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Angeles y Demonios por bulma03

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Notas del capitulo:

subiendo

“ojala el ser humano habrá su corazón, y deje de un lado los pecados, por que el juicio llego, y no hay lugar para errores”

El Ángel se encontraba caminado por el costado de la carretera, el bebe que se encontraba entre sus brazos comenzó a llorar, sin parar

-por favor para, que es lo que quieres, no entiendo nada de esto-

Afrodita, hizo una mueca de tristeza, notaba que iba ser muy complicado criar a ese pequeño, todavía ni siquiera le había dicho su señor como hacer de mama, de pronto vio un pueblo a los lejos

-que suerte seguro allí encuentro una mujer que me enseñe como cuidar a un bebe-

El Ángel de cabellos celeste bajo por la colina directo a ese lugar, cuando noto el llanto de un niño, que no era el suyo, venía de atrás de los arbustos, cuando se asomo vio uno niños golpeando a otro, quien estaba en suelo todo sucio y con sangre en la nariz

-oigan que hacen, no se debe de golpear al prójimo-

-este niño le robo a mi padre merece esta golpiza-

Dijo un niño bastante grande, peli rojo  y lleno de pecas

-el robar está mal, pero el golpearlo, no te hará mejor ni peor que él, porque  las dos acciones son incorrectas-

Los niños se quedaron mirándolo, como sorprendidos y decidieron parar la golpiza, y se fueron corriendo

-gracias señor no se hubiera molestado, robe, y por eso me estaban maltratando-

-lo sé, pero es injusto que te juzguen ningún humano tiene ese derecho-

-hablas como el monje del pueblo-

Decía el pequeño mientras se sacudía la ropa, bueno esos trapos que usaba para taparse, sus pequeños pies estaban todos lastimados por rozar el piso al caminar, ya que sus zapatos estaban todos agujereados

-y tu madre que hace que no te está cuidando-

-mi madre murió cuando yo nací,  mi hermano quien me cuidaba falleció hace un año  –

-dios mío, estas solo, y cómo te llamas?-

-me llamo Aioria, tengo 5 años, si queres podes quedarte con el bebe en mi casa, te preparo aunque sea un poco de te frio-

-estoy de pasada, pero el bebe parece que tiene hambre no sé cómo darle de comer, conoces alguna mujer-

-no, pero no es difícil, solo necesitas una  mamadera,  creo que en casa tengo una que era mía -

Era la primera vez en su larga existencia que cruzaba palabras con un humano, y se sentía bien lindo, el peli turquesa, tomo de la mano al pequeño y se dejo guiar hasta la casa de este, tenía que alimentar al pequeño antes de seguir su camino, porque estaba un poco lejos esa casa que fue hecha para el

Entro a la vivienda, era una casa pequeña pero muy acogedora, el niño  se dirigió a la cocina y se puso a calentar un poco de leche, saco el último pan que le quedaba y se lo ofreció

-ten, come debes de estar hambriento al igual que el bebe-

-gracias, si mi estomago empezó a hacer ruidos raro-

Afrodita por fin entendió las palabras de su señor,  el por qué los humanos eran tan especiales, vio en ese pequeño, la generosidad y el buen corazón, de pronto algo le lamio los pies, asiéndole sentir cosquillas

-lo siento es Fígaro mi perro, es muy cariñoso, se ve  que le agradas-

-qué hermoso animal, a mí también me agrada-

Dijo mientras acariciaba la cabeza del animal

- ya está la leche, espera que ya la enfrió un poco, sino se va a quemar-

Aioria como un todo un experto empezó a enfriar la leche, batiendo la mamadera de un lado a otro después se sentó en la silla y le pidió al mayor que le pusiera el bebe en sus brazos, el otro confundido por la situación se lo dio, entonces el niño le acomodo  la madera en la boca y este empezó a tomar desesperado

-valla era simple lo que había que hacer, gracias por enseñarme ya sé cómo alimentarlo-

-como se llama el bebe?-

Pregunto el niño quien poseía unos hermosos ojos verdes, su cabello marrón, y la piel tostada

-no sé, su madre murió y no pudo ponerle un nombre-

-ya se, ponele Shun, ese nombre me gusta mucho, así se llamaba mi vecino que murió de neumonía -

Afrodita sintió un escalofrió, escuchar a una persona tan joven hablar de muerte se sentía muy feo

-bueno lo voy a bendecir  con ese nombre-

Saco de su bolsillo un posillito pequeño del cual saco un poco de aceite y se lo puso en la frente

-bienvenido Shun, ahora ese va ser tu nombre-

Aioria lo beso en la frente con mucho cariño, desde que su hermano murió se quedo muy solo, pero ahora estaba feliz por tenerlos a ellos en su casa

Estaba todo el pueblo en silencio, el Ángel dormía abrazado a los niños, entonces una vos el cabeza de Aioria lo despertó

-ven mi amor mama esta fuera, tráeme una colcha o me  voy a enfermar-

-mama eres tú, pero pensé que habías muerto-

Dijo el niño quien se bajo de la cama y empezó a caminar hasta la puerta de la habitación

-espera,  trae al bebe contigo-

Aioria volvió alzo al bebe que dormía, y salió de la casa, estaba como hipnotizado, empezó a caminar dirigiéndose al bosque, las hojas de los arboles caían como navajas cortándole la piel al niño quien no sentía ningún dolor, entonces se distinguió una forma de mujer que se camuflaba con la oscuridad, el pequeño despertó de su transe y empezó a llorar cuando noto que no estaba en casa

-no soy de comerme a los niños pero hare una excepción contigo-

El demonio quien poseía unos filosos colmillo y se encontraba totalmente desnuda y llena de sangre, estiro sus brazos queriendo quitarle al bebe

-no, no aléjate de él, déjanos en paz-

Aioria salió corriendo con Shun en los brazos, quien empezó a llorar, llego hasta un rio que era bastante ancho y la corriente estaba fuerte, era imposible poder cruzar con el bebe, entonces unas manos le tomaron del cabello haciendo que soltara al pequeño quien cayó al suelo pegando gritos de dolor, la mujer levanto a Aioria y le mordió el cuello

-que dulce esta sangre, pero no me sacia es aún muy joven, tendré que matarlo de un golpe-

El demonio levanto la mano para clavársela en el corazón, cuando un espada le saco el brazo, esta grito de furia tirando al niño a un costado

-quien eres, muéstrate-

-valla, valla Aluca la mujer demonio, que bebe de la sangre de los hombres-

-eres uno de los 5 Ángeles guardianes, nunca pensé encontrarme con uno-

-sí, y esta será la última vez que veas uno, porque pienso matarte-

El Ángel salió de la oscuridad, su espada brillaba como la luna, sus orbes de color verdes, su cabello lila que se movía como el viento

-Mu, el Ángel cazador-

-si el mismo, deberías de haber tenido cuidado, ya que sentí tu olor a sangre podrida a kilómetros-

-maldito, como te atreves a tratar así a una dama, ahora vas a morir-

Los cabellos del demonio empezaron a crecer haciéndose filosas, dispuestas a traspasar el cuerpo del peli lila, este tenía una rapidez imposible de seguir, se poso frete a ella clavándole su espada en medio de la frente, su cabeza se partió en dos dejando caer larvas negras que murieron al contacto con el suelo

-qué asco, cada vez peores-

Se acomodo su abrigo, se ato el cabello y camino hacia bebe que no dejaba de llorar

-así que este niño es la salvación-

-así es, ah pido disculpas, el hecho de haberme hecho humano me hizo débil, y al estar cansado me dormí-

-afrodita, menos mal que sentí la presencia de esa bestia si no hoy nos quedábamos sin salvador-

-lo sé, no va a volver a pasar, y el otro pequeño donde esta-

-creo que murió no se levanta desde que lo tiraron allí-

Dita corrió hasta el cuerpo del pequeño, lo levanto en sus brazos tocándole  el rostro tratando de despertarlo, pero Aioria no daba señales, Mu se quedo observando esa extraña reacción de su compañero de guerra, que suplicaba que despierte, parecía un humano más, esos sentimientos que los hacen tan débiles y a la vez tan fuertes

-que lastima pero siempre pagan los inocentes  -

Afrodita miro con bronca al peli lila quien abría sus alas blancas para irse, sin tener la más mínima apatía por el niño que se  había sacrificado por Shun

-quédate tranquilo, tiene pulso, tócale y te darás cuenta-

Sin girase Mu le tiro una espada muy parecida a la suya, la cual se clavo frente al peli celeste, esa espada era su compañera de batalla, con la que había derramado sangre demoniaca

-úsala es tuya, por que la próxima vez no voy a estar para salvarte el pellejo-

Sin más emprendió el vuelo, desapareciendo entre las nubes oscuras

En cuestión de minutos se sintió como el pequeño león movía sus manitos

-dita, está bien Shun?-

Pregunto el pequeño con sus ojos lleno de lagrimas

-sí, lo salvaste, eres su héroe-

Afrodita no sabía cuál sería el  destino Aioria, pero quería estar presente en ese momento

-viaja con nosotros, así te convertirás en gran guerrero, que dices-

-si, quiero estar contigo y Shun, yo lo protegeré a los dos-

El Ángel tomo la mano de niño, abrazo al bebe que llevaba en sus brazos y partió directo a luz que se veía atreves de las montañas, era ese sol caliente avisando que ya había un día menos hasta la gran guerra

 

Notas finales:

gracias por leer!!


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