Coward Innocence
El era consciente de ello desde el principio, sabía que al igual que si mismo, habían otras personas que le deseaban, y eso a diferencia del pasado, no le causaba la menor gracia.
Cada día tenia que soportar al menos una vez el sabor agridulce que sentía cada vez que alguien se acercaba o se le insinuaba a TOP, claro que este nunca notaba nada y eso le irritaba en demasía. Su inocencia genuina no hacía más que atraer más “depredadores” y el no podía hacer nada al respecto. Su extraña relación se mantenía en secreto por lo que debía callarse y aguantar las miradas que recibía su ahora novio.
Y es que le atormentaba la idea de que alguno de estos se atreviera a hacer lo mismo que el –que el mismo había admitido, estuvo mal- y se aprovechaba de su querido hyung.
Todos los días en que el mayor tenía que alejarse de el por sus actividades la angustia le invadía, se sentaba a imaginar diferentes escenarios en el que un bastardo cualquiera mancillaba a su querido, y esos pensamientos le torturaban en todo momento, incapaz de controlarse.
Continuaba de esta manera, extrañando, anhelando, temiendo. Y así cuando al fin lograba reencontrarse con el mayor aprovechaba cualquier oportunidad para recordarle que ahora era su dueño, buscaba marcas ajenas en su cuerpo, y al no encontrarlas, se sentía en paz finalmente; sabiendo que su cuerpo solo era tocado por él y después, le dejaba toda clase de marcas por su esbelto pero fornido cuerpo para recordarle a quien le pertenecía y que cualquier otro a pesar de que no supieran que se trataba a de él, supieran que ya tenía dueño y estaba fuera de su alcance.
TOP no tenía conocimiento de ello, el solo disfrutaba las atenciones y muestras de afecto que le profesaba su dongsaeng, sin ver sus motivos, incluso si los supiera no le molestaría, sentía una extraña felicidad y emoción al ver a su líder tan pendiente de sus acciones, finalmente era el centro de su atención y eso le encantaba de forma casi irracional.
Todos los días Seunghyun tenía que esforzarse para no sonreír tontamente pensando y recordando a Ji Yong, este no lo sabía, pero el siempre estuvo esperando a que lo notara, siempre estuvo tratando de llamar su atención y ahora que la tenia no dejaría que nadie se la quitara. Nada importaba.
-Ji Yong ~ - canturreo infantilmente, acompañando estas palabras con una sonrisa, en la oscuridad y soledad del estacionamiento, esperando por su manager para que le llevase a su departamento después de un exhaustivo día de filmaciones, sesiones de fotos, practicas vocales y de baile además de las reuniones con los directores que aclamaban él era perfecto para protagonizar sus obras. Nunca les había ido tan bien. Todo su esfuerzo, sus noches en vela practicando y buscando formas de perfeccionar su música finalmente había dado frutos y no podían estar más felices con los resultados.
Y sabia que Ji, su novio –no podía evitar sonreír ante esta palabra- era el más complacido, sus sueños eran una realidad que vivía día a día y no quería que terminara jamás.
Su manager le conducía a BigBang’s House, como todo mundo le apodaba mientras el tenia la mirada perdida en la ventana fantaseando con su futuro junto a Ji Yong, sabía que era demasiado pronto, que estaba apresurando las cosas pero quería estar con el por el resto de su vida y en sus sueños y fantasías, Ji se sentía de la misma forma. Eso esperaba, pero…
-Ji… - suspiro cerrando los ojos, cayendo en un sueño ligero.
El, a diferencia de su apariencia, era una persona que disfrutaba el amor suave y gentil. Para él, las palabras y caricias leves eran más que suficiente para demostrar el afecto que dos personas se profesaban. Veía el amor atreves de un cristal rosa, mas a pesar de toda esa dulzura, le amargaba el hecho de que esto estaba fuera de su alcance, Ji nunca notaba sus miradas furtivas, ni veía cada que tenía que morderse los labios y soportar cuando expresaba abiertamente su cariño por los otros miembros, todos menos el, sabía que Ji no lo odiaba, pero también creía que no le quería tanto en comparación con los demás, y eso dolía mas que ser odiado. Porque en su caso, no había nadie a quien quisiera más, la persona con la que había compartido sus sueños y le había dado la oportunidad de alcanzarlos.
No había palabras para describir todo lo que sentía por Ji, pero él no había podido hacer nada, se había mantenido al margen no queriendo causar molestias mayores en la ya complicada vida del menor.
Nadie sabía las dificultades que había enfrentado guardando su afecto, aguantando ver a su líder saliendo con hermosas mujeres con las que él no podía competir, y en cambio, el les cuidaba y protegía, resguardándolos de la prensa dándole a Ji la libertad para disfrutar de una relación relativamente normal, para el eso era más que suficiente si Ji le apreciaba por ayudarle, el lo seguiría haciendo, sin importar cuánto doliera, con tal de sentirse querido por Ji Yong.
Y Ji nunca sabría de todo esto, ignorando todo mas allá de sus propios deseos sobre el mayor, posesión, capricho, la obsesiva necesidad de saberse el duelo de Seung en cuerpo y alma.
Sus ojos estaban ciegos, y no podían ver el afecto puro y virtuoso que los oscuros ojos del mayor profesaban cada vez que le miraban.
Dentro de sus sueños sintió una mano acariciando su mejilla con suavidad y ternura, como si temiera romperle, en sus sueños este era Ji, pero el sabia que el menor nunca era así, y eso le hizo reaccionar. Un aliento dulce y cálido chocaba contra sus labios haciendo acelerar su corazón mas cuando sintió el roce de unos labios delgados sobre los suyos, fue un beso pequeño y tierno, totalmente diferente a Ji. No era Ji…
Lentamente abrió los ojos encontrándose con unos ojerosos que le miraban con dulzura y admiración.
-Eres hermoso hyung- dijo Ri, acariciando su mejilla con su pulgar instintivamente cerró los ojos, para disfrutar su caricia, pero en cuando los abrió su corazón se detuvo.
Ji, parado frente la puerta abierta de la camioneta, analizaba a ambos con la mirada, reparando en la cercanía de los Seunghyun más que nada, en el cuerpo del maknae que parecía buscar lugar sobre el de su hyung, ambos estaban sonrojados, TOP de forma adorable, desconcertado y confundido, su corazón se ablando, sabía que no le estaba engañando, su Seung nunca haría eso.
Su mirada se dirigió al menor en la escena provocando que TOP se sobresaltara, temiendo por la situación.
-Ri… - llamo, pero su voz se vio opacada por la de Ji que le había llamado con una voz más fuerte y directa.
-Ri, ¿Se puede saber que pasa aquí? – le interrogo duramente haciendo que el mencionado se pusiera más nervioso si se podía.
-Yo… - sin esperar respuesta, Ji les tomo a ambos para bajarlos de la camioneta y separarlos. No pudiendo soportar más la cercanía del maknae con su hyung.
El menor miro al líder con miedo esperando que le gritara o le golpeara, pero su espera fue en vano, este tomo la mano de su hyung y se lo llevo con rapidez no sin antes mirarle de reojo con un sentimiento que no alcanzo a descifrar.
TOP observaba a GD, preguntándose si debería decirle algo, pero nada venia a su mente, ¿Había sido su culpa? Estaría enojado, mas no veía ningún rastro de emoción en su rostro.
El líder abrió la puerta de su habitación y empujo al mayor al interior cerrándola puerta con seguro tras de sí. Seung cayó sentado en su cama, mirándole con miedo y confusión, esperando cualquier reclamo o castigo que el menor tuviera pensado.
Ji Yong miraba el suelo, tratando de regular su respiración y ordenar sus ideas. La escena se seguía repitiendo en su mente sin detenerse, buscando algo que no sabía con certeza.
La forma en la que SeungRi miraba a TOP, era lo que más se repetía en su mente, esa mirada tan suave y tierna que había encantado los ojos de su hyung ¿Su mirada era así cuando estaba con Seung? ¿Le besaba con la misma delicadeza y ternura? Como es que nunca había visto esa expresión del mayor. Esa mirada conmovida, ese leve sonrojo tímido revoloteando en sus mejillas, nunca antes le había visto más hermoso.
Un sentimiento extraño se apodero de su cuerpo haciéndole sentir perdido. Un nudo se quemaba en su garganta haciéndole callar las palabras que no tenía.
Finalmente levanto su mirada del suelo para encontrarse con la figura de Seung, tan perfecto como siempre. Analizo cada detalle convenciéndose más de la belleza de su hyung. Sus ojos se encontraron y algo en su interior se quebró.
-Tengo miedo hyung… - susurro con voz baja solo para que Seung le escuchara. Le miraba sin entender, Ji se aproximo a él lentamente posando sus manos en los hombros del mayor, aferrándose a la tela de su camisa.
-No me dejes, por favor – suplico en voz queda, su aliento chocaba con su oído, TOP no entendía ¿No estaba molesto? Poso sus grandes manos en la pequeña espalda del menor abrazándole con suavidad contra él.
-He sido egoísta ¿Verdad? – lloro Ji con una sonrisa amarga, sintiendo que no era digno de ser consolado así por el mayor, de nada que proviniera de él.
-Siempre espere por ti – los ojos de Ji se abrieron con fuerza entendiéndolo todo. Esas palabras eran una forma en la que el mayor le declaraba su secreto, siempre le había estado amando en silencio, todo este tiempo. Y él nunca vio mas allá que de su lado del cuarto.
Tenía miedo de que alguien se acercara a Seunghyun, porque temía que encontrara a alguien mejor y le abandonara. Estaría perdido en un precipicio sin fin. Muchas mujeres le habían abandonado, herido y traicionado, pero Seung, que fue quien le protegía y miraba por él en esas situaciones callando su propio dolor por su bien. No, nunca podría perder a Seunghyun, no lo soportaría. Estaría perdido sin él.
-¿Por qué no me di cuenta antes? – porque no vio los sentimientos del mayor, porque le lastimo tantos años con su indiferencia, porque no supo apreciarle como se merecía, porque no hizo más que buscar su felicidad.
Seung le abrazaba en silencio, sintiendo el miedo que recorría el cuerpo y corazón del menor, sintiéndose amado por el por primera vez.
Ji tenía miedo de perderlo
Igual que el.
Ji Yong se separo lentamente del abrazo para apreciar su rostro, Seung le sonrió, feliz, enamorado.
Las manos de Ji tomaron su rostro, acariciándole condelicadeza y amor, admirando cada instante reflejado en sus ojos. Se acerco con suavidad y rozo sus labios, lentamente, sintiendo su corazón llenarse con cada toque.
Seung lloraba por dentro, ingenuo, al fin Ji le estaba amando, podía sentir la ternura en la forma que le besaba. Era un beso sincero y sin intenciones ocultas. Solo un reflejo de amor.
Ji Yong pensó este era el mejor beso que habían compartido, la más bella canción sonó en su cabeza acompañando el momento. Sonrió entre el tímido beso, sabiendo que esas melodías nunca terminarían.
Se separo lentamente del mayor para mirarle con todo el amor que sentía, tanto que desbordaba; acaricio sus mejillas hasta llegar a sus labios y delinearlos.
-Eres hermoso hyung- chispas recorrían su corazón haciéndole estallar y su rostro arder. Una pequeña parte de él rio, preguntándose si debía decirle a Ji que SeungRi había dicho lo mismo momentos atrás.
Por primera vez en su vida, Ji no organizo su ropa antes de dormir, se quito los zapatos tranquilamente sin prisas para luego despojar de los suyos al mayor que le miraba atentamente con curiosidad brillando en sus negras orbes.
Descubrió la cama y Seung entro en ella sin dudas, Ji apago las luces y se recostó a su lado abrazándole a su cuerpo y le beso por última vez esa noche. Seung sonrió y ambos cerraron los ojos, esperando no despertar de ese sueño, jamás.