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ANTOJOS EN LA MADRUGADA por crystalwall

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Notas del fanfic:

Los personajes no son míos, solo me gusta hacerles sufrir

Notas del capitulo:

Hola, les traigo un one shot que se me ocurrió ayer, espero que les guste

ANTOJOS EN LA MADRUGADA

 

Capítulo 1.- Una noche en la cama de Hades y Shun

 

El poderoso Dios del Inframundo se hallaba sumido en un profundo sueño luego de un día muy pesado, a veces habían días así en los que el juzgar almas era abrumante y desgastante, truenos se oían a lo lejos de Guidecca, el silbido del viento también pero eso no fue lo que despertó al regente del Averno

 

El hombre imponente de cabellos negros, blanca piel, ojos negros de mirada profunda y expresión austera despertó cuando una mano pequeña y suave recorrió su pecho hasta su vientre, el mayor abrió los ojos y dio un salto en la cama, se volteó para ver a su joven esposo que lo miraba algo inseguro

- Pasa algo Shun?, te sientes bien?, te duele algo? – la preocupación del mayor era palpable, el joven de ojos verdes no se había sentido bien en las últimas semanas, estaba de encargo y esto le había afectado de varias maneras

- Tengo ganas de algo pero no se de que – dijo el muchacho casi en un susurro

- Ohhhh… Shun… y para eso me despiertas? – Hades se dejó caer en las almohadas y suspiró mitad aliviado mitad molesto

- Y a quién debería haber despertado entonces? – Shun si se molestó al ver la despreocupación de su esposo por algo tan vital como un antojo

- Por qué no llamaste directamente al personal de servicio?

- Por que todos duermen y me da pena – respondió Shun todo avergonzado y bajando la mirada

- Pero a mi no te da pena despertarme? – el pelinegro estaba cansado y lo único que quería era dormir

- No… este por si lo dudas es tu hijo – respondió Shun todo indignado y señaló a su pancita, el joven peliverde se dio la vuelta en la cama dando la espalda a su esposo que se sintió cual vil cucaracha al responderle así a su sensible esposo

- Shun… luna de mi vida… yo nunca dudaría que este bebé es mío, por qué dices esas cosas? – Hades intentó abrazar a Shun por la espalda pero el menor no se dejó tocar y saltó en la cama sentándose en ella poniendo distancia entre ellos y le reclamó todo molesto

- Porque tu no me entiendes, te molesta porque te despierto un ratito en la noche pero tu no estabas conmigo hoy en la mañana cuando pasé vomitando hasta las entrañas porque no he podido comer nada decente en todo el día, esas galletas que me da Hécate me tienen podrido, he pasado mareado, todo me pica, todo me duele, no encuentro una posición cómoda en la que acostarme y me muero de sueño pero no puedo dormir, tu te la pasas en el palacio de justicia ocupado en tus cosas y ni siquiera me vienes a ver, por eso no sabes como yo paso mis días, y ahora que por fin parece que puedo comer algo y tengo hambre tu no te comides en darme nada… lo que pasa es que tu no me quieres – Shun dijo esta última frase en tono dramático y se hizo ovillo en la cama dando nuevamente la espalda a Hades que esta vez lo abrazó a pesar de sus protestas

- Shun… por favor… cariño yo te amo, es solo que estoy un poco cansado, pero tranquilo y dime que quieres que te traiga – el pelinegro sabía que no debía alterar a su esposo considerando su estado y le besó el hombro suavemente mientras le acariciaba la pancita, Shun se fue ablandando en respuesta a los mimos de su pareja para finalmente voltearse y aceptar el suave beso en los labios que Hades le dio antes de decir:

- No se… quiero algo de sal pero no muy salado, tengo sed pero no quiero ni te ni leche, quiero algo de dulce… hay pastel de chocolate? – al pensar en el pastel de chocolate el joven peliverde sonrió y los ojos le brillaron

- No se... déjame llamar a Radamantys – dijo Hades disponiéndose a llamar a su primer juez

- Deja a Radamantys en paz, él ha pasado todo el día atendiéndome y cuidándome – dijo el peliverde en tono firme

- Y a quién quieres que llame si a ti no te agradan ni Minos ni Aiacos? – Hades había delegado el cuidado de su esposo a su poderoso primer juez, pero Radamantys no era dama de compañía, Hades era paranoico con los temas de seguridad y se sentía mejor al saber que Shun estaba cuidado por el caballero mas poderoso en el Inframundo, luego de él claro está, el problema era que al peliverde no le agradaban mucho los otros dos jueces y tenía a Rada a su lado todo el día, todos los días, lo bueno era que su hermano Ikky también estaba en el Inframundo, al poderoso Fénix nada le iba a impedir cuidar a su ototo

- Pues para eso te desperté a ti – dijo el joven mirando a Hades muy serio

- Quieres que vaya a la cocina y te traiga lo que encuentre? – a esto el pelinegro se sentó en la cama, en serio quería Shun que él mismo atraviese el castillo entero y vaya a la cocina?, él… el mismísimo Dios de los muertos de mandadero?, aparentemente así era porque Shun asintió y continuó como si su pedido fuera lo mas natural del mundo

- No… no quiero que me traigas lo que encuentres, quiero pizza de queso y jamón pero sin tomate, quiero pastel de chocolate y jugo de manzana – de solo decir esto se le hizo agua la boca al peliverde que sonrió todo emocionado por sus elecciones

- Shun… en serio esperas que yo vaya a la cocina?

- Ok., no vayas entonces… no te molestes… yo mismo voy – Shun se volteó muy molesto ante la negativa de Hades de ir por su bocadillo nocturno y trató de llegar al filo de la cama (medio complicado solo levantarse porque era una cama de 3 plazas y el joven peliverde estaba en medio de ella)

- No no no, tu no puedes ir, Hécate dijo que debes guardar reposo y que debes moverte solo lo indispensable – Hades lo atrapó y lo jaló suavemente para volver a acostarlo y cobijarlo

- Pues por eso, ve tu… - dijo el peliverde con voz de súplica acariciando el desnudo pecho del mayor

 

- Shun… - Hades suspiró y se quejó lo que enfureció a su esposo que se sentó en la cama y le lanzó una de las almohadas

- Ahora me haces caras y te niegas a cumplir un simple favor, pero cuando me hacías el amor siguiendo el kamasutra entero ahí si no te costaba hacer nada no?, ahí si no estabas cansado… ahí si no tenías sueño y tu trabajo no te estresaba, ahora que yo quiero algo de comer para alimentarme a mi y a tu hijo tu te molestas, típico…

- Shun…

- Solo soy tu esposo para lo que te conviene verdad?

- Shun…

- Pero si yo necesito algo de ti, tu quieres mandar a todo el mundo para que me atienda y que yo no te moleste verdad?

- Shun…

- Tu fuiste el que me embarazó, no Radamantys y es él el que se la pasa atendiéndome y cuidándome todo el día, todos los días

- Shun…

- Si esperas que te abra las piernas otra vez estás muy equivocado, tu me hiciste esto y ahora ni siquiera me puedes traer una simple hamburguesa con queso?

- No que querías pizza? – Hades arqueó una ceja ante el cambio de antojo de su temperamental y embarazado esposo

- Ese no es el punto… se supone que tu debes cuidarme, no me dijiste eso cuando me propusiste matrimonio? – ahora el peliverde parecía al borde de las lágrimas

- Si Shun… pero es que…

- Pero es que nada!!!, fuera de mi habitación!!! – dijo el peliverde y se hizo ovillo nuevamente en la cama dándole la espalda al mayor que lo intentó abrazar mientras le dijo suavemente:

- Esta es mi habitación

- No que todo lo tuyo era mío también?, no que yo era regente del Inframundo al igual que tu y no se cuantas cosas mas? – el joven se volteó de un solo salto y reclamó muy molesto a su esposo

- En teoría… - Hades se encogió de hombros pero Shun se volvió a hacer ovillo en la cama luego de decir todo ofendido:

- En teoría???, sal de mi cuarto… ve a dormir con cancerbero a ver si él te abriga

- Está bien

 

Hades suspiró y se volteó en la cama, se sentó y se puso de pie pero no pudo llegar mas allá porque sintió unos brazos que se aferraban a su cintura

- No me dejes aquí solo… no me gustan las tormentas

- No que me vaya con cancerbero?

- No… ven abrásame…

- Está bien

 

Con santa paciencia Hades se volvió a acostar y recibió en su pecho al muchacho de ojos verdes que lo abrazó con fuerza, la paciencia no era una de las virtudes del pelinegro pero él entendía o por lo menos estaba haciendo todo por entender a su joven esposo, Shun acababa de cumplir 17 años y estaba de cuatro meses de embarazo, al pobre se le habían presentado todos los achaques habidos y por haber, las nauseas matutinas le duraban todo el día, siempre se sentía mareado, le dolía todo el cuerpo, no podía dormir, pero lo mas grave era la revolución hormonal que prácticamente lo había enloquecido y lo hacía intratable de vez en cuando

 

Hécate si le había advertido a Hades que algo así pasaría cuando Shun concibiera su primer hijo, el cuerpo del muchacho no estaba hecho para esto, el poder del Dios era lo que había obrado el milagro, los cuidados de la poderosa hechicera serían determinantes para el bienestar de la criatura pero nada de eso impediría lo que ahora estaba pasando Shun, tenía las hormonas revueltas, estaba con la sensibilidad a flor de piel, no se sentía cómodo en su propia piel y encima de todo no podía dormir o comer, el pelinegro acariciaba la espalda de su joven esposo pero sonrió cuando escuchó como lo llamaba por su nombre como niño chiquito

 

- Hades…

- Mmmmm?

- Tengo hambre…

- Hamburguesa? – preguntó el mayor todo divertido

- No… quiero una ensalada de lechuga con pollo a la plancha, el otro día la comí en el almuerzo y estaba fantástica, hay sandía?

- No se… déjame ir a ver

- Pero no te tardes

- No… no me tardo

 

El pelinegro se levantó de la cama, se puso sus pantalones de pijama que por ahí estaban, una camiseta y una bata, el mayor salió de la habitación y caminó como autómata por todo el castillo hasta llegar a la cocina, el mayor se sorprendió al encontrar allí tomándose un café a Ikky con Radamantys, al verlo entrar ambos rieron sumamente divertidos, el pelinegro no sabía que ellos habían estado hablando precisamente de él y su temperamental esposo

- Y a ustedes que les pasa? – preguntó todo serio y algo molesto el Dios del Averno en especial porque Radamantys se sacó un anillo de oro con una amatista de su dedo anular y se lo dio a Ikky que se lo puso en la mano y sonrió complacido

- Nada mi señor… nada de importancia, necesita algo? – dijo Radamantys recuperando la compostura y poniéndose de pie para atender a su señor

- Necesito una ensalada con pollo a la plancha, hay algo de eso? – Hades miraba para todas partes en la cocina sin saber a dónde dirigirse, nunca antes había estado allí, es mas… se perdió cuando bajaba

- No lo se señor…déjeme ver – dijo el rubio y caminó con dirección a la refrigeradora

- Es para Shun? – preguntó Ikky sin borrar la sonrisa de su rostro

- Si... está con antojo, o hambre o la verdad ya ni se que es lo que tiene tu hermano, lo único cierto es que me va a matar, me caigo de sueño… – contestó el pelinegro a su cuñado que se puso de pie y fue a la despensa, sacó un plato y un cuchillo, cortó una rebanada bastante generosa de pastel de chocolate que estaba en el mesón, fue a la refrigerador e hizo a un lado a Radamantys, tomó una botella de coca – cola y todo lo necesario para hacer un sánduche de jamón y queso

- Eso no es lo que me pidió Shun – dijo Hades al ver como Ikky lo preparaba todo

- Confía en mi en esto, por muy embarazado que Shun esté y por mas que tenga antojos extraños en medio de la noche no se puede resistir al pastel de chocolate, a la coca – cola y a un sánduche, solo dile que la lechuga se acabó y que te da pena despertar al personal de la cocina, ahhh… llévale una manzana también y esto también – Ikky puso todo en una bandeja y lo acompañó con una funda extra grande de papitas fritas extra picantes

- Vas a ir al cielo Ikky… gracias… - el mayor tomó la bandeja y salió de la cocina llevando el muy generoso snack para su esposo dejando en la habitación a ese par que volvió a reír con ganas cuando el poderoso Dios del Averno le hacía de mesero a su esposo

 

- Cómo lo supiste? – preguntó el rubio destapando una cerveza y pasándosela a Ikky

- Yo conozco a mi ototo muy bien, él es capaz de esto y mucho mas, cuando se enferma se pone insoportable y ahora está cien veces peor – dijo el peliazul entre risas

- La verdad no pensé que mi señor cediera, no en un millón de años esperé verlo a él aquí y listo para llevarle un snack a Shun, en el genio que se maneja mi señor el verlo aquí, wow… tu hermano se ha ganado mi respeto – dijo el rubio con una sonrisa dando un sorbo a su cerveza

- Ahí donde ves a Shun todo dulce y tierno, no te creas… mi ototo tiene lo suyo, además Hades lo ama

- Pues eso si, pero me vas a dar la revancha?, ese anillo es una herencia familiar y lo tengo que recuperar, otra apuestita?

- Bueno… podrías intentar convencerme no?

- Y cómo te convenzo?

- No se… se creativo

- Ok., - el rubio tomó en sus brazos al peliazul y lo besó con pasión, lo levantó para sentarlo en la mesa de la cocina y lo recostó con  cuidado acomodándose entre sus piernas, el peliazul sonreía y correspondía a las atenciones del poderoso primer juez que era muy hábil con las manos y no solo para lanzar ataques

- Oye Ikky…

- Mmmm…

- Tu no puedes quedar embarazado o si? – Radamantys interrumpió sus besos en el cuello del menor para preguntarle esto en un tono muy divertido

- Eres un Dios? – preguntó a su vez el menor abriendo la camisa de su amante y acariciando su fuerte pecho

- Soy un Dios en el sexo – respondió el rubio acariciando la entrepierna del menor que se arqueó en la mesa y buscó sus labios para unirse en un muy pasional y necesitado beso

- Pues si pero eso no cuenta, yo creo que si queremos un hijo en el futuro lo tendríamos que adoptar o algo de eso – dijo el peliazul agarrando una nalga al primer juez del Inframundo que saltó un poco pero no se inmutó

- Genial… - dijo el rubio con una sonrisa pícara, la pareja siguió con sus juegos de caricias mientras se sacaban la ropa, Ikky cambió posiciones en la mesa recostando a Rada sobre su espalda y sentándose sobre sus caderas

- Oye Rada…

- Mmmm…

- En el supuesto no consentido de que estuviera embarazado, tu también me traerías una ensalada de lechuga con pollo si yo te la pido?

- Para ti… la luna y las estrellas, lo único bueno es que yo si se cocinar y no me importaría cumplir tus antojos o caprichos, pero ahora bésame y hazme el amor, me muero por hacerte mío

- Mmmmm… suena delicioso… - la cocina en pocos momentos mas se llenó de jadeos y gemidos, la mesa se movía y tambaleaba por el peso de los cuerpos que se amaban despreocupadamente entregados a la pasión que los consumía, mientras que Hades al llegar a su habitación tuvo que hacer malabares para abrir la puerta sin dejar de lado la charola, al entrar vio a su joven esposo abrazado a su almohada profundamente dormido

 

El pelinegro solo sonrió, dejó la charola de cosas en su mesa de noche y se acostó tratando de no mover mucho la cama para no despertar a su dormido ángel, le quitó la almohada suavemente para acomodarlo en su pecho, Shun se acurrucó en Hades sin despertar y por fin el cansado Dios pudo conciliar el sueño hasta que una suave mano que se movía por su pecho lo volvió a despertar

- Pasa algo Shun?, te sientes bien?, te duele algo?

- No… no puedo dormir y tengo frío

- Ohhh amor… quieres otra manta?

- No… quiero que me hagas el amor

- No quieres una manzana o algo?, te traje un sánduche y pastel de chocolate

- Luego, aurita te quiero a ti

- Ok., dame un beso

Shun se sentó en las caderas de Hades y se agachó para besarlo, el mayor le acarició las caderas y metió sus manos dentro de la camiseta que el joven estaba usando para acariciar la suave piel de su espalda y de su pecho, al llegar a sus pezones sintió como el peliverde se estremecía completito por el suave roce

- Sensible?

- Ajá… pero es buena sensibilidad, la semana anterior me dolía y hasta la ropa me estorbaba, ahora… me excita… tócame… bésame… Hades… como solo tu… sabes hacerlo…

- Tus deseos son órdenes mi príncipe… - el mayor tomó a su joven esposo de la cintura y lo recostó en la cama, le quitó la camiseta que estaba puesto y se dedicó a atender sus pezones deleitado en ver como Shun se retorcía en la cama y lo llamaba por su nombre, Hades subió por el cuello de Shun para luego tomar sus labios, todo estaba bien hasta que el peliverde lo separó un poco para preguntarle muy serio

- En serio me trajiste un sánduche?

- De jamón y queso, sin tomate y en pan bagguette – respondió todo orgulloso el mayor, Shun sonrió y rodeó el cuerpo de sus esposo con las piernas, Hades tenía mucho cuidado de no recargar su peso en Shun por su estado pero igual se daban modos para disfrutarse mutuamente

- Ohhhh… genial – dijo el peliverde volviendo a besar a Hades que ahora metió sus manos por su ropa interior para acariciar el redondito trasero del joven que ahora se mostraba algo inquieto

- Pasa algo? – preguntó el Dios al notar que a Shun se le pasaron las ganas de hacer el amor

- Es que… me dio ganas del sánduche…

- Ay Shun… qué diablos voy a hacer contigo? – Hades no estaba molesto sino que besó con suavidad los labios de su esposo, se sentó en la cama y le dio su camiseta para que se la ponga, el joven lo hizo y tomó el sánduche que su esposo le pasó junto con la coca – cola

- Me amas verdad? – preguntó el joven después del primer mordisco

- Claro que te amo, a ti y a nuestro hijo, por cierto ya has pensado nombres?

- No… todavía no, Hécate te encontró en el Palacio de justicia? – Shun no estaba comiendo el sánduche, lo estaba inhalando o por lo menos eso le pareció a Hades de lo rápido que comía el muchacho

- No la he visto hoy, por qué?

- Lo que pasa es que me sentí muy mal hoy y Rada fue por ella, al revisarme me dijo que estoy bien pero que necesito descansar, también me dijo que… los bebés están bien – terminó Shun algo inseguro la frase

- Oh… me alegro, espera espera espera, bebés? – Hades estaba acariciando ausentemente la pierna de su esposo hasta que cayó en cuenta de la noticia y se quedó estático

- Me dijo que era probable que sean dos – explicó Shun con voz baja

- Dos?

- O tres… no está segura

- Tres????

- No está segura

- Cielos Shun… - Hades no podía salir del asombro y solo miraba a Shun que esperaba alguna reacción del padre de sus hijos pero al parecer Hades estaba en shock

- Estás enojado?

- Claro que no amor mío… esto es… genial… - el pelinegro sonrió finalmente y se lanzó a los brazos de su niño y lo besó por todo el rostro, Shun sonrió aliviado en especial cuando Hades le descubrió el vientre y lo besó con devoción, lo acarició con ternura para luego besar a Shun en los labios con pasión

- Tenemos que arreglar varias habitaciones para los bebes, no solo una… - dijo Shun entre besos, Hades le estaba buscando sacar la camiseta pero el peliverde no le estaba facilitando las cosas

- Si… lo que tu quieras – dijo el mayor para besar su cuello mientras le acariciaba el trasero pero Shun había vuelto a perder el interés en el sexo aparentemente porque separó un poco a Hades y se incorporó en la cama

- Rada tenía una paleta de muestras de colores, no quieres ver de que colores podemos pintar la habitación de los bebés? – el joven dijo esto todo emocionado

- No lo podemos hacer mañana? – Hades frunció el ceño lo que probó ser un grave error porque Shun se volvió a molestar cuando le reclamó escapando a su agarre

- No te interesa el bienestar de tus hijos?

- Shun… - Hades se dejó caer en la cama… aquí iban de nuevo…

 

- Yo quiero solo escoger los colores de la habitación pero claro… tu solo piensas en sexo

- No es eso Shun…

- Te casaste conmigo porque soy bueno en la cama verdad?

- Claro que no…

- No soy bueno en la cama????

- Shun… yo no dije eso…

- Fuera de mi cuarto!!!!... ve a dormir con Minos que yo se que estaría feliz de tenerte en su cama

- Minos???, en serio??

- O Aiacos, no se a cual le gustas mas

- Yo no quiero estar en la cama de nadie mas que en la tuya, si quieres ver muestras de colores ya te las traigo, ok.? – Hades besó a Shun suavemente en los labios, no quería discutir otra vez con él, el peliverde sonrió y asintió antes de pedir:

- Ok., pero ya que vas a salir puedes ver si no hay sandía en la cocina?

- Claro… ya te lo traigo

- No te tardes, no me gusta estar aquí solo

- Si amor… ya vengo…

 

Hades con santa paciencia se volvió a vestir y caminó por los desiertos pasillos de Guidecca mientras pensaba: “Cásate” dijeron, “Shun es un ángel” dijeron, “Te va a hacer feliz” dijeron…, “El Inframundo necesita herederos” dijeron…,  ahora su única realidad era que le esperaban varios meses muy complicados con un esposo totalmente loco e irracional, con unos cambios de humor y una bipolaridad que haría temblar al mismísimo Saga de Géminis, Hades estaba consciente de que Shun seguía siendo una dulzura… pero una muy irracional dulzura… “Bueno” pensó el mayor… todo valía la pena por bienestar y la felicidad del hombre que amaba y sus futuros retoños… el poderoso Dios del Inframundo solo esperaba que la locura de Shun fuera temporal y cuando sus bebés nazcan vuelva a ser el joven dulce y descomplicado del que se enamoró… y de no ser ese el caso pues ni modo… lo amaba igual…

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, es un intento de humor, muchas gracias por leer, cuidense mucho, saludos, bye


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