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Odiándote hasta el amor por yaoiana

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Notas del capitulo:

Hola a todos y todas, este es el primer fanfic en esta categoría.  Hace rato no publico, por lo cual espero no estar muy oxidada jjeje.

 

Espero les guste este one shot, por aquí me veran con otros fics de esta encantadora pareja. 

 

Recomiendo escuchar la canción que me inspiró para este fic, mientras leen.  Sin más, que lo disfruten

 

http://www.youtube.com/watch?v=jaydmD532EY

Comprendan que no

pretendo ofenderla

tampoco le estoy haciendo

un reproche

usted es dueña de su vida

de su cuerpo y de sus noches.

 

 

-       ¿ Podría quitar la maldita canción?— le decía al barman mientras tomaba furibundo un trago de voldka mezclado con Tequila.

 

-       Lo lamento señor, pero el Dj tiene la música programada

 

 

Bufó bastante molesto, aquella canción le recordaba al peliplata, al hombre que le había intoxicado la vida con el veneno de su pasión.   Volvió a tomar un trago grande de licor, quería que el alcohol desintoxicara su cuerpo de la toxina que le había aplicado Makishima.

 

Confieso me enamoré como un niño

y siento que no estoy arrepentido

disfrute de tu experiencia

hasta calmar mi ansiedad

 

Se sirvió otro trago pero antes de beberlo,  miró el liquido cristalino… en una noche así lo había conocido y se lamentaba profundamente por esto.

 

**  Flash Back**

 

-       ¿Sasayama, para que me traes aquí?

 

-       Venga hombre, deja de estar estresado por el trabajo y la boda, se supone que vas a ser feliz, deja esa mala cara

 

-       Lo sé, es solo que Akane quiere que todo vaya bien, por eso estamos tomando tanto tiempo para hacer todo eficazmente

 

-       Se que es importante para ambos, pero también estar con sus compadres lo es, por eso te invité.

 

Gruñó ante la insistencia de su amigo, una noche de bebidas no le vendría mal.   Tomó su móvil y le envió un mensaje a su prometida “ Estoy con Sasayama, llegaré tarde, te quiero” y después comenzó a beber con su amigo.

 

Giró un poco la cabeza al sentir que lo miraban y se topó con la persona que lo hacía.  Era un sujeto bastante atractivo, de cabello platinado, ojos ámbar, esbelto cuerpo y boca coqueta.  Pensaba ignorarlo pero al parecer Sasayama lo conocía puesto que  lo había saludado.

 

-       Makishima¡ ¿ cómo estas? ¿ que haces aquí solo?

 

-       Solo espero que alguien me invite a beber

 

-       Mmm ya veo, oh, mira, te presento a un compañero de trabajo

 

Escuchar la voz del joven, lo había atraído más.  Era la mezcla perfecta de belleza, pasión, sexo y locura;  aquel hombre destilaba lujuria por sus poros.

 

-       Kougami Shinya— espetó fingiendo desagrado-

 

-       Makishima Shougo, un placer— apretándole un poco fuerte la mano

 

 

Un rato después, los tres hablaban amenamente, pero el calor entre Makishima y él subía… era bastante notorio, tanto que el propio Sasayama había inventado una tonta excusa para retirarse y dejarlos solos.   Lo único que su amigo le había dicho antes de irse era “no juegues con fuego que te puedes quemar… piensa en Akane”.

 

Por más que quiso pensar en las palabras de su amigo, el alcohol y las ganas fueron más.  Ambos salieron del bar dándose fogosos besos, sentían sus mentes nubladas y como el calor de su cuerpo intentaba consumirse.

Entre besos, alguno de los dos sugirió un hotel, pero era tanto el deseo que ingresaron a un callejón vacio y allí extinguieron sus ansias.

 

Desabrocharon con afán sus pantalones y ropa interior, besaron y succionaron sus bocas y sus cuellos, dejándolos hinchados y con notables marcas.  Pudieron haberse apreciado más, tocarse más, pero el afán por apagar aquel fuego no los dejaba pensar con claridad.   El peli noche tomó la punta de su miembro e ingresó con fuerza en el estrecho interior del albino; sintió como este lo halaba fuertemente del cabello y aquella acción, lo excitó aún más.

 

Sin esperar a que el oji ambar se recuperara de la brusca intromisión, comenzó a moverse de manera frenética y certera.  Sentía que en cada estocada tocaba el punto G del menor y lo suponía porque Makishima gemía sonoramente en su oído, sin recato… como un animal en celo.

 

-       Ahh.. ahhh…mmm…. Kougami, más… hasta el fondo

 

-       ¿ Te gusta que te de duro?

 

-       Mmm… si, me encanta… mi cuerpo… te llama a gritos

 

 

Hablar de aquel modo vulgar y obsceno tan solo lo excitaba más, jamás había practicado un tipo de sexo tan duro y placentero.  Con su pareja no se permitía tales tratos ni juegos, pero con este hombre, todo el recato y la pasión comprimida habían salido a flote.  Necesitaba tocarlo más, ultrajarlo más, marcarlo más y finalmente venirse en él para sellar que era suyo.

 

-       Kou…gami… ya casi…. Oh dios¡¡… lléname… lléname 

 

-       Ahhh¡¡¡

 

 

Gimió guturalmente mientras soltaba su semilla dentro del albino.  Recostó su frente sobre uno de los hombros del joven, intentando mitigar los espasmos de su orgasmo.  Con las pocas fuerzas que tenía, siguió sosteniendo el cuerpo del otro que aún permanecía empotrado contra la pared, respirando también con dificultad por la proeza realizada.

 

-       Ha sido uno de los mejores encuentros que he tenido Kougami… deberíamos repetirlo

 

-       En poco tiempo me caso

 

-       ¿Y? ¿acaso te estoy pidiendo que te enamores de mi? — sonriéndole socarronamente.

 

**  Fin Flash Back**

 

Fui dueño de su alcoba

y de su almohada

la tuve beso a beso, piel con piel

y el sol me sorprendió por su ventana

cansado de delirio y de placer

hasta ayer, hasta ayer

 

 

Estampó la botella contra la mesa, por suerte no la quebró, pero no le importaba.  Esta realmente molesto al recordar aquello y también estaba molesto consigo mismo por haber aceptado repetir no solo una, sino muchas veces… tantas que aquello se le había hecho una obsesión.

 

Se agarró de los cabellos con frustración, su vida… todo lo que había construido se venía abajo por culpa de Makishima… porque lo amaba, se había enamorado de aquel sujeto malicioso y manipulador.

 

Y perdona usted señora

pero cuando el alma llora

el silencio no es remedio

para calmar el sufrir.

 

No es que pensara que enamorarse fuese algo malo, no lo era, todo se basaba del tipo de amor y de la persona que se amara.. y el por ambas partes fallaba.   Amaba al albino pero de manera bizarra, lo quería para él solo, quería someterlo a su voluntad pero por azares del destino, fue él quien terminó sometido ante el menor.   Makishima era un tipo que destilaba lujuria, un hombre intelectualmente espléndido, y un libertino de primera.  No se dejaba someter, no creía en el amor, tan solo deseaba los encuentros fortuitos.

 

Hasta ayer, hasta ayer

mi dulce dama elegante

supe que tienes otro amante

al que quizás con el tiempo

le harás lo mismo que a mi.

 

Por eso cuando vio con sus propios ojos que Shougo se acostaba con otro sujeto, el cólera y el odio opacaron sus sentidos.  Golpeó al sujeto hasta dejarlo casi inconsciente y luego lo sacó del apartamento del albino. 

 

**  Flash Back**

 

Sacó al sujeto del apartamento de su amante y luego cerró la puerta con seguro.  Makishima no podría escapar a las explicaciones que requería.

Cuando lo observó, vio que su pequeño amante lo miraba socarronamente y la postura de su cuerpo era de completa relajación, como si haber sido descubierto no importara.

 

 

Fue enredándome en sus besos

hasta que me volvió preso

y en su juego despiadado me

entregó con su pasión

luego vino la traición el cual si

yo fuera un niño

me dijo que su cariño lo

brindaba a quien quisiera

 

 

-       ¿ Por qué Makishima?

 

-       ¿ Por qué “ que” Kougami? — devolvió la pregunta-

 

-       ¿Por qué te acostaste con ese hombre? Se supone que estamos juntos

 

-       ¿Estamos juntos? ¿ quién dijo eso? Que yo sepa Kougami, solo nos acostamos y ya, nada de sentimientos de por medio… ¿o acaso tu si? — sonriéndole sádicamente-

 

-       Eres… un bastardo — apretando sus puños, debido a la indignación e ira que sentía en ese momento-

 

-       Kougami, tu no eres mi dueño, yo puedo hacer lo que yo quiera y acostarme con quien quiera sin pedir tu permiso.

 

-       ….

 

-       Además, ¿pronto te casarás cierto?, cuando lo hagas habrás olvidado tu aventura conmigo y me dejarás de lado  — con algo de tristeza-

 

-       Eso no es cierto… te me metiste entre la piel, me embaucaste y me hiciste vivir una ilusión detestable… pero aún así… quiero seguir en ella.

 

 

Vio como Makishima se le acercaba y le  abrazaba el cuello con las manos.   Lo iba a alejar puesto que estaba molesto y aún recordaba que el cuerpo de su amado estaba mancillado por otro hombre.

Sin embargo, los besos y las caricias de su peli plata le hicieron ceder, se dejó tumbar en la cama, con Shougo sobre él.   Miraba atento como el menor comenzaba a quitarle la corbata, luego la camisa y después a desabrochar el cinturón de su pantalón.   Con su boca húmeda, el peli plata recorrió su clavícula, su cuello, su tórax y su vientre… sentía como su amado oji ámbar buscara llevarlo a las puertas del infierno con esa boca pecadora.

 

Sintió luego, como las manos hábiles de Makishima desabrochaban el botón de su pantalón, luego la cremallera y finalmente los retiraba con la ropa interior.   La cabellera plateada se ubicó entre sus piernas y ansioso tiró su cabeza hacia atrás… nadie le había hecho un oral como lo hacía su amado.

 

-       Me gusta mucho tu cuerpo Kougami…

 

-       Sería solo tuyo si lo aceptaras

 

No escuchó palabra alguna, tan solo como la lengua de Shougo se posaba en su virilidad y comenzaba a degustarla.   Primero sintió la humedad en el principio de su tallo y luego como subía hasta su glande.  

Se mordió los labios al sentir como su punta era succionada con ahínco y como la lengua de su amante intentaba entrar en su uretra.

 

-       Mmm… Shou…go

 

-       Me gusta como suena… mi nombre en tus labios

 

 

Luego del comentario, no sintió más felación por parte del menor.  Pero sintió como este se acomodaba sobre su cuerpo y comenzaba a autopenetrarse en un lento y tortuoso ritmo.

En ningún momento se perdió de los gestos de dolor y placer que hacía su amado mientras se autopenetraba, la cara del albino era sumamente erótica a los ojos de cualquiera.

 

Lo tomó de la cintura y sin esperar más, movió fuertemente su pelvis para penetrarlo con fuerza.   Ante aquella acción, escucho un sonoro gemido de su amante y como este enterraba sus uñas en sus hombros.

 

-       Ahh… ahhh… me gusta cuando eres así de… apasionado Kou…

 

-       Shinya… gime mi nombre… por favor…

 

Pareció entender y no refutó ante su petición.  Tan solo volvió a moverse para que el coito tomara más pasión.  

Por su parte, disfrutaba verlo cabalgar, poner su cara de placer y ver como esa descarada boca soltaba gemidos fuertes; aquel hombre sabía como prenderlo de principio a fin.

 

-       Shinya… oh por dios¡¡… mmm… me excitas de una manera….

 

-       También tu… me fascinas…

 

Luego de un compas ameno, la necesidad por terminar los obligó a juntar sus cuerpos con más fiereza.   Tomó de la cintura a Makishima y arremetió con fuerza en su interior, sintiendo que en cada penetración se iba un poco de su alma.  

El sonido de las embestidas le nublaban el juicio y mucho más los gritos desesperados de su amante.  Un breve momento después, ambos se descargaron gimiendo el nombre del otro y luego se acomodaron en la cama con el fin de mitigar sus espasmos.

 

 

-       Te amo Shougo….

 

-       Shh… no lo digas, no destruyas lo que hay entre nosotros

 

-       Esto que siento no cambiará de un día a otro…

 

-       No quiero que me busques si sigues con esos sentimientos, no los quiero, no quiero que me ames Shinya ¡¡¡  — exclamando algo alterado-

 

-       Entonces esta es la última vez que nos vemos, porque no pienso dejar de quererte porque me lo digas.

 

 

Recogió su ropa y rápidamente se vistió. Miró de reojo como su albino escondía la cabeza entre sus piernas y sollozaba… no sabía si lo hacía por frustración o enojo y tampoco se quedó para enterarse del porque.

 

**  Fin Flash Back**

 

Eres una bandolera que jugo

con mi querer

ya no creo más mentiras

ni en llanto de mujer

Yo te quería tanto mujer

yo te adoraba tanto mujer....

 

 

Desde ese entonces había dejado de encontrarse con el menor.  Makishima no lo llamaba y él tampoco lo hacía… era lo mejor.  Le dolía no verlo pero más le dolía pensar que otros hombres tocaran su piel, sus labios, su cabello… aquel cuerpo que poco a poco lo volvió su prisionero.

 

Pidió al barman una botella más de Voldka y cuando este se la ofreció se sirvió de inmediato otro trago.  Levantó el vaso con la bebida, otro vaso más de veneno para su cuerpo y sus recuerdos; sin embargo, al levantarlo vio los ojos ámbar de su amado y sonrió melancólicamente ante las jugarretas de su mente.  

No obstante, aquel reflejo no desaparecía, por lo cual, bastante curioso giró su cabeza hacia atrás y allí lo vio.   Ambas miradas se cruzaron, noche y oro, oro y noche fundidas en un solo sentimiento.

 

-       Shou…go

 

-       Hola, mi nombre es Makishima Shougo, me invitarías a un trago? – sonriéndole cálidamente-

 

-       Por supuesto  — sirviéndole-  y dime, ¿porque tan solo?

 

-       Un cretino me dejó porque creyó que no correspondía sus sentimientos  — bebiendo-  ¿puedes creerlo?

 

-       Tal vez fue o muy inteligente o muy idiota para tomar esa decisión — dijo Kougami en tono divertido-

 

-       Yo creo que lo segundo, porque aunque el no lo sepa, estoy muy enamorado de él 

Notas finales:

Espero que lo hayan disfrutado, sus mensajes son mi recompensa ^^

 

Nos vemos en la próxima¡¡


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