Kazemaru está muy indignado, mucho. Son las seis de la tarde de un viernes y Endou está tirado en el sofá del salón comiendo Futbochitos y bebiendo cerveza "Cariño, es la Final, sólo pasa una vez cada cuatro años".
Y sí, Kaze puede entender que Endou quiera ver los partidos de Japon, claro que sí. Él también los ve y disfruta y sufre como el que más… lo que Kaze no entiende es que Endou vea todos y cada uno de los partidos de todas las selecciones participantes, los comentarios previos y los especiales de después. No, no puede.
Y no puede porque desde que empezaron los partidos, no hay sexo. No, nada. Ni una mamada después de comer, ni un rápidito por la mañana. Ya ni hablar del polvo de antes de dormir. No. Endou no tiene ojos para otra cosa que para los jugadores, las puntuaciones y los árbitros.
Y Kaze no cree que pueda aguantar mucho más sin entrar en combustión espontánea, así que decide planear muy bien sus siguientes pasos.
Su plan es muy sencillo y bastante obvio, pero no le importa. Cuenta con la inocencia de Endou como punto a favor. Y con la ola de calor también.
Así que Kazemaru se pone sólo los pantalones cortos más apretados que tiene, de esos estilo ciclista que marcan lo que hay y lo que no también, y se agacha a desenchufar su teléfono móvil que estaba cargándose en uno de los enchufes del salón.
Por el rabillo del ojo ve como a Endou se le desvían los ojos de la pantalla.
Fútbol 0- Kaze 1
Como Kaze sabe que el suyo es un enemigo peligroso, decide una táctica muy rastrera y camina hacia la cocina moviendo el culo al andar.
Fútbol 0- Kaze 2
Sin embargo, no todo va tan bien cómo debería porque los alemanes meten un gol, y eso distrae a Endou, que grita al árbitro e insulta a toda la familia de los jugadores alemanes. Kaze ni se inmuta. Se lo esperaba. Él no es tonto, y su enemigo tampoco. Sólo le queda armarse de paciencia y pasar a fases más ofensivas
Fútbol 1- Kaze 2
Kaze se sienta en la cocina y pela un plátano, lo embadurna con leche condensada y espera unos minutos. La cerveza de Endou está a punto de acabarse y afortunadamente, su novio no tan cafre como aparenta por lo que siempre siempre siempre se levanta él mismo a coger un nueva de la nevera.
Así que Kaze sólo espera, sentado de espaldas a la puerta, a escuchar el ruido del sillón para ponerse en marcha. Y eso es lo que hace, coge el plátano con una mano y se lo introduce en la boca mordiéndolo suavemente al tiempo que cierra los ojos y deja caer la cabeza ligeramente hacia detrás, cuando escucha los pasos de Endou suelta un gemido muy muy leve. Pero Kaze lo oye, claro que lo oye. Aunque no le ve, casi puede notar lo rojo que se ha puesto y la forma en la que contiene la respiración.
Fútbol 1- Kaze 3
Endou da un par de pasos en la cocina y Kaze se mancha a propósito la boca antes de girarse
-¡Qué susto me has dado, cariño! ¿Qué tal el partido?
Pero Endou no le mira a los ojos, no. Mira al hilillo blanco que le cuelga de la boca, y al plátano enorme medio mordido y chupado que Kaze tiene en la mano.
-¿Partido? Bien, bien
Fútbol 1- Kaze 4
Kaze tiene a Endou a puntito de caramelo cuando el partido contraataca en forma de casi gol y Endou sale corriendo hacia la tele olvidándose hasta de la cerveza que fue a buscar.
-Pero tú eres gilipollas, ¿eh? Métela, métela, métela.
Fer apenas puede contenerse las ganas de decirle a Endou que es él quien está a punto de meterla. Si colabora un poquito más, claro.
Fútbol 2- Kaze 4
Kaze camina hacia el salón con dos cervezas en la mano y le tiende una a Endou con una sonrisa.
-Eres el mejor, Kaze-chan -le contesta este.
Por la cara que pone, se da cuenta del momento exacto en el que Endou descubre la mancha de leche condensada que tiene en el pantalón. Justo encima de su polla. Ya es mala suerte, vaya.
-Tie-tie-tie…
-¿Qué pasa, Endou?
-Nada, una tontería.
Y Endou se gira hacia la tele, pero está más pendiente de cómo está tirado Kaze en el sillón largo, despatarrado de cualquier manera y bebiendo cerveza.
Y Kaze sabe que está a punto de ganar.
Efectivamente, no pasan ni dos minutos y Endou ha apagado la tele.
-¿Te estoy molestando, Endou? Si quieres me voy, cariño. No quiero estropearte el fútbol.
Endou no le responde, sólo se planta encima suyo y le empieza a comer la boca- y lo que no es la boca- como si no hubiera un mañana.
Esa tarde, Endou no vuelve a encender la tele.
Fútbol 2- Kaze 5
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