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Confusiones; inofensivas cartas... por EnfasisClown

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Notas del fanfic:

esta historia fue del momento. la acabo de empezar a escribir, asi que pueden haber errores. pero que ire corrigiendo.

espero no alargarla mucho. pero que salga lo que salga.

Notas del capitulo:

los personajes de slam dunk no me pertenecen.

es un capitulo corto con bastante dialogo.

espero lo disfruten.

Capitulo I

 

 

-          Ah, maldición! Como puede ser tan difícil!- se maldecía cada vez que podía y con ambas manos revolvía escandalosamente sus cabellos. Llevaba bastante tiempo arrugando papeles, los cuales lanzaba al cesto lleno de basura. Por la tarde había tenido la maravillosa idea de escribirle una carta a Haruko para expresarle sus sentimientos, aunque claro, seria anónima por el hecho de que no sería capaz de soportar un nuevo rechazo. – demonios, no me rendiré!!!- tomo firme el lápiz y se encorvo lo suficiente para estar casi recostado sobre la mesa. Sin duda esa sería una larga noche.

Al día siguiente, la puerta de su casa era golpeada constantemente. El chico pelirrojo estaba profundamente dormido y no era consciente de nada, por lo que la persona que llamaba tuvo que entrar a la fuerza.

-          Hanamichi! Estas ahí?-  Yohei hace mucho tiempo se había ganado el derecho de entrar cuando quisiera, y recorrer la casa como si fuera suya. Fue directo a la habitación donde encontró a su amigo dormido en una mala posición. –no tienes remedio (niega con la cabeza)- ey, Hana despierta! Tenemos clases recuerdas?- lo zarandea.

-          Yohei? – se frota los ojos mientras se estira y bosteza.- me duele el cuerpo (hace muecas extrañas) qué hora es?

-          Para tu información ya estamos atrasados.

-          AHHHH!  Me quede dormido. Mejor vete, ya me las ingenio para llegar!- comienza a vestirse veloz.

-          Como quieras (se encoge de hombros) trata de llegar a tiempo- cuando disponía a salir nota la carta sobre la mesa. Solo sonríe sin decir nada y se va.

El pelirrojo alistaba sus cosas y se quitaba los nervios, ya que de solo imaginar a Haruko leyendo su carta se le contraía el estomago. Se golpeaba en las mejillas  con sus grandes manos para espabilar.

Encontró un sobre donde guardo su carta escribió el nombre de la chica con su mejor letra y salió lo más rápido que pudo de su casa.

 

Varias cuadras antes de llegar a la preparatoria iba un chico semi dormido sobre su bicicleta. Parecía que nada le importaba y menos llegar tarde. Pedaleaba y pedaleaba, y aunque su bicicleta tambaleaba de vez en cuando aun se mantenía en el camino. Hubo un momento en que abrió sus ojos y vislumbro a lo lejos esa cabellera rojiza, si, la que bien conocía y lo sacaba de quicio a diario. Solo suspiro de resignación. Trato de pedalear más rápido y evitar a su compañero de equipo pero algo no resulto bien.

-          Pero que…?- se dijo mientras trataba de estabilizar su bicicleta.

-          AH, no dejare que me sobrepases, Kitsune.- Hanamichi se monto a la bicicleta de su rival. –ya sabía yo que tomabas este camino, JAJAJA- reía escandalosamente. –vamos pedalea mas rápido llegaremos tarde.

-          Do`aho , bájate de una buena vez!

-          No quiero!- se aferra a el.- no seas tacaño y llévame.

-          AYY, que hice para merecer esto?! – se decía así mismo- por lo menos aléjate de mí, no soporto tu aliento.

-          Ah, estas mas hablador que nunca. Solo calla y sigue! -Lo único que hacían era discutir por todo el camino ganándose las reprochables miradas de los transeúntes. En un momento a Sakuragi lo inundo un agradable aroma, no lo había notado pero al parecer provenía del Kitsune. Se reprendería mentalmente por pensar tal cosa pero su curiosidad fue mayor. Acerco su rostro hasta el cuello del moreno, acto que hiso estremecer a Rukawa quien se detuvo de forma precipitada.

-          Se puede saber que haces?

-          Y-yo solo…- su cara estaba pensativa- no es nada.

 

Afortunadamente llegaron a la preparatoria pero con una calma algo anormal. El pelirrojo bajo de la bicicleta y le agradeció a Rukawa el haberlo llevado. Al moreno le extraño tal acto por parte de su compañero, estaba demasiado serio para su gusto. Sin decir más y se dirigieron a sus respectivos salones.

El día trascurrió tranquilo, sin ni una novedad hasta la hora del entrenamiento. El chico pelirrojo caminaba pensativo  por esos pasillos, desde la mañana no dejaba de pensar en la estupidez que había hecho con el Kitsune. Frunció el ceño y bufo molesto pero luego su cara cambio completamente.

-          No pensare más en ese apestoso. Tengo mejores cosas que hacer el día de hoy- sonreía- Haruko, ella leerá mi carta. No puedo esperar más.- se detuvo- pero… como se la entregare. AH!! No pensé en eso. Mmm, alguien más tendrá que hacerlo por mi pero… quien? Yohei no, porque ella podría pensar que va de parte de él y eso me puede jugar en contra… en el trió de tontos tampoco (frunce el ceño) no conocen la discreción.- se frotaba la barbilla.

-          Ey, Hanamichi como estas?!- lo saludaba Ryota.

-          Hola amigo Ryota!- en eso se le ocurre una idea.- emm oye…

-          Qué pasa? Necesitas algo? Tú sabes que puedes contar conmigo.

-          Quisiera pedirte un favor.- se ruboriza- pero no le cuentes a nadie. – le cuenta todo el asunto de la carta y le pide que sea él quien la entregue.- es anónima y no quiero que se entere que fui yo.

-          Vaya… tuvimos la misma  idea- también se ruboriza- yo le escribí una a Ayako, jaja- se revuelve su cabello con una mano nervioso.

-          En serio, ajaja se nota que somos amigos.- reían escandalosamente en el vestidor mientras el Rukawa quien recién llegaba los veía hacer el ridículo.

-          Idiotas- murmuro al pasar a su lado pero ninguno reacciono al insulto.

-          Yo no puedo pedirte a ti que se la entregues porque se daría cuenta- comenta el más bajo- mi carta también es anónima. Es que me resulta embarazoso.

-          Te comprendo (asiente el pelirrojo) entonces que hacemos?

En lo que pensaban, salían de los vestidores con sus cartas en mano. Se les tenía que ocurrir algo antes de comenzar el entrenamiento.

 

En la oficina del profesor Ansai

-          profesor me mando a llamar?

-          Si, pasa por favor. Yasuda necesito que entregues esta carta a Mitsui, es importante que sea hoy. Se la habría entregado personalmente pero no podre asistir a la práctica.

-          No hay problema profesor.- recibió la carta en sus manos.- bien me retiro al entrenamiento.

-          Muchas gracias y suerte.

Al salir de la oficina, el chico se apresuro al gimnasio. En la entrada se topo con muchas de las admiradoras de Rukawa. Sentía un poco de envidia pero que más daba. Sin darse cuenta una de las admiradoras lo agarra de su polera haciendo que este volteara inmediatamente.

-          Mm disculpa- dice ella apenada

-          S-si?- responde algo nervioso

-          Podrías entregarle esto a Kaede Rukawa?- le extiende un sobre que solo tenía el nombre del moreno.

-          Esta bien. Y tu nombre?

-          No, no ,no. No le digas quien se la mando.- cubre el rubor de sus mejillas con ambas manos y sale corriendo. Yasuda solo se encogió de hombros.- que suerte tiene Rukawa.

Al entrar al gimnasio busco con la mirada a Rukawa y Mitsui pero ninguno estaba ahí. Pensó en ir a los vestidores pero fue interceptado por dos de sus compañeros.

-          Yasuda! Haznos un favor!- lo miraban con ojos esperanzadores.

-          E-en que puedo ayudarlos? – pregunto tímido.

-          Puedes entregar esto por nosotros?

-          “oh, genial. Mas cartas ¬¬”pensó -  por supuesto, a quien debo…- no termino de hablar ya que el nombre del destinatario estaba en sus respectivos sobres.

-          No les digas que fuimos nosotros!- el pobre Yasuda solo asintió y se retiro.- hoy soy el chico de los mandados- se dijo así mismo.

Hubo un momento en que se perdió de la vista de todos sus compañeros de equipo, caminaba tranquilo por un pasillo, cuando de la nada un muchacho choco con el, botando los sobres con sus contenidos. El chico se disculpaba  mientras seguía corriendo dejando a un Yasuda con un gran problema. Las cartas estaban revueltas en el piso.

-          Ay no, y ahora que hago.- pensó en leer las cartas y adivinar en que sobre las guardaba pero no quiso ser intruso y tan solo las guardo al azar. Después de todo que tanto daño podría ocasionar.

-          Estas bien, Yasuda?- no supo en qué momento había llegado Mitsui. Más atrás llegaba Rukawa con su serio rostro, este lo quedo mirando y se detuvo por si necesitaba ayuda.

-          A- estoy bien. Qué bueno que los encontré. Tengo algo para ustedes. Este es para ti, el profesor Ansai me pidió que te lo entregara- le extendió un sobre a Mitsui- y este para ti- le entrego otro a Rukawa.- no puedo decirte de quien, lo siento. Me pidió exclusivamente que no dijera su identidad. -Rukawa solo miro la carta con indiferencia.

-          Debe ser de una de tus tantas admiradoras, jaja- rio Mitsui

Caminaron los tres juntos hasta el gimnasio y el pobre Yasuda siguió con su labor. Su próxima entrega fue para Haruko y Ayako.

Yasuda hiso una señal a Hanamichi y Ryota para notificar que la entrega estaba hecha aunque se sentía realmente culpable. Nerviosos, ambos chicos solo esperaban ver las reacciones de “sus chicas”.

 La práctica daría comienzo media hora después, cuando los cuatro destinatarios ya habían leído el contenido de sus sobres. Sus rostros individualmente reflejaban un sinfín de cosas; vergüenza, rabia, enojo, desconcierto, hasta asco…

Tal vez, esas inofensivas cartas traigan malas o extrañas consecuencias en el futuro…

 

FIN CAPITULO I

 

Notas finales:

Gracias por leer. 
si hay preguntas, criticas y todo lo demas no duden en comentar.

saludos Dahlia.


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