Aquel no venía siendo un buen día...
Para empezar, lo habían despedido de su empleo, y encima su casera lo había echado a la calle por que no pagaba el alquiler...
Un hombre de pelo negro iba pensando en todo esto por la calle mientras suspiraba...
¿Donde viviría ahora? ¿De que trabajaría?
Y todo por que no había podido resistirse a los encantos de aquel alumno...
Un jovencito perfecto, de 16 años, rizos dorados y mirada de angel, que al final había resultado ser un monstruo de dos caras...
Podía recordar incluso, como había sucedido todo...
....FLASH BACK....
Él estaba dando clases como siempre, cuando por el altavoz del instituto habia escuchado su nombre, dicho por la fuerte y severa voz del director... No podía ser nada bueno...
Había acudido de inmediato por supuesto, y al ver la expresión en el rostro del anciano dentro de su elegante oficina donde lo enfrentaba, se había dado cuenta de que habían descubierto el romance que mantenia con aquel alumno...
-Son Goku...- había dicho el director, mirandolo por encima de sus gafas - es usted conciente de que incumplió el protocolo de este instituto?-
Goku había tragado saliva con fuerza, de pronto sentía que aquel elegante traje que vestía en el instituto le quedaba chico y lo asfixiaba - ¿Y de que manera la incumplí Sr. Director?- había preguntado Goku con voz ahogada y titubeante.
-No creo que sea necesario explicarselo, limpie su aula, está despedido, tiene suerte de que los padres del menor se conformaran con su despido y no desearan levantar cargos- había dicho el anciano mirandolo incluso con algo de repulsión... Goku no se había atrevido a decir nada mas, había tomado sus cosas y se había marchado de la escuela cabizbajo...
Y todo por que el niño con el cual se habia liado no aceptaba los rechazos...
FIN DEL FLASH BACK
-Eso me pasa por meterme con un adolescente- susurró Goku casi para si, sin mirar por donde andaba, - Le dije que quería terminar con nuestra relación y zas!! le agarró por el lado del despecho e hizo publico lo que teniamos... he sido un idiota... para colmo me quedé sin paga, no pude darle el dinero a la Sra. Vicky y me sacó a patadas de la posada... Oh destino! a donde soplaran tus designios y hacia donde me arrastrarán tus raudos vientos!-
Goku se lamentaba de un modo muy poetico, ya que él era, o había sido, profesor de literatura...
Siguió avanzando por la calle solitaria, hasta que escuchó un ruido delante suyo, como el sonido de la rueda de un auto al pincharse...
Miró con mas atención, ¿Una limusina? que rayos hacia allí una limusina?? No era este un barrio para semejantes vehiculos...
Goku se acercó mas, si, en efecto se les había pinchado una rueda... Y estarían en problemas si no la cambiaban rapido, ya casi era el ocaso y el barrio podía volverse peligroso...
Un Señor muy elegante bajó de la limusina, un hombre de aproximadamente unos 35 años, estatura mediana y cuerpo atletico, sus cabellos eran negros y en punta, casi como una llama...
Se paró junto al vehiculo justo cuando su chofer se bajaba tambien... Goku se detuvo para observarlos a cierta distancia...
Ambos se veían muy preocupados...
-Lo siento mucho milord...- decía el chofer en ese momento, algo asustado.
-No te preocupes Sebastian, no fue tu culpa... pero ahora estamos en un problema, ¿Tu sabes como cambiar estas cosas?- preguntó el hombre elegante.
-No milord...- dijo Sebastian mas asustado aun, y el señor elegante solo rió un poco.
-Pues yo tampoco se como hacerlo Sebastian, creo que en efecto estamos en un grave dilema-
Goku se sorprendió al escuchar la manera pomposa, elegante y relajada de aquel sujeto, por otro lado, un sentimiento curioso lo invadia... La extraña e inexplicable sensación de que lo conocía... De que ya había visto esos modales pomposos y esa manera de hablar distinta a lo común en otro lado... Pero no podía asegurar en donde... Y como empujado por aquel viento del destino que antes mencionara, decidió acercarse a los extraños...
-Disculpen, puedo ayudarlos en algo?- preguntó Goku amablemente,
El señor elegante y su chofer voltearon a mirarlo, y por un segundo Goku creyó que los había asustado, Despues de todo no se imaginaba cual debía ser su aspecto... De seguro su traje se debía ver sucio y arrugado por culpa de las lluvias intermitentes que lo habían acompañado durante su camino, y los charcos de barro que había pisado no debían ayudar mucho, ademas traía una vieja maleta en su mano con sus pocos efectos personales, lo que le daba todo el aspecto de un vagabundo...
-Bardock!!!- exclamó el sujeto elegante sin dejar de mirarlo con fijeza aterradora...
-Eh? No... permitame presentarme, soy Son Goku... veo que estan en aprietos, me gustaria ayudarlos- dijo Goku, sorprendido y extrañado ante el nombre que aquel extraño le había dado al verlo, nombre que en cierto modo tambien se le hacía muy familiar...
Por un instante el sujeto elegante no pareció ser capaz de responderle nada,
"Bardock... No... No puede ser él... él... él... ya no existe... entonces... este... este tiene que ser aquel hijo que envió a la tierra!" pensaba el sujeto elegante sin dejar de contemplar a Goku... Entonces se dió cuenta de como se lo había quedado mirando y reaccionó...
-Oh! muchisimas gracias caballero! Sabe usted como cambiar una llanta? Mi chofer y yo somos por completo inexpertos en este asunto!- dijo el hombre sonriendole a Goku, quien de nuevo se quedo perplejo por ese aire y ese vocabulario elegantes que solo podian denotar realeza...
-Si... será un placer ayudarlo- balbuceó Goku, acercandose aun mas pero sin saber donde dejar su maleta...
-Sebastian, deten la maleta del Señor- ordenó el rico personaje con un ademan impetuoso pero no carente de gracia y refinamiento...
Sebastian obedeció la orden en silencio, y Goku se apresuró a ayudarlos, cambiando la llanta en un santiamen...
-Listo! ya está!- dijo Goku al terminar, con una sonrisa y recuperando su maletín de las manos de Sebastian...
-Muchisimas gracias... no se como agradecerle- dijo el elegante personaje sin dejar de escrutar al joven profesor con sus ardientes ojos oscuros...
- No es nada... Señor...- dijo Goku algo incomodo, no deseaba pedirle nada a cambio a aquel sujeto, pero la verdad era que algunos zenis no le hubieran venido nada mal...
-Y digame joven, de que trabaja- dijo el extraño, como si no deseara marcharse, Goku se sorprendió ante la pregunta tan directa, pero luego suspiró...
-Trabajaba... de profesor... pero tuve una mala racha y me echaron...-
-Cuanto lamento escuchar eso! pero era usted profesor?? es verdad?- preguntó el elegante sujeto sin dejar de mirarlo de arriba hacia abajo.
-Si, de literatura...- murmuró Goku, deseando con todas sus fuerzas que aquel hombre no le preguntara los vergonzosos motivos de su despido...
-No quiero parecerle un loco, pero creo que usted podria ayudarme de nuevo y yo ayudarlo a usted...-
- A que se refiere?- preguntó Goku
-Mi hijo- el sujeto hizo una pausa, haciendo una mueca, como si el mencionar a aquel hijo lo amargara -Está necesitando de un profesor particular...- continuó- y si a usted le interesa el trabajo...-
"Apenas me conoce y ya me ofrece trabajo?? está bien que lo ayudé antes con la rueda pero..." pensaba Goku, sin embargo no podía andarse con muchos reparos, no tenía a nadie mas a quien acudir y no le gustaba mucho la perspectiva de pasar la noche en el banco de alguna plaza...
-La verdad me interesaría mucho, pero... no me pedirá referencias o algo así?- dijo dudoso el profesor...
-Por supuesto que si, pero ya nos encargaremos de eso mas adelante... suba por favor- lo invitó el extraño personaje, haciendo que su chofer le abriera la puerta de limusina...
"Bardock... Tu eres el Hijo de Bardock... Al fin te encontré..." pensaba el extraño, sin borrar de su rostro aquella sonrisa tan elegante...
Goku sin mas opciones se subió a la limusina, y el extraño se sentó a su lado, el chofer rodeó el vehiculo y ocupó su lugar, muy suavemente este arrancó, alejandose de aquel barrio pobre, lleno de lodo e infelicidad... En cierto modo Goku se sentía contento de que la suerte al fin le sonriera, pero también tenia una pequeña duda, y era que el sujeto aquel aún no se había presentado...
-Y digame... Señor... como se llama usted?- pregunto el profesor timidamente, sin saber muy bien como comportarse ante un personaje que era a las claras muy distinguido...
El extraño lo miró sin borrar su sonrisa, -Yo soy el Rey Vegeta, encantando de conocerlo Son Goku- dijo el hombre extendiendole la mano, Goku se la estrecho, sorprendido... ¿había dicho que era un Rey? ¿Pero como? ¿El rey de donde?
Goku se mordió la lengua para no preguntar y quedar como un entrometido...
Ademas no le había dicho su apellido...
-No tengo apellido, mi nombre y mi patronimico son el mismo... es una costumbre en la casa real de la que provengo- continuó el Rey, casi como si leyera los pensamientos de Goku... entonces en verdad pertenecia a la realeza... Pero... que hacia un Rey deambulando por esas calles...
El resto del viaje continuó en silencio, Hasta que finalmente llegaron a unas enormes rejas que protegian la entrada a la residencia mas lujosa que Goku jamás viera en toda su vida, Las rejas se abrieron de inmediato para ellos, dejando a la vista un frondoso e inmenso parque de un exhuberante y vivo color verde...
La mansion que se alzaba frente a ellos no tenia comparacion, era enorme, debia tener al menos 70 habitaciones y tres pisos, una fuente gigante yacia esculpida al frente y todo el lugar denotaba lujo y realeza...
Entre las rejas y la entrada a aquel palacio mediaba por lo menos un kilometros de extenso parque lleno de arboles de sakura que alegraban todo con sus flores hermosas de color rosa...
-Increible- murmuró Goku, sintiendose como un vulgar y pobre profesor de cuarta frente a toda esa grandeza...
-Bienvenido a mi casa- dijo el Rey con una sonrisa...
El chofer los dejó en la entrada misma y se fue a estacionar la limusina, y nada mas el Rey puso un pie cerca del umbral de la puerta, el mayordomo la abrió, dejandolos pasar.
El interior era aun mas lujoso que el exterior, los pisos parecian hechos de porcelana
reluciente y una enorme araña de cristal colgaba en el alto techo, las escaleras eran de marmol y las barandillas doradas, como si estuvieran revestidas de oro puro...
Goku intentaba cerrar la boca pero le era bastante dificil, y el Rey disimulaba su risa ante semejante reacción...
-Vamos Son Goku, le presentaré a mi hijo- de nuevo el ceño del rey se frunció al mencionar a su hijo, y la atención de Goku se concentró en eso... quien sería aquel muchacho al que debería enseñar? solo esperaba que no fuera un niño muy travieso ya que él no solía tener demasiada paciencia...
El rey lo condujo dentro de la casa hasta una elegante sala que debía servir como comedor diario, la mesa era de roble oscuro y habia vitrinas llenas de cristaleria cara...
"Creo que ni mi sueldo de un año bastaría para comprar una sola de esas copas" pensaba Goku algo intimidado...
-Vaya... alli está mi hijo!- exclamó el rey y Goku miro hacía donde el rey miraba, allí vió a un joven de aspecto irritado, cruzado de brazos y apoyado contra una pared, vestia elegante como su padre, pero nada mas verlo, Goku supo que sería un problema, el Rey lo llevó hasta donde estaba su hijo e intentó presentarlo...
-Vegeta, este es tu nuevo profesor Son Goku, Son Goku, he aquí mi querido hijo, El principe Vegeta-... dijo el rey con una sonrisa finjida...
-Mucho Gusto- dijo Goku sonriendo y extendiendo una mano hacia al principe, pero el joven no la tomó, solo se limitaba a clavar sus ojos negros y fríos en el nuevo profesor...el parecido de padre e hijo era inquietante, mas pronto quedó demostrado que la personalidad era por completo diferente, en el hijo no existia la calida gracia y elegancia que el rey ostentaba, si no solo una rabia y una prepotencia que intimidaban...
-¿Y que rayos quieres que haga?- murmuró por lo bajo el insolente principe,haciendo gruñir a su padre... y en ese mismo momento Goku supo, que alli no todo era un cuento de hadas...