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En tus garras

Notas del capitulo:

Hola!!!

No tengo mucho para decir, solo que me encantan sus comentarios y que me disculpen por tardar tanto :(

Enjoy!!

Un largo encuentro

Shikamaru observaba con preocupación el campo, hacía ya doce horas que el hijo de su rey no regresaba y la piel se le estaba erizando del miedo mientras pensaba las posibilidades de que estuviera muerto, muy pocos sabían lo que Minato podría llegar a hacer por sus personas queridas, y el tenía que cuidar del chico hasta que regresaran.

-Señor, tenemos que ir, si no llegaremos tarde y nos cerraran las puertas- Chouji era un soldado robusto, por no decir gordo-El chico quizá...

-No Chouji, no tiene que estar muerto- dijo enojado con si mismo por dejarlo ir. A los pocos minutos su mirada captó a lo lejos al desgraciado joven correr apurado, agitaba su mano de un lado a otro contento, lo cual lo hizo suspirar algo enojado-Lo voy a matar yo mismo.

-¡Shikamaru!- gritó cuando estuvo frente a su coronel, el cual estaba aguantando sus ganas de revolcar al joven por la tierra y decirle millones de maldiciones-A que no sabes lo que vi- sus ojos tenían un extraño brillo de alegría, se mantuvo firme esperando que aquel mocoso hablara.

-Teniente Namikaze, ya lo dabamos por muerto- este no le dio importancías a las demás palabras que otros le decían, aun tenía demasiada adrenalina correr por su cuerpo.

-¡Un enorme Dragón estaba atacando el campamento que vimos hoy!- todos los presentes temieron por lo que oían quedando en un silencio en el cual solo las aves se escuchaban-¡Era negro y y y! ¡Y lo vi en su forma humana!- dijo sin respirar, el coronel de cabello negro lo observaba asustado al igual que los comerciantes.

-¿Como? ¿Que dices? ¿Un dragón en su forma humana?- el rubio asintió energeticamente-Es imposible- se sujetó la frente respirando con dificultad-Eso quiere decir que estaba buscando mujeres o peor- Naruto observó como los carruajes se ponían en marcha dejándolos, varios soldados se quedaron atónitos mientras que el no entendía el porque.

-¿Peor que?

-Podría estar su amo por aquí...- el rubio cerró sus ojos intentando procesar la información, Shikamaru lo miró y suspiró cansado por esos comportamientos-Eres un cabeza hueca- negó lentamente-La cosa que viste quizá no es un dragón cualquiera, pudo haber sido un Dragel.

-¿Y eso que tiene que ver?- un puño se estreyó contra su cabeza lanzándolo al suelo de manera sorpresiva, adolorido levantó su mirada mirando al responsable entre la nube de tierra que había logrado levantar, tenía su cara encapuchada dejando solo a la vista unos ojos jades y pequeños mechones de cabellos rosas, varios soldados que aun estaban presentes miraron al rubio asustados.

-¡Si seras inútil Naruto!- levantó la mirada hasta donde la chica aguantaba las ganas de pegarle de nuevo-¡No sabes nada de los dragones!

-Sakura golpeas fuerte- dijo intentando aguantar las ganas de llorar por el dolor de su cabeza en donde se asomaba un chichón, al cual acariciaba suavemente.

-Gracias Sakura- dijo Shikamaru algo asustado por la reacción de la única chica en la tropa-Naruto- este se concentró en su coronel-Veras, un dragón que se transforma en humano cuando quiere se les llama Dragel, pero cuando uno los Dragel es domado por una maldición usualmente en su forma humana se le ven marcas en su cuerpo- el rubio pensó en eso, luego recordó las marcas que salían del cuello del chico pálido-Si no llevan marcas en su cuerpo humano significa que es un dragón en busca de reproducirse con una de nuestras mujeres.

Varios segundos de silencio se apreciaron entre los soldados.

-Ahora entiendo- dijo aun pensando claramente-Son dos especies distintas- otro golpe fue a parar a su cabeza-¿Por que me golpeas? Ya entendí- dijo a moco tendido sobándose la cabeza.

-¡No entendiste nada!- dijo Sakura ya muy enojada-Mira Naruto, todos los malditos dragones son iguales, solo que hay algunos que pueden tomar forma humana solo cuando tienen que aparearse- el rubio asintió comprendiendo-Y hay otros que pueden tomar forma humana cuando quieren, esos son los Dragel, y esos son los que los domadores de dragones buscan para controlar.

-¡Entonces el que vi era un Dragel!

-¿Tenía marcas?- el menor asintió pensativo.

-Él... Me atacó- dijo susurrando, varios allí pudieron oírlo sin creerlo.

-¡Eso es imposible!- gritó Shikamaru-¿¡Estuviste cerca de esa criatura!?- Naruto asustado y nervioso asintió mirando como Sakura lo miraba tal y como si la bestia fuera el-Mira Naruto, una de esas cosas siempre, pero siempre matan sin dudar.

-...

Y no se volvió hablar en todo el sendero hasta la ciudad, muchos murmuraban que era un mentiroso, por lo que agarró un caballo y fue caminando lejos de ellos, vigilando sus alrededores tratando de entender por que ese Dragel no lo había matado como le habían dicho.

...

A una semana de ese encuentro, Naruto estaba viajando junto a Sakura hasta una de las ciudades del Oeste ya que decían que allí tendrían una misión importante relacionada con varios pueblos de aquella zona apestada en peligros.

En realidad la misión era de Sakura, pero intentando escapar de las reprimendas que le daría su padre había ido con ella; con la escusa de protegerla y de paso aprender algo de el país en donde vivía. La chica iba montada en su caballo analizando algunas cosas de unos papeles que no le permitía ver; por lo que iba jugando a descubrir enemigos, no era un juego muy fácil pero era divertido, al menos lo era para el. Luego de varios minutos la de cabellos rosas miró a su rubio compañero, ya iba sin toda la ropa de un soldado, solo contaba con un fino antibalas que se asemejaba a una remera y las botas altas del uniforme negras, en su hombro llevaba colgado el rifle con en el que siempre estaba.

-Oye niño- este se giró hasta quedar caminando junto a ella.

-No soy un niño, somos de la misma edad- le contó algo enojado por eso.

-Me da lo mismo- desinteresada observó el camino-Solo te iba a preguntar si estas casado con ese rifle, desde la primera vez que te vi estas con él- Naruto miró con cariño el arma colgada en su espalda.

-Es una de las cosas que me quedan de mi madre- Sakura lo observó interesada-Además es uno de los mejores- lo tomó entre sus manos y lo lucio contento-Es un autentico rifle Mangum Sniper de las fuerzas del Oriente.

-No sabía que fuera tan bueno, yo solo cuento con mi Maveric y me temo que no es tan buena- la chica acarició el arma sobre sus piernas, el rubio la observó extrañado por esa tan poca vista cara de Sakura-Por cierto... Gracias por acompañarme, nadie se atreve a cruzar estas tierras junto a mi- la chica le sonrió alegre y sincera haciendo sonrojar al rubio.

-¿Quieres decir que desde que te graduaste jamás fuíste acompañada? ¿Y si te pasaba algo?

-Esas son las reglas. Mi trabajo tiene más beneficios con la condición de correr más riesgos- explicó tranquila-¿Y tú, te sientes a salvo al ser soldado?- una mueca se dibujó en el tranquilo rostro del rubio, luego de suspirar levantó sus orbes celestes al cielo del mismo color.

-La verdad, me es duro saber que tengo que matar a todas las personas que están en contra.

-¿Se te hace difícil matar?

-Mucho, no es fácil ver muerte provocada por mis propias manos- se las observó, en ellas había visto muchas veces sangre de otras personas, luego las cerró como puños y se relajó-Pero es lo que yo escogí como vida, no me arrepiento.

-Eres el soldado más joven y más marica que conozco- este se giró a ver como la de cabellos rosas aguantaba la risa.

-¡Hey!

-Pero es cierto, como soldado se te tiene que hacer fácil el matar a otros, yo no tengo problemas en eso, además si quieres una muerte rápida apuntas a la cabeza- en cuestión de segundos la chica tenía su pistola en la frente del joven soldado, la cual brillo al tiempo que bajaba la martillo, este tragó duro al verla tan cerca-Apretas el gatillo, y ¡BUM! caso resuelto- luego de dejar al chico pálido guardó su pequeña arma en un portador en su cadera-Como si tu nunca lo hubieras hecho, me han contado que una vez mataste a dos de un solo tiro.

-Si, lo sé- recordaba perfectamente esa vez, su padre lo había llevado a cazar y se encontraron con la desgracia de ver a varios grupos, en un buen momento en el que dos soldados quedaron con sus cuerpos juntos pudo perforar ambas cabezas sin problema. Su padre lo había felicitado junto a todo el pueblo, pero nadie de esos montones de personas se daban cuenta de cuanto sufría al recordar aquellos cuerpos sin vida tendidos en el campo-¿Pero que crees que pensaran esas personas?

-Nada, cuando disparas a la cabeza mueren al instante- los ojos jade lo miraron de reojo.

-Tienes razón- dijo para si mismo susurrando-Que más da, por más traumante que sean las experiencias me gusta esta vida.

-Si, tienes razón- luego de unos cuando minutos de silencio, Sakura se atrevió a hablar-¿Viste un dragón de verdad?- este asintió algo nervioso por recordar ese enorme animal sobre el, pero por más que intentaba no podía alejar esos negros ojos.

-Muchos no me creían, ¡Pero era cierto!- dijo asustando a la chica-¡Lo tuve muy cerca de mi! ¡Podía sentir su respiración sobre mi, sus ojos...! Su calor- lo último lo susurró, esa criatura tenía algo que no podía llegar a recordar, luego el rostro de su forma humana llego a su mente, esa tez pálida y sus gestos serios observándolo, y de pronto oscuridad.

-¡Naruto cuidado!

...

Con pesadez se levantó del lugar en el que se encontraba, estaba cubierto con telas cálidas y frente a el había restos de una fogata. Se acarició suavemente la parte trasera de su cabeza que le dolía horrores, tal y como si lo hubieran golpeado con un palo muy fuerte.

-Carajo...- susurró, unos ruidos a su lado lo asustaron.

-Shhhh, hay muchos cerca- observó a Sakura vestida completa de negro, de nuevo con esa capucha que solo dejaba a la vista sus ojos y mechones de su cabello-Rápido ponte tu uniforme- a su lado estaba toda su ropa doblada, con rapidez se colocó cada prenda y se ajustó el casco, luego tomó su chalina y se la envolvió en su cuello, tratando que cubriera la mitad de su rostro para luego colocar los lentes negros y volver al lado de Sakura-Muy bien chico, ajustate las botas por que tenemos que ir hacia dentro del bosque. No vamos a poder con todos estos- asomando la mirada de un rifle corto pudo observar a todos los soldados que caminaban por el sendero, muchos de ellos con la mitad de su rostro cubierto con telas violetas y sombreros redondos.

-Tenemos que adentrarnos mucho ¿No?- la chica asintió mirando un mapa.

-Más al norte hay un camino oculto, desde allí sera más fácil llegar al pueblo del norte- Sakura cerró el mapa y se lo guardó en en bolsillo mirando a su rubio compañero-Lo malo es que allí hay reportes de muchos dragones.

-Hey ¿Por que me duele tanto la cabeza?

-No habías visto un enemigo, tuve que desmayarte- tranquila y silenciosa ya caminaba por las malezas.

...

Era ya bastante tarde y estaban corriendo por un sendero cubierto de arboles, el silencio despejaba de los problemas a Naruto y la preocupación consumía a Sakura. Ya habían matado unos cuantos escondidos entre pieles de animales, por lo tanto sus ojos enfocaban a todos lados tratando de que sus respiraciones no hicieran tanto ruido, pero sin poder verlo y evitar, Sakura, piso una soga escondida perfectamente entre hojas y tierra, haciéndola volar por los aires y quedar colgada de cabeza en un árbol.

-¡Waaaa!- gritó asustada.

-Has más silencio Sakura- Naruto frenó sacando una daga de su pantalón y cortar rápidamente la soga, para luego seguir corriendo, la chica se sacó de manera rápida la soga amarrada a su pie tratando de seguir de cerca al rubio que ya se alejaba corriendo.

-Lo siento- aun estaba muy agitada y sus pies casi no respondían, pero levantaba su mirada y allí estaba su rubio compañero, corriendo con determinación y sin mostrar su cansancio, rabió con eso, odiaba que Naruto fuera más profesional en eso.

Naruto se fijó en Sakura y su cansancio, parando de correr miró como a esta le temblaban las piernas. Suspiró calmando su respiración y buscó algún lugar, a lo lejos dos piedras le llamaron la atención.

-Sakura vamos a descansar en aquellas rocas- dijo comenzando a caminar hasta ellas.

-N-no estoy cansada- un jadeó salió de su boca delatándola, Naruto no le hizo caso y siguió caminando.

Solo eran dos piedras encima de la otra, dentro había un hueco que podía albergar a uno de los dos, como caballero le permitió a Sakura relajarse y que durmiera tranquila, esta no dudó y ya se encontraba en un profundo sueño. Afuera de la cueva improvisada estaba el rubio, ni la chica y todas sus cosas se veían desde lejos y agradecía aquello, ya no tenía su casco ni el uniforme, como siempre se dejaba el antibalas y las botas. El sonido de aquel campo lo alertaba un poco, el intenso bosque les rodeaba los costados y así era más peligroso, aunque su instinto le dijera que no; su estomago le decía que si. Tenía hambre, pero para no tenerla, no comía nada desde hacía un día y eso era demasiado para Naruto Namikaze, procurando no interrumpir el pesado sueño de su compañera se encaminó entre los largos pastos a su alrededor, le llegaban hasta la cadera; sus manos enguantadas se paseaban entre ellas acariciándolas, una sonrisa estaba dibujada en rostro y se ensanchó al ver a lo lejos un lago, alegre corrió hasta el, tal vez podría pescar algo o algún pato rondaría a su alrededor. Pero se sorprendió al ver en la orilla una gran cabeza negra, asustado tanteó el costado de su pierna buscando el arma.

-Mierda...- susurró al no encontrarla, contando con su cuchillo fue hasta el cuerpo, las alas y todo su cuerpo estaba bajo agua que gracias a lo transparente que era podía verlo, su cabeza estaba apollada en el pasto de alrededor, con el miedo corriendo por cada lugar de su cuerpo se acercó y tapó su boca al reconocer a la misma lagartija gigante del otro día.

Pensando que estaba muerto acomodó su palma en la trompa de este, sintiendo la suavidad de las escamas brillosas. No sabía si los dragones se comían pero tenía que hacer el intento, pero de forma inmediata este abrió sus negros ojos y levantándose bruscamente abrió sus alas haciendo volar toda el agua, el alma de Naruto había salido de su cuerpo para dar un paseo, el chico estaba de piedra tal y como la ultima vez mientras los nervios invadían cada centímetro de su cuerpo. El dragón rugió mientras sacudía su cuerpo mojado haciendo arder una de sus alas, más fuerte fue su caída a la tierra sorprendiendo al rubio que lo miraba atónito y asustado desde la cantidad de polvo que había levantado en su caída. Como si de un perro se tratara, el enorme animal gimió adolecido, pero se sorprendió al ver como este giraba su enorme cabeza para luego tratar de sacar algo de detrás de su ala, pero por más que se esforzara no llegaba y caía de nuevo en la tierra como resignado.

No sabía que hacer, el enorme animal estaba como herido y no entendía como no lo había matado ya. Este levantó sus negros ojos hasta los suyos mientras extendía esa ala que parecía molestarle, allí vio como un liquido rojo brotaba sin cansancio, manchando las escamas y cayendo en la tierra dejando pequeñas marcas. Estaba temeroso y no lo negaba, el enorme animal lo miraba fijamente y sentía miedo, miedo a que este le tendiera una trampa y lo capturara entre esas enormes fauces, pero luego vio dolor en aquellas bellas orbes oscuras que seguían cada uno de sus movimientos, por eso no dudo en caminar hasta aquella ala extendida y posar su mano timidamente en ese cuerpo escamoso que tembló ante su toque produciendo un pequeño gemido que no pudo identificar, no le hizo mucho caso ya que detrás del ala había un largo cuchillo insertado en la piel, desgarrándola, pero apenas la tocó el animal rugió y casi pensó que se lo comería pero este se detuvo mirándolo y respirando agitado, lo observó relajarse y para no dar mucho ruedo al asunto se trepó al lomo del enorme lagarto, y a pesar de ver como este se movía desesperado tomó entre sus manos el cuchillo y reuniendo todas sus fuerzas lo sacó de esa dura piel. El dragón rugió algo dolorido al igual que Naruto al caer contra la tierra y luego al agua, intentando nadar para salir, se dio cuenta que algo lo tomaba y sacaba hacia afuera. Antes de darse cuenta comenzó a toser y sacar de su cuerpo el agua ingerida, levantó la mirada buscando al enorme lagarto, pero se sorprendió al ver allí, junto a el, al dragón convertido en un guapo joven. Se sonrojó notablemente al pensar aquello, corrió su vista incomodo y este solo se acercó más, estaba invadiendo su espacio personal y le incomodaba, podía notar el calor que desprendía el cuerpo pálido y marcado. Le costó respirar al encontrarse observando el cuerpo frente a el, el cual estaba tallado por los mismos dioses, sin mencionar esos cuadrados en su vientre casi visible, se maldijo en ese mismo momento, ya parecía esas mujeres que eran seducidas por esas criaturas.

-Gracias- susurró el joven, levantó su mirada hasta este y se encontró con esos endemoniados ojos que se le hacian tan parecidos, tragó duro y vio en la espalda de él la sangre aun correr.

-Aun estas lastimado- le comunicó preocupado, solo se levantó y corrió hasta las orillas del lago.

El dragón miró interesado, la herida no dolía para nada, todo lo contrario seguramente la maldición ya estaba encargándose de solucionarlo. Pero aun así solo siguió cada pequeño movimiento por parte del chico de cabellos dorados, que ahora llevaba en sus manos una flor blanca. Naruto se agachó a la espalda del joven pálido mirando la profunda herida, el dragón se enojo un poco al tenerlo tan cerca, pero al sentir la cálida mano del soldado en su espalda lo hizo moverse disfrutando, un gruñido salió de su interior sorprendiendo a ambos, Naruto solo dejo su mano allí sorprendido mientras que el dragón solo se quedó quieto tratando de pensar el por que de su acción.

-Te va a doler- escuchó a su espalda y luego un intenso ardor que lo hizo enfurecer y volcar el cuerpo menor en la tierra, sujetó sus manos sobre su cabeza y le mostró sus colmillos más grande que los de cualquier humano-¡Espera, no me comas, dejame!- el joven dragón dejo de gruñir y observó el rostro del más chico, estaba muy asustado, tanto que sus ojos mostraban pequeñas lagrimas amontonándose y hacer brillar esos presiosos pedasos de cielo que llevaba en sus ojos-Dragón...

-Mi nombre es Sasuke- entonces se tranquilizó, solo se sorprendió al saber ese nombre, las historias decían que no tenían permitido revelar sus nombres más que a sus amos-Sasuke- repitió más suave, tal y como le dijeron el día que nació.

-Sasuke- el rubio savoreó ese nombre sin dejar de ver los ojos negros.

Un disparó los hizo sorprenderse y mirar la dirección de la que provenía. Quizá Naruto no podía, pero Sasuke divisó a lo lejos a alguien apuntando una de esas cosas que lanzaban balas. Rugió enojado separándose del otro cuerpo, dejando que las llamas consumieran su cuerpo pequeño y pasara a ser más grande, más fuerte y más peligroso. Naruto supo de inmediato que se trataba de Sakura, el sonido del disparo era el de su rifle y le molestó el saber que estaba en manos de alguien que no era el. Pero el grito de la chica asustada lo despertó, y sin dudar un momento corrió hasta la chica que venía asustada hacia el, mientras que detrás, solo a unos metros, se acercaba enojado la enorme lagartija.

Solo fue un impulso de salvar su vida sin pensar las consecuencias.

-¡Naruto!- gritó la chica en el suelo, respiraba de forma agitada sin poder creer la escena.

Naruto sujetaba al animal del la cabeza, este solo tenía en su vista la joven que gritaba de forma escandalosa y le aturdía sus sensibles oídos.

-Sasuke- levantó sus ojos hasta el chico se ojos hermosos, este estaba algo agitado pero podía facilmente sentir ese miedo escapar de sus poros, y sin darse cuenta estaba gruñendo de manera tierna mientras se acariciaba contra el cuerpo del chico sujetándolo con una de sus garras.

Naruto se sorprendió y si no fuera por que estaba preparado para cualquier situación hubiera caído de espaldas asustado.

Notas finales:

¿Un comentario?

Besos y cuidense!!!


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