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Cuando nada es normal por Val Elric

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Notas del fanfic:

Es RoyxEd Con algo de Royx Al muy loco no? pero asi soy yo! :)

Notas del capitulo:

Espero y sea de su agrado! :)

Eran las nueve de la mañana, por suerte era fin de semana, se levanto Perezosamente de su cama con dirección al baño, se miró unos momentos al espejo sin poder creer los estragos en su rostro que dejo la noche de fiesta que se dio.

─Juro que no volveré a salir con Maes… ─ se miró más  atentamente al espejo y puso sus ojos en blanco─ si como no, apenas le vuelvas a extrañar saldrás corriendo en busca de Maes y se irán de fiesta por otra larga noche…─ volver a extrañar, aquellas palabras calaron hondo en su interior.

Era cierto el menos se había marchado hace tres meses de su casa, y siempre era así, Al aparecía en su puerta de la noche a la mañana con el mismo discurso.

─No funciono con aquella persona, perdóname por irme así, no volverá a pasar, estaré aquí contigo todo el tiempo que quieras y necesites.

Siempre lo mismo pero al transcurrir dos o tres semanas él se iba sin dejar rastro, ni una nota, ni un mensaje, ni un adiós.

─Tal vez si me dijeras adiós seria más fácil para mi procesar todo…─suspiro derrotado y se dirigió a la cocina para preparar algo para el desayuno, lo elegido fue hot cakes con miel y un café negro, se acomodó en el living de su casa y comenzó a comer lentamente. Verdaderamente se sentía solo en esa gran casa, era demasiado para una sola persona, su tía se la heredo antes de fallecer al igual que todo lo que poseía que no era poco.

Podría mantener una familia si él quisiera quedarse a su lado para siempre, podría mantenerle a él y a su hermano del cual siempre escuchaba solo cosas buenas, sentía celos de aquella persona desconocida, al parecer Alphonse lo llevaba muy en su corazón, ya que siempre lo tenía al el de prioridad, al parecer solo a Ed, como Al solía llamarle, lo tenía en su corazón y lo amaba con ferviente voluntad. Cuantos celos se puede sentir de un desconocido.

Pero aquella última visita fue diferente, Al estuvo solo una noche en aquella casa y cuando se fue espero a que Roy despertara para explicarle las cosas.

Flash Back

─Ya es hora…─susurro Al mostrando una perfecta sonrisa a Roy antes de tomar su maleta.

─Ahora es diferente, ¿Por qué?─ encaro el mayor al de cabellos color miel

─solo es diferente y ya, creo que pasara mucho más tiempo antes que regrese, solo te hago daño ¿verdad?─ vio como el azabache asentía con su cabeza aun confundido─ Ahora será diferente…─Tomo su maleta y se fue dándole la espalda al mayor. Quien diría que un chiquillo podía hacerle sentir tan indefenso.

End Flash back

─¿En que podría ser diferente esta  vez, Alphonse? ─ paso su mano por sus cabellos como queriendo deshacer todos esos pensamientos abrumadores, quería verlo de nuevo, sentir su respiración en las mañanas, escucharlo decir su nombre mientras lo poseía cuantas veces quisiera, quería ver esos brillantes ojos en medio de la noche, quería muchas cosas pero ninguna funcionaria si Alphonse no se encontraba a su lado, suspiro derrotado, decidido a darse por vencido y dejarle ir, esa situación no era nada sana, como Maes se lo dijo la noche anterior,” la herida no sanara si tú la quieres seguir abriendo cada vez que esta está  por cicatrizar”

Tomo otro sorbo de café, más largo, sintió como el ardor se extendía por si garganta y pasaba por su pecho, dolía, dolía bastante, pero más dolía ver a la persona que amaba marcharse por largo tiempo sin decir nada, también dolía el hecho que ellos no eran nada, él quiso intentar una relación con Alphonse pero el cordialmente le rechazo, excusándose de que el no creía en eso las relaciones, que a él le costó ser libre como ahora y que lo prefería si, y el accedió a tan dolorosa petición, seguramente accedería a todo lo que el chico le dijera. Si este le pidiera que se arrancara el corazón y se lo diera en una caja de cristal él lo haría solo por él, estaba tan enamorado que llegaba a ser ciego.

Poso sus manos sobre su cara, analizando la situación debería salir y conocer gente nueva, tal vez así conocería algún chico que le agradara y llamara su atención, se enamoraría estarían juntos y por fin tendría una vida relativamente normal, con el solo recuerdo de aquel chico que le hiso sufrir durante mucho tiempo, sería solo un trago amargo de su vida, que luego olvidaría con el dulce sabor del amor que otra persona pudiera brindarle.

Esa sería su decisión, si Alphonse Elric lo volvía a buscar este simplemente le cerraría las puertas, habían sido demasiadas noches en vela por él, demasiadas lágrimas derramadas, demasiadas copas, demasiado sufrimiento por alguien a quien ni si quiera le importaba, se hartó de todo esto, decidió hacer lo planeado, lo sacaría con su vida costara lo que costara.

Diiiing-Doooong! Ding-Dong Ding-Dong Ding-Dong….

El timbre no dejaba de sonar con gran insistencia, tal vez era Maes o algunos del trabajo, o tal vez…

Un escalofrió le recorrió la espalda y el nombre de Alphonse se vino a su mente.

─Por favor que no sea él─ susurro encaminándose a la puerta de su casa, tomo el pomo de la puerta y abrió lentamente o esa era su intención hasta que casi quedo estampado detrás de su puerta por el fuerte impulso que dio  la persona de fuera para que abriera rápido.

─¡ALPHONSE ELRIC APARECE EN ESTE PRECISO INSTANTE PEQUEÑO BASTARDO! ¡VOY A MATARTE! ─Al recobrar su postura salió de atrás de la puerta un poco consternado por la situación y se topó de lleno con una preciosa chica, con jeans ajustados color azul y una blusa blanca algo aguada, el pelo rubio y largo rizado en las puntas se ondeaban con el aire que entraba por la puerta que se encontraba abierta de par en par. Su postura era firme y dura, su mirada estaba llena de furia miraba alrededor en busca de Alphonse.

─¿Quién eres tú? ─ pregunto Roy apareciendo atrás de la joven algo preocupado y aturdido─ ¿Por qué buscas a Alphonse?

─Así que es aquí, ¿Dónde está? Debo hablar con él inmediatamente─ insistió la rubia haciendo que el corazón de Roy se contrajera de una manera dolorosa.

─Lamento informarte que Alphonse no está, se fue…─Vio como la chica abría la boca y continuo rápido antes de que ella le interrumpiera─ Hace mucho, casi cuatro meses. ─ Algo dentro de él se quebró.

─Tu eres Roy Mustang ¿no?, si es así el volverá, el siempre vuelve a tu hogar ¿No es así?... ─ La chica vio el desconcierto en la cara del azabache.

─Mira, niñita, si Alphonse te hiso algo, o no sé qué eso lo debes arreglar con él, búscalo en alguna otra parte a mí el ya no vuelve más, él se fue y creo que no volverá, no me molestes más. Aparte tengo entendido que él tiene un hermano, búscalo a él, no se su nombre pero si lo buscas tal vez des con su paradero. ─ Vio como la joven alzo una ceja.

─Yo soy su hermano…Mi nombre es Edward Elric─ Roy lo miro confundido, si hasta hace cinco minutos creía que era mujer ¿Qué demonio estaba pasando? ─Lo siento, no debí presentarme en estas fachas, es que estaba terminando de rodar un anuncio y como estaba cerca decidí venir, hace mucho que no se dé Al y estoy preocupado─ Miro a Roy y este aún seguía confundido─ Etto…creo que me tomaras mas enserio así─ se sacó la blusa blanca que cubría su torso quedando su pecho desnudo, tomo una camisa que encontró en el sillón de Roy y se la puso, doblando las mangas hacia atrás llegando casi a sus codos, la abotono despacio, mientras que Roy solo tragaba saliva por semejante escena que veía, había quedado fascinado cuando lo vio semidesnudo. Se acomodó el cabello en una coleta baja y tomo asiento de nuevo en el sofá.

─Ahora sí, perdón por lo anterior─ Edward le regalo una preciosa sonrisa, que hiso su corazón latir rápidamente, como hace mucho no le sucedía─ Estoy desesperado, no encuentro a mi hermano por ningún lado, no logro ubicarlo en ningún lugar, le llamo y su celular esta fuera de servicio, no sé qué más hacer, es como si la tierra se lo hubiese tragado, por eso recurrí a ti, el me comento que tenía un buen amigo al cual siempre acudía cuando todo se le iba al demonio…─

─Buen amigo, ¿así que solo era un buen amigo para ti Alphonse? Pensó triste Roy, el imaginaba que para Alphonse el significaba mucho más que un buen amigo, se entristeció aún más de lo que estaba─ perdón Edward pero no puedo ayudarte, no sabría decirte donde está, hace meses que no se dé el, así que no seré de mucha ayuda para ti, lo siento.

─No importa─ Sonrió ampliamente ─ me quedare aquí por si Al decide volver por estos lados, el muy idiota dejo la universidad y ni siquiera me lo menciono, lo matare cuando lo vea…

─¿Cómo que te quedaras aquí? Ni si quiera me has preguntado, además ni siquiera me conoces, no puedes llegar e inmiscuirte en la casa de un desconocido ─ Ed miro a Roy con una de sus mejores caras, sabía que para convencer a la gente, y más a los hombres, era espectacular, el mejor de todos, le sonrió abiertamente y lo tomo del cuello de su camisa, haciendo que callera al sofá con el encima, se sentó a horcajadas en su regazo rozando un poco y disimuladamente su entrepierna, lo que estremeció al azabache.

─No te daré ningún problema…─ paso sus manos por la nuca de Roy y tiro de sus cabellos para que alzara un poco su cara, quedando a la altura perfecta, le beso descaradamente, Roy sin poner objeción recibió el beso gustoso de probar esa perfecta boca, Ed mordió su labio inferior, para luego empezar a besar su cuello, y por ultimo comenzar a lamerlo.

Roy no sabía que sucedía pero acepto cada caricia que el rubio le daba, hace mucho que nadie le tocaba de esa forma y ahora no desaprovecharía la oportunidad que literalmente toco a su puerta, tomo las caderas del rubio apegándolo mas a él, con una de sus manos lo tomo por la nuca haciéndole gemir y regresar a sus labios.

Cierto era que Edward había comenzado eso para que Roy accediera a su petición, pero luego de probar sus labios todo se le fue al demonio y quiso disfrutar de ese placentero momento, y más porque a él le gustaban los hombres así, fuertes, decididos y arrogantes, era su personificación de su hombre ideal, además con ese cuerpo no le dejaría escapar.

Bendita la hora en que decidí venir aquí…─  pensaba Ed que ahora era saboreado por Roy, lo único que lograba salir de sus labios eran gemidos llenos de placer y lujuria, ese hombre lo estaba llevando al cielo.

Roy se deshizo de la camisa que envolvía al chico, para poder verle como momentos atrás lo hiso, tal como antes quedo fascinado, paso sus manos por el pecho de Ed, era suave, demasiado, decidió recostarlo sobre el sofá y comenzó a besar su pecho, lo lamia, saboreaba cada parte del rubio, esa sensación definitivamente quedaría grabada en su mente, sentía la excitación palpable en su entrepierna, cuanto más podría soportar esa situación, ¿sería capaz de acostarse con alguien que literalmente conoció hace cinco minutos?. Todos sus pensamientos se fueron muy lejos de su mente, cuando sintió al rubio deshacerse de su agarre y posicionarse sobre él, lo miro desde abajo, estaba rojo, algunas marcas hacían acto de presencia en su cuello y pecho, su respiración era agitada.

─mi turno…─ su voz sonó demasiado ronca a causa del placer, Roy lamio sus labios, ese chico lo estaba volviendo loco, tomo sus pantalones y los lanzo lejos junto con su ropa interior, Roy sonrió ansioso por lo que venía ahora, el rubio lo miro y lamio sus labios, con cuidado tomo su miembro y se lo introdujo a su boca

─Mph…ah aah!─ intentaba controlarse pero con los labios del rubio envolviendo tan deliciosamente su miembro era imposible. Ed comenzó a besar y lamer la punta para luego volver a meterlo en su boca, causando más gemidos por parte de Roy, el azabache tomo los cabellos del rubio para profundizar las embestidas, Ed solo comenzó a seguir el ritmo que Roy marcaba, ese hombre lo estaba derritiendo de excitación, aparto la mano de Roy de su cabeza, y comenzó el solo a moverse alrededor del miembro de este, rápido, demasiado rápido, y más que nada placentero, Roy sintió que estaba a punto y se lo advirtió al rubio.

─Hazlo…─ respondió Ed separándose un momento del miembro del Azabache, cuando este pronto sintió que acabaría, una sacudida le recorrió el cuerpo, lo más placentero que podía haberle pasado en ese día, vio como Edward recibía toda su semilla y la tragaba gustoso, lo alzo a sus piernas y lo beso salvajemente, Edward simplemente se dejaba hacer, con ese hombre tendría diversión cada vez que quiera y por nada del mundo lo dejaría ir.

─Es mi turno de acerté sentir bien, Edward…─susurro el azabache antes de ponerlo en cuatro, estiro tres de sus dedos a la boca de Ed y este los recibió feliz, los lamio lo más que puedo, luego vio como el azabache se acomodaba y comenzaba a penetrarle con un dedo, luego dos y después el tercero, estaba en la gloria quería más, no quería detenerse nunca.

Estaba a punto de penetrarlo cuando ya no lo sintió bajo el, miro hacia al lado y vio al chico alzado por el cuello de su camisa, una mujer alta y rubia, de ojos penetrantes lo observaba con reproche. A los segundos se dio cuenta de cómo estaba y se tapó rápidamente con la camisa que momentos atrás portaba Edward.

─Me has dicho que vendrías a buscar información de tu hermano y solo era para poder sacarte las ganas…─La mujer seguía con la misma postura y Roy solo podía ver como Edward tomaba su ropa y se vestía.

─No me vengas con estupideces, Riza, ya estoy bien crecido para saber con quién me meto o no, además si vine por información sobre mi hermano, esto fue algo extra, haber dime…─se sentó al lado de Roy, sin antes entregarle su ropa, y tomo su cara─ Es mi hombre ideal, no le dejaría ir sin probarle aunque sea una vez…─Se abrazó a Roy que con malabares se puso sus pantalones para que la mujer llamada Riza no lo viera─ no lo dejare por nada, aparte si me quedo aquí  tal vez Al vuelva.

─Nada de eso, teníamos el rodaje de un comercial y los has dejado a medias, Edward tienes un contrato que cumplir y si es de llevarte arrastras lo hare, pequeño mocoso insignificante con aires de diva…─ Soltó la mujer enojadísima mirando fijamente a Edward que se abrazaba más a Roy, por si a Riza le daba por agarrarlo de un pie y querer llevárselo.

─ ¿Perdón pero tú quién eres?... ─ Pregunto Roy mirando serio a Riza, es que la mujer lo había frenado en el mejor momento y el aún estaba con las ganas de probar a ese rubio que se aferraba a él.

─Soy Riza, su manager, su consejera, su amiga, y más que nada su cable a tierra─ mirada fulminante para Edward.

Vio como el Rubio se levantó, deposito un beso en sus labios y se quedó al lado de Riza─ Desde hoy me quedare con Roy, quieras o no, me ha gustado mucho y no le dejare, si quieres que vuelva a rodar el comercial déjame venir aquí apenas termine y no intentes convencerme de lo contrario…─ El rubio la miro decidido y sonrió feliz cuando vio que Riza asentía ante su petición.

Se volvió a Roy y se dirigió a él, le dio un gran abrazo y susurro en su oído─ No pasa de esta noche, te lo juro─ Roy solo se sonrojo y pidió a dios que la noche llegara lo antes posible. Vio como Edward se marchaba y quedaba nuevamente solo, aquello había sido toda una aventura, casi había ligado con alguien que apenas conocía, pero que desde esa noche se atrevería a conocer mejor.

Era el hermano de su antiguo amor, pero el mismo había decidido olvidarle costara lo que costara, ¿Pero estaría bien tratar de olvidarlo con su hermano mayor? ¿Qué diría Al sobre eso? ¿Edward se había puesto a pensar en eso?

Un buen amigo.

Eso lo había dicho Al, así que tal vez no le importara, él era solo un buen amigo, tal vez con Edward él podría ser más que eso, ese rubio se le metió por debajo de la piel, era tan directo y sensato, desde un primer momento le dijo que era su hombre ideal y que le había gustado, para algunos eso era de mal gusto, pero para él era lo mejor que le pudo pasar, se daría todo el tiempo para conocer a Edward, con el intentaría hacer todo bien, tal vez hasta el rubio se podría enamorar de él. Eso lo hacia sonreír, aquella persona era como ninguna, nunca en su vida conoció a alguien así, ni siquiera Al era así, se veía que ellos eran polos opuestos, Al era tranquilo y recatado, en cambio Ed directo y arriesgado. Sonrió al recordar que el rubio juro volver en la noche, y también recordó que Edward le había dicho a Riza que se quedaría ahí hasta que Al volviera, ¿Qué pasaría si Al no volvía nunca?

Se dirigió al baño para aclararse la mente y despejar todo ese deseo que dejo a flor de piel Edward antes de irse. Sin duda desde ese día su vida se tornaría más interesante, eso era más que seguro.

Notas finales:

Espero les guste! cualquier comentario, consejo, reclamo o lo que sea dejenlo en un review! de ante mano gracias! :)


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