no tiene sentimientos, los tienes tú, a él lo único que le importaba era saciar su apetito sexual como cualquier animal

—lo sé y no sabes lo mucho que me molesta eso de él— murmuró con rabia— Odio no poder hacer nada

—¡ah! Por cierto se me olvidó decirte que me voy hoy

—¿ah? ¿Te vas?  ¿A dónde?

—Te lo dije ayer, pero estabas en la luna idiota, ya cumplí todo lo que tenía que hacer

—Shizuka…

—ya no te me pongas sentimental— bromeó viendo la carita triste que ponía su reciente amigo—La pasé muy bien con tu agradable compañía y estoy segura que pronto volverás a tu  cuerpo, tú y Shinji serán uno— le sonrió la castaña haciendo sonreír al pelinegro pero con tristeza, pensaba en esa frase que siempre le repetía cada espíritu que conocía y que cada vez iba perdiendo peso, ya se le estaba acabando la esperanza de regresar a su cuerpo—Adiós Tora y gracias por todo

—adiós Shizuka-chan—se despidió de la bella chica hasta que ya no pudo verla más por la luz que cegaba sus ojos; al menos con ella había logrado por momentos olvidarse de todo lo malo lo que hacía Shinji. Pero luego no pudo seguir ignorando lo que tenía en frente, tenía que ser fuerte, no podía derrumbarse ahora, no podía, pero…esa imagen frente a sus ojos…era la primera vez que se enamoraba de alguien, las demás parejas esporádicas que tenía Shinji le gustaban y  luego le daba un poco de pena al ver como su cuerpo las dejaba cuando se aburría de ellas, pero como duraban tan poco no era mucho lo que Tora sentía, sin embargo ahora…habían sido meses, meses en que Manabu se esforzó por hacer enamorar a Shinji sin ningún éxito.

—¿por qué? ¿Por qué me haces esto Shinji-san?... yo te quería, te amo

—Lo siento pero yo no, solo te utilicé para el sexo y lo único que sacaras de mi será eso—le respondió frio sin ninguna expresión por el rostro lloroso de su ex pareja—nos vemos

—Estúpido, estúpido eres un estúpido Shinji— apretó sus puños con fuerza mientras contenía su rabia al ver como el  mayor se alejaba dejándolo desolado y llorando por ese trato tan frio que tenía del amor de su vida.

Y así había sido su primer amor para Tora, así de corto y sin que pudiera disfrutarlo ni un poco.

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Otro día que tenía seguir al estúpido de Shinji, venía de su trabajo y había pasado a un supermercado para  comprar unas cosas, pero cuando iba a entrar al edificio donde vivía, el portero lo detuvo.

—Amano-kun, solo faltaba usted, espero que no se haya olvidado de la junta de vecinos de hoy, lo estamos esperando para comenzar

—bien—contesto el más alto con desgano ingresando en compañía del portero y encerrándose en la sala donde se realizaba dicha junta, Tora suspiró, no se iba a quedar a escuchar los reclamos de los vecinos, era demasiado aburrido, así que decidió caminar por su edificio y adelantarse al departamento, total estaba en un rango  donde se podía mover libremente sin necesidad de seguir a su cuerpo, pero de repente se encontró llamado por la voz de un hombre

—¡Oiga espere! tengo que preguntarle algo— Tora se volteó viendo al nombrado que ahora acercaba a él, era un chico más o menos de su edad, un poco más bajo y de un aspecto andrógino que le llamaba mucho la atención y  vaya que era guapo;  poco después recordó con tristeza que sólo podían verlo los espíritus, así que el chico había muerto también, que desperdicio de verdad ese hombre era hermoso, pero entonces recordó que  tal vez este chico  podía verlo porque seguramente también tenía un don como él, así que había una esperanza de que ese chico no estuviera muerto

—¿puedes verme? —preguntó ilusionado

—¿eh? ¿qué pregunta estúpida es esa? Claro que puedo verlo, ¿está borracho? —le preguntó confundido—genial, sólo a mí se me ocurre preguntarle a un tipo borracho a estas horas de la tarde, en serio debería darle vergüenza emborracharse a estas horas hombre— lo golpeó en la espalda regañándolo mientras que Tora pudo sentir con sorpresa como el chico tocaba su espalda, entonces… no se había equivocado al principio…ese castaño si estaba muerto, los únicos que podían tocarlo era los fantasmas

—entonces estas muerto…—susurró con pesadez

—¿a quien le dices muerto imbécil? el muerto de borracho serás tú—dijo ya molesto por el trato de este loco según él

—¡genial! Otro fantasma en negación—no era la primera vez que Tora que se le presentaba este tipo de situaciones, pero si era la primera vez que se le presentaba un fantasma en estado de negación tan guapo— Oye, escucha, te parecerá raro pero… tú estás muerto, ya no estás en este mundo, por alguna razón estas atado aquí hasta que cumplas con tus tareas o

—¿eh? ¿De qué mierdas hablas? Yo sólo vengo  preguntar por la sala de reunión

—¡Uruha! Aquí estas, estaba buscándote

Tora pudo ver un atractivo pelirrojo que se les acercaba, genial, que buena suerte, ahora tenía una pareja de fantasmas frente a sus ojos más encima y era obvio por la simpatía con que se trataban

—Yuuu~~—se quejó infantil dirigiéndose a abrazar al más bajo—estaba buscando la sala de reuniones, pero este tipo –señaló a Tora—Está tan borracho que anda hablando puras tonterías

—¿tipo? ¿Qué tipo? Yo no veo ninguno

 —¿eh?

—¿eh?

Dos caras sorprendidas miraron a ese pelirrojo  del piercing en el labio, uno no podía creer que el tipo en frente suyo no existiera y el otro no podía creer que el chico de lindas facciones estuviera vivo.

¡¿Qué diablos estaba pasando?!

Notas finales:

les gusto :3

por si acaso sé que Aoi ya no tiene su piercing pero es que lo amo con eso!! asi que en mi fic lo lleva igual xD

no se, siempre me pongo emocionada por lo que escribo pero este fic creo que sera mi favorito *A* ademas de que amo esta pareja >w< y mas amo al tigre de prota *___*

han tenido ustedes este tipo de experiencias paranormales? owo

pues yo si xD y justo la descripcion que dio Uruha de Tora es como la mia, les cuento...estabamos estudiando para una prueba de biofisica en casa de un compañero de U en la sala y de repente veo hacia al frente, una puerta estaba abierta y veo un niñito como de 5 o 6 años mas o menos pasar corriendo, no le tome importancia y no dije nada, debe ser el hermanito de mi compañero no? asi que segui en lo que hacia, a veces me quedaba mirando a la nada y vi pasar al niñito como dos veces seguidas y en serio les digo que era como ver un niño normal y corriente no tenia ningun aspecto extraño. Y bueno la cosa es que cuando nos fuimos, le pregunte al rodo ( mi compañero) que onda con su hermano que andaba jugando por ahi y el me dijo que vivia solo o__O y yo WTF!! pero si lo vi como 3 veces??!! y yo le pregunte: ya entonces era un vecino?! y el me dijo que no habia nadie en su casa, estaba solo DDD: les juro que me cague de miedo e__e estaba peor que traumada de Uruha no lo podia creer si el niño se veia real, desde ese momento que creo en estas cosas, no creo estar tan loca para imaginarme cosas ni menos tres veces seguidas e__e bueno los dejo a su criterio si me creen o no pero es una historia verdadera

y bueno mis lectores espere que les guste este fic *-* subire la conti depende de las revs que reciba, ya saben que nuca he pedido he revs pero me enoja un poco que los lectores dejen tan pocas revs en los fics que con tanta dedicacion escribimos para ustedes, se nota que han dismuido demasiado en toda esta seccion, no se como andara la de K-pop D: pero bueno ya saben que para las autoras es nuestro alimento de nuestra inspiracion -w- no les cuesta nada dejar un pequeño comentario, en serio ayuda y mucho :3

nos leemos pronto!! las quiero bye bye~~


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