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3 de Febrero por Jazmin Negro

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Notas del fanfic:

Bien, se supone que el cumpleaños de Edward Elric es mañana, pero los domingos no hay ningún internet público abierto, así que he venido a publicarlo hoy. mejor temprano que tarde n.n Esta vez es algo tierno y casi sin angst, para que vean que también puedo escribir cosas bonitas xD

Dedicado a Paulina Lugo.

Notas del capitulo:

FMA no es mío, obviamente... no sé para qué me molesto en escribirlo.

La imagen de la portada la he hecho yo, por supuesto. Si les ha gustado visítenme en http://jazmin-negro.deviantart.com o en mi fanpage http://www.facebook.com/PinceladasdeJazminNegro

~Para Paulina Lugo

 

El despertador sonó, con un pitido que ese día era más irritante que de costumbre.

La luz de una nueva mañana mostró un cuerpo joven y delgado encogido entre las sábanas.

El reloj, incansable, continuó su insoportable cantinela.

Y pronto fue apagado de un puñetazo.

Respiró hondo, estiró los brazos, y con un bostezo cogió valor para levantarse.

Esta era la primera vez en muchos años que despertaba como cualquier chico de su edad. En su casa, no en un hotel, sin tener que ir a cumplir con una misión ni entregar un reporte. Sin tener que cargar con más responsabilidad de las que le correspondían.

Su única preocupación en ese momento era la maldita fecha.

Recogió del piso un pantalón, sacó una playera del armario y se vistió.

Miró el calendario de la pared, con la irracional esperanza de que no fuera cierto lo inevitable. Confirmarlo en el papel fue eliminar del todo la ilusión última de equivocarse: 3 de febrero.

Suspiró. Detestaba esa fecha. No había nada más horrible, tedioso y absurdo que esa fecha.

Incluso deseó que no fuera domingo, su día libre, porque al menos el trabajo lo distraería un poco, le daría algo en que mantenerse ocupado y no tendría que pensar todo el día en esa estúpida fecha.

Por hacer algo, se asomó a la ventana. Múnich, afuera, se veía exactamente igual que siempre. Gris, frío y mustio.

Bajó a preparar el desayuno.

Mientras untaba las tostadas con mermelada, pensó en su vida. De niño, cuando reía inocentemente en un pueblito rural, libre y feliz, jamás imaginó que terminaría viviendo en una ciudad de otro mundo.

Acostumbrarse a esta nueva existencia había sido difícil para ambos, pero el más afectado era Alphonse. Su hermano había tenido que habituarse a una nueva ciudad, un nuevo idioma, una nueva cultura, geografía e historia. Y, debido a su corta edad, Edward debió matricularlo en un colegio, a pesar de estar convencido de que no lo necesitaba. Aún recordaba esa vez en la que el chico había venido a él llorando, porque no quería ir más a esa escuela.

Después de saborear una humeante taza de café negro, se dispuso despertar a Alphonse.

Se llevó una terrible sorpresa cuando descubrió que no estaba en su cama; seguro se había levantado cuando él aún dormía.

Estuvo a punto de alarmarse, pero recordó a tiempo que Al no era chico que causara problemas. Aún así, a dónde diablos iría su hermano tan temprano un domingo?

Seguramente Alphonse no recordara qué día era. Llevaban ya tanto tiempo sin darse cuenta, ocupados en recuperar el cuerpo perdido. La última vez que se había celebrado fue siete años atrás, con Hughes y Nina. Ese fue su último cumpleaños. Porque un tres de febrero, diecinueve años atrás, había nacido el primogénito de la familia Elric, Alquimista Estatal y Héroe del pueblo: Edward Elric.

Cuando se cansó de no hacer nada (el ocio nunca había sido su fuerte) decidió ir a buscar a su hermano. Tomó su abrigo y la bufanda y salió.

Abajo se encontró con Graciel.

-Buenos días, Ed.

-Buenos días. Has visto a Alphonse?

-Sí, me encargó que te dijera que volverá pronto.

-Sabes a dónde fue?

-No, pero no te preocupes. Solo fue a encargarse de algo.

Conque Al se traía mucho misterio. Qué podría mantenerlo así? Quizás… una novia? Por alguna razón, ese pensamiento lo atormentaba. Al no necesitaba una novia! Oh no… comenzaba a sonar como un arbitrario y sobreprotector hermano mayor. Que Al hiciera lo que quisiera! Al fin y al cabo ni le importaba, ni quería saber qué carajos hacía Al cuando desaparecía. Si estaba con una novia, o recogiendo gatos, o secuestrado, a él le daba lo mismo.

Regresó al apartamento y se distrajo leyendo. No fue sino hasta las doce y media, mientras preparaba el almuerzo, que escuchó la puerta abrirse.

Era Alphonse.

Saludó a Edward con una sonrisa, esperando preguntas por su parte, pero este decidió mantenerse firme en su puesto de no caer en el jueguito de secretos de Al.

-Te apetece dar un paseo, niisan? –preguntó, después de comer.

-Sí, Al. Quiero ir al cementerio.

***

-Otro año más sin ti –murmuró en voz muy baja frente a la lápida.

Miró alrededor, al cielo, hacia las ramas desnudas de los árboles. Alphonse lo esperaba en la entrada del camposanto. Había siempre un tenso silencio entre ellos cuando se trataba de ese asunto. 

-Hay muchas cosas que no pude decirte. Gracias, por ejemplo. Al final confiabas más en mí que yo mismo.

Depositó el ramo de rosas blancas sobre la tumba de Alfons, y fue a donde Al lo aguardaba, sin pronunciar nada al respecto.

***

-Al… qué diablos hacemos aquí? Quiero regresar, hace frío.

-No te quejes, Ed, ven a ver.

En la cima de la colina, ubicada en las afueras de Múnich, se disfrutaba de una hermosa vista. La melancólica luz roja del atardecer caía sobre los tejados de las casas y los árboles. Edward pasó un brazo sobre los hombros de Alphonse. Y pensó que no cambiaría ese momento por nada. Ojalá pudieran permanecer así, siempre juntos. 

Rodaron por la colina, riendo como cuando niños, entre cosquillas y abrazos. Cansados de reír se sentaron en la loma.

-Cuando éramos niños jugábamos mucho así. Te acuerdas, Al?

-Por supuesto, niisan. Jugábamos todas las tardes. Y veíamos siempre las puestas de sol.

-En ese entonces las puestas de sol no eran tristes.

Alphonse  lo miró turbado.

-Las puestas de sol me recuerdan mucho a Rizenbull, Al.

El menor agachó la cabeza, más por no poder aligerarle la carga a su hermano que por compartir la pena.

-Al… perdóname. Por mi culpa no tienes una familia.

-¡No digas eso, niisan! –le espetó inmediatamente- No tengo nada que perdonarte. Tú eres mi familia. Yo siempre seré feliz a tu lado.

Edward sonrió sinceramente.

De pronto, luces de colores explotaron en el cielo, iluminando sus rostros. Edward contempló extasiado aquel espectáculo. Luces amarillas, azules, verdes, rojas. Luces que subían como pececitos que nadan velozmente en un mar nocturno,  y se dispersan con un estallido de gozo, como flores o constelaciones nuevas y maravillosas, efímeras y bellas.

En ese momento sintió una mano tomar la suya.

Volteó y se encontró con el rostro risueño y un poco sonrojado de Alphonse.

-Te gustan, niisan? El señor Hughes me ayudó con esto.

-Por supuesto que me gustan, Al. Son geniales! Tú… las compraste para mí?

El menor asintió, alegre.

-Eres el mejor de los hermanos, Al!

Acarició el cabello castaño, y acercó su rostro al de Al. Apartó los mechones de su blanca frente.

Los ojos dorados fijos en los luceros pardos. Una sonrisa cariñosa.

Un beso en la frente, cálido y efusivo.

-Gracias Al.

Un beso en la boca, una extensión de ternura y devoción. Un nuevo estallido, una nueva estrella es creada y muere rápidamente en la inmensidad de la noche.

Alphonse lo miró atónito.

Y de pronto Edward sintió mil dagas clavarse con violencia en su corazón.

-Al, l-lo siento… yo… no sé en qué estaba pensando…

La sonrisa de Alphonse acalla la angustia recurrente. Sólo una sonrisa como esa hace que ese beso no sea un pecado más. Poco a poco, disipa la estorbosa culpa.

Ya no hay barreras que fraccionen el amor.

-Feliz cumpleaños Ed!

Un dulce abrazo envuelve a Ed, y es correspondido rápidamente.

La última de las luces explota en el cielo, dando a los cuerpos un contorno de luz roja.

Otro beso intensifica el abrazo. El mundo entero es un paraíso.

Porque de pecadores está hecho el cielo.

 

 

1, Feb. 13

Notas finales:

Allí está... Más vale que les guste, me vine debajo del agua para publicar esto (está lloviendo mucho) x3

Dejen review! Nos vemos hasta el 14! ;3 


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