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Noche de verano por CerezoHimeChan

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Notas del fanfic:

Hola. Bueno es la primera vez que escribo algo de temática slash/yaoi, así que espero haberlo hecho bien. Estoy nerviosa y espero les guste. Amo el BangHim así que casi todo lo que escribo es sobre ellos asghsa xD.

 

Este one shot también será publicado en un blog llamado 'Cerezo Chan Fiction' y en la página en Facebook: Banghim latinoamérica 

 

Soy la misma persona ^_^

 

 

Notas del capitulo:

Tiene lime y fue inspirado en una canción llamada 'Procedimientos para llegar a un común acuerdo' del grupo mexicano: Panda.

 

 

 

 

La habitación estaba en su temperatura máxima, los gemidos que acompañaban a dos cuerpos disfrutándose mutuamente, el reflejo de la luna sobre sus pieles. Y el ronco gemido del mayor en el oído del menor.

 

— Himchan… Himchan —  pronunciaba una y otra vez el mayor al sentirse cerca del clímax y por su parte, Himchan solo ahogaba sus gemidos mordiendo la almohada que apretaba entre sus manos.

 

¿En qué momento había pasado todo esto? No lo recordaba ahora, ¿sería que se encontraba bajo el efecto del placer, lujuria y deseo? Porque realmente su relación distaba mucho de lo las parejas gozan, amor… Eso no había en su relación. O eso pensaba siempre Bang Yong Guk, miraba a Him Chan en la cama tratar de recuperar su respiración normal, se vestía en silencio, como siempre lo hacía. Nunca decía nada, ni con palabras ni con la mirada, era una mirada fría que ambos se correspondían.

 

Terminó de acomodar su ropa y salió del departamento del menor, en silencio. Eran buenos amigos, los mejores pero cada que uno de ellos perdía el control y la situación se volvía peligrosa, sobre todo si había una cama de por medio, aunque Yong Guk recordaba que una cama no era el factor que le hacía ser débil ante su mejor amigo, aquel chico de mirada oscura y tentadora, esa sonrisa inocente y a la vez lasciva, esos finos labios color cereza le incitaban  a poseerlos una y otra vez, ese cuerpo, ese cuerpo le volvía loco, la primera vez que le vio desnudo, tan solo tenía quince años, desde entonces un deseo insano había despertado en él, pensó que se borraría con el tiempo, incluso había tenido novias y había estado a punto de casarse. Him Chan re-apareció en su vida en una noche de verano, ¿coincidencia  o destino?

 

Esa noche de verano, el calor era infernal pero aun así permaneció en ese bar, en la barra, alejado del bullicio de los asistentes, ¿una, dos, tres, cuatro…? Ya había perdido la cuenta, pedía bebida tras bebida, una por cada relación fallida, eran muchas, pero la última había sido la peor, al último momento lo dejó casi frente al altar para irse a Canadá a cumplir su sueño profesional, soltó una risa burlona para sí mismo. Estaba tan absorto en lo que eran sus negros pensamientos que no notó que alguien se sentó a su lado, le escuchó hablar y le sorprendió, era como ver a un ángel en tierra, resplandecía gracias a una luz que solo parecía visible para él, su sonrisa era cautivante, su voz, tan cálida y armoniosa, ¿qué carajos le pasaba? ¿Pensaba así de un hombre? El alcohol, eso debe de ser pensó para callar los deseos que ahora se presentaban. El chico se giró al sentir la mirada de Yong Guk sobre él, le miro por un tiempo, clavó sus ojos en ese rostro, parecía analizarle, después una sonrisa se dibujo en su rostro.

 

— Bang Yong Guk  dijo al fin, con esa voz que hace unos momentos el aludido había sido hechizado  Ya decía yo, se me hace conocido — no dejaba de sonreír. Parecía un niño pequeño que había encontrado un caramelo entre sus ropas.

 

Y para Him Chan así había sido, como encontrar un caramelo entre su ropa sucia, el lugar en el que se encontraban no tenía la mejor reputación, y los presentes tampoco eran gente de fiar. Encontrarlo ahí había sido casi una premonición.

 

— ¿Y tú eres? — Se atrevió el mayor a preguntar.

 

Una pizca de tristeza se reflejó en la mirada del menor, así ya, ¿se había olvidado de él?

 

— Kim Him Chan, solíamos ser buenos amigos en la escuela secundaria, ¿lo recuerdas? Me quedé a dormir en tu casa más de una vez.

 

Los recuerdos empezaron a rebobinarse al presente, Kim Him Chan, ese nombre resonó una y otra vez en su mente… Kim Himchan y el recuerdo final, no era precisamente el apto para este momento. Recordó, hace diez años, piscina, concurso, Kim Him Chan desnudo, solo en traje de natación, el rompecabezas se formó solo. ¿Cómo rayos había olvidado a su mejor amigo de ese entonces? Era cierto, había perdido la comunicación, era un milagro haberlo encontrado justo ahora, y de qué forma, ese chico escuálido que practicaba natación, ya no lo era tanto, se notaba muchos cambios bajo esa camisa negra manga larga, ese rostro seguía igual de bello o quizás más. Esos labios rosados le estaban haciendo una invitación, y no la iba a perder, un trago más, otro más y otro, hasta que tuvo a un Him Chan ebrio sin poder controlar su equilibrio, dirección ni conciencia. Sonrió de la manera más perversa que pudo, ¿qué carajos pasaba por su mente? Nada, actuaba por instinto. Lo subió a su auto, lo acostó en su cama y no le importo lo demás, fue ahí la primera vez que lo hizo suyo y le probó, y ahora no lo podía dejar.

 

Estaba mal, solo era un juego, diversión, de su parte no había sentimientos, incluso salía con alguien más, una adorable chica, extranjera, hija del dueño del Museo de Arte que siempre frecuentaba, anteriormente iba con Him Chan, lucían como una pareja real, y le empezaba a gustar. Luego apareció ella y como el viento que sopla fuerte para alejar a las nubes, alejó a Himchan. Todo debió terminar hace mucho pero no podía, Himchan era su droga, lo probaba una y otra vez, no podía contra eso, cuando más intentaba dejarlo, más lo deseaba y terminaba siempre como hoy, en silencio y reflexionando sus acciones.

 

***

 

Por su parte Himchan, miraba el techo, era parte de la rutina, el tenía la fuerza para decir que era suficiente, él no funcionaba sin amor pero había amor, de él hacía su mejor amigo o amante, lo había, un amor que le profesaba desde hace más de diez años pero que nunca le pudo confesar. Una traviesa lágrima escapó de sus ojos, la limpió inmediatamente, mañana le vería y no dejaría que se notaran rastros de lo que eran todas sus noches, lágrimas, sufrimiento, lo necesitaba, lo quería, lo amaba, por eso no lo dejaba, si podía tener a Yong Guk de esa manera, no le importaba el sufrimiento, no importaba sí de día eran los mejores amigos y por la noche los dos se transformaban en los amantes que sin temor a nada se entregan el uno al otro, con toda la pasión, deseo, la lujuria y la perversión, no importaba si de alguna manera Yong Guk era suyo, porque lo era.

 

Cerró los ojos, tratando de conciliar su sueño y antes de caer rendido en los brazos de Morfeo, una frase resonó en su cabeza:

 

—Bang Yong Guk, la depravación en ti es sensual

Notas finales:

¿Qué les pareció? ¿Les gustó? ¿Les gustaría que siguiera escribiendo más?, espero me regalen muchos reviews, me motivan mucho los comentarios de los lectores ^_^ Nos leemos en una próxima vez :D.


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