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Beautiful Nightmare por almagazette

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Notas del fanfic:

Este fanfic lo escribí para mi amiga Uruha que había tenido un par de sueños con ésta pareja que no le gustaron para nada, así que quise encontentarla n.n Dedicado a ella.

Notas del capitulo:

Es corto pero espero les guste!

Abrió los ojos sobresaltado. El corazón se oprimía en el pecho y provocaba que le costara respirar. ¿Qué había sido eso? Un mal sueño o un recuerdo? Se sentía desorientado. Busco a su alrededor, estaba solo.

Se levanto enseguida, quería verlo, necesitaba verlo. Salió de la habitación apoyándose de las paredes hasta llegar a la sala. Oyó el murmullo de televisor y le vio sentado en el sofá concentrado en las imágenes que iluminaban su rostro. Ahí estaba pero ¿sus ojos mostraran ese brillo al mirarle?

-Akira... -la voz le salió temblorosa pero no tardo en hacer voltear al rubio. La sonrisa en el rubio apareció unos segundos después pero dudó en acercarse a pesar de ese gesto.

-Te despertaste -le vio extrañado- ¿pasa algo patito? -extendió sus brazos y eso le bastó a Uruha para correr hacia él cayendo sobre su cuerpo, abrazándole.

-Dime de nuevo así -susurró en tono de caprichoso ocultándole la mirada.

-Patito mío ¿tuviste un mal sueño? -besó su mejilla varias veces y una suave sonrisa apareció en el castaño, cerrando los ojos, sintiendo que su cuerpo podía relajarse de nuevo.

-Algo así -murmuró, no quería contarlo porque eso significaría recordarlo y por ahora prefería olvidarlo. Lo único que quería era llenarse del calor que le daban los brazos de Reita, de sentirlo cerca.

Volvió a estrechar el abrazo, Reita no insistió en preguntar. El rubio siempre adivinaba lo que Uruha quería, por lo que no pudo evitar sentirse contento de que hoy no fuera la excepción. Con él no tenía que explicarse, a veces bastaba que el rubio viera sus ojos para entender lo que pasaba por su mente.

Suavizó el abrazo, dejando salir un suave suspiro y enseguida sintió sus dedos pasar por los cabellos, aquel gesto que le relajaba aún más al grado de sentir de nuevo pesados los párpados. Pero se resistía, no quería dormir y volver a soñar.

-¿Por qué estabas despierto y no en la cama? -murmuró, no quería sonar a reproche, pero de pronto pensó que si no fuera porque Reita no se encontraba junto a él en la cama, él no hubiera soñado eso, ni se hubiera levantado creyendo que pudo haber sido cierto.

-Me dio insomnio y no quería despertarte pues me movía mucho-la voz ronca del bajista deleitaba el oído del castaño, ojalá pudiera hacerle plática como pretexto de escuchar su voz, pero sus dedos seguían pasando por los cabellos castaños, lo que le adormecía.

-No importa que te muevas... -a penas dijo eso sintió un beso sobre sus cabellos, no entendió muy bien por qué el gesto, en realidad el castaño se reprochaba por dentro por no decirle lo que quería "quiero que duermas conmigo, te quiero a mi lado".

-Esta bien, vamos a la cama -pasó el brazo por su espalda antes de suavizar también el abrazo. Uruha se levantó luego de eso, esperando que Reita se incorporara y comenzara a caminar para abrazarle por la espalda, rodeándole la cintura y colocando el mentón en su hombro- parece que alguien quiere andar de consentido -dijo viéndole de reojo con una sonrisa, colocando una mano sobre el brazo del castaño mientras caminaban hacia la habitación. Uruha no respondió, no hacía falta, Reita sabía cuál era la respuesta con solo ver la manera que le abrazaba.

A penas llegaron a la cama, Uruha le soltó para acostarse y Reita no tardó en seguirle, cuidando de que Uruha estuviera cubierto por las mantas antes de abrazarle, besando su mejilla. Uruha se acurrucó entre sus brazos, abrazándole también y quedó profundamente dormido pegando el rostro en su pecho, pudiendo sentir su aroma.

 

---

-Kouyou... Kouyou... Kouyou! -abrió los ojos enseguida, habían pasado ya dos semanas luego del mal sueño pero ahora tenía otro. Esta vez no estaba alarmado, pero sentía un dolor en el corazón y el ceño fruncido debido a lo mal que se sentía. Buscó la mirada de Reita, él le veía preocupado, al parecer se había despertado e incluso iluminó la habitación prendiendo la lámpara que se encontraba junto a la cama.

-Lo... lo siento te desperté -dijo el castaño desviando la mirada, intentando tranquilizarse porque no quería ver preocupado a su iguana, aunque era muy tarde para eso.

-¿De nuevo tuviste un mal sueño? -preguntó despejando el rostro del castaño al pasar los dedos por sus cabellos y hacerlos hacia atrás.

-Mmm... -no quería contestar, pero tampoco quería mentirle a Reita. Suspiró queriendo deshacerse del sentimiento que le había dejado el sueño pero resultó casi imposible. Tal vez si se despejaba un poco, pensó, podría dejar de sentirlo. Estaba tan sumido en eso que no vio cuando Reita acomodó las almohadas contra la cabecera, se sentó y después atrajo el cuerpo del castaño, abrazándole.

-Sé que no me quieres contar tus sueños -dijo acurrucando al castaño en su pecho, quien enseguida se acomodó, colocando la mejilla contra éste. -Pero me preocupa tu reacción... estabas diciendo mi nombre una y otra vez con tono de afligido o asustado... me preocupaste -el castaño se avergonzó, bajó el rostro evitando así que el rubio pudiera ver sus gestos, mientras se mantenía abrazando su cuerpo. -¿Los dos sueños que has tenido, son de lo mismo? -Uruha asintió débilmente, luego suspiró. -¿Por qué no me dices lo que te preocupa?

-Son solo sueños ¿no? -murmuró como si quisiera restarle importancia-

-No creo que pienses eso -pasó una mano por la espalda del castaño con suavidad- y si se repite, parece que es algo que no se ha ido, que sigue en tu mente dando vueltas. -el castaño guardó silencio por unos segundos. Pasaban varias frases por su cabeza pero no quería decírselas a Reita. El miedo lo avergonzaba, no quería verse como un cobarde ante él y no por orgullo... era algo diferente.

-En los sueños tú me dejas Reita... -murmuró como respuesta, no quería contar los sueños pero sí podía resumirlos- dejabas de amarme y yo...

-Amor mío -murmuró en tono tan reconfortante que incluso las lágrimas que amenazaban los ojos de Uruha se detuvieron. La calidez de las palabras de Reita era maravillosa para el castaño, como especie de cura, pero aún no era suficiente- ¿Cómo puedes pensar que voy a dejar de amarte? Eso simplemente no pasará. Seguiremos juntos año tras año como hasta ahora. No hay nada ni nadie que me haga dejar de amarte

-¿Cómo puedes estar tan seguro? -murmuró el castaño, las palabras de Reita le parecían hermosas, pero con el miedo que sentía no podía evitar el dudar, aunque odiaba ponerle en duda.

-Porque así lo siento. No por nada hemos sido amigos por muchos años, Kouyou ¿Y alguna vez me cansé de estar junto a ti? Jamás, todo lo contrario, me enamoré de ti -eso era cierto, Reita estuvo en todo momento cuando le necesitó, haciéndole sentirse la persona más importante para él y no podía evitar presumirlo con una amplia sonrisa. -No creo haberte dado razones para pensarlo, incluso aunque estemos ocupados te busco, no puedo estar separado de ti. ¿Por qué lo piensas? –hubo un silencio luego de aquella pregunta, Uruha podía sentir las caricias en la espalda que le daba mientras esperaba la respuesta.

Él mismo no podía entenderlo muy bien, era como si el pensamiento surgiera de la nada un día, pero estaba consciente de que tampoco pudo ser así. Probablemente a partir de los sueños fue que se dio cuenta de su existencia, pero al parecer estaba más clavado de lo que imaginó.

-No lo sé… -murmuró avergonzado pero con sinceridad- creo que solo surgió… por varias cosas –dijo a penas aclarando sus pensamientos- en estos días no hemos podido estar juntos tanto tiempo… -en ocasiones era solo Reita quien le buscaba y aunque el rubio no parecía quejarse, de pronto el castaño creyó que eso no estaba bien- he estado muy distraído con el trabajo…

-Haz estado concentrado, que es otra cosa… pero continúa –dijo un tanto arrepentido por haberle interrumpido dejando un beso en su frente.

-No sé si nuestra relación sigue siendo igual para ti… si no te aburro, si no te molesto o si llego a hacerte perder la paciencia demasiado que podrías… -no pudo terminar, el escucharlo en voz alta era demasiado, ni siquiera había meditado del todo que aquellos pensamientos se mantenían dando vueltas  en su mente.

-Kouyou –pasó la mano por sus cabellos, enredando con suavidad los dedos entre ellos- te conozco de años, sé tus defectos como tus virtudes, hemos compartido todo desde que nos conocemos y lo que menos ha pasado es que no quiera estar contigo por algo que hayas hecho. Incluso cuando me molesto te busco para hablarlo, no me alejo de ti –estrechó el abrazo contra su cuerpo, haciendo que el castaño cerrara los ojos, llenándose del aroma tan característico de Reita- te amo, demasiado y esto no tiene fin… no me cansaré de decírtelo, tampoco quiero que ocultes si los sueños se repiten. Si necesitas escuchar mis palabras, las diré porque no me cuesta –abrió los ojos sorprendido luego de escuchar aquello, levantando el rostro para observarle.

-De verdad? –preguntó casi incrédulo de lo que había escuchado- pero no quiero aburrirte ni que te moleste… solo que tampoco puedo prometerte que no pueda evitar… -las palabras se detuvieron al sentir los labios de su pareja, entrecerrando los ojos. Su mente se quedó en blanco, ni siquiera recordaba lo que estaba diciendo, ni lo que discutían, solo quería sentir esos labios. Cerró los ojos, llenándose de aquel sabor que tan bien conocía, dejando de pensar en aquellas preocupaciones, las palabras de Reita habían sido como un bálsamo refrescante. Se separaron una vez que les faltó el aire, sus respiraciones eran agitadas. En silencio, el rubio clavó los ojos en su mirada, provocando que el corazón de Uruha se acelerara.

-Te amo, Kouyou… no lo olvides, no son palabras huecas, sino un sentimiento mucho más grande que lo que te imaginas –la seriedad con que pronunciaba esas palabras, hizo que el castaño sintiera un ardor en las mejillas y que el ruido de su corazón le ensordeciera.

-Yo… también te amo Akira –murmuró con la voz temblorosa de la emoción, abrazándose a él, aferrándose a su cuerpo pero por la necesidad de tenerle cerca.

No pudieron evitar continuar con las caricias, sentir los labios del rubio en la piel le hacían al castaño elevarse, sentirse en las nubes. Quería que le llenara de caricias, mientras le regalaba suspiros y caricias torpes, ante el temblor de su propio cuerpo. Sentía ese amor en cada palabra, cada gesto, cada caricia, cada beso, cada jadeo, cada mirada llena de deseo.

Se amaron por toda la madrugada, hasta que el sol comenzó a aclarar el cielo y sus cuerpos comenzaron a sentir el cansancio. Aún dormidos no se soltaron, se mantenían abrazados sintiendo el calor del otro, aquella cercanía de la cuál Uruha se había hecho adicto. Era probable que los sueños continuarían, pero ahora eso no le preocupaba al castaño, pues en su rostro se mantenía una sonrisa, oculta en el pecho del rubio.

Notas finales:

Y qué tal? Les gustó? Espero comentarios, es muy triste que por escribir one shots no reciba reviews ;m;U

 

Por cierto que si es la primera vez que lees un escrito y te gustó, espero que leas los demás que tengo de esta hermosa pareja n.n!!

 

Bien xD tenía mucho que no actualizaba pero es que he estado con demasiadas cosas que hacer, ahora ando con una tesis y este fic lo tenía guardado así que me decidí por publicarlo. Espero entiendan para las personas que esperan aún la continuación del Two-shot de ToraxSaga, además de un OVA que prometí para Play > < estará en proceso!

 

Muchas gracias a las que siempre me leen!! n.n


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