Precious Moments.
(Momentos Preciosos)
Cuando ve a su hermano - pálido e inconsciente y cubierto de tanta sangre - Fíli se olvida de respirar. A pesar de sus desesperados intentos de mantenerse juntos habían sido separados en algún momento durante la Batalla de los Cinco Ejércitos y había perdido de vista a Kíli. Él mismo había logrado mantenerse con Thorin todo el tiempo, protegiendo a su tío y rey, pero su hermano menor había sido forzado a retroceder y se había mezclado con una multitud de cuerpos y pronto Fíli ya no había sido capaz de hacerle salir. Había estado fuera de sí por la preocupación desde entonces y se había mantenido en busca de su hermano, esperando agobiadamente que Kíli lo estuviera buscando también, y simplemente estaban extrañándose el uno al otro.
Ahora, sin embargo, sabe que su hermano no había estado buscándolo, porque Kíli está inconsciente y su frágil cuerpo –para un enano- está lleno de sangre. Algunos de los sanadores élficos vienen, ofreciéndose para tratar de salvar al sobrino del Rey Bajo la Montaña. Fíli les ayuda a desvestir a su hermano y limpiarle y sólo entonces puede ver la extensión de las lesiones que Kíli ha sufrido. Está lleno de heridas, la mayoría de ellas formado costras, pero algunas todavía sangrando.
Fíli ve los tajos que las navajas han cortado y las lesiones que surgen por lanzas y flechas. Hay lágrimas en sus ojos y nunca suelta la mano de Kíli, ni siquiera una vez, mientras que los sanadores hacen todo lo posible para detener la hemorragia y suturar las heridas. Ellos saben que salvando al sobrino del rey sería la mejor manera de aumentar su reputación, pero al final, uno tras otro, todos tienen que admitir la derrota.
Y el enano rubio los ve retirarse con incredulidad, y desea desesperadamente que negándose a escuchar cambiaría en algo la cruel verdad en las palabras del último elfo.
"No hay nada que podamos hacer", dice y la frustración en su voz es inconfundible. "Hemos sido capaces de detener la hemorragia de las heridas superficiales, pero no podemos curar sus heridas internas. Sangrará hasta morir. Mis más profundas condolencias".
La voz de Fíli es áspera. "¿C- Cuánto tiempo le queda?"
"No más de una semana." El elfo hace una reverencia y se retira, y Fíli se rompe.
Entonces hay una mano en su espalda y cuando se gira ve a su tío, cuyas mejillas también se han bañado en lágrimas. Se sientan en silencio, velando el ahora sueño medicamente-inducido de Kíli, y hay un vacío en el corazón de Fíli, un dolor que duele más de lo que cualquier dolor físico en el mundo podría.
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Cuando el efecto del medicamento se pasa Kíli comienza a moverse y cuando abre lentamente sus ojos el dolor es claramente visible en ellos. Fíli sigue aferrado a su mano y su hermano sonríe débilmente, tratando de darle un apretón.
"Shh", susurra Fíli "No te esfuerces." Los ojos de Kíli se amplían cuando se da cuenta de lo que eso significa, junto con la desesperación en las facciones del mayor, pero se obliga a sonreír.
"¿Hemos ganado?" Su voz es áspera y débil, y Fíli asiente con lágrimas en los ojos. "Pero pagamos un precio muy alto", responde.
A pesar de su debilidad Kíli aprieta la mano de su hermano en esta ocasión. "Sabíamos que esto podía ocurrir cuando salimos de Ered Luin."
"Sí, pero... Nunca pensé que uno de nosotros podría morir y el otro... no. ¡Pensé que si morimos nos moriríamos juntos, lado a lado!" Él contiene sus lágrimas. "¡No puedo vivir sin ti, Kíli!”
La mirada del enano más joven es severa. "¡Claro que puedes! tienes que pensar en ello de esta manera:.. Voy a morir para que tú puedas vivir. Porque yo tomaría esa decisión inmediatamente si tuviera la oportunidad, si eso garantizara tu vida yo daría la mía sin pensarlo. Bueno, parece que esto va a suceder de todos modos... No quieres mi sacrificio sea en vano, ¿verdad? "
"Por supuesto que no", le susurra Fíli y fuerza una sonrisa. Si Kíli puede sonreír, entonces seguramente él puede hacerlo también.
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Fíli nunca abandona su sitio junto a su hermano, ni una sola vez. Se queda con Kíli día y noche, sostiene su mano y saborea todos esos momentos preciosos. ¡Su hermano es tan joven! Había pensado que tendría mucho tiempo para hacer todas esas cosas que habían querido hacer juntos, que iban a tener tiempo de decir todas estas cosas que quería compartir con su hermano, pero ahora el tiempo se escapa a través de sus dedos como la arena y el no puede sujetar todos los momentos que prácticamente ya se han ido.
Muy a menudo Kíli está dormido, debilitándose día con día, y entre todas las visitas de los enanos y los elfos, que quieren ofrecer sus condolencias, y la presencia de su tío (se pasa casi tanto tiempo con su sobrino agonizante como Fíli hace, a pesar de que debería ayudar a la reconstrucción de su reino) sólo hay muy pocos momentos que Fíli puede pasar a solas con su hermano despierto.
Una vez que está en el medio de la noche y Kíli no puede dormir por el dolor, Fíli sabe que esta es probablemente su única oportunidad de hablar con el joven. "Bésame", susurra Kíli y Fíli lo besa como nunca lo ha besado antes – tentativa y suavemente y con pasión y tan agridulcemente maravilloso, todo al mismo tiempo - y trata de besarlo como si con ello pudiera desaparecer el dolor y las heridas y el miedo, pero, por supuesto, no funciona.
Después de lo que parece haber sido años ya y tan solo momentos al mismo tiempo se separa de Kíli y lo mira hasta que Kíli le devuelve la mirada, con los ojos entornados. "Te amo", murmura, finalmente, diciendo lo que nunca se ha atrevido a decirle al menor porque a pesar de todo siguen siendo hermanos y no se supone que estén el uno con el otro.
Kíli sonríe hermosa y tristemente. "También te amo." Y entonces se queda dormido de nuevo y Fíli pasa el resto de la noche acariciando con la punta de sus dedos las facciones de su hermano, tratando de memorizar cada línea, cada cicatriz, cada marca de nacimiento y cada uno de los cortos, espesos inicios de su oscura barba. Tal vez será capaz de aferrarse a esto algún tiempo una vez Kíli se haya ido.
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Los otros miembros de la compañía vienen, todos y cada uno de ellos. Ellos dan sus despedidas y tratan de convencer a Fíli de abandonar la cama de su hermano durante unas horas, para ir a dormir y descansar.
Fíli se niega. "¿Y si se muere cuando no estoy aquí?", dice, y "No podía dormir de todos modos." Finalmente los otros se rinden y pasan una tarde casi feliz sentados alrededor de la cama de Kíli, bromeando, comiendo y contando historias. Pero al final se tienen que ir, uno por uno.
"Mi mujer me está esperando", dice Gloin. Él acaricia el hombro de Kíli ligeramente, no queriendo causarle más dolor, y se va.
Oin y Dori están a un lado y sus voces son ahogadas cuando dicen adiós.
Luego se va Dwalin, y Bifur, y Gandalf.
Bombur y Nori y Bofur intentan contener las lágrimas y Bilbo y Ori están llorando abiertamente.
Al final sólo Balin y Thorin se quedan. Hay una tristeza en los ojos de Balin que Fíli nunca ha visto antes, pero no es nada en comparación con el vacío en su corazón.
"Habla con ellos", dice Balin, antes de que él, también, se vaya. Thorin asiente con la cabeza y cuando el viejo enano ha salido de la habitación, cerrando la puerta detrás de él, le da a Fíli una mirada seria.
"¿Estás todavía lo suficientemente fuerte para una conversión, Kíli?" -pregunta, y el más joven asiente con la cabeza lentamente. Fíli quiere protestar, pero su tío le da esa mirada otra vez, y él lo sabe – que sea lo que sea, tienen que hablar de ello. Incluso si cuesta un par de horas de la vida de Kíli.
Thorin traga pesadamente, y cuando empieza a hablar su voz es áspera. "Créanme, no quiero hablar de esto ahora pero de todos modos tenemos qué. Ustedes son mis sobrinos, los hijos de mi hermana, -mis herederos. Pero ahora que Kíli está muriendo" su voz se rompe "solo quedas tú, Fíli. Dado que eres el mayor estabas preparado para esto de todos modos, y yo sé que no quieres pensar en esto ahora, pero tienes que hacerlo. Serás Rey Bajo la Montaña un día y necesito que me ayudes. No puedo hacer esto solo, Fíli, y me siento terrible de que esto te cause aún más conflictos, pero te necesito. ¿Estarás allí?" ¿Una vez que tu hermano haya dejado este mundo? Él no tiene que decirlo en voz alta.
Fíli quiere decir que no, sabe que su tío tiene razón, pero el vacío en su corazón está creciendo poco a poco con cada pedacito de luz que abandona los ojos de Kíli y duda de que vaya a ser de ayuda una vez que su hermano haya dejado este mundo.
"Por supuesto que lo hará", oye responder a Kíli antes de que el mismo pueda decir algo. "Vas a ser un gran rey, Fíli. Rey Bajo la Montaña." Él sonríe y no hay nada que Fíli pueda hacer sino asentir y sonreír para él hasta que el menor vuelve a quedarse dormido.
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Fíli lo sabe. Él sabe que hoy es el día, lo puede ver en los ojos de Kíli y en la palidez mortal en sus mejillas una vez tan bellamente rojas y puede escucharlo en la pesada, dolorosa respiración de su hermano. Él envía por su tío y habla, habla hasta que su voz es áspera, pero todavía hay mucho que quiere decir.
Entonces Kíli comienza a toser, pesada y dolorosamente, y después la manta está manchada con sangre.
Fíli siente que está corriendo para estar con su hermano, corriendo lo más rápido que puede, pero Kíli se está desvaneciendo frente a sus ojos.
"¿Fíli?" Kíli susurra débilmente. "¿Me prometes algo?"
"¡Todo!" Grita Fíli.
"No te abandones a ti mismo. Vive, se feliz. Estaré esperando por ti."
Y Fíli, desesperado como está, se lo promete.
Kíli sonríe tristemente. "Hasta que nos volvamos a encontrar", susurra.
"Sí", Fíli responde, su voz pesada con lágrimas "Hasta que nos volvamos a encontrar", y entonces observa la vida abandonar los ojos de Kíli. Se inclina y besa los labios de su hermano por última vez. Aún son cálidos.
Thorin cierra los ojos de Kíli y por un segundo Fíli puede creer que él solo está dormido, pero su pecho no sube y baja. Él está llorando y sólo cuando sus dedos se han enfriado Fíli deja ir la mano de su hermano.
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Erebor es precioso, pero no puede verlo. Sigue a la expectativa de que su hermano estará corriendo en su habitación, con una broma en sus labios y hermosamente vivo.
Su tío todavía está esperando por él, esperando su ayuda, pero no puede hacer lo que se le pedía. El vacío lo ha consumido, está en todas partes. Una parte de él está pérdida, una parte que es tan vital como su corazón.
Es difícil romper la promesa, pero una vez que ha tomado la decisión todo es simple otra vez. Logra conseguir el veneno casi demasiado fácil y, cuando por fin lo tiene no está para perder más tiempo.
"Tu sacrificio no fue en vano, Kíli", susurra. "Tú moriste por Erebor y por nuestro tío, pero no moriste por mí, porque esto -. Esto no es la vida que podrías haber querido que yo viva, dolorosa y vacía. Ni una sola vez he roto una promesa que te hice, pero no puedo mantener esta. Por favor, perdóname... Te veré pronto." Se bebe el líquido brillante de una sola vez y se acuesta. Se trata de un brebaje élfico que actúa inmediatamente.
Morir es fácil, como ir a dormir, y cierra los ojos con alivio, porque sabe que cuando los abra de nuevo estará de regreso con Kíli.
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Había temido que esto iba a pasar, pero no por ello es más fácil cuando le dicen que han encontrado a su sobrino. Fíli y Kíli siempre habían sido excepcionalmente cercanos, ninguno de los dos yendo a ninguna parte sin su hermano.
Llora cuando los lleva a su tumba. Incluso en la muerte, no puede separarlos y son enterrados abrazados para siempre en las profundidades de Erebor.
Cuando le da la espalda a la tumba ya no hay lágrimas en sus ojos, porque él es el rey y no puede revolcarse en el dolor.