Antes de que la historia comience,
¿Es un pecado para mí, el tomar lo que es mío, hasta el final de los tiempos?
Fuimos más que amigos, antes de que la historia termine,
Y tomare lo que es el mío, crear lo que
Dios nunca diseño
Había terminado el ensayo, todos estábamos satisfechos con el día de hoy, al parecer nuestro líder tenía planes esta noche con el samurái de la guitarra con quien ya tenía bastante tiempo una relación estable, miré a mi amigo de toda la vida, aquel chico boca de pato a como lo molestábamos, guardaba sus cosas listo para irse, no sin antes dedicarle una mirada traviesa al peli negro quien al entenderlo no dijo nada, solo salió del lugar, eso me hizo recordar sus palabras “a la primera oportunidad que tengas, no la desaproveches, dile lo que sientes” estaba más que seguro que el pato soplón le había contado a Aoi acerca de mis sentimientos por nuestro vocalista, y no es para menos, ese perfecto cabello el cual cambia cada vez que se le da la gana y con cada cambio se ve igual o más hermoso, sus ojos llenos de brillo y audacia, de un bello color oscuro que hacen que me pierda completamente en ellos, la singular manera de fruncir sus labios consiguiendo con este tierno gesto que todo en mí se deshaga y caiga rendido ante él muerto por besar ese singular pico que hace, perderme en ese sabor de su boca que tanto he soñado, su blanca piel que quisiera marcar con mis dientes con mis besos, hacerlo mío por completo, su forma de hablar y todavía más su forma de cantar, el sentimiento que pone al hacer cualquier cosa, inclusive su adicción a las compras y siempre estar a la moda, sus detalles, sus mensajes, todo por completo todo, y allí se encontraba, dándome una perfecta visión de su trasero al habérsele caído su preciado micrófono que él mismo había conseguido.
-pervertido, deja de violarme con la mirada –soltó una carcajada después de lo dicho, orgulloso quizás de saber que lo admiraba tal y como le gustaba, amaba ser el centro de atención, y estoy seguro que sabe que es él en lo único que pienso.
Reí junto a él al verme descubierto, pero no importaba, no era ni la primera ni última vez que jugábamos con insinuaciones sexuales el uno al otro, esa era la ventaja y desventaja de ser su mejor amigo…
-por favor Taka, ni que lo tuvieras tan bueno – defendí a mi orgullo de macho “herido” aun así él sonrió con autosuficiencia acercándose a mí.
-vamos a cenar Aki chan- propuso con un leve puchero y como ya se los había dicho, no pude decirle que no.
Y así nos vimos en mi automóvil rumbo a su departamento, era normal comiéramos allá, después de todo era peligroso salir muy seguido siendo músicos tan conocidos, Ruki cocinaba una pasta deliciosa, y aunque mi estómago me exigiera algo rápido de comer, solo por probar un poco de lo que él cocinaba con sus propias manos solo para mi podría aguantar hasta un siglo por él.
Mientras yo jugaba con su mini rata que él cariñosamente hacía pasar por un perro llamado Koron, vaya que tenía energía el pequeño, tanto como su dueño, se parecían demasiado, ambos enanos, dramáticos, cariñosos pero peligrosos cuando se lo proponían.
Un agradable aroma se encargó de recorrer el lugar dando a entender que la comida estaba lista, ambos nos sentamos en su pequeño comedor, uno frente al otro, observando cada uno de nuestros movimientos, comí disfrutando cada bocado, lo cual es raro, si no hubiera sido porque él lo hizo; hubiera devorado como si no hubiera un mañana sin siquiera fijarme en el sabor de la pasta.
Nuestro amor había sido tan fuerte durante demasiado tiempo,
Estaba débil con temor de que
Algo saldría mal,
Antes de que las posibilidades se hicieran realidad,
Tomé toda posibilidad de ti
Casi me reí hasta las lágrimas,
(Hahahaha!)
Evocando sus temores más profundos
(¡Ven aquí maldita Perra!)
-ne Aki chan- así me decía cuando estábamos los dos solos. –te siento algo raro el día de hoy ¿algo te preocupa?
“el hecho que estoy por decirte que te amo” –pensé y seguramente mi rostro algo le dio a entender pues puso su rostro frente sobre sus manos, sus codos se afirmaban en la mesa y sonrió levemente.
-estoy bien, no es nada –respondí secamente la peor respuesta que uno puede dar.
-vamos, no me mientas, creo te conozco lo suficiente como para saber que algo te tiene preocupado.
Era ahora o nunca, no podía hacer más que decirle de mis sentimientos, además siempre me ha dado una esperanza con sus acciones, posiblemente el siente lo mismo que yo pero el miedo de ser rechazados nos consume, no seré como esos personajes de las series anime que no dan paso por inseguridad, estoy listo, solo debo decirlo, con este pequeño impulso logré abrir la boca de nuevo.
-Te amo- dije sin pensar en nada más – Te amo Takanori desde hace muchísimo tiempo, no como amigo, ni como a un hermano, realmente estoy enamorado de ti y no estoy confundido, lo único que quiero es hacerte feliz a mi lado.
Mi nerviosismo estaba agrandándose cada vez más, no podía creerlo que por fin me había atrevido a decirle lo que sentía, o bueno una parte vaga, realmente no son muy propias de mí las palabras románticas ni las cursilerías estilo película norteamericana, solo era yo y mis sentimientos los cuales fueron estrujados al ver la sonrisa burlona que se dibujó en mi amado.
-¿es en serio Akira?- dijo para después reír con una fuerte carcajada que acabo con todo mi ser-¿en serio eres marica y piensas que yo lo soy?
Sentí que quería morir en ese momento por sus palabras, su indiferencia, su burla, en ese momento, esa risa macabra con la que sentí como algo se clavaba en mi corazón
Me levante completamente derrotado, algo en mí se había destruido, mi corazón, le sentido, la razón, todo, solo quedaba un enorme vacío en mí, me dirigí a la cocina sin mirar a aquel que me había matado en vida, suspiré, no sabía qué hacer, que decir o cómo reaccionar, solamente suspire; el sonido de una silla moviéndose me sacó de mis pensamientos, pude escuchar cómo se acercaba, abrió la puerta y sonrió.
-Vamos Aki chan, deja la farsa y cenemos como siempre- dijo con una sonrisa orgulloso de sus palabras por demás hirientes-
-no tengo hambre- dije con un hilo de voz, realmente no tenía hambre, no tenía fuerzas, no tenía nada.
-¡oh vamos! No seas un dramático Reita, nunca me imaginé que fueras homosexual, y aunque lo seas no tienes por qué ser tan llorica, hagamos esto, tu finge que no has dicho nada y yo hare como si nada hubiera pasado ¿sí?
¿Hacer como si nada hubiera pasado? ¿Acaso estaba bromeando? ¿Cómo podría ignorar mis sentimientos? ¿Tan cruel era como para querer que finja que nada ha pasado? Cada vez que abría la boca para decir algo, habría más la herida en mi pecho…. Entonces ¿por qué no hacerlo yo?
Tomé el afilado cuchillo que se encontraba a un lado mío abalanzándome contra mi vocalista para acabar con su vida, tomó el filo de la improvisada arma hiriendo sus manos al contacto con el metal.
-¡Reita!-gritó con fuerza, es su rostro se veía el pánico que sentía -¿acaso te has vuelto loco?
-de una forma u otra serás mío Takanori- rugí completamente enfurecido.
Debo haberla apuñalado cincuenta malditas veces,
No lo puedo creer,
Arranque su corazón justo ante sus ojos,
Ojos en blanco, ¡comételo, comételo, comételo!
El pequeño aprovechó que me distraje para girar el cuchillo al igual que mis manos haciéndome un leve corte en el brazo, y digo leve pues eso fue a comparación a lo que hice, quite el cuchillo de sus manos jalándolo con fuerza terminando de cortar sus manos, clave ese cuchillo, una, dos, tres y muchas más veces hasta que no dijo nada, ya no lloraba suplicando ayuda, sus lágrimas terminaron de recorrer sus mejillas perdiéndose en el charco de sangre que había bajo su cuerpo ahora tendido en el suelo, me arrodille sobre él y sonreí ladinamente.
-te dije que serias mío de alguna forma u otra mi amor, ahora nada nos va a separar- susurre en su oído y besé con cuidado sus labios probando el metálico sabor de su sangre sobre estos, su calor poco a poco se iba y su piel ahora grisácea estaba bajo mi control, tomé su rostro antes que se endureciera y amoldé sus facciones para que se viera natural, como el Takanori que yo conocía.
Besé su cuello lamiendo el rojo líquido que fue vital en su cuerpo, mordí su clavícula con cuidado, en mi mente pude escuchar un suspiro con su voz, mi mente era mi cómplice en ese macabro evento.
Ella nunca fue tan buena en la cama
Incluso cuando dormía
Ahora ella es tan perfecta que
Nunca había estado tan malditamente profundo en
Continua, y sigue, y sigue,
Puedo mantenerte luciendo joven y conservada para siempre,
Con una fuente para rociar en tu juventud cuando.
Desvestí su inerte cuerpo admirando cada detalle de él, su color grisáceo bañado en un hermoso rojo oscuro que me deleite quitando con mi lengua, probé cada una de sus heridas introduciendo mi lengua en estas, jamás en mí sano juicio jamás habría hecho eso pero ya no estaba cuerdo en mis acciones, simplemente me deleité con todo su cuerpo, llegué a su hombría la cual ya no se erectaba, no me importó aun así lo lamí con ansia sabiendo que nada conseguiría, aun así seguí en mi labor hasta que mi propio pene no pudo más, goteaba de solo pensar en el hermoso culito de mi vocalista, completa y enteramente mío.
Porque yo realmente siempre supe que mi pequeño delito
Sería frío, esa es la razón por la que tengo un calentador para tus muslos
Y sé, sé que no es tu tiempo
Sin embargo, adiós, adiós.
Y una palabra a los sabios cuando el fuego muera,
¿Crees que ha terminado?, pero es sólo el comienzo
Pero nena no llores
Me quité los pantalones, baje mi ropa interior y tomé mi pene entre una mano, con un movimiento lento lo fui estimulando hasta gotear…
-¡aghh!...Taka así- gemí pensando que su mano era la que estaba en mi hombría, moviéndola a mi gusto haciendo que me mordiera el labio por el placer producido, deje mi ahora húmedo miembro y con ambas manos separé las nalgas del pequeño hundiéndome en su apretado interior.
-¡AH! ¡AKIRA! –escuche ese grito con fuerza en mi cabeza, era él, simplemente disfrutando mi intromisión en él.
Moví mis caderas con fuerza, nunca me había excitado con un polvo tanto como era ahorita, sujeté fuertemente aquel cuerpo abajo del mío para que no se moviera demasiado y se escapara.
-Taka que apretado estas… me encantas mi amor- gemía sin parar mientras mis embestidas aumentaban su velocidad.
Su cuerpo tan rígido, carente de todo, un maniquí que yo podía manejar a mi antojo, abrí sus piernas y fui a lo más profundo de su ser envolviéndome de tan excitante experiencia, en mi mente él me pedía más y yo a su cuerpo se lo daba.
Poco pasó para que me corriera en su interior con un gemido tan fuerte propio del maravilloso orgasmo que recorría todo mi cuerpo, sentí temblar mi cuerpo y me deje caer junto a él.
-Te amo Ruki- susurre besando su mejilla.
No esperé una respuesta la cual sabía que no existiría jamás, pero sé que él me amaba tanto como yo a él, solo que no se dio cuenta a tiempo, que diferente hubieran sido las cosas si no me hubiera rechazado, pero ahora teníamos toda una vida por delante en la cual estaba seguro que nada se interpondría entre nosotros.
Tenías mi corazón, al menos en su mayor parte
Porque todos tienen que morir en algún momento, nos desmoronamos
Vamos a empezar de nuevo.
Porque todos tienen que morir en algún momento (sí)
Pero nena no llores.
Así empezó mi historia de amor con aquel vocalista que tanto cuidé, primero limpié la escena del crimen, no había ningún indicio que yo fuera el culpable, las lágrimas de “su perdida” fueron el toque que más conmovió a todos, me dolió ver a nuestros amigos completamente destruidos al saber que Ruki había desaparecido, todos lo buscaron por cielo mar y tierra pero jamás lo encontraron, las fans también se unieron en el dolor dando muestras de apoyo, cariño y dolor por la pérdida tan grande de aquel vocalista que todos amaban, nunca dijeron que estaba muerto, nadie aceptaba esa posibilidad, nadie se imaginaba que yo era quien lo tenía oculto, que lo conserve y cuide para que su cuerpo permaneciera intacto con una de sus prendas favoritas que igual hurte de su hogar llevándolo al mío, digo al ahora nuestro nuevo hogar, calentaba sus muslos todas las noches y le hacia el amor cada vez que yo quería, era simplemente perfecto.
Ahora las posibilidades que nunca considere,
Se están produciendo, del tipo que yo nunca escuche,
Ahora disgustada alma regresa del más allá,
Para posesión un cuerpo con el que me había portado mal.
Sonriendo de oreja a oreja
Casi se burló hasta llorar
Una noche mientras me acostaba a su lado cubría ambos cuerpos con un cobertor listo para dormir, una mano se posó en mi pecho, estaba fría completamente, giré con miedo la cabeza para ver tras mi espalda y allí estaba él, con una sonrisa macabra que jamás pensé tuviera, arañó mi pecho fuertemente, su rostro seguía pálido pero él estaba con vida ¿Cómo demonios era eso posible?
Me quise levantar lo más rápido posible pero él me detuvo del brazo jalándome fuertemente, no pude más y termine cayendo en la cama y él se posicionó sobre mí.
-vaya que te has portado mal Aki chan, creo que debería castigarte- su voz a pesar de ser tétrica sonaba sumamente sensual, bien sé que lo había hecho con un cadáver incontables veces, pero aquello realmente me tenía aterrado de sobremanera de verlo allí frente a mi sus ojos no reflejaban nada, seguía hueco esto debía ser una jodida broma.
Todo pensamiento se fue al sentir que se sentaba en mis caderas, su ahora si duro miembro rozaba con el mío excitándolo por completo moviéndose de manera lenta en torno a este, quería suspirar pero no iba a dejar que un cadáver me ganara.
-vamos Aki chan, ¿no era esto lo que querías? Lo has hecho tantas veces deseando escucharme, me tienes ante ti… follame
Nunca en la vida había escuchado palabras tan tentadoras como aquellas por lo que lo tomé de los hombros con cuidado pensando que en cualquier momento podría deshacerse, ¿Qué más da si es algo sobre natural?, tenía a mi pequeño dispuesto para mí, bese con hambre sus labios humectándolos con mi saliva, el me correspondía con la misma pasión escuchando suaves suspiros provocados por las mordidas que le propiciaba.
Acariciaba su frio cuerpo desnudo por todos lados, besando y marcándolo como siempre lo hacía, me empujó para hacerme a un lado besando mi abdomen bajando hasta mis caderas, tomó la base de mi miembro con la mano lamiendo la punta haciendo círculos en torno a este para introducirlo casi por completo en su boquita mientras succionaba yo tomaba sus cabellos imponiendo el ritmo que llevaría.
Antes de lograr correrme se detuvo nuevamente se sentó en mis caderas tomó mi más que duro pene y lo introdujo en su entrada gimiendo de placer.
-ah Akira, dame mas aghh!! –gritaba botando sobre mi cuerpo mientras gemía sin parar mi nombre tal como lo había soñado tantas veces…
Tengo que compensar por lo que he hecho
Porque estaba completamente en un pedazo de cielo
Mientras tu ardías en el infierno, sin paz por siempre
Voy a sufrir durante tanto tiempo
(Qué vas a hacer, no es suficiente tiempo)
Para compensarte
(Ruego a Dios que lo hagas)
Voy a hacer lo que quieras que haga
(Bien entonces te concederé una oportunidad)
Y si no es suficiente
(Si no es suficiente, si no es suficiente)
Si no es suficiente
(No basta)
Inténtalo de nuevo
(Inténtalo de nuevo)
Y de nuevo
(Y de nuevo)
Una y otra vez
Tenías mi corazón, al menos en su mayor parte
Porque todos tienen que morir en algún momento, nos desmoronamos
Hagamos un nuevo comienzo
Porque todos tienen que morir en algún momento (sí)
Pero nena no llores
-Ue chan- escuché a lo lejos la voz de Uruha.
Mientras mis parpados se abrían lentamente, una luz muy fuerte me cegó y apenas podía enfocar, una sombra frente a mí, al fin logré enfocar y era Uruha, tenía los ojos hinchados de tanto llorar, parecía que los habían inyectado en sangre de tan rojos que estaban.
-Shima ¿Qué paso? –miré a mi alrededor, solo estaban Kai y Aoi con él.
Estaba confundido, ¿Qué había pasado? ¿Acaso jamás le confesé mi secreto a Takanori? ¿Por qué él no estaba allí?
-¿y Ruki?-pregunté débilmente
Shima cerró los ojos y sus lágrimas volvían a escaparse de sus ojos, Kai me tomó del hombro e igual cerró los ojos, no entendía nada, Aoi quien se veía más serenó me miró directamente.
-Asesinaron a Ruki, tu estas en el hospital pues también te viste herido-dijo seca y directamente Aoi mirando mi pecho.
Quité el cobertor mirando en mi pecho un vendaje, intenté sentarme pero no pude, me dolía demasiado.
-no se sabe nada de quien lo hizo, todo lo borraron, pero tu estas bien, te cuidaremos Akira- dijo entre lágrimas mi amigo mientras me abrazaba con cuidado de no lastimarme, solo pude acariciar sus cabellos castaños…
Días después de mi recuperación aquí me encuentro, frente a tu tumba…. “Takanori Matsumoto” se podía leer en aquel pequeño monumento llenó de flores y detalles que las fans han hecho, pero yo me encuentro con una pala mirando por última vez ese intacto lugar…
Nuestra historia apenas comienza.