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Amaranthine por CerezoHimeChan

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Notas del fanfic:

Por fin, sé que les hice esperar mucho pero ya estoy aquí con la continuación de 'Noche de Verano' (http://amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=101013)

 

Espero que sea de su agrado. Me cuesta mucho el romance así que no creo que sea lo más romántico del mundo ;-; pero me esforcé mucho. ^^

Notas del capitulo:

Espero les guste mucho y si gustan pueden escucharlo con esta canción de fondo que fue con la que me inspiré para escribirlo.

 

Amaranthe - Amaranthine <--- Listen (8)

 

Espero sea de su agrado. :D

¿De qué manera explicarlo? La confianza se había perdido, se cansó de esperar una respuesta positiva y puso un alto, cuando lo escuchó decir: ‘Se acabó, no más, no soy un juguete que puede complacerte cuando quieres’, se río, demasiado, era un chiste para él. Bueno, imaginaba a Him Chan viniendo a buscarlo una y otra vez, suplicándole que le dejara entrar a su vida de nuevo, nunca pasó, pasaron días, semanas, meses, seis largos meses que no lo veía, bueno no lo veía con esa cercanía que hubo antes. Seguían yendo a la misma Universidad, preparando su tesis y eso le molestaba, el asesor de SU Him Chan, sí ‘SU’ porque era solamente de él, no le quitaba los ojos de encima cada vez que le veía, Channie guardaba la distancia, se basada en una relación de respeto pero el contrario no. Tenía que actuar y lo haría hoy.

 

— ¡Hey!, ¿Channie ya acabaste?, dejé el auto en doble fila, no quiero una multa.

— ¿Yong Guk? — le miró con asombro, ¿qué hacía él allí? Pero estaba el maldito de Jin Woo acosándolo, mandaría a la basura su promesa de no volver a estar cerca de Yong Guk. Le asqueaban las insinuaciones de Jin Woo, sus propuestas indecorosas de llevarlo a la cama más de una vez, ver a su amor prohibido ahí, era lo equivalente a un milagro. —Sí ya iba, perdón por hacerte esperar. — Respondió lo más seguro que pudo.

Jin Woo se quedó mirando a Yong Guk, una mirada llena de odio, le había frustrado sus planes, jamás le había visto con Him Chan, ¿de dónde había salido? ¿Quién era? Ni siquiera lo había visto en la Universidad.

 

— ¿Quién eres? — Preguntó con un tono fastidioso — Him Chan es uno de mis mejores alumnos, no lo dejaré ir con nadie que no me dé confianza menos si tiene pinta de motociclista.

Yong Guk vestía con una chaqueta de cuero color negra con un estampado en la espalda típico de chicos malos, usaba un pantalón negro, unas botas negras y por su chaqueta se dejaba ver que usaba una camiseta, del mismo color, sí iba absolutamente de negro, sin olvidar mencionar los guantes sin dedos que llevaba puestos, típico atuendo de un motociclista malhechor. Dudó en responder, no sabía que decir, ¿amigo? ¿Novio? ¿Un primo? Sí diría eso. Sonaría más convencional.

—Es mi novio— Him Chan se dejó escuchar. Yong Guk no pudo evitar asombrarse, por suerte Jin Woo miraba ahora al que había hablado y no se percató de su expresión.

—No sabía que…

—No tienes porque saber mi vida, — el menor cortó sus palabras —tengo derecho a vivir mi privacidad. —Su mirada era fría— Bang Yong Guk, mi novio, Jin Woo, asesor de tesis. Si nos permites, tenemos que irnos —tomó de la mano al mayor y lo condujo a la salida, bajo la mirada atónita de Jin Woo, Bang se estaba dejando llevar, una preciosa sonrisa adornaba su rostro, resplandecía como luz de sol a medio día, novio de Him Chan, bueno era una vil mentira, pero no esperaba que el menor dijera eso, fue una sorpresa, pero le gustaba y esperaba que esa mentira se hiciera un hecho.

 

Caminaban en silencio a la salida, el menor arrastraba al mayor, no decía nada, pero sí pensaba muchas cosas, ¿novio?, pudo decir otra cosa, un familiar, un amigo, un vecino, lo que fuera pero ¿novio?, qué diablos pasaba por su mente, ¿acaso el subconsciente le traicionaba? Sinceramente, le hubiera encantando que así fuera pero no, Bang Yong Guk había sido sincero y el día que le mandó a la mierda, ni se inmutó al contrario le agradeció, al fin de cuentas él tenía una novia, una vida, en cambio Him Chan, poseía nada. Solo su soledad le hacía compañía, pero Yong Guk le había ido a buscar, ¿con qué fin? Sus pensamientos fueron rotos al escuchar hablar al mayor.

— Con que… ¿novios? — una risita traviesa se escapó de sus labios. Him Chan se detuvo en seco y le reprochó con la mirada.

—No te la tomes a mal Bang Yong Guk pero… eras tú o el idiota de Jin Woo —su tono de voz era frío, Yong Guk sintió que una espina era clavada en su pecho. Extrañaba al alegre Him Chan pero por lo visto era otro. Ya no sonreía, estaba serio, ni siquiera lo miraba.

—Hubieses inventado otra cosa.

—Fue lo más creíble que se me ocurrió.

 

Mentira.

Ni él sabía por qué lo había hecho, ¿acaso en el fondo sus sentimientos por Yong Guk no había cambiado nada? ¿Ni en lo más mínimo?

— ¿Y Jennifer? — Se atrevió a preguntar por la novia extranjera que el mayor tenía.

—Se fue a Canadá— Him Chan asintió.

— ¿Cuándo vuelve? — Dijo con inocencia, clavando sus ojos sobre los de Yong Guk, de manera extraña, el mayor esquivó la mirada, no se la ponía sostener ahora. Recordó cuando Him Chan recapacitó y se valoró, él solo se había burlado.

 

***

 

Flashback

 

Era una bella tarde de otoño, el frío viento jugaba entre los árboles, llevándose consigo las hojas débilmente sujetadas a él. Him Chan sonreía a ver como los niños corrían detrás de ellas para no alcanzarlas, era una escena divertida y bonita, se recordó, en su infancia, luego recordó a Yong Guk, le encantaban los niños y una vez le había hecho saber de sus planes de tener una familia, quería tener sus hijos propios, uno o dos para luego adoptar a un niño. Buscaba a la chica perfecta para ello, y al parecer la había encontrado. Jennifer, una guapa chica inglesa, hacia una bonita pareja con su amado, claro no tanto como ellos pero eran bien vistos ante la sociedad, cosa que él siempre tuvo en contra. No podía amarlo libremente, sin cadenas, sin esconderse en la penumbra de la noche, sin mensajes cifrados, él quería gritar sin temor que amaba a Bang Yong Guk pero este ya había escogido su camino, si Jennifer era su chica perfecta, él sobraba en la relación.

Esperaba que el mayor le suplicara para quedarse a su lado e iba a ser ahí cuando le sentenciaría: Ella o yo. Estaba nervioso, sus manos temblaban, el vaso de café en sus manos lo hacía, era un milagro que aún no se derramara en el piso. Suspiró y miró el reloj en su mano izquierda, aún faltaban quince minutos para la hora acordada. Tomó una gran bocanada de aire, tenía miedo, bajó la mirada pensando en sí esto salía mal que haría.

Estaba seguro que no podía vivir sin Yong Guk, extrañaba esas tardes de domingo tirados en el sofá, viendo películas de guerra, sonrió más de una vez habían estado abrazados mientras reían, o esas noches donde no se decían nada y solo contemplaban el cielo estrellado, a veces Bang le explicaba que constelaciones se miraban pero él solo miraba puntos por doquier, ahora ya sabía cuáles eran.

¿En qué piensas?La ronca voz del mayor le sacó de sus pensamientos.

Tenemos que hablar respondió sin levantar la vista.

Dime el mayor se sentó a su lado y posó su brazo derecho sobre el hombro contrario del menor.

Him Chan deseaba poder acurrucarse sobre de él pero estaban en público. No entendía porque Yong Guk hacía eso.

No hagas eso. Nos pueden ver. Dijo con un ligero rubor y moviendo su hombro para que el brazo de Yong Guk cayera, este asintió.

Yong GukHim Chan habló, esta vez con un ligero temblor en la voz He estado pensando en lo nuestro, Yong Guk arqueó una de las cejas, ¿nuestro? ¿Acaso había algo serio en ellos? Para él no. O  quizás quería evitar pensar en ello tú, ella, yo. Esto se  va a salir de control. Si…no quería llorar, lo había ensayado una y otra vez pero ahí estaban, las lágrimas saliendo en silencio. Yong Guk se desconcertó, jamás le había gustado verlo llorar, acercó una de sus manos a sus ojos y las limpió, sonrío y miro a su alrededor, no había nadie cerca de ellos, le regaló un beso tierno en los labios, le volvió a sonreír. En verdad le quería pero no iba a aceptarlo. Nunca lo haría.

¿Qué pasa con ella Channie? Es mi novia. ¿Te molesta que pase más tiempo con ella?Him Chan no pudo evitar asentir.

Yo, yo ya no quiero hacer más esto. Yong Guk, una relación es de dos, tres sin multitud y ella se metió entre los dos.

La mirada seria de Yong Guk le reprochaba el reclamo que ahora le hacía.

He decidido que esto acabe. Podremos seguir siendo amigos, nada más Bang. No voy a seguir con esto. No quiero que vengas a buscarme solo para calmarte las ganas porque no quieres tocar a tu novia. Se acabó, no más, no soy un juguete que puede complacerte cuando quieres. No pudo controlar la situación, las lágrimas caían a borbotones, Yong Guk por su parte quería abrazarlo y decirle que todo estaba bien, no quería que le dejara. Lo necesitaba.

Channie, mírame… Him Chan se negó Channie, por favor. —Le estaba suplicando a Kim Him Chan, él nunca suplicaba. El menor alzó la cabeza para verle, para ver esos ojos, ese rostro, esa ‘gummy smile’. Quizás las cosas saldrían bien

No me dejes. Te necesito. Him Chan abrió los ojos como platos.

Déjala soltó sin temor

El rostro de Yong Guk se ensombreció.

No

Me necesitas, ¿para que la quieres a ella?- Dijo con rabia, primero se estaba portando como el hombre más romántico en el mundo, le había dicho que le necesitaba y ahora, ¿se negaba a dejar a esa chica?

La amo Him Chan esas palabras terminaron destrozando al menor.

La amas y te acuestas conmigo, me acabas decir que me necesitas.

Oh, vamos Him Chan, siempre mal interpretas las cosas, si te necesito es solo de esa manera. No me puedo resistir a ti, es solo eso. Nunca hubo amor de por medio. ¿Pensaste que sí? Dijo sorprendido, una risa burlona se empezó a dibujar en el mayor En serio, lo pensaste. Siempre ha sido un juego. — Se encogió de hombros como si nada importara.

Him Chan no comprendía nada. Quería matarlo, quería desaparecer. Y por fin el café que tenía en sus manos terminó por derramarse, cayó al suelo para no existir más.

¿Un juego? ¿Diversión? Eso era, lo sabía, siempre lo supo pero que él mayor se lo confirmara había sido cruel.

Yong Guk se levantó, sin decir nada más y empezó a caminar, no avanzó más de tres pasos.

La elijo a ella Channie. Es la indicada, y está dispuesta adoptar un hijo. Es la chica. Hasta luego, “amigo”.

Him Chan cubrió su rostro con sus manos para volver a llorar. Así que eso era. Él también estaba dispuesto adoptar si tanto era el sueño de Yong Guk de ser padre. Qué tonto había sido. Ahora lo había perdido, para siempre.

Todo estaría bien. Saldría de esta. Lo haría o al menos lo intentaría.

End Flashback

***

Yong Guk se arrepentía, había sido tan idiota, le había tratado mal, lo había evitado. Ni siquiera lo buscaba como amigo. Se había olvidado de Him Chan y aquí estaba dispuesto a pedirle su perdón.

—Ella se fue para siempre Him Chan, al parecer a las mujeres que escojo les gusta jugar conmigo, me abandonan al último momento —una lágrima bajó de su ojo pero Him Chan no dejó que siguiera su camino, acercó su rostro y la limpió.

—No vale la pena Gukkie, seguro encuentras a la correcta, pasa que buscas y no encuentras. No esperas esa señal. Cuando ella llegue, tu corazón te lo dirá, saltará cada que la veas, perderás la noción del tiempo de solo verla caminar, tu respiración te faltará, te borrará el sueño, será tu insomnio, cuando eso y más pase. Ella será la indicada. — Sonrío.

Yong Guk se quedó mudo, no sabía que decir, todo eso le pasaba pero con la persona que tenía frente a él. Justo ahora le faltaba el aire, su corazón estaba en su máximo punto de aceleración, sentía como la sangre fluía a través de sus venas sin detenerse. Y no sabía desde que momento había dejado de prestar atención a su alrededor, solo para contemplar a Him Chan, su bello rostro, con el reflejo que la luna llena les daba lo hacía lucir como un ser imaginario, salido de un cuento de hadas, de fantasía, incluso pensó que Him Chan era producto de su imaginación, un ideal creado por su subconsciente. Sus ojos casi negros sobre él, sus labios tentándole a besar, sonrío, era lo mismo que sintió cuando lo volvió a encontrar. Qué tonto. No sé dio cuenta, esa noche que lo volvió a ver fue una señal, obra del destino y él lo ignoro.

— ¿Qué pasa Bang? Sonríes raro.

Bang negó con un leve movimiento de la cabeza.

—Gracias por el favor. Me iré a casa.

— ¡No! —Gritó —Channie, espera, no te vayas.

—Es tarde, —miró la hora en su móvil —debo descansar, mi graduación está cerca.

Yong Guk entendió que el más joven quería irse, lejos de él.

—Al menos deja que te lleve… a casa, ¿sí? Sube. —Abrió la puerta del copiloto, Him Chan dudó, pero la mirada insistente del mayor le convenció… u obligó.

 

—Solo vine por ti, me alegra que subieras—sonrío Bang Yong Guk, iba a colocarse el cinturón, y notó que el menor no se lo había colocado, chasqueó con la lengua y se acercó hasta él.

— ¿Qué haces?, —dijo Him Chan atónito por la sorpresa de tener a Bang tan cerca, su aroma que tanto le embriagaba estaba penetrando y controlando su ser, si el mayor no se quitaba seguro era capaz de devorar esos labios.

—Listo— el cinturón de seguridad hizo un ‘click’. —Solo te colocaba eso. Me preocupo por ti.

Him Chan le miró fijamente…  « ¿Se preocupa por mí?», fue la pregunta que asaltó su mente.

*****

El camino a casa del menor fue en silencio, ninguno se atrevía a decir algo fuera de lugar. Him Chan largó un suspiro, Yong Guk rodó los ojos hacía él, quería decirle algo pero no pudo.

— ¿A que fuiste a la universidad Yong Guk? Dae Hyun me dijo que ya no vienes, y tu hermano me lo confirmó.

— ¿Mi hermano?

—Sí, pensó que aún nos veíamos como antes… creo que olvidaste mencionarle lo que pasó— el volumen de su voz  fue bajando hasta convertirse en un susurro.

Yong Guk no dijo nada. Sabía que era lo que significa que su oración terminara en susurro y no quería que este encuentro terminara en discusión.

 

Su corazón se aceleró al entrar a la calle que bien conocía, cada noche, cada madrugada la recorría desde hace tres meses, pero nunca tuvo el valor de entrar al edificio donde se encontraba el departamento de Him Chan, parecía un experto acosador pero no tenía el atrevimiento de ir a despertarle a altas horas de la noche y decirle lo mucho que lo necesitaba, sobre todo porque más de una vez había ido ebrio a rondar las calles, y por más que quería gritarle a Him Chan lo mucho que amaba sabía que no lograría nada.

—Me bajo aquí. —Anunció la voz del menor. Aún no llegaban al edificio, Yong Guk no frenó el auto—Dije que me bajo aquí— Repitió el menor haciendo énfasis en el ‘aquí’

—Y yo dije que te traería hasta tu casa. Aquí no es tu casa todavía. —Sentenció Yong Guk.

Him Chan bufó. Quería avanzar solo a su casa sin necesidad de traer al mayor detrás pero eso parecía inevitable. Por fin llegaron a su destino y el mayor estacionó el auto. Bajó rápido del auto para abrir la puerta del copiloto.

—Yong Guk no soy una chica. — Respondió molesto el menor ante la atención del líder

-¿Y como se supone que sea amable con un chico?

Him Chan solo se encogió de hombros y empezó a avanzar sin despedirse, su camino fue detenido por la mano del mayor que le sujetaba, regresándolo hacía él y poniéndolo de espaldas con el coche, puso sus manos a los lados del cuerpo del menor y sin temor  a que pasaría después empezó a besarlo, fue un beso delicado, sin prisas, si exigencias, un beso casto, movía lentamente sus labios sobre los del menor, tomando de vez en cuando su labio inferior entre los suyos, dejaba de vez en cuando un leve mordisco, trataba de que el menor abriera los labios, por fin lo hizo, jadeó ante la pasión del beso que el mayor le estaba proporcionando. Ese momento de descuido lo aprovechó Yong Guk para introducir la lengua en la cavidad del menor, era su invitación, lentamente Him Chan subió sus brazos hasta el cuello del mayor, sus manos se posicionaron en su cabeza, trayéndolo más hacía así para profundizar ese beso, sus dedos se enredaron entre los finos cabellos del mayor.

Estaban tan entregados al beso que Kim Him Chan había olvidado todo lo pasado pero una pizca de razón le hizo volver a la realidad, y justo cuando el mayor disfrutaba más ese beso, tomando de las caderas a Him Chan para pégalo más a él sintió el fuerte empujón de parte del menor. Su expresión de horror le hizo comprender que aun no estaba perdonado y que el beso solo había sido sorpresa combinada con una baja en sus defensas.

—Yo…Him Chan… pensé…—empezó a balbucear sin saber que decir realmente— pensé que realmente lo deseabas—dijo al fin, trato de ponerse lo más serio que pudo. Sintió la presión de sus lágrimas queriendo salir en un arrebato de tristeza.

—No vuelvas a hacerlo. ¡NUNCA! — Le gritó el menor con furia— No sé que pase por tu cabeza, pero entiéndelo Yong Guk, no soy el juguete de nadie que tomas por lástima. — Volvió a retomar el camino hacia la entrada de su edificio.

—Lo sé, Channie. No eres un juguete. Fue mi error haber creído que lo eras— se dejó caer al tiempo que sus lágrimas rodaron por sus mejillas hasta el suelo, Him Chan detuvo su camino, una vez más. Su subconsciente le decía ‘avanza’ pero su cuerpo lo contrario, giró sobre sus talones para encontrarse de nuevo con un Bang Yong Guk llorando y arrepentido, ¿acaso era real lo que estaba viendo?, se pellizcó el brazo derecho, soltando un leve ‘auch’. No podía mostrarse tan débil y caer de nuevo a los encantos del señor Bang Yong Guk, pero ahí estaba la razón de sus desvelos, de sus lágrimas, llorando como un niño ante un dulce perdido. En todo el tiempo que lo conocía y que lo volvió a conocer, jamás lo había visto así. No iba a negarlo, el sentimiento que ahora le producía era ternura, quizás hasta compasión.

—Deja de llorar—Pronunció en tono de suplica.

—No puedo…no puedo vivir sin ti.

—Bang deja toda esa mierda de falso arrepentimiento que traes porque no te queda. —Sentenció. Estaba molesto.

¿Falso arrepentimiento? Sí, eso era lo que veía Him Chan en las palabras de su antes amigo, sus lágrimas no le convencían o quería creer que no lo hacían.

—Entonces no me crees…—susurró lo suficiente audible para Him Chan quien negó con la cabeza, las lágrimas del mayor aumentaron dejando a un atónito Him Chan ante la situación.

— Hey, Yong Guk, en serio, deja de llorar, tú no lloras, lo has dicho. No lloras al menos que…—no terminó su oración.

— ¿Y crees que no vale la pena llorar por ti? ¿Por el rechazo que me haces? ¿Crees que no mereces mis lágrimas? ¿Crees que no es válido llorar por amor? — Him Chan no sabía que decir, sus labios se movían pero no emitían sonido alguno. — ¿Crees que no merezco llorar por la persona que más amo en el mundo? ¿Crees que es injusto que llore por el amor de mi vida?

 

Him Chan no sabía que decir. Permanecía en silencio, asimilando cada palabra que Yong Guk decía, era importante para el mayor, era lo que más amaba el mayor. Imposible, si fuera cierto jamás le hubiera dejado. Sus piernas temblaban.

—Pero lo entiendo, Kim Him Chan, te lastimé, te desprecié, te humillé, negué mi amor por ti… Si este es mi castigo, lo acepto aunque me duela— Yong Guk había dejado de sollozar, pero las lágrimas seguían su camino sin parar. Him Chan miraba sin dirección.

 

El menor buscaba la manera de escapar, su vista enfocada a otra dirección, no podía ver a Yong Guk, en el suelo, abatido, en silencio, miró al cielo.

—Mira, ahí está Orión—susurró

Yong Guk río, recordó una noche en la playa. Habían escapado de la rutina, tumbados sobre la arena con la vista al cielo, las estrellas eran todas visibles y justamente Orión fue la primera constelación que le enseñó a diferenciar del vasto cielo estrellado, de alguna manera, la relacionaba a ellos, era su constelación porque cada que miraba al cielo y la veía, lo veía a él esa noche en la playa asombrado ante la magnificencia del cosmos y las luces tintineantes que le acompañaban.

 

Sería ridículo al pensar esto pero esa parecía la señal que Him Chan le daba, la esperanza de que sí pudiera haber algo de nuevo entre ellos, algo verdaderamente formal.

 

Nuestra constelación— Yong Guk susurró inconscientemente, Him Chan volvió su miraba a él, nunca imaginó que el mayor pensara igual.

 

De igual manera, a veces Him Chan salía al balcón de su departamento y cuando lograba enfocar a Orión en su telescopio, lo primero que se le venía a la mente era Bang Yong Guk, en la playa, tirado junto a él, tomados de las manos, mientras le explicaba donde estaba la famosa constelación.

—Chan~ah, —Him Chan se sobresaltó, cuando el mayor le llamaba así era especial —no bromeo, eres todo lo que necesito, eres mi sueño, mi señal, mi eternidad. —Levantó la vista del suelo solo para encontrarse de nuevo con la mirada oscura de Him Chan.

 

Him Chan le tendió una mano, las lágrimas no dejaban de salir de los ojos del mayor. Ni el mejor de los poetas con uno de sus mejores poemas de amor convencerían al menor. Tomó su mano, Him Chan le ayudó a levantarse, quedaron a corta distancia.

— ¿Y ahora me lo dices? —Arqueó una ceja— ¿Qué tienes que no puedo odiarte?

Yong Guk sonrío… Eso significada que estaba dispuesto a intentarlo de nuevo. No le iba a perdonar de la noche a la mañana, ni con unas simples palabras, lágrimas o viendo estrellas.

 

— ¿Quieres ser mi novio? — Preguntó Yong Guk, un tanto tímido, nervioso y ruborizado.

Him Chan abrió los ojos lo más que pudo y su respuesta tardó en llegar.

 

—Sólo si me muestras más estrellas desde mi balcón con mi telescopio.

— ¿Tienes un telescopio?

—Sí, lo compré después de… ya sabes… Ver las estrellas era como tenerte de nuevo junto a mí. —Ahora Him Chan era el tímido—Creo que mi deseo a una estrella fugaz se hizo realidad — susurró.

 

Yong Guk sonrió de nuevo, a veces Him Chan era tan inocente.

 

Him Chan volvió a tomar de la mano a Yong Guk y lo arrastró hacía el edificio de su departamento. Sonreía, las palabas del mayor habían dado en el blanco.

«Así que eso, soy, su sueño, lo que necesita, la señal que dirige su vida, la eternidad que le mantiene con vida», pensaba el moreno. No, Yong Guk aún no estaba perdonado, pero, eso era trabajo del tiempo… ambos compartirían esa eternidad complementaria. Si Yong Guk se sentía eterno al estar con el menor, él también lo estaba. Las estrellas podrían esperar para las siguientes noches, ahora quería disfrutar esa eternidad conjunta, ese amor eterno, eternamente suyo.

 

*** E N D ***

Notas finales:

Gracias por leer, espero que sea de su satisfacción, como siempre espero sus reviews me anima mucho al seguir escribiendo *_* Próximamente les traré más One Shots, y dos fanfics pero tiempo al tiempo, creo que el próximo mes o en las siguientes dos semanas empiezo. Gracias por su apoyo *_*

 

(Ya concluyó esta historia xD) 

CerezoOFF 


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