Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Gracias a ese idiota conocí al amor de mi vida por amorosa

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

todos los personajes pertenecen a Masami Kurumada.

 

Qué pensamiento tan colosal acababa de aparecer en su mente. Nunca lo había visto de esa manera, pero si analizaba cuidadosamente la situación se daría cuenta que su pensamiento no estaba tan errado después de todo. Hace más de un año que no veía a ese tarado que tuvo la osadía de rechazarlo a él…Albafica de Piscis… Aún recordaba el día en que lo terminó por irse con un famoso productor llamado Dokho de Libra.

 

FLASH BACK

 

-¡Qué??!Como que terminamos??-Este sí que era un osado, mira que terminarle a una belleza como él…de verdad que era un idiota.

 

-Sí…Te dejo y no quiero volver a verte en mi vida!!-Típica frase la que usó Shion de Aries.

 

-Seguro que me dejas por ese maldito productor famoso, verdad?? Ja. Osea que crees que soy poca cosa para ti?? Ándate a la mierda… el que ya no quiere saber nada de ti soy yo!!-Fue lo último que el peli celeste dijo antes de salir corriendo, evitando que su ex observara las lágrimas que corrían libres por sus blancas y delicadas mejillas.

 

FIN DEL FLASH BACK

 

-De verdad que fui un tonto al llorar por ese imbécil!!-se reclamó así mismo el joven pisciciano.

 

Intentó apartar los recuerdos de su mente, sin embargo, estos lo atacaron con gran fluidez.

 

FLASH BACK

 

Tras salir corriendo, estuvo deambulando por donde sea, sin rumbo fijo, sin destino predestinado. Su corazón estaba destrozado, hecho trizas; jamás pensó que le dolería tanto que alguien lo terminara de aquella forma tan cruel y evidente. Dolía demasiado. Su orgullo estaba por los suelos, su ego pisoteado a más no poder… ¿Qué iba a ser de él ahora?? ¿Pasaría muchas fechas importantes solo, sin siquiera un perro que le ladre?? Qué injusta era la vida en estos momentos.

 

Andaba con la vista gacha posada en el suelo, la lluvia era torrencial. Sus ropas ya estaban mojaditas, chorreando de agua pero no le importó; no le temía a las enfermedades. Sin darse cuenta, alguien venía caminando distraídamente en dirección contraria. Muy tarde fue, cuando reaccionó ya se encontraba tirado en el piso con un sujeto atractivo en su encima.

 

-Discúlpeme por favor, soy un torpe-Murmuró el extraño.

 

-No se preocupe, fui yo quien no se fijó por donde andaba!!-intentó contradecir.

 

-Venga, sujete mi mano que yo le ayudo a levantarse-dijo el otro hombre.

 

-Gracias-susurró el hermoso mientras el otro le ayudó a levantarse.

 

-Me llamo Minos de Grifo y tú??

 

Un gesto de asombro apareció en la cara de Albafica. Si bien no conocía a ese hombre y no lo había visto en su vida... ¿Cómo se atrevía a preguntarle su nombre? Bien, pues parece que la lluvia y el tropiezo harían que conociese a un nuevo amigo.

 

-Soy Albafica de Piscis. Ahora si me disculpa, tengo que ir a otra parte-mintió porque no tenía la menor idea de a dónde ir.

 

- No tienes porqué irte tan rápido. Podemos charlar un rato para conocernos mejor; además, estas todo mojado…te enfermaras…será mejor que vayamos a mi casa y te preste algo de ropa para que te cambies-argumentó inteligentemente. Por esa razón, el pisciano no pudo negarse.

 

No necesitaron caminar mucho. Apenas unos cuantos pasos y llegaron a una humilde casa. Al entrar, se podía vislumbrar la pobreza de Minos pero y lo desordenado que era con lo poco que tenía.

 

-Como verás no soy tan ordenado pero tengo ropa limpia para prestarte-aseguró el peli plateado mientras lo dejaba solo en la pequeña sala con muebles viejos que su casa poseía.

 

El hermoso se quedó pensativo. ¿Por qué ese extraño lo estaba ayudando? ¿Había una razón detrás de la gentiliza del hombre?? ¿Acaso esperaba algo a cambio, como un pago?? ¿Y si lo que deseaba Minos era  pasar una noche de placer con él?... Lo mejor era salir de ahí cuanto antes.

 

-Toma esta bata...-le ofreció el peli blanco.

 

-Tienes un lugar en donde pueda cambiarme??

 

-No. Cámbiate aquí mismo… y no te preocupes que yo no soy un pervertido-aseguró maliciosamente, con un brillo lujurioso en sus ojos.

 

-Sí, claro…-sonrió siguiéndole el juego. Acababa de deducir el interés de ese guapo hombre en ayudarlo. Quería pasar una noche de placer, disfrutar de su hermoso y delicado cuerpo… ¿Debía aceptar? Estaba solo, sin compromisos, sin ningún tipo de ataduras; además, no le veía nada de malo, así que haciendo caso a sus pensamientos dejó que Minos lo condujera a su habitación para entregar su ser a un perfecto extraño y todo por culpa del maldito despecho.

 

FIN DEL FLASH BACK

 

-ahhh-un suspiro escapó de la boca de Albafica siendo escuchado por su esposo y gran amor.

 

-En que pensabas mi bella rosa??-interrogó el de Grifo.

 

-En nada en especial. Solo recordaba la primera vez que hicimos el amor y la forma tan extraña y abrupta en la que te conocí.

 

-jajajaja, tienes razón.

 

-mmm…hablando de hacer el amor...por qué no repetimos la maravillosa experiencia de nuestra “primera vez” juntos??-propuso Alba-Chan seductoramente.

 

-Claro que sí mi amor-contestó mientras con paso seguro se acercó al hermoso, lo besó apasionadamente, lo tomó entre sus brazos y cargado cual pareja recién casada en su noche de bodas, lo condujo rápidamente a la habitación matrimonial que compartían.

 

En cuanto llegaron, lo tiró delicadamente a la cama y él se posesionó encima, abriendo las piernas de su amor con sumo cuidado a la par que besaba aquella deliciosa boca. Ese sabor tan dulzón característico de la boca de Albafica de Piscis era adictivo, le encantaba y estaba muy agradecido de ser hace ya dos años el único que lo probaba, el único afortunado de tener a semejante belleza a su lado, acompañándolo en sus días soleados y grises.  Con sumo cuidado dejó su cavidad bucal solo para poder bajar lentamente hacia su cuello, degustando su sabor, su textura como tantas otras veces, como la primera vez que se disfrutaron mutuamente y unieron sus cuerpos en una danza erótica, sensual. Desesperado por contemplarlo en su desnudez, arrancó de un solo tiro la camisa blanca, provocando una risilla sensual y provocativa por parte de su rosa.

 

-Jajaja, eres un salvaje y pervertido como siempre!!

 

-No tienes de qué quejarte porque así me quieres. Ahora cállate y disfruta mi bella flor!!

 

Apenas terminó de hablar dirigió toda su atención a los rosados y delicados pezones de Albafica. Los lamía, los chupaba, los mordía, arrancando un sinfín de gemidos y jadeos de la garganta de Piscis. No satisfecho con eso, continuó su recorrido hacia el sur; en cuanto encontró el obligo, lo lamió, introdujo su lengua, lo ensalivó, logrando su cometido: enloquecer a Albafica.

 

-ahhh…Mi…Minos ya….ya deja…de…jugar…mmhhhmmm….-suplica al borde de la locura.

 

Sin hacerse de rogar, desabrochó rápidamente el pantalón jean, lo bajó por esas bien torneadas piernas hasta quitárselo por completo. Una vez en ropa interior, lo  tomó entre sus manos con tal fuerza que acabó por romperlo, dejándolo completamente desnudo como un ángel caído del cielo sin ropa.

 

-a…amor…hazlo…entra en...mí…de…u…una vez-suplicó el hermoso entre jadeos entrecortados.

 

-Tus deseos…son órdenes…-susurró el peli plateado al mismo tiempo que se colocaba entre la piernas de Alba-Chan, llevando su turgente sexo a la cálida y masculina entrada que se dilataba lo más posible para recibirlo y cobijarlo.

 

-ahhh…-gimieron al unísono. Esa sensación tan embriagante que sentían por todo su ser como corrientes eléctricas cada vez que hacían el amor, no la reemplazaban con nada.

 

Se mantuvieron quietos por unos cuantos minutos, respirando aceleradamente, tratando de relajarse y liberar toda esa adrenalina; finalmente empezaron a moverse libremente. El vaivén era acelerado, cruel, un tanto salvaje pero a pesar de todo no dejaba de ser excitante y amoroso. La cadera de Albafica obedecía completamente el ritmo marcado por el lustra botas, no oponía resistencia, simplemente era adicto y sumiso a las caricias y penetraciones de Minos.

 

Su sensible próstata, su centro de placer era asaltado una y otra vez por la cabeza de ese decidido miembro que entraba y salía incesante de su interior. Tras furiosas embestidas ambos llegaron al orgasmo, dejando que sus simientes abandonaran sus cuerpos.

 

Completamente agotados se dejaron caer a la cama de costado. Minos salió del interior de su amor y lo abrazó posesivamente por la cintura. Por un corto tiempo se quedaron en silencio, calmando lentamente sus respiraciones y el palpitar desbocado de sus corazones.

 

-porqué tan callado mi hermosa rosa??

 

-nada en especial. Solo pensaba…-fue la respuesta tranquila que recibió.

 

-Y en qué o en quién pensabas??-volvió a preguntar Grifo.

 

-Pensaba en el imbécil de Shion y… llega a la conclusión de que GRACIAS A ESE IDIOTA CONOCÍ AL AMOR DE MI VIDA!!-fue lo último que se oyó en aquella habitación antes de que ambos cayeran en los brazos de Morfeo.

 

Era verdad. De no haber sido por Shion que lo terminó como si de un perro se tratase, él nunca hubiera salido corriendo y mucho menos conocido a Minos de Grifo, el humilde y honrado lustra botas que robó su corazón.

 

Fin


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).