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Situaciones extrañas por Jazmin Negro

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Notas del fanfic:

Algo que se me ocurrió no sé bien cómo, diría que es un poco raro pero como todos mis fics lo son este es sólo uno de más xD Dedicado a Dark Elric! Ojalá hayas pasado un feliz cumpleaños, chica ;D

Notas del capitulo:

FullMetal Alchemist no me pertenece, ni modo u.u Y perdón por el título tan chafa, pero es que se acababa el tiempo y me lo tuve que inventar ahorita, antes de publicarlo ^^U

-Coronel.

-Mmm….

-¡Coronel!

-¿Uhm…? ¿Alphonse?

-Coronel, ¿puedo pasar?

Roy se frotó los ojos con ambas manos, tratando de asimilar lo extraño de la situación. Alphonse Elric estaba parado en la puerta de su cuarto. No sabía cómo podía haber entrado el chico. Dudó sobre si no sería un sueño, ya que aún se encontraba en la cama, y esa vocecita pidiendo permiso para entrar lo había despertado. Bostezó.

-¿Puedo pasar, Coronel?

El chico seguía allí. Roy, obviando sus dudas, quiso darle permiso y dejarlo pasar, pero el roce de las sábanas contra sus piernas le hizo darse cuenta de que estaba en ropa interior, aunque sí tenía puesta una camisa blanca.

-Alphonse, espérame afuera. Voy en unos minutos.

-Pero necesito hablarle ahora.

-Sólo tardaré unos minutos, luego te escucho.

-No lo molestaré mucho.

-Voy en un rato, espérame afuera.

-Pero…

-¡Tengo que vestirme, espérame afuera! –le increpó, ruborizándose levemente.-Luego escucho todo lo que tengas que decirme.

Alphonse se dirigió entonces hacia Roy, sin intentar volver a pedir permiso para entrar.

-¡Te dije que me esperaras, tengo que vestirme, demonios!

-Eso no es un problema, Coronel –contestó, ya a su lado, con una juguetona sonrisa.

Roy se quedó con la boca abierta… ¿Qué había dicho? Nunca se lo hubiera esperado de él. Y se sorprendió más aún cuando Al se posicionó sobre él, sin dejar de sonreír, con las piernas a ambos lados de su cuerpo.

-¿Q-Qué demonios…?

-Shhh… -lo calló el chico, poniéndole seductoramente un dedo en los labios.

Roy se sonrojó sobremanera: la situación rebasaba los límites de lo insólito.

-¡Alphonse Elric, qué crees que haces?

Por toda respuesta, Al le puso ambos brazos en los hombros, y comenzó a acercar su rostro al de Roy. Este, ya más que rojo, reaccionó y lo detuvo justo antes de que lo besara.

-Mira Alphonse, no sé qué pretendas o cómo entraste, pero tienes que entender que esto está mal, muy muy mal. –quitó los brazos del chico de sus hombros, claramente enfadado.-No puedes entrar a la casa de una persona sin permiso cuando ésta duerme, y mucho menos hacer… lo que sea que estés intentando hacer. Así que levántate y vete a tu casa. ¿Qué diría tu hermano si te viera ahora?

-Pero… -el chico parecía bastante desilusionado- creí que esto era lo que usted quería…

-¿Lo que yo quería?

-Claro, he notado cómo me mira, y también cómo usted intenta protegerme siempre.

-¡Eso no quiere decir nada! Comprende, yo no quiero esto. Apenas eres un niño, y yo soy por lo menos diez años mayor que tú, podría meterme en líos con la ley, o con tu hermano, lo cual sería mucho peor. Además, eres varón como yo. No quiero problemas ¿entiendes?

-No… es usted el que no entiende! ¡Yo lo amo, y sé que usted me ama a mí!

-No, no, no. Sólo estás confundido, seguro es la adolescencia, no sé cuántos años tienes pero creo que las hormonas ya te están afectando, o qué sé yo, no es mi problema, nada más quiero que te marches y me dejes en paz.

Al desvió la mirada, con la carita triste. Luego, estalló en llanto.

Qué situación más embarazosa. Roy estaba todavía en ropa interior, escuchando las declaraciones de amor de un chico quince años más joven y, para colmo, éste rompía a llorar.

-Alphonse, no llores, mira, yo… vamos… no es para tanto… sólo estás confundido, pero ya se te pasará… no te pongas así… deja de llorar y vete a tu casa…

Quiso tocarle el hombro para llamar su atención pero al momento de hacerlo, aprovechando la cercanía, Alphonse levantó la cara llorosa y lo besó con fuerza. Continuó ávidamente. No lo hacía mal. Al darse cuenta de que se estaba dejando llevar, Roy quiso negarse.

-D-Detente –logró balbucear.

-No se resista, Coronel. Yo sé que usted también lo desea.

Sus besos bajaron hacia el cuello de Roy. El Coronel tembló de placer.

-A-Alphonse… bas…ta…

Le desabotonó la camisa, sin dejar de lamer y besar.

-¿Qué vas a hacer..? Esto… está… mal…

La resistencia de Roy se iba tornando más y más débil a medida que Alphonse intensificaba sus caricias. De pronto sintió sus pequeñas manos bajándole la ropa interior.

-N-no lo hagas..! Tú eres un niño… y yo… un adulto… ahhh…

Cuando Al engulló su miembro casi por completo, Roy no pudo seguir hablando. Era una sensación increíble, maravillosa. Sentía su cálido aliento, su boca húmeda y sus manitas en los muslos… dónde había quedado su responsabilidad como adulto? No podía dejar que Alphonse le hiciera eso, era un chiquillo y, además, era el hermano menor, adorado y consentido, de un subordinado a su cargo… pero no podía pensar… esto era el cielo… no, esto estaba mal… quería más y más… Al era un niño… pero no lo hacía nada mal… su lengua, su piel joven, su vocecita… todo estaba mal, pero se sentía increíble… Oh no! Estaba a punto de…

-Coronel.

-Mmm…

-¡Coronel!

-¿Uhm…? ¿Alphonse?

El chico estaba frente a él, mirándolo divertido. Roy se incorporó inmediatamente y se observó a sí mismo y a su alrededor. No estaba en su recámara, estaba en su oficina, recostado en su silla, y por suerte no estaba en camisa y bóxers, sino decentemente vestido con su uniforme militar.

“Todo fue un sueño… ufff… menos mal.”

Al, del otro lado del escritorio, soltó una risita ante el rostro confundido de Roy. El Coronel lo miró molesto.

-¿Qué haces aquí?

-Vine a dejarle el informe de mi hermano –contestó, depositando una carpeta, bastante delgada, en el escritorio.

-Está bien. Lo leeré más tarde.

-¿Soñaba, Coronel?

-No –respondió firmemente.

-Es que cuando dormía hacía usted gestos muy extraños –rió de nuevo.

“Si supieras, niño.”

-No soñé nada. Ya puedes retirarte, tengo trabajo que hacer.

-Pero usted sólo estaba durmiendo…

-Largo de aquí.

Enfadado, el chico esbozó un adorable mohín y se marchó sin más. Qué alivio, pensó Roy, el mohín de Alphonse era adorable y no sexy. Todo volvía a la normalidad.

Sonrió, se recostó en su silla y volvió a quedarse dormido.

 

22, Sep. 12

Notas finales:

No todo es lo que parece, eh? x3 Espero que les haya gustado! n.n

Y, de nuevo, Feliz cumpleaños a Dark Elric, que la quiero mucho y espero que la esté pasando bien!


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