El viento frío recorría las calles de la ciudad, sus habitantes podían sentir el invierno calando hasta sus huesos, sin embargo, cierto niño de mirada amatista y lindas orejas de gato no tenía la mas mínima intención de prestarle atención al clima. Mientras caminaba hacia la escuela su mente se encontraba centrada en un acontecimiento próximo a llegar... el cumpleaños de Soubi.
El nunca había sido bueno con los regalos, o más bien, nunca se había preocupado realmente por ese tipo de tradiciones materiales, pero por alguna extraña razón sentía el deseo de regalarle algo al rubio, el único problema era ¨¿qué?¨. Si bien conocía al mayor de un tiempo atrás, era ahora cuando se daba cuenta de lo poco que sabía sobre él, no estaba familiarizado con sus gustos y conocía pocos detalles de su vida. Detuvo su caminar unos momentos ante este último pensamiento, de alguna manera no podía evitar sentirse triste por desconocer muchas cosas de... esa persona.
-¡Ritsukaaaa! ..¡Oee! -Gritaba una animada niña de cabello color rosa que corría hacia el neko para darle alcance, al escucharla, el oji-amatista volteo saliendo de sus pensamientos para mirar a su amiga que venía a toda prisa hasta detenerse a unos cuantos pasos de él.
-Aah... Ri-Ritsuka-kun... al fin... te alcancé - Comentó entrecortadamente por la falta de aire, consecuencia de su reciente carrera.
El menor guardo silencio por unos segundo hasta que una idea cruzo por su mente -Yuiko, tú...¿eres buena dando regalos? -Preguntó con cierto interés mal disimulado, tal vez ella podría ayudarlo con su pequeño dilema.
-¿Eh? ¿Regalos?, ¡Claro! Yuiko es buena con los regalos! -Exclamó felizmente, por lo regular Ritsuka no iniciaba ese tipo de conversaciones, pero le agradaba que preguntara, además eso significaba que... -Nee nee, Ritsuka-kun, ¿a quién le darás un regalo? - Preguntó con ilusión, tal vez con un poco de suerte le daría un regalo a ella.
-Se dice ¨yo¨, no es necesario que uses tu nombre - Regañó como acostumbraba hacerlo cuando la escuchaba hablar así, sin embargo, no tardo en sonrojarse por la pregunta de su compañera de clase, no tenía previsto qué responder a eso - Ah.. solo... pues ... a la sensei... -Respondió al fin un poco nervioso, pero no le confesaría para quien era el regalo realmente.
- ¿A la sensei? ... ¡Vaya! Que lindo de tu parte Ritsuka - Era un poco decepcionante que no fuera para ella, pero no se sentía mal pues era dirigido a su maestra. - Ah y ¿qué le piensas regalar?
-Bueno... no tengo idea, ¿crees que podrías ayudarme? - Preguntó tratando de sonar neutral, aunque Yuiko pensara que era para su sensei no pensaba que hubiese mucho problema, de cualquier forma ambos eran adultos, ¿qué tan diferentes gustos podrían tener?
- ¡Claro que puedo ayudarte!, mm veamos... supongo que podrías regalarle un libro, seguro que le gusta leer o... -Se quedó unos segundos pensando hasta que se le ocurrió algo mejor- ¡Ya sé!, ¿por qué no le pides a Soubi que tenga una cita con ella?, seguro que eso le gustará mucho a la sensei - Exclamó con una sonrisa pícara.
-¿U-Una... cita con Soubi? ... -Preguntó un tanto confundido y con cierta opresión en el pecho, ¿por qué se sentía así?
-Claro, a Shinonome-sensei le gusta Soubi y... no creo que a él le desagrade tampoco - Pronunció con inocencia mientras pensaba en la linda pareja que hacían ellos dos.
- ¿Tú... crees? - Susurró con cierta decepción, siempre había pensado que... Soubi lo quería a él, aunque siempre se lo estuviese negando pero descubrir que efectivamente el rubio le mentía acerca de eso le hacía sentirse fatal. Sus ojos comenzaban a presentar signos de lagrimas por lo que rápidamente decidió alejarse de ahí, no le gustaba que le vieran llorar por lo que bajó su mirada y apresuró el paso para llegar a la escuela, ya habían perdido mucho tiempo - Yuiko, llegaremos tarde.
La chica parpadeo un par de veces, extrañada por la reacción del neko, generalmente era serio pero ese cambio fue muy repentino - Ah... sí, ¡espérame! - Comenzó a caminar también con paso veloz para llegar a la escuela, aunque sentía la curiosidad de preguntarle al chico que le pasaba sabía que no le diría, de cualquier forma el frío comenzaba a afectarle a pesar de estar bien abrigada.
Tras unos minutos de una caminata envuelta en un incómodo silencio por fin llegaron a la escuela, la pelirosa estaba un poco preocupada por su amigo pero decidió que lo mejor sería iniciar una nueva conversación - Nee Ritsuka, al fin llegamos que bueno porque ya me estaba congelando -Empezó con una sonrisa mientras cruzaba la puerta del salón de clases, justo a tiempo pues en eso sonaba el timbre de inicio.
- Supongo... - Se limitó a responder Ritsuka mientras entraba de igual forma al salón y se sentaba en su lugar, no tenia animo de nada, era extraño... ¿por qué le había afectado tanto el saber que Soubi quería a su sensei? ... La única explicación lógica debía ser porque le había mentido, el adulto siempre le decía que lo quería, aunque nunca entendió como podía quererlo así que no debería de sucumbir a la tristeza por algo que era evidente, Soubi solo estaba siguiendo órdenes desde un principio y tenía derecho a enamorarse de quien quisiese.
-Aoyagi-kun... Aoyagi-kun, ¿se encuentra bien? - Preguntaba la maestra situada enfrente del mesabanco del neko con una expresión preocupada, hace tiempo que le estaba llamando y no respondía por lo que comenzaba a mostrarse un poco inquieta.
-...¿Eh? - Después de unos segundos el chico por fin reacciono dando un sobresalto por la repentina presencia de su profesora, ni cuenta se había dado de cuando se inicio la clase. -Gomen... estoy bien sensei - Susurro un tanto apenado por la situación, además verla le hacía sentir extrañamente mal.
-¿Seguro? puedes ir a la enfermería si no te sientes bien - Al parecer no se encontraba enfermo pero le preocupaba un poco su profunda distracción, tal vez ocurría algo en su casa... ¿estaría bien llamar para preguntar?
-No es necesario, puede seguir con la clase - Se apresuró a responder, lo que menos quería en esos momentos era llamar la atención, mucho menos de la maestra.
- De acuerdo.. - No muy convencida se dirigió al frente de la clase para proseguir con el tema.
El resto del horario escolar transcurrió normalmente, aunque su atención no estuviese dirigida precisamente a los temas al menos ya no había llamado la atención, solo Yuiko le hacía platica de vez en cuando y él se limitaba a contestarle automáticamente, algo no tan extraño tratándose de él. Al finalizar las clases agarró sus cosas para salir e irse a su casa con cierta prisa, no tenia intención de caminar con Yuiko y mucho menos de encontrarse a Soubi... por desgracia para él las cosas no siempre salen como se desean pues el mayor ya se encontraba en la entrada de la escuela esperándolo mientras fumaba un cigarrillo. Al verlo no pudo evitar sentir una gran molestia, le había mentido cuando le prometió no volver a hacerlo y eso le hería ... aunque era ahora cuando le asustaba cuanto podían dañarle...
-¡Soubi! Te he dicho muchas veces que aquí no se puede fumar! -Exclamó bastante molesto mientras se encargaba de quitarle el cigarrillo de la boca al mayor para después tirarlo al piso.
El rubio simplemente sonrió ante la conocida reacción del menor mientras se agachaba para quedar a su altura y susurrar en su oído - Si no te gusta, puedes castigarme - Le gustaba ver esa faceta molesta en el neko, a sus ojos se veía muy lindo así.
Al notar su cercanía no pudo evitar sonrojarse, sin embargo, al escuchar sus palabras se apartó rápidamente con cierta molestia - ¡Baka! no digas estupideces... - Siempre le había enfadado que le dijera ese tipo de cosas, estaba claro que no podría llevarlo a cabo.
El mayor simplemente conservo esa sonrisa característica de él mientras acariciaba con ternura la cabeza del peli negro. -¿Qué tal te fue en la escuela Ritsuka? -Preguntó mientras sujetaba su mano y caminaba hacia la casa del menor.
-Ah... - Al querer responder recordó lo que le había comentado Yuiko y como le había afectado saber aquello - Bien... - Susurró mecánicamente, en realidad aún le ocasionaba cierto malestar pero no podría confesárselo a Soubi.
- Ritsuka.. ¿qué pasa? - Preguntó deteniéndose para posicionarse frente al menor, ya tenía estudiadas sus reacciones y podía saber fácilmente que algo pasaba por su cabecita.
Al principio le extraño la pregunta tan directa pero al verlo a los ojos supo que no podría evadirlo mucho tiempo, así que trato de sonar lo mas indiferente posible - Soubi... ¿qué opinas de Shinonome-sensei? - Preguntó con cierta naturalidad, aunque internamente necesitaba saberlo.
-¿De tu sensei?... Ritsuka... ¿acaso estas celoso? - Preguntó mientras miraba fijamente la reacción del niño frente a él, era divertido verlo con ese nuevo color carmesí en sus mejillas, aunque no se esperaba que le preguntara sobre ella, después de todo no tenía el menor interés en su maestra.
-Claro que no! ... solo... solo responde baka, dijiste que no habría mas mentiras - Le reprocho como si realmente hubiese cometido algún acto inmoral, aunque en el fondo sabía que no era así.
- Esta bien... no tengo ningún tipo de opinión sobre ella... -Comenzó mientras se acercaba al menor y posaba su mano en la mejilla derecha del chico - A mí solo me interesa Ritsuka... -Finalizó antes de terminar con la distancia de sus rostros, depositando un tierno beso en los suaves labios del neko.
-Sou... -No terminó de pronunciar pues esos labios ajenos ya se habían apoderado de los propios, el color rojo parecía no querer esfumarse de sus mejillas... se sentía tan bien ese contacto que no lo terminaba de entender pero no se aparto hasta después de unos segundos. - ... No estaba celoso.. - Pronuncio al separarse del mayor para después retomar su camino a casa, aunque ahora se encontraba más tranquilo.
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Ya en su casa, se recostó en su cama para pensar nuevamente en el regalo del rubio, después de todo mañana era su cumpleaños y el no tenía ni idea de que podría darle... Yuiko no había sido de mucha ayuda y el no estaba acostumbrado a darle regalos - Tal vez... - Una idea cruzó su mente, una de las cosas que sabia del mayor era que estudiaba arte, el no era muy bueno dibujando pero seguro que si se esforzaba quedaría algo decente que le gustara al cumpleañero.
Buscó el material necesario para comenzar y agarró una de las fotografías que se habían tomado juntos para usarla como modelo. Le agradaba esa imagen donde se encontraban sentados en el parque mientras el rubio lo abrazaba... había sido un lindo día; sonrió inconscientemente por el recuerdo pero pronto comenzó a dibujar después de todo no contaba con mucho tiempo.
Tras un par de horas miró el dibujo terminado, para ser principiante había quedado satisfecho con el resultado. Lo colocó en un marco y lo dejó sobre su escritorio para ver la hora, faltaban 30 minutos para las 12... era algo tarde pero en tan solo media hora Soubi cumpliría años y de alguna manera quería ser el primero en felicitarlo. Tomó el dibujo entre sus manos y sonrió, la idea que ahora cruzaba por su mente podría ocasionarle muchos problemas pero no le importaba... salió de su cuarto lo más silenciosamente posible, sabía que si su madre lo escuchaba las consecuencias podrían ser terribles pero aún así con cautela consiguió salir de su casa sin ser descubierto.
No contaba con mucho tiempo así que apresuró el paso para llegar lo más pronto posible a la casa de su combatiente, tal vez le regañaría por salir tan tarde de su casa pero quería darle su regalo, felicitarlo y más que nada verlo...
Al cruzar la esquina pudo distinguir a unos metros la figura de Soubi, iba a continuar su camino pero al dirigir su vista hacia un lado pudo distinguir a su maestra platicando con el rubio... No entendía que hacía ahí si el rubio le había dicho que no le interesaba y ahora los veía juntos, y no solo eso sino que el mayor sostenía un regalo entre sus manos. No pudo evitar sentirse nuevamente traicionado, había sido tan ingenuo al creerle...
- ¿Ritsuka? - Preguntó el rubio al dirigir su vista hacia donde se encontraba el menor, apenas podía distinguirlo pero en realidad le sorprendía mucho verlo a esas horas fuera de su casa. Cuando se iba a acercar al menor pudo notar como este se iba corriendo de ahí, ¿qué le pasaba?... Aunque al recordar la otra presencia a su lado pudo darse una idea. - Disculpe sensei, tengo que irme.. - Le devolvió el regalo que minutos antes le había dado la joven maestra y se fue corriendo tras el neko dejándola totalmente confundida.
Ritsuka solo se dedicaba a correr sin un rumbo fijo, no deseaba ver a Soubi ni tampoco quería escucharlo... solo necesitaba estar solo y reprocharse por permitirse ser lastimado de esa manera, ¿por qué? ... acaso... ¿en verdad quería a su luchador? ... siempre se lo había negado pero no encontraba ninguna otra explicación a su malestar.
- Ritsuka! .. - No pasó mucho tiempo antes de que el mayor le diera alcance y lo sujetara para abrazarlo por la espalda, bien sabía que sería difícil convencerlo de que lo escuchara pero tenía que intentarlo. - Ritsuka... escúchame por favor..
- No Soubi! No quiero escucharte, ¡suéltame! - El pequeño forcejeaba para tratar de liberarse de esos brazos, las lágrimas ya no pedían permiso para salir, simplemente mojaban sus mejillas... odiaba ser tan vulnerable. - Prometiste que ya no me mentirías! entonces... ¿por qué? ... ¿por qué dices que me amas? yo... no entiendo... me confundes ... no quiero quererte tanto.. -Comentaba pero con cada palabra su tono de voz bajaba hasta convertirse en meros susurros, ya no tenía fuerzas para forcejear así que poco a poco se fue calmando.
El universitario al escuchar sus palabras no pudo estar más sorprendido, por una parte se sentía feliz por la repentina confesión del menor, aunque también se sentía mal de haberle causado ese dolor a su pequeño sacrificio, después de todo su intención nunca fue lastimarlo... - Escucha Ritsuka... - Al sentirlo más tranquilo, aflojo su abrazo para poder voltearlo y que quedara frente a él - Se que en un principio no te fui del todo sincero... pero créeme cuando te digo esto... Tu eres la persona más importante para mí, y nadie te va a quitar ese lugar... Shinonome-sensei solo fue a dejarme un regalo y preguntarme si sabía sobre tu extraña actitud de hoy, solo eso... - Comenzó con tranquilidad mientras limpiaba cada lagrima del rostro del más joven para después depositar un beso en su frente. - Suki dayo... Ritsuka
El menor a pesar de no querer saber más sobre el tema, decidió escucharlo... A veces le costaba confiar en su luchador pero de alguna manera siempre terminaba creyendo en el, además que al verlo a los ojos podía notar la sinceridad con la que le hablaba que no podía estar más feliz y apenado de conocer sus sentimientos - Suki dayo.. Soubi - Respondió con una pequeña y tímida sonrisa mientras colocaba el dibujo frente al rubio para que pudiera verlo.
-¿Para mí? - Pregunto con sorpresa, al ver el asentimiento por parte del menor, sujeto el cuadro para ver el lindo dibujo que había realizado su niño... era por mucho el mejor regalo que había recibido - Muchas gracias Ritsuka - Pronunció aun conmovido sin despegar la vista de su regalo.
Ritsuka al ver su reacción sonrió feliz mientras se acercaba al mayor y depositaba un suave beso en sus labios - Feliz cumpleaños Soubi... - Tal vez no había resultado como lo tenía planeado... pero sinceramente prefería como se habían dado las cosas pues ahora... sabía que Soubi lo quería como a nadie y el también ahora conocía sus sentimientos.