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Tocando en las puertas del cielo. por InuKidGakupo

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Notas del fanfic:

Dragon Ball, sus secuelas y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Akira Toriyama y la Toei… aunque al final, acabaras deseando que yo haya sido su dueña xD!

Notas del capitulo:

Hola, aquí otra de mis aportaciones a la página, al principio parece Shounen-Ai, pero todo a su tiempo. Lo que aparece antes de los guiones (---) es como la idea principal, o  una leve introducción o algo así que me gusta poner xD. Cambio a tercera o primera persona respectivamente después de los asteriscos (****) seguido por otra especie de introducción al tema a tratar en esa mitad.

Espero les guste, sin más les dejo con el capítulo.

-…perdóname mama…-

“-no se metan en nada peligroso…-”

-… perdóname mamá…-

-----------------

“-Al parecer los terribles androides han atacado otra ciudad, no ha quedado nada, arrasaron con todo, las pérdidas materiales son grandes, pero las pérdidas humanas son alarmantes…-”

Apagué la tele antes de seguir escuchando todas esas cosas horribles que le pasan a la Tierra en este momento, estoy tan frustrado de ver a la gente morir y morir y no poder hacer nada para ayudarlos, para salvarlos, para detener a esos malditos androides.

Entremezcle mis manos dentro de mi cabello para intentar pensar más claramente y calmarme un poco. La sangre me hierve siempre que el tema de los androides inunda mi cabeza, esos malditos mataron ya a mucha gente, y también fueron ellos quienes mataron a mi padre, y a todos los guerreros que cuidaban esta tierra. En realidad yo era muy pequeño para recordar algo, pero mamá se ha encargado de contarme lo ocurrido hace ya varios años. Me contó de la tierra antes de caer en este infierno, de la vida en paz, de todo lo que era bueno y… de mi padre. No sabía mucho de él, pero sabía que era muy fuerte, un saiyajin, y al parecer era el príncipe de esa misma raza, un hombre con poderes y fuerza impresionantes… pero no la suficiente para acabar con los androides, el también murió enfrentándolos. Mamá no habla mucho de eso, siempre se deprime bastante, dedicándose a sus experimentos en trabajos de los cuales no estoy enterado.

Algo dentro de mi siente la necesidad de pelear, de enfrentarme a esos monstruos y acabar con ellos, de hacerlos papilla entre mis manos, pero soy humanamente débil. He escuchado relatos de mi padre, también de Son Goku, ellos eran de origen guerrero, poderosos, es entonces cuando me pongo a pensar en mí, no soy fuerte, nada fuerte. Para mamá lo único que pudo haber salvado la tierra era Son Goku, pero el murió naturalmente hace muchos años, dejando la responsabilidad a mi padre y otros, pero ya he dicho que en ese aspecto, fallaron.

No puedo quejarme, porque hasta ahora mi madre me ha sabido cuidar y mantener a salvo… pero ya no es suficiente, ya no pretendo sentarme a ver como mi planeta y sus habitantes son despedazados sin piedad ante esas criaturas.

-¡hey! ¡Trunks!- Me giré a la ventana y me encontré con el rostro sonriente de esa persona que hace menos miserable mi vida… Gohan.

Es el hijo de Son Goku, de ese guerrero del que mamá y Gohan mismo tanto me hablan. Él es mi motivación para mantener una esperanza de que algún día podemos salir de este hoyo, de este agujero lleno de nada más que porquería. Gohan es fuerte, demasiado, a veces me sorprende que tan valiente puede ser. Se ha enfrentado solo a los androides en más de una ocasión, desearía tener su fuerza y dedicación, él no se detendrá hasta poder acabar un día con ellos y vengar la muerte de todos sus amigos.

-¡Gohan! ¡¿Qué haces aquí?!- contesté alegremente, levantándome del sofá y posicionándome frente a él con una sonrisa. Su presencia era grata para mí, y más en un momento como este, era cuando lo necesitaba, pero más que como un sostén, como una ayuda.

-hace tiempo que no te veía Trunks… ¿Dónde está Bulma?- me preguntó revoloteando levemente mi cabello. Era casi once años más grande que yo, pero en realidad la situación me hacía verlo más grande, llevaba sobre sus hombros la mayor responsabilidad de la tierra, que era justamente, protegerla.

-Mamá no está, salió a buscar provisiones a la ciudad… seguro volverá en un rato…- soltó un suspiro agobiado y miró a la ventana con cansancio y frustración. -oye Gohan…- me aventuré dispuesto a decirle la idea que transitaba últimamente por mi cabeza.

-mmm… ¿Qué sucede?- preguntó casi distraídamente volviendo sus oscuros ojos contra mí.

-yo quería pedirte un favor…- dije sin poder sonar dudoso con mis palabras. De inmediato Gohan notó algo extraño en mi petición, angostando los ojos como para intentar adivinar de qué se trataba. –Yo… quiero que me entrenes…- pedí y el chico evitó mi mirada volteándose a la ventana para contemplar la calle.

-olvídalo…- su voz profunda y por alguna razón, molesta, me hizo perder la calma.

-¡¿Por qué?!-exclamé esta vez agitadamente, entrecerrando mis manos a los lados.

-es demasiado peligroso…- dijo como respuesta y me entraron ganas de golpear el muro, como si no supiera eso.

-necesito hacerme fuerte…- insistí tratando de mantener la calma.

-no, no lo necesitas…- se giró de nuevo a mi avanzando unos pasos, pero me mantuve firme aguantando fuertemente la mirada.

-¡lo necesito! ¡Lo necesito para acabar con los androides!- no sé de dónde demonios saqué esa exigencia y determinación, mucho menos en que momento me cargue esa responsabilidad, pero las palabras se me escapaban junto con la ira de toda mi vida.

-¿Por qué dices eso ahora Trunks? Yo me hare cargo de esos infelices…- aseguró pero podía leer claramente la desconfianza en su afirmación.

-¡no podrás tu solo! ¡Déjame ayudarte!- por alguna razón las lágrimas me comenzaron a salir, haciéndome sentir poco más que patético, pero la simple idea de poder ser alguien más que se la pasaba escondido en su casa, hacia saltar mi corazón.

-¿estás seguro?- me preguntó al ver mis ganas de poder vengar a mi padre y al mundo. Me limpié con mi antebrazo afirmando con seguridad.

-¡sí! ¡Quiero luchar contigo! ¡Quiero acabar con esa amenaza!- aseguré y Gohan me miró como evaluando mis ideas. -¡sé que puedo ser fuerte!- agregué refiriéndome al nivel del súper saiyajin, mi nivel de poder era bastante bajo, y apenas me servía para volar, pero estaba en mi sangre, podía llegar a ser alguien tan fuerte como mi padre, o incuso más, y junto con Gohan seguramente terminaríamos por exterminarlos.

-de acuerdo… te entrenaré…- aceptó y yo sonreí ampliamente, estaba seguro, pondría todo de mi parte, y finalmente, acabaríamos con ellos.

 

-perdóname mamá…- susurré mientras mi mirada viajaba lentamente hacia atrás viendo a la corporación capsula desaparecer a lo lejos, volando a toda velocidad al lado de Gohan. Habían pasado dos días desde que aceptó ser mi mentor, pero mi madre no estaba enterada de ello, seguramente se opondría y no me dejaría ser poderoso, porque no deseaba verme enfrentar a los androides.

-ya casi llegamos…- dijo Gohan sacándome de mis pensamientos, miré al frente y había una especie de llanura, con unos cuantos árboles en las orillas, unas pocas montañas y bastante espacio disponible para luchar.

Aterrizamos sobre el pasto verde y el viento revoloteó mi cabello mientras miraba impresionado el sitio, a pesar de todos los ataques aun existían lugares llenos de vida y vegetación.

-Trunks… ¿seguro que es buena idea?- me preguntó y asentí suavemente. Ayer Gohan y yo habíamos ido a entrenar, pero mamá me regañó por salir sin avisar, por llegar bastante tarde y por no dar una buena explicación a lo que había ido. Así que sin más, me decidía a salirme de casa, desde hoy viviría con Gohan, quien hace tiempo también había abandonado a su madre por seguridad.

-bien… entonces empecemos…- indicó colocándose en posición de ataque. Asentí imitando su postura, un poco más decidido que la primera vez que me molió a palos. Sin duda no era tan fácil como pensé, pero definitivamente, era necesario.

Terminé con un ojo morado y no sé qué tantas cosas más esa tarde. Caí rendido sobre el pasto en cuanto dio por terminada la sesión, Gohan era muy fuerte.

-andando…- me dijo sentado a un lado de mí, le miré de reojo percatándome de que ni siquiera se veía un poco cansado, esto era duro solo para mí, si él era así de fuerte, no quería ni imaginarme del poder absoluto de los androides. Me puse de pie con mucha dificultad, tomándome el brazo que sentía torcido, por no decir hecho polvo. Avancé un par de pasos cuando Gohan alzó el vuelo sin consideración, o con alguna idea de esperarme. Levanté también mi marcha siguiéndole desde atrás, fue cando me percaté que no íbamos en dirección al bosque, donde Gohan tenía su casa-capsula.

-Gohan… ¿A dónde vamos?- pregunté intentando llevarle el paso. No se molestó en mirarme y señalo al frente soltando una sonrisa.

-al mar…- contestó y fruncí el entrecejo ante eso… ¿para qué demonios íbamos al mar? El sol ya casi se ocultaba por completo y el entrenamiento había terminado, entonces… ¿cuál era el caso?

-¿para qué?- pregunté después de unos segundos sin mostrar mi descontento.

-¿acaso no tienes hambre?- como respuesta a esa pregunta obvia, mi estómago gruño como un animal. Tal vez no me parecía a mi padre, según relatos de mamá, pero siempre me remarcaba que en el aspecto de la comida me parecía muchísimo, comía a grandes cantidades, siempre traía hambre. Al principio creí que era cosa mía, pero Gohan también poseía un apetito voraz, me mencionó que era cosa de nuestra raza… otro punto no muy bueno. Descendimos sobre la arena y el azul del mar ya se pintaba oscuro a falta de la luz.

-¿a qué hemos venido aquí?- pregunte sabiendo la respuesta, pero deseaba que no fuera así, estaba muy cansado y somnoliento como para intentar capturar algo para comer.

-bueno… cenaremos pescado…- respondió y suspiré preparándome mentalmente para hundirme en agua seguramente fría de la noche. –prepara la fogata… en seguida vuelvo…- agregó y apreté los labios asintiendo de inmediato. Por suerte para mí, él se encargaría de eso, no tenía cabeza como para pensar en buscar peces.

Me quedé parado a su lado aun y el comenzó a quitarse la ropa, ese Gi naranja que portaba con tanto orgullo. Fui recorriendo su cuerpo desnudo conforme se iba descubriendo, tenía bastantes marcas bajo la ropa, muy significativas como la de su mejilla. Se zafó los pantalones y también miré su cuerpo tonificado, yo parecía una gallina anémica a comparación de esos músculos tan bien trabajados, eran… perfectos. Me quedé fijo en su espalda en cuanto dio un paso al frente, era tan alto, otra cosa que resaltaba de él, su rostro joven oscurecido con la madurez y dureza que había tenido que cargar, pero aun así, lucia bien, y no me refiero a personalmente, digo que su cuerpo lucia bien… demasiado…

-¿pasa algo?- preguntó sacándome de mis pensamientos. Le miré a los ojos y negué con la cabeza. Sonrió mostrando esa sinceridad y tranquilidad con la que pocas veces podía verlo, haciéndome sonreír de igual manera.

Se adentró en el agua y yo comencé a buscar varas o algo que incendiar. Cerré los ojos y miré su sonrisa haciéndome sacar un suspiro, me alegraba tanto poder estar así con él, su compañía me hacía sentir bien, me hacía sentir a salvo, tranquilo. Sacudí la cabeza para concentrarme y pronto reuní lo suficiente para freír la cena. Miré al mar donde la luna ya se reflejaba y pude apreciar su cabeza saliendo de entre el agua, deposité las varas en el suelo y con una leve descarga de Ki, encendí el fuego sentándome sobre la arena.

Gohan, él era verdaderamente el ultimo guerrero vivo, yo no tenía oportunidad de llegar a ser como él. Poseía una fuerza impresionante, una altura intimidante, un cuerpo impresionante, yo solo era un niño. Me quedé pensando en los androides, pero pronto mi pensamiento se centró solo en Gohan, vaya que era un gran tipo, fuerte y guapo, según mamá. Se quedó en mis pensamientos esa palabra, “¿guapo?” Me pregunté picando al fuego con una vara, yo no tenía ni media idea de lo que se refería con eso, bueno Gohan era joven, fuerte, si bien, definitivamente era atractivo… bueno, no para mí. Es decir, “¿Por qué rayos estoy pensando en eso?” pensé frenando mis ideas y sacudiendo la cabeza.

-mira…- escuché su voz a un lado y colocó varios peces sobre la arena. -¡he traído bastantes!- agregó entusiasmado y se sentó frente a mí. Miré los peces y luego me centré en Gohan, el agua aún se deslizaba sobre su pecho desnudo, y su piel clara resaltaba con la luz naranja del fuego contrastando con la oscuridad de alrededor.

-muero de hambre…- comenté en cuanto montamos los pescados en palos para freírlos. Gohan me miró y sonrió amable mientras metía su cena entre las llamas. Le miré otra vez, no podía dejar de viajar mi mirada por sobre él, ya hacía muchos años desde que esa inquietud corría en mis pensamientos, Gohan era alguien muy importante para mí, simplemente, me hacía estremecerme al verlo. Bajé la mirada intentando calmarme, pero verlo semi-desnudo frente a mí me estaba poniendo nervioso por alguna razón.

-sabes Trunks…- dijo llamando mi atención de inmediato. –Cuando yo era pequeño no quería pelear…- admitió mirando al cielo de manera melancólica. Yo clavé mis ojos en él, esa idea era bastante extraña, siempre he visto a Gohan como el mejor ejemplo a seguir, el más fuerte, imaginarlo negándose a combatir era muy difícil.

-¿Por qué decidiste pelear?- pregunté y apretó los labios pensando en las palabras precisas para contestarme.

-se avecinaba un… enemigo poderoso…- me contestó sin más detalles y se volvió a mi sonriendo un tanto forzado.

-¿tu papá te entrenó?- pregunté imaginando la situación, pero negó con la cabeza soltando un mohín.

-mi papá estaba muerto…- confesó y asentí sin decir nada más. –Entrené con Piccolo, él fue mi maestro por un tiempo…- agregó sonriendo, como recordando.

-vaya… se ve que le guardas mucho respeto…- dije mordiendo mi pescado. Gohan asintió y mordió el suyo también. Miré al cielo con la misma dedicación, admirando sobre mí las estrellas que brillaban con tranquilidad. Gohan le guardaba mucho respeto a Piccolo, por la forma en que habla de él diría que le guarda mucho cariño, me pregunté si era lo mismo lo que yo sentía por él, era mi amigo, y ahora mi mentor, eso podría justificar ese cosquilleo que me recorría al verlo, o el que mi impedía verlo de frente ahora mismo.

-me alegra que quieras hacerte fuerte…- comentó después de un rato retomando el tema. –Es admirable la forma en la que deseas hacer pagar a esos sujetos…- me sonrió nuevamente y ladeó la cabeza con ternura. –Pero no estoy del todo convencido…- dijo y fruncí el ceño.

-¿Por qué dices eso? ¿Acaso no crees que pueda ser poderoso?- cuestioné en un tono un poco molesto. Gohan rió levemente y avanzó sobre la arena hasta quedar a mi lado. Le sostuve la mirada retador, buscando una buena respuesta, pero colocó su mano sobre mi rostro cariñosamente. Me sobresalté echando la cara hacía atrás, abriendo los ojos un tanto sorprendido.

-no es por eso…- musitó mirándome a los ojos con nada más que cariño y melancolía. –Es que no quiero que te enfrentes a ellos…- recorrió su mano por sobre mi rostro hasta llegar a entrelazar sus dedos en mi cabello. Quería decir algo, pero toda idea se me escapaba sin más, incluso el aire se me escapaba poco a poco, no sabía por qué me sentía así, ni por qué me decía eso, solo pude mantener los ojos fijos en los suyos. – No quiero que te hagan daño…- se giró al frente sonriendo con dificultad, soltando mi cabellera y deslizando sus dedos por sobre mi rostro.

Me quedé en silencio, entendía los motivos de mamá, era mi madre, pero Gohan también se veía verdaderamente preocupado, no quería ponerme en riesgo. Coloqué mi mano sobre mi mejilla, sintiendo aun la sensación de los dedos fríos de Gohan, por alguna razón mis mejillas estaban cálidas y mi corazón vibraba sin razón ante esa muestra de afecto, quería a Gohan definitivamente, no lo defraudaría…

 

****

“Las cosas no pintan bien para la Tierra… debo terminar con esto… no dejaré que Trunks arriesgue su vida… si le pasará algo… nunca me lo perdonaría… nunca…” Los pensamientos de Gohan daban vueltas frenéticamente, estaba dispuesto a darle fin a este infierno… o perdería la vida en el intento….

---------

Las copas de los árboles se sacudieron y de entre ellas emergió Trunks a gran velocidad. Una luz poderosa de Ki viajó en su dirección y apenas alcanzó a esquivarla, colocando de inmediato las manos al frente para crear una esfera de energía, buscando a su actual oponente entre la maleza, pero no pudo mirar nada, deshaciendo su técnica y buscando desesperadamente a los lados. Se dio una vuelta agitada encontrándose con Gohan parado tras él y antes de que pudiera hacer algo, lo golpeó en la cara enviándolo contra el suelo. Cayó rompiendo varas en el trayecto y clavándose entre la tierra y piedras bruscamente, intentando ponerse de pie sin éxito. El mayor de los guerreros descendió cruzándose de brazos y colocándose al lado del adolecente totalmente serio.

-suficiente por hoy…- anunció Gohan y le extendió una mano a su alumno. Trunks respiraba con bastante dificultad abriendo un ojo y sintiendo como el sudor e escurría de la frente hasta descender por su cabello lila. Cogió la mano de Gohan levantándose con bastante dificultad, y dejando ir todo su pecho contra el muchacho.

-creo que se me ha pasado la mano…- comentó el Son mirando a su compañero tomarse las costillas con fuerza.

-no, ha estado bien… - respondió el menor fingiendo naturalidad. Gohan se percató del empeño y aguante que demostraba, así que decidió asentir y ayudarlo a proseguir con su camino.

Ambos alzaron el vuelo en dirección a la casa entre el bosque de Gohan, esta vez un poco más despacio debido a las heridas de Trunks, agradeciendo su sangre saiyajin y recuperarse rápido. Llegaron hasta la montaña y el mayor se adelantó para abrir la puerta, dejando pasar al menor tras él.

-estoy exhausto…- declaró el de cabello lavanda tirándose en el sofá a media casa. Gohan sonrió ante la escena y se dio la vuelta cambiando su expresión de inmediato, un mal presentimiento atormentaba sus pensamientos, dejándolo escapar un suspiro, tal vez entrenar a Trunks no era buena idea, lo estaba arriesgando demasiado, lo estaba preparando para enfrentar su propia muerte.

Comenzó a cocinar carne y verduras de inmediato, perdido en sus pensamientos, ¿Qué debía hacer?, las cosas estaban nubladas y confusas para él, Trunks sin duda tenía sangre de guerrero, pero no estaba seguro si alcanzaría el nivel necesario para combatir contra esos monstruos, si algo le pasaba a él, entonces el destino de la Tierra pasaría a manos de Trunks, sería él la última esperanza de la humanidad.

Después de un rato el menor despertó llamado por el olor a comida, sentándose en el sofá y tallándose un poco los ojos para despertar completamente.

-ho… despertaste…- musitó Gohan sentado en el suelo sobre un cojín a un lado de la mesa. Trunks asintió con la cabeza buscando con el rostro olfatear más y descubrir que había cocinado su amigo en esta ocasión. Gohan se percató y de inmediato sacó el platillo del horno colocándolo en el centro del comedor.

Ambos chicos cenaron en silencio, mirándose de reojo, ambos con preocupación y temor por diferentes razones. La situación era difícil de aceptar para Gohan, mientras Trunks solo se llenaba de ganas e impaciencia por poder terminar con ese infierno de una vez.

-bien… vamos a dormir…- dijo el mayor y pronto los dos jóvenes fueron a la única habitación-dormitorio que había. No tenían camas, ambos dormían sobre unas colchonetas en el suelo. El cuarto quedó a oscuras y únicamente la luz de la luna llena entraba por la ventana, dejando una atmosfera de paz adornada por los cantos de cigarras y otros insectos a lo lejos.

-oye Gohan…- rompió con el silencio mirando a la derecha para encarar a su compañero. Gohan no abrió los ojos, solo levantó una ceja indicando que escuchaba. Trunks le miró atento, la luz plateada remarcaba su perfil, definiendo su nariz y todas las curvas de su rostro, resaltado cada vello que había sobre su piel. -¿estás decepcionado de mí?- preguntó y el joven arrugó la frente extrañado por la cuestión. Trunks permaneció tranquilo mirando atentó por una respuesta.

-¿Por qué dices eso?- preguntó el mayor aun sin abrir los ojos. Trunks siseó y apretó los labios, molesto consigo mismo.

-porque llevamos dos meses entrenado y no soy nada fuerte…- confesó y Gohan entreabrió un ojo mirándole de lado. Trunks se mantuvo serio esperando alguna clase de queja o reproche por parte del joven, pero Gohan solo rió un tanto divertido.

-por supuesto que no, Trunks…- contestó y se acomodó de lado hasta quedar frente a frente con su alumno. –tu eres fuerte y a decir verdad estas progresando muy rápido…- agregó y entremezcló sus dedos en la cabellera lavanda del otro chico. Trunks se encogió de hombros y bajo la mira sin poder mantenerla fija ante esos profundos ojos negros.

-¿hablas en serio?- la voz de Trunks se escuchó triste y humilde, el de verdad se sentía un completo inútil.

-por supuesto que si…- dijo Gohan sonriendo, mirando incomprensible la actitud del menor. –No esperaban ascender tan rápido… ¿o sí?- cuestionó y Trunks negó con la cabeza rápidamente.

-es solo que no quiero ser un estorbo para ti…- contestó y Gohan jaló sin previo aviso a Trunks hasta poder abrazarlo contra su pecho. El joven muchacho abrió los ojos al tope al verse envuelto entre los brazos de su compañero, sintiendo ese rubor nuevamente.

-¿quieres derrotar a los androides no?- preguntó y Trunks asintió con la cabeza hundida en el pecho del muchacho. –entonces debes tener paciencia… -

-quiero pelear a tu lado para vencerlos… - musitó Trunks y Gohan lo apretó más contra él.

-Así será…- declaró con un presentimiento que gritaba, esas palabras no eran ciertas.

 

El joven guerrero despertó después que el sol comenzara a pegarle desde la ventana. Abrió los ojos y se encontró con que Gohan no estaba en su lugar. Se levantó lentamente rascando y revoloteándose el cabello con las manos, movió un brazo y sonrió ante la idea de que estaba ahora totalmente curado. Se puso de pie abandonando la habitación, avanzando hasta entrar en la cocina, viajando su mirada de un lado a otro en busca de su mentor, echó un leve vistazo al baño desde su posición, pero tampoco se encontraba ahí. Avanzó más rápido hasta mirar sobre la mesa verduras a medio picar y la televisión encendida, pero de Gohan no había nada. Se sentó en el sillón y se percató que su Gi de combate no estaba, levantándose algo alarmado. Cerró los ojos para sentir claramente donde estaba su Ki, pero las voces en la tele llamaron su atención.

los androides están atacando la capital del sur, los edificios están cayendo y las personas no tienen a donde huir, simplemente son destruidas con facilidad por estos monstruos…”

De pronto su corazón saltó al percatarse de que la presencia de Gohan se dirigía exactamente para ese lugar. Presionó los puños a los lados y sin más salió de la casa alzando el vuelo sin pensarlo, en la misma dirección. Gohan llevaba muchos años de pelear él solo, pero ya no, quería ayudarlo, quería estar ahí para combatir juntos. Su orgullo se sintió lastimado de momento con la idea de que Gohan le hubiera dejado dormido y se hubiera salido a enfrentar el solo a esos monstruos, pero su coraje se vio disipado por nada más que preocupación, su mentor estaba a punto de enfrentarse a muerte con esos sujetos, eso no sonaba bien.

Voló a máxima velocidad hasta que su vista se topó con una feria a lo lejos, una en medio de una ciudad que era ahora añicos. Aterrizó en el tejado de la entrada y se encontró con Gohan imponente frente a ellos, retándolos de una manera natural y heroica, mientras ellos solo compartían comentarios insípidos y ofensivos. De un saltó llegó hasta posicionarse al lado de Gohan, atrayendo las miradas de A-18 y A-17.

-Trunks… ¿Qué haces aquí?- preguntó Gohan mirándole desde el rabillo de su ojo, elevando su Ki y sintiendo como las gotas de sudor frío recorrían su espalda.

-quiero pelear contigo…- contestó el de cabello lavanda y el mayor solo rechinó los dientes ante las risas burlonas de los dos androides.

-todavía no estás listo…- espetó el joven y Trunks elevó su Ki poniéndose firme.

-sé que pudo hacerlo…- aseguró y A-18 descendió cruzando sus brazos a la altura de su pecho.

-¿y este niño quién es?- cuestionó la androide agachando levemente la cabeza.

-Trunks, lárgate…- ordenó el mayor sintiendo una desesperación dentro de su pecho. Por alguna razón, el hecho de que su compañero estuviera ahí lo hacía ponerse nervioso, él podía enfrentar a los androides, pero si Trunks estaba ahí, entonces lo atacarían también a él, sin duda le harían daño. El más joven sintió el miedo avanzar desde la boca de su estómago, y las palabras de su mentor tomaron sentido dando unos pasos hacia atrás.

-¿A dónde vas? Si esto apenas comienza…- dijo A-17 extendiendo los brazos y parado a espaldas de los dos jóvenes, con una sonrisa tan siniestra que daba escalofríos.

-maldita sea…- susurró Gohan pasando saliva y meneando sus ojos para encontrar una alternativa de escape, pero por más que le daba vueltas al asunto, no había otra más que enfrentarse a ellos para luego intentar escapar. -¿listo Trunks?- preguntó a su alumno y el chico asintió con nerviosismo, no, no estaba listo, pero debía mantenerse fuerte. Empuñó las manos y tomó aire listo para lo que venía.

17 se lanzó y Gohan contraatacó de inmediato, Trunks dudó mirando desconcertado la pelea de su mentor, pero un golpe en la cara lo sacó de su asombro. Se giró al frente y encaró a 18 quien se veía un tanto decepcionada y aburrida. Trunks jadeó y se lanzó intentando atacarla, sin duda la androide no se contenía ni un poco, atestándole de golpes el cuerpo, un dolor sumamente poderoso, no se imaginaba tal fuerza, fue cuando cayó en cuenta de que Gohan siempre se moderaba con él, eso que tenía con la androide, si era una batalla.

Atinó un golpe en el rostro de la chica, llevándose con la sorpresa de que su rostro era tan duro como una piedra, haciéndole punzar la mano con el impacto, y lo peor del asunto es que ella ni se inmuto con ese ataque. Creó una onda de Ki, la cual falló y lo llevó a descuidar su guardia, volando al suelo después de una patada en rostro por parte de la rubia.

Se enterró en el suelo y apenas pudo librar una luz que definitivamente, lo habría matado. A-18 quitó todo interés en él, cuando Gohan estuvo a punto de herir verdaderamente a A-17, llevándolo a que la mujer lo atacara también al mismo tiempo. Trunks se levantó mirando impotente como golpeaban a su mentor, no lo soportaría. Se lanzó violentamente, pero solo recibió una patada de lleno en la cara, viajando hasta quedar en el suelo, al lado de su maestro muy herido.

Gohan pestañeó aclarándose la vista y mirando a Trunks casi inconsciente sobre el suelo. Entonces sabía que enfrentarlos más en este momento, sería algo estúpido, terminarían por morir los dos, y no lo permitiría de ninguna manera. En un movimiento fugaz tomó el cuerpo del más joven y corrió a ocultarse tras una pared ocultando su Ki.

-¿he? ¿A dónde han ido?- preguntó 17 colocando los brazos en jarra y buscando con la mirada por todo el sitio.

-no lo sé… pero ya me estoy hartando de esto… - se quejó 18 mirando con desdén el piso. –Terminemos con ellos de una vez- 17 siseó esbozando una sonrisa divertida.

-adelante 18, te doy el honor…- aceptó el varón cruzando sus brazos imponente.

-¡sea donde sea que estén, acabare con ustedes de un solo golpe!- advirtió creando una esfera de luz, una muy poderosa. Gohan abrazó a Trunks con desesperación, presionando la quijada y curvándose para proteger al muchacho con su cuerpo.

La luz estalló impactando contra el suelo y haciendo crujir todo el lugar.

-¿crees que sigan vivos?- preguntó 17 sin interés realmente.

-no lo creo…- contestó 18 y ambos androides se marcharon sin más surcando los cielos.

-maldición…- susurró Gohan arrastrándose entre los escombros, con tierra, sangre y sudor metiéndose en sus ojos e impidiéndole una vista clara del asunto. Quiso mover su otra mano, y fue ahí cuando se percató que ya no la tenía, no pudo evitar sentir pánico, pero definitivamente entró en terror cuando divisó el cuerpo de Trunks a unos pocos metros de él. Se arrastró sobre los escombros hasta estar más cerca, gateando con su ahora único brazo, a penas y sentía su Ki débilmente, Trunks moriría si no hacía algo. Metió la mano en su Gi y sacó la última semilla del ermitaño que le quedaba, al demonio si el moría, no permitiría que Trunks lo hiciera. Extendió su mano hasta poder hacer tragar al chico la semilla, no tuvo oportunidad de hacer nada más, cuando su cabeza cayó al suelo totalmente inconsciente.

 

Gohan llegó primero aterrizando con un pie y tras él descendió Trunks más suavemente. Gohan avanzó hasta terminar bajó un árbol, mirando a lo lejos con una sonrisa ante todo. El de cabellos lavanda le miró desde su lugar y bajó la vista soltando un suspiro y presionando la quijada y los puños. Hacía ya dos meses desde aquella batalla donde Gohan perdió el brazo, y aun no asimilaba la ida de verlo así, se sentía infinitamente culpable por ello, no soportaba la idea de ser el causante de eso, solo fue un estorbo, por su culpa Gohan uso la última semilla con él y no para salvarse él mismo. Frunció el ceño y avanzó hasta quedar al lado de su mentor. Estaban en una colina donde iban cuando se dedicaban a descansar, había una perfecta vista a todo el bosque, y no quedaba muy lejos de la montaña Paoz, la presencia de Chi-Chi se sentía desde ahí, y en el fondo sabía que a Gohan le tranquilizaba eso.
Trunks siseó y se sentó sobre el pasto cada vez más frustrado con la idea de ser un completo inútil, ni siquiera se aproximaba a alcanzar el nivel legendario.

-¿Qué pasa Trunks?- preguntó Gohan mirándole desde arriba, mientras el aire revoloteaba sus cabellos lavanda atravesándolos frente a su rostro.

-nada…- contestó ya habiendo discutido con el chico por ese mismo asunto varias veces. Gohan resopló a sabiendas de sus preocupaciones, pero aun así pegó su vista al hermoso y pacifico paisaje frente a él.

-deberías ir a ver a Bulma, se veía muy preocupada la última vez…- sugirió el mayor sin mirar de frente al chico. Trunks presionó los labios y tomó sus rodillas con fuerza, su mamá era de las últimas cosas que le quedaban, debía incrementar su fuerza para protegerla también a ella.

-iré después… - contestó poniéndose de pie. –me voy al bosque… necesito descansar…- anunció dándose la vuelta. Gohan asintió a pesar de que el otro muchacho no le veía. Trunks alzó el vuelo sin poder soportar estar a solas de esa manera con su mentor, se sentía basura, como Gohan podía seguir siendo tan considerado con él, no soportaba estar cerca y cargar con toda esa culpa e impotencia.

Gohan suspiró mirando al adolecente partir a lo lejos, con el Ki bastante bajo, lo necesario para volar. Se giró al árbol y estaba dispuesto a recargarse a descansar en el como siempre, cuando notó un agujero en la corteza. Voló solo un poco hasta quedar de frente, el árbol, efectivamente tenía un hoyo, y dentro de él había una especie de ámbar naranja con pedazos de corteza a un lado. Su forma era más que nada amorfa, pero se asemejaba a un retorcido corazón. Le picó con un dedo imaginando que sería alguna clase de material pegajoso, pero se llevó una sorpresa cuando se percató que el pedazo estaba duro, como si fuese una especie de cristal. La tomó con la mano observándola unos momentos, su figura era casi perfecta, color naranja y con pedazos diminutos de corteza al centro, una pieza relativamente pequeña que sostenía entre dos dedos. Sonrió y la guardó en su bolsillo después de unos momentos.

Trunks entró en el cuarto después de lavarse los dientes y tomar una ducha. Gohan esperaba cruzado de piernas en el centro de la habitación, mirando a la ventana fijamente, percatándose apenas de la entrada del menor.

-Gohan…- susurró el chico llamando su atención. El mayor giró la cabeza y se acomodó hasta verlo de frente. El chico de cabellos lilas estaba a punto de decir algo cuando su vista se topó nuevamente con el brazo ausente de Gohan, desviando la mirada y guardando silencio.

-¿Qué sucede Trunks? Parece que me evitas…- cuestionó Gohan y Trunks negó con la cabeza sin dejar de mirar al suelo.

-entonces… ¿Por qué no me ves?- insistió y el adolecente apretó los labios y viajo solo unos momentos su vista antes de volver a agachar la cabeza.

-es que…- comenzó a decir presionando los puños, enojado consigo mismo. -… tu brazo…- musitó y Gohan soltó una risotada.

-¿por eso estas actuando así?- cuestionó aun sonriendo. Trunks frunció en entrecejo algo molesto, pero asintió sintiéndose hasta cierto punto, estúpido, pues sus mejillas se ruborizaban nuevamente. La mano cálida de Gohan acarició su cabeza haciéndolo saltar levemente con el contacto. Alzó la mirada y esta vez el rostro de su mentor era totalmente serio, con determinación y pasión. –No debes preocuparte por eso Trunks… -dijo y el joven negó con la cabeza.

-Fue mi culpa…- sentenció y Gohan siseó discretamente.

-claro que no, eso suele pasar… no es tu culpa… - animó recorriendo su mano por el rostro del chico. – Fue solo un descuido mío…- agregó y Trunks levantó la vista algo frustrado.

-¡me diste la semilla! ¡Debiste haberla comido tú!- Gohan no se inmutó a pesar de la exasperación del más joven, simplemente le miró profundo.

-claro que no, yo no permitiría que te pasara algo, así tuviera que dar mi vida… te protegería…- los ojos del hijo de Vegeta se abrieron como platos, extendiéndose y sintiendo una ola de remordimientos y sentimientos encontrados, viajando por su mente sin sentido. Su boca se abrió, pero no dijo nada, las palabras de Gohan resonaban en su cabeza, estaba dispuesto a dar su vida por él, que locura. Su corazón dio un bote al estimar la idea del cariño que Gohan debía tenerle, era la persona más increíble en el universo, cada vez su loco corazón creaba más sentimientos hacía ese chico que le había salvado. Trunks bajó la mirada y apretó las manos sobre sus piernas al ver lágrimas descender de sus ojos.

-mira Trunks…- dijo Gohan sacando algo de su bolsillo. El de cabellos lavanda levantó su mirada limpiándose las lágrimas con su antebrazo. La mano del mayor se extendió hasta quedar frente al rostro del chico, abriéndola suavemente. A pesar de la poca luz de la habitación, una figura naranja brilló suavemente. Trunks la miró atentó, era un pedazo de ámbar… con una forma perfecta de corazón.

-la he encontrado en el bosque hace una semana, te la iba a dar antes, pero la superficie estaba algo rugosa y me costó un poco ligarle los bordes…- el joven Brief contempló la pieza, si bien la forma de corazón la tenía desde el principio, pero Gohan había hecho un trabajo excelente al haber suavizado un poco la figura, dando la impresión de que era alguna clase de pieza exclusiva de cristal. Trunks la tomó y fue cuando notó que una cadena venía unida a ella.

-lo hice para ti…- reiteró Gohan tomando la cadena que se enganchaba a la parte superior del ahora perfectamente liso corazón, estiró su mano sobre la cabeza de Trunks y la colocó suavemente hasta que la dejó caer sobre su pecho colgando desde su cuello.

-es hermosa…-musitó el de ojos azules tomándola entre sus dedos y mirándola a contra luz en la ventana, observando en su centro pequeños pedazos de corteza entre el transparente naranja del material.

-Trunks…- susurró Gohan llamando la atención del chico. –Cuando yo ya no esté aquí… no quiero que te enfrentes a los androides…- el muchacho frunció el ceño ante eso.

-no digas esas cosas... ¡tú no vas a morir!- exclamó el más joven apoyado sus manos en el suelo.

-no hasta que estés listo…- agregó como si su compañero no hubiera dicho nada.

-¡no Gohan! ¡No me dejes! ¡No quiero estar solo!- gritó Trunks presionando con fuerza la quijada y dejando salir más lágrimas.

-cuando ya no este…- repitió incrementando la frustración y nervios de Trunks. –Quiero que mires la cadena y pienses en mí…- dijo y automáticamente, la mano de Trunks viajó hasta sostener dicha pieza. –si la llevas contigo, nunca estarás solo… yo viajare contigo…- tomó el rostro de Trunks para obligar a verlo. –este… es el lazo que nos conecta…-

 

Continuará…

Notas finales:

Bueno… lo primero es lo primero jeje.

Actualizó el siguiente jueves o viernes, intentaré hacerlo semanal.

Gracias por leer, cualquier duda, sugerencia, cuestión, recomendación o lo que sea,  háganmelo saber. Espero sus comentarios, de verdad que me motivan muchísimo y se los agradecería bastante.

 


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