Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Siempre tú por Fyrea

[Reviews - 121]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Qué les digo? Habrán más personajes que los que están en la portada, las cosas se irán dando de forma inesperada sobre la marcha... jasjajsjasa... Tanto así que no todas las cosas las tengo claras desde ya...

Bueno, espero les guste y que lo disfrutemos juntas/os... C:

-Traeré cafés -anunció el moreno.

-El mío-

-Descafeinado, con leche y sin azúcar -le interrumpió el mayor, completando perfectamente su orden. 

Se limitó a asentir, y luego de eso vio como el otro chico partía rumbo al mostrador para pedir las bebidas. 

"Eso no dice nada. Siempre he tenido los mismos gustos... y siempre he hecho énfasis en ellos" se dijo a sí mismo intentando restarle importancia al hecho de que, a pesar del tiempo, Jonghyun aún recordaba cómo le gustaba su café. 

Y aún dejando de lado eso, no podía evitar recriminarse el estar allí. ¿En qué había estado pensando cuando aceptó ir a esa cafetería? ¿En serio, iban a ponerse a charlar de la vida como los dos grandes amigos que no eran? 

A ratos tenía la sensación de que todo era un sueño y que pronto iba a despertar... o eso esperaba. 

-Los traen enseguida. -La voz del mayor interrumpió sus pensamientos mientras tomaba asiento en el otro sillón beige que rodeaba la mesa justo en frente de él. 

Sin darse cuenta había adoptado una pose pensativa, con el codo izquierdo reposando en la mesa y afirmando su mentón en la palma de su mano mientras miraba a través del enorme ventanal polarizado a su derecha. Sin moverse un centímetro de esa posición, asintió nuevamente, haciéndole entender al moreno que había captado el mensaje. 

-Y... ¿Qué haces en Seúl? -Hubiera querido ser más sutil, pero al parecer no había manera de preguntar aquello sin sonar ofendido... sin una buena razón aparente. -Pensé que estarías estudiando en Japón como quería tu padre -acotó intentando sonar sereno. 

-Estudie allá dos años, Key -le respondió el otro clavándole la mirada, pero aún sin poder atraer la del rubio. 

-Kibum -le corrigió tajante mirando con ahínco al otro lado de la acera, como si el grifo casi oxidado que estaba allí pudiera causarle alguna diversión. 

-Leyes como quería papá -siguió hablando Jonghyun como si no hubiese escuchado la aclaración del rubio. -Pero me cansé de estudiar algo que no me llenaba y decidí regresar a Corea y estudiar Música como siempre quise. La verdad es que mamá me ayudó a convencerlo, solo no hubiera podido. -Kibum sonrió ante el recuerdo de aquella mujer. -No fue fácil, pero aquí me ves -finalizó el castaño con una sonrisa. 

-Aquí te veo -dijo en un tono de quien hace alcance de lo obvio. 

Llegaron los cafés y por primera vez en toda la conversación Kibum quitó los ojos de la ventana. 

-¿Y tú? ¿Qué has hecho? Bueno, desde que te fuiste de Daegu no supe nada de ti. La única vez que me atreví a preguntarle a tu madre me dejó con las palabras en la boca. Nunca le caí bien -añadió eso último en un susurro aún audible para el menor. 

"¿Cómo ibas a caerle bien si fue ella quien me consoló cada vez que rompimos y quien se empecinaba en que no volviera contigo aún cuando sabía que no la escucharía?" pensó Kibum sin ganas de que aquello fuera lo que saliera por su boca. 

Tomó un trago de su café antes de contestar. 

-Me vine a vivir con mi hermana e hice el último año de preparatoria acá, luego entré a estudiar Diseño como siempre quise. -"Me vine para escapar, porque sentí que no soportaría verte con alguien más" añadió en su interior. 

-O sea, ¿estás viviendo con tu hermana, ahora? 

La primera idea que cruzó por la cabeza del rubio fue preguntarle que qué le importaba a él, pero se contuvo. Él podía ser mejor que eso. 

-No. Mis padres me regalaron el departamento antes de entrar a la universidad y yo no quería ser un estorbo para ella otro año más. -Le dio otro sorbo a su café dirigiendo nuevamente su mirada hacia la calle, pasando una mano por su flequillo para alisarlo, esperando a que cayera sobre ellos ese típico silencio incómodo de cuando no hay un tema de conversación. Él no tenía nada que preguntar, no quería indagar en la vida de su ex. No quería interesarse por él. 

-Te queda muy bien el rubio -comentó el moreno, haciendo que Kibum lo mirara sorprendido. 

-Siempre decías que no te gustaba la idea de que tiñera mi cabello, que lo preferías tal como estaba. 

Y sólo cuando acabó de decirlo se dio cuenta del error cometido. El primer idiota en aludir al más mínimo recuerdo de su antigua relación. "Qué brillante, Kibum" se auto recriminó irónico. 

-Realmente me gustaba tu cabello castaño, por eso lo decía. Eso no quita que piense que se te ve lindo el cabello rubio -aclaró sonriendo. 

"Déjalo pasar, déjalo pasar" se obligó. 

-Thanks -pronunció simplemente, esperando dejar el tema allí. -¿Qué hay de ti? No vi a tus padres contigo. ¿Te mudaste solo, también? -preguntó sólo para cambiar el tema. 

-De hecho, sí. Papá se niega rotundamente a mudarse a Seúl, y obviamente eso está bien para mí. Luego de dos años solo en Japón lo último que quiero es su supervisión. 

-Mmm, ya veo. 

Dos años en Japón. Le daba vergüenza reconocer que a pesar de la distancia estaba al tanto de muchas cosas que habían pasado en la vida del moreno en el país vecino. No es que hubiera investigado ni nada, no era tan masoquista como para eso, pero siquiera hubiera hecho falta. 

Cada vez que por alguna casualidad se topaba con algún antiguo conocido era casi imposible que Jonghyun no saliera como un tema de conversación. Incómodo tema de conversación, al menos para él, pero nadie nunca pareció notarlo. Y ¿qué hacer? Eso es lo que te ganas después de más de año y medio -casi dos -de relación: muchos conocidos y amigos en común, muchos de los cuales se encargaban siempre de ponerlo al corriente de lo que pasaba en la vida del moreno, a grandes rasgos, cierto, pero siempre esperando por alguna señal en las facciones del rubio. 

Así lo había sentido él cuando se topó en el centro de Seúl con un amigo de Jonghyun algunos meses luego de su llegada a la ciudad, y éste le había comentado que poco después de entrar a la universidad el castaño había conseguido una linda novia. En aquella ocasión apenas fingió una sonrisa educada y se excusó diciendo que se le hacía tarde. Cómo le había dolido oír aquello... aunque sus pensamientos guerrilleaban en su cabeza repitiéndose que eso no era de su incumbencia. 

Ni eso, ni la duda que en esos momentos se cernía en su cabeza sobre qué había pasado con ella luego de que Jonghyun decidiera regresar a Corea. 

-Entonces... supongo que nos veremos seguido desde ahora -dijo a modo de comentario para espantar el rumbo de sus propios pensamientos. 

-Ya lo creo -se rió el moreno acabando su taza de Latte

-Bueno, yo... me tengo que ir, tengo cosas que hacer y supongo que tú tendrás que ir a desempacar. Gracias por el café. -Hizo ademán de levantarse. 

-Te acompaño, de todos modos, vamos para el mismo lado. 

Kibum lo miró con una cara que dictaba muy poco de lo que sentía y asintió, casi derrotado, cayendo en el peso de sus propias palabras. Realmente se verían seguido ahora... después de no haberse visto por más de dos años. 

Salieron del local caminando uno al lado del otro sin decir nada. A ambos les parecía no saber de qué hablar. 

Kibum miraba por las vitrinas, a ratos viendo lo que había tras ellas y a ratos vigilando las acciones del moreno en el reflejo de las mismas. Jonghyun por su parte ideaba en su mente algo que decir, y la verdad era que se le ocurrían mil y una cosas, pero para ser la primera vez que se veían después de tanto no quería arruinarlo todo soltando una estupidez.

-Jonghyun-

-Kibum-

Primero se quedaron viendo al darse cuenta de que habían hablado al mismo tiempo, pero luego ambos soltaron una risa distendiendo, en al menos un porcentaje, lo tenso del ambiente. 

-Tú primero -lo instó Jonghyun, sin saber que Kibum no tenía nada realmente interesante que decirle. 

-No, tú primero -le aseguró el rubio sin querer verse como un idiota por sólo haberlo nombrado para mitigar el silencio que ya se le hacia más que molesto. 

-Amm... -El moreno se sobó la nuca con una mano y miró divertido al menor. -La verdad... no tengo nada que decir, sólo no quería seguir en silencio -confesó volviendo a reír. 

Kibum volvió a reír nuevamente. No recordaba lo fácil que era hacerlo cuando se estaba con Jonghyun. 

-Bueno, podemos decir que somos dos... tampoco tenía nada que decirte -dijo sincero mientras daban vuelta una esquina. 

-Y... ¿cómo vas con tu carrera? -preguntó para hacer conversación. -Digo, siempre tuviste pasta para eso. 

-No puedo quejarme, soy uno de los mejores -dijo demostrando el orgullo que tenía por los halagos que había recibido apenas en su primer año y que se habían visto reflejados en sus calificaciones. 

Entraron en el edificio y el rubio saludó al conserje con toda naturalidad y confianza con un ligero movimiento de su mano y una sonrisa generosa, mientras Jonghyun hacia una pequeña reverencia en señal de respeto al hombre detrás del mesón. 

Ambos se adentraron en el ascensor y Kibum presionó el número 5 en uno de los botones desgastados del marcador. En vano esperó que Jonghyun presionara otro de los botones. 

Ahora realmente le preocupaba cuál era el departamento que había adquirido el moreno. 

Comenzó a barajar las posibilidades. Sabía que había dos departamentos vacíos en el piso tres, pero si no había presionado el botón era porque no se bajaría ahí. ¡Rayos! Luego estaba el departamento vacío en su piso. Decidió no pensar en él, porque como iba a odiar a la amable señora que vivía en ese departamento hasta hace tres meses atrás cuando decidió mudarse con su hija. Por último estaba el departamento vacante en el octavo piso. ¡Por favor por favor, por favor! Tenía que ser ese el departamento de Jonghyun. Ahora se maldecía a sí mismo por no haber preguntado al mayor sobre el tema cuando tuvo la oportunidad. 

Pero cuando el timbre del ascensor le anunció que habían llegado a su piso, todo el buen humor con el que había llegado al edificio se esfumó. Jonghyun salió del ascensor justo detrás de él. 

Mierda. 

Ahora sí que la adorable viejita podía pudrirse en su desgraciada tercera edad. 

-Oh -soltó Jonghyun cuando Kibum se quedó estático fuera de su puerta mientras buscaba las llaves en el bolsillo de su pantalón. -Seremos vecinos, digo, viviremos justo al lado -señaló mientras apuntaba la puerta de Kibum y luego la del siguiente departamento a la derecha, y de regreso a la de Kibum y así. 

-Sí -dijo esbozando una sonrisa falsa que hasta a él se le antojó descarada. -Lo noté. -Allí estaba otra vez aquel tono cortante. -Bueno, supongo que tienes que ordenar todo y hacer las típicas cosas de cambio de casa. Nos vemos. 

-Nos vemos, Key. -Le oyó decir justo antes de cerrar la puerta tras él. 

Esto no estaba bien. Definitivamente, no era un sueño. Era una pesadilla. 

Es que la vida no podía ser más puta... y se le ocurrían adjetivos peores, pero no quería ni pensarlos. 

Una cosa era toparte con tu ex, que no veías hace siglos, fuera de tu edificio, otra cosa diferente era enterarte de una sentada que el susodicho había regresado a Corea para quedarse y que más encima viviría en tu mismo edificio... pero no había modo kármico en el que fuera posible que tu ex regrese a Corea, se vaya a vivir a la misma ciudad que tú, el mismo edificio que tú y para rematar en el mismo piso que tú justo en el departamento contiguo. 

Definitivamente, la vida se había enojado con él por alguna razón aún desconocida. 

Tomó su celular desde su bolsillo trasero y marcó el número de su hermana. Necesitaba de alguien que le dijera algo, no sabía qué, pero sabía que su hermana podía tener aquellas palabras que necesitaba. Fueran las que fueran. 

-¿Aló? ¿Bummie? -le contestaron desde el otro lado de la línea después del tercer tono.

-Sí, hermanita. Yo... amm... ¿estás en tu casa? Necesito hablar con alguien.

-¿Pasó algo? 

-No, no. Sólo... ¿puedo ir a tu casa? 

-Sí, pero Kibum, ¿en serio, no te pasa algo? Te escucho... raro. 

-No... o sea, sí... 

-Kibum, ¿qué es lo que pasa? Me preocupas. 

-Allá te explico. Nos vemos.

Cortó la llamada y fue por una chaqueta. Metió el celular y sus llaves en las carteras, tomó su casco desde la encimera y salió rápido rumbo al ascensor. De momento, no le apetecía encontrarse con Jonghyun nuevamente. 

 

* * * 

 

Tocó el timbre en casa de su hermana y ella se demoraba tanto en abrir que estuvo a punto de hacerlo sonar nuevamente, pero justo antes de que volviera a tocarlo, una corta cabellers castaña se asomó en la puerta. 

-Key~ -canturreó el menor de ambos lanzándose a los brazos de Kibum. 

-Taeminnie -correspondió abrazándolo. -¿Vas a algún lado? Hueles bien y te ves muy lindo -dijo apartándolo un tanto de él para apreciar mejor el look del chico. 

-Ajá... De hecho, voy saliendo. 

-¿Con el mutante de tu novio? 

-¡No le digas así! -se quejó el castaño inflando sus mejillas. 

-Eso es un sí -dijo omitiendo el gracioso berrinche de menor y se le quedó mirando con suspicacia a lo que el menor finalmente asintió. -Ay, Taeminnie, a veces me arrepiento tanto de haberte presentado a esa rana -pronunció con dramatismo. 

-De hecho, es lo mejor que has hecho por mí. 

-Si tú lo dices -dijo rolando los ojos haciendo que el pequeño se sonriera ante su expresión. 

-Me voy, te quiero. Nos vemos, Key -se despidió antes de darle un beso en la mejilla y salir corriendo, mientras el rubio lo seguía con la mirada. 

-¿Por qué dejas que te llame "Key"? -La voz de su hermana lo sorprendió sobresaltándolo visiblemente. 

-¿Por qué dejas que siga pronunciando mal tu nombre, BoA? -Retó a la castaña con una sonrisa. 

-Porque eres mi hermano menor y no mi sobrino. 

-Tuya fue la brillante idea de hacerme tío tan joven -dijo mostrándole la lengua haciendo que su hermana se riera. Kibum podía ser muy maduro a veces, pero con ella sacaba todo lo niño que aún quedaba en él. -Tenía apenas dos años cuando se te ocurrió traer a Tae al mundo -soltó dramatizando nuevamente. -No puedo soportar que me diga tío cuando es apenas un par de años menor que yo. Cualquier cosa antes de que me diga tío. 

-Qué dramático, Bummie. Además, estoy segura que cada vez que Minnie te llama así recuerdas a ese chico de Daegu. ¿O me equivoco? -preguntó entrando en la casa rumbo a la cocina asumiendo que su hermano la seguiría. -¿Cuál era su nombre? 

-Jonghyun... -musitó Kibum en un susurro apenas audible, cambiando casi automáticamente su semblante. -Esto... ¿podemos quedarnos en la sala? 

-Sí... supongo. Como quieras -correspondió su hermana con una sonrisa, volteándose a verlo notando cómo había decaído la expresión del menor. 

A pesar de casi doblarle la edad, Boah entendía a su hermano menor como pocas personas podían hacerlo. Sabía exactamente cuando el -ahora -rubio necesitaba de palabras de aliento o de un abrazo cariñoso. Supo por la cara de éste, que por el momento era lo segundo. 

Se adelantó tomando lugar en el amplio sillón marrón de su sala, acomodándose para poder dejar espacio a que Kibum se recostara en lo que quedaba del mueble y apoyara su cabeza en su pecho. El menor entendió el gesto enseguida, agradeciendo internamente tener una hermana como aquella. 

Boah pasó su brazos por sobre los hombros de su hermano y posó su mentón en la cabellera rubia. 

-Entonces, Bummie... ¿Qué es lo que pasa? No creo que estés así por no poder pronunciar mi nombre -se burló un poco para alivianar el ánimo de Kibum. 

-Sí puedo pronunciarlo bien, Bo-Ah -recalcó demostrando que podía. -Pero... quiero hablarte justo sobre lo que mencionaste hace un rato -torció sus labios, complicado. 

-¿Que Taemin te diga Key? Hasta hace un momento pensé que no te importaba. 

-BoA -la regañó al darse cuenta que jugaba con él. -No, no es eso. Y no me molesta. Me refiero... a lo otro. 

-¿Lo otro? -preguntó sólo para escuchar una confirmación a sus pensamientos. 

-El chico de Daegu -musitó Kibum. 

Obviamente, ya se lo intuía, pero ¿a qué venía el abatirse por aquel chico después de tanto? 

-Pensé que él era tema cerrado, Bummie. ¿Por qué te pone así? 

-Y lo es... lo era... o sea, lo es. Es que... regresó -dijo en un susurro apenas. 

-¿A Daegu? 

-No, no regresó a Daegu... se vino a Seúl. 

-Mmm... y lo has visto -asumió. -¿Te reconoció? 

-De hecho, estuvimos hablando -aclaró mientras sentía una mano de BoA darle pequeñas caricias en la mejilla. 

-Y... ¿sobre qué? 

-Nada en particular. Me contó que había regresado a Corea para estudiar Música, que había dejado la escuela de Leyes en Japón porque era una carrera que no lo apasionaba. 

-Supongo que eso significa que quizás te lo topes en la universidad... -indagó dejando de mover su mano alrededor de la mejilla de Kibum, pero dejándola quieta allí de todos modos. Así sabría en qué minuto sería mejor dejar la conversación. 

-Sí... -pronunció casi con cautela. -Pero eso no es lo que me preocupa. 

-¿Entonces? 

-BoA... él se mudó a mi edificio. -Se quitó con suavidad los brazos de su hermana y se acomodó en el sillón para quedar frente a ella. -Se mudó al departamento de al lado. 

BoA formó una ‘o' con sus labios. De verdad, ahora sí le preocupaba el regreso de aquel chico a la vida de su hermano. No quería volver a verlo como lo vio cuando llegó a su casa hacia ya dos años o como sólo empeoró cuando se enteró que el chico había conseguido una novia en Japón. El pequeño Kibum y su corazón destrozado. No, definitivamente no quería eso para él. 

-Bummie... ¿aún sientes cosas por él? -indagó cautelosa, mirándolo a los ojos, esperando poder vislumbrar en ellos cualquier cosa que su hermano no quisiera decirle. 

-Nada -contestó haciendo todo el esmero por sonar tan seguro como se pensaba. -Ha pasado mucho tiempo, ya las cosas quedaron atrás, pero no puedo evitar sentirme algo... incómodo. Después de todo, no es como si no hubiera sido importante -bajó la mirada. 

-Si quieres puedes venir a quedarte aquí unos días -le ofreció su hermana tomando su mentón para que volviera a mirarla. 

-No... but thanks -musitó sonriéndole. -Aunque salga de ahí por unos días eso no va a cambiar las cosas, tarde o temprano tendré que volver. Es mejor que me acostumbre a mi nuevo vecino, isn't it? -dijo brindándole otra media sonrisa. 

-Bummie, de todas maneras, sabes que cualquier cosa puedes venir aquí. Minnie estaría encantado de que vuelvas a vivir con nosotros, aunque sea por unos días. 

-En serio, BoA, prefiero quedarme en mi departamento... pero vendré cada vez que los necesite... como ahora. -Se lanzó a los brazos de su hermana, rodeándola por la cintura dejando su cabeza descansar nuevamente en el pecho de la castaña. 

No quería reconocer que la propuesta sonaba tentadora, pero sabía que él mismo tenía razón. Tarde o temprano tendría que volver a su edificio y toparse con Jonghyun. Tenía que asumir de algún modo que él había vuelto. De una manera que se le antojaba invasiva, pero nada de eso había sido planeado, era obvio que lo tomara por sorpresa. A veces, a la vida simplemente le gustaba conspirar. 

-Como quieras, si eso te hace sentir más tranquilo. Como dices, ya ha pasado mucho tiempo, además, ambos habrán cambiado mucho en todos estos años. Sólo mírate. Ya no eres aquel ratoncito asustado y cabizbajo que llegó a Seúl -dijo removiéndole los cabellos. -Ahora eres un gato fuerte y altivo -se rió moviendo su mano hacia la mejilla del rubio para apretarla entre sus dedos pulgar y índice para zarandearla haciendo al menor doler. 

-¡BoA! -gritó Kibum apartándose de su hermana mientras se sobaba con fuerza la mejilla lastimada. 

-Bueno, en algunos sentidos, sigues siendo el mismo niño de siempre -dijo la aludida entre risas. -Aún así, haz que las cosas sigan siendo normales para ti. No es como si que él haya vuelto vaya a cambiar en algo lo que ya pasó o tus planes a futuro. Preocúpate de lo que quieres. Y pronto empezarán las clases, allí tendrás bastante de qué preocuparte. 

-Lo dices como si no pusiera suficiente esfuerzo en ello -dijo frunciendo el seño viéndose indignado frente a las palabras de su hermana, pero agradeciéndolas en el fondo. 

Quizá era simplemente eso lo que necesitaba escuchar. Que no había nada para alarmarse en el regreso de Jonghyun. Que todo seguiría igual.

 

 

Más tarde, de regreso en la carretera sobre su Vespa blanca rumbo a su departamento, pensaba en lo dicho por su hermana cuando ésta lo despidió en la puerta de su casa.

"Aquel chico puede haber vuelto, pero eso no cambia nada. Tú ya no sientes lo mismo que antes y lo más probable es que él tampoco. No te intimides por lo que ya pasó." 

No te intimides por lo que ya pasó. ¿Podía realmente intentar empezar de cero? Si lo pensaba bien, Jonghyun había sido un buen amigo antes de... bueno, antes de su relación. ¿Por qué no podía serlo ahora? 

Algo dentro de él le decía que sería difícil, pero sentía que al menos se debía a sí mismo el esfuerzo de intentarlo. Y la verdad era que si lo pensaba bien no tenía de qué preocuparse. Aquel chico puede haber vuelto, pero eso no cambia nada.  Venían otra vez las palabras de su hermana. 

Como siempre, ella había sabido tranquilizarlo. Ahora, creía que se preocupaba por nada. Realmente por nada. A estas alturas ya ni sabía qué era lo que le había puesto así. Había sido un exagerado. Había pasado mucha agua bajo el puente en todos esos años como para que algo le pudiera afectar de nuevo. 

 

Notas finales:

Bueno, y? qué les parece? 

No les prometo pronta actu ni les daré un día o fecha porque estos capítulos son más largos que los que escribía para "PP" y al menos ahí tenía una idea de cómo irían las cosas... xD

Saluditos y nos estamos leyendo!

Quejas, reclamos, sugerencias, buena onda, en la cajita blanca se encuentra el libro de anotaciones! ;) jasjajsajsa Recuerden que nunca es malo dejar review! Todo lo contrario n-n


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).