Volkov se mostraba feliz de que Kai finalmente recordara su origen, pero éste por más que lo negara al principio por dentro reconoció que en efecto La Abadía era como el “hogar” o mejor dicho la "prisión" en la que paso toda su infancia, le advirtió a Volkov que aunque no terminaba de aceptar que este fue su lugar de origen jamás regresaría y en cuanto pudo salió corriendo del lugar buscando la salida.
Mientras seguía avanzando se detuvo en un punto intermedio en el que había múltiples salidas y no sabía cuál elegir, se percató de que estaba siendo observado por aquel hombre y este por su parte buscaba no solo recordarle lo que ocurrió en La Abadía hace años sino que también le hacía propuestas “tentadoras” para convencer a Kai de que regresará a La Abadía, pero éste por supuesto se negó, por más que Volkov le ofreciera darle lo que quisiera el bicolor no aceptaría tan fácilmente y aun tratando de huir y en respuesta a su negación al trato Volkov lo atacó a través de una serie de disparos y pruebas en la que debía enfrentarse a muchos ataques a través de múltiples máquinas lanzadoras de beyblades con Kai como objetivo, este por su parte se defendió utilizando a Dranzer logrando librarse de las pruebas. Finalmente logró salir dándole un respiro, creyó que había logrado escapar, pero para su mala suerte fue apresado por los guardias al llegarle por detrás; obligándolo a regresar al lugar, su rostro mostró enojo en cuanto estuvo frente al mayor una vez más.
Que lástima Kai, por lo visto el destino tiene deparado para ti que regreses a “casa” -esto último lo mencionó sosteniendo el rostro de Kai con fuerza y una sonrisa burlona, el bicolor se soltó del agarre de Volkov y de los guardias, aun sabiendo que a menos que por un leve instante tuviera la oportunidad de salir de ahí por el momento no lo haría, solo se limitó a escuchar lo que ese hombre le seguiría insistiendo.-
Escucha Kai, creo que comenzamos con el pie izquierdo.. así que porque no nos acompañas y piensas mejor lo que te he dicho? quizás recapacites tras un tiempo en soledad -sin más con un ademán Volkov indicó a los guardias que se llevaran al bicolor y lo encerraran de tal modo que no escapara, en cuanto llegaron a las celdas lo encerraron y encadenaron sus muñecas, el ojirubi por supuesto buscó el modo de liberarse pero por más que buscaba no encontraba el cómo escapar y menos con las cadenas limitándolo.
Después de los enfrentamientos amistosos entre los All Stars y los Baihuzu, Takao estaba intrigado por la larga ausencia del ojirubi, Kyojyu propuso salir en su búsqueda a lo cual todos asintieron, especialmente cierto pelinegro que no dejaba de pensar en que algo malo le pudo haber pasado a Kai y esa idea le preocupaba en demasía, entonces una vez decidido todos salieron del hotel rumbo al primer lugar donde creyeron que seguramente su capitán podría estar: La Abadía.
Como pudieron los BBA se infiltraron en aquel lugar, pero apenas entraron ya habían sido detectados y comenzaron a ser perseguidos. Ya no importaba como pero debían arreglárselas para encontrar a su capitán, más justo cuando creyeron haber pasado a los guardias, frente a la entrada principal aparecieron dos bladers: quienes se darían a conocer como Yuriy e Ivan, ambos enviados bajo órdenes de Volkov de impedir que los intrusos accedieran a La Abadía. Por su parte quién buscó hacerles frente fue Kinomiya y fue Ivan quien respondió a su desafío… durante la beybatalla era el pelimorado quien llevaba una ventaja muy amplia sobre el peliazul al punto de casi derrotarlo, pero antes de que Dragoon fuera atacado otro beyblade se interpuso.
¿Qué estás haciendo?
Ni pienses que se quedará así -dijo Rei con una mirada y sonrisa alentadoras, así que ambos bladers se enfrentaron a su rival.-
Aunque ahora eran dos contra uno, Ivan no se dejó vencer y ordenó a su Bestia Sagrada que liquidara a los intrusos, pero por fortuna el pequeño pelimorado se vio obligado a retroceder porque Yuriy le indicó que lo hiciera, además éste; mintiéndole a quienes tenía enfrente, les dijo que en efecto Kai estaba con ellos, pero que no podía salir de La Abadía debido a que de tanto tiempo de estar expuesto al frió se había enfermado de fiebre. De nuevo los chicos se preocuparon y exigieron verlo, pero se les negó su petición y Yuriy les dijo que quizás podrían verlo una vez se recuperara, por lo que el equipo se vio obligado a salir del lugar con una gran inquietud por el bicolor.
Kai a veces entraba en desesperación porque por momentos llegaba a recordar cuando era niño y solían encerrarlo en celdas ya fuese después de cada entrenamiento o como castigo, debido a que el miedo se fue apoderando de él haciéndolo retomar aquellos tétricos recuerdos, se dejó caer sobre sus rodillas y negaba con su cabeza en un intento en vano por sacarse aquellos desagradables recuerdos de su mente mientras por dentro se negaba a aceptar que aquella pesadilla de nuevo se estaba haciendo realidad.
Kai, Kai despiértate! -cuando el bicolor abrió con pesadez los ojos se dio cuenta de que aún estaba encerrado y lo primero que vio fue una vez más la sonrisa torcida de Volkov, en ese instante con un gran enojo el ojirubi buscó echarse sobre el mayor pero los barrotes no fueron lo único que lo detuvieron sino que además las cadenas que aprisionaban sus muñecas-
-El mayor soltó una risa burlona- cálmate, no vengo a pelear.. es más, solo quiero conversar contigo -decía el mayor al mismo tiempo en que uno de los guardias abría la puerta de la celda y le quitaba los grilletes al bicolor-
¿Qué quieres?
En esta ocasión no pienso “atacarte”, solamente quiero llevarte a nuestra sala de entrenamiento para que conozcas nuestras instalaciones, las hemos mejorado desde que te marchaste -el ojirubi aún con un aire de desconfianza se levantó y siguió al mayor. Mientras caminaban por las instalaciones se toparon con una gran puerta, a Kai esta no le resultaba familiar por lo que pensó que en efecto La Abadía había cambiado desde que se fue. Los guardias abrieron la gran puerta y cuando vio lo que tenía aquel salón notó una buena cantidad de beyestadios, máquinas de entrenamiento, entre otras cosas. El bicolor apenas y podía creer lo que veía: varios jóvenes siendo entrenados arduamente, metiéndoles a la cabeza la idea de que la derrota es inaceptable y que además deben ser los mejores bladers; incluso a costa de ser feroces con sus contrincantes.
De entre todos los chicos supo distinguir a quienes conformaban el equipo ruso por su mejor habilidad y manejo de sus beyblades en el beyestadio mientras llevaban a cabo una beybatalla. El bicolor reaccionó cuando Volkov llamó la atención de todos los presentes.
Disculpen, me prestan atención por favor -una vez todos los presentes giraron la mirada hacia quien los llamaba continuo hablando- como bien saben las finales del torneo no tardan en comenzar y queremos representar a nuestro país con lo mejor de lo mejor, así que he aquí a un blader que por su reputación de ser un poderoso competidor, que ha demostrado en lo que lleva del campeonato mundial ser digno integrante de nuestro equipo: he aquí a Kai Hiwatari -haciéndose a un lado presentó a Kai ante los demás; éste por su parte se limitó a mirar a su alrededor, más alguien en especial había captado su atención y al fijar más su mirada en esa persona no pudo evitar sorprenderse. Al escuchar aquel nombre los jóvenes comenzaron a murmurar entre ellos, para todos ese nombre era sinónimo de “grandeza”, o al menos eso pensaban, más para cierto joven pelirrojo de ojos azules ese nombre resonaba en su cabeza en el momento que lo escuchó-
¿Yuriy? -apenas mencionó el bicolor mirando al susodicho al reconocerlo-
¿Kai?.. acaso eres… -el pelirojo se dirigía al bicolor con una expresión de sorpresa dejando a un lado su entrenamiento; los otros chicos del equipo se miraron extrañados y confundidos por la expresión de su capitán, el susodicho una vez habiéndose acercado lo suficiente y cerciorarse de que no se equivocaba de persona, finalmente hablo: ¡¡¡KAI!!! -sonrió ampliamente y abrazo con fuerza al bicolor a lo cual éste se sorprendió-
Yuriy -apenas podía hablar de lo sorprendido que estaba-
¿Dónde estabas? -preguntaba feliz mientras los demás del equipo se sorprendieron aún más por el cambio en las facciones de su integrante más fuerte y se quedaron sin palabras: ¿¡ver a Yuriy sonreír!? Definitivamente era lo más extraño que habían visto-
Pero mírate -mencionó el bicolor viendo de pies a cabeza a quien fuese su amigo de la infancia, quien ya había crecido bastante- como has crecido.. y no cambiaste mucho -dijo cuando vio que sus vestimentas eran casi las mismas a excepción de unos cuantos detalles diferentes-
¿Que no cambie mucho, y este atuendo qué significa? – dijo sarcástico sosteniendo la bufanda de Kai al mismo tiempo que ambos no dejaban de sonreír intercambiando miradas, asustando un poco a los chicos a su alrededor-
Oh~ Yuriy -dijo una vez más afectuosamente mientras lo abrazaba- que gusto verte -dijo tras separarse-
¿Oye, pero que haces aquí? -pregunto Yuriy-
¿Cómo que qué hago aquí? -respondió Kai, por un momento se cuestionaban ambos mientras cierto chico pelilavanda se les acercaba buscando hacer necesarias preguntas, pero como notó que; aun tratando de abrir la boca, ninguno de los susodichos se daba cuenta que quería hablar, se desesperó y gritó:
¡¡OIGAN!! ¿¿¡¡QUE ES LO QUE PASA AQUÍ!!?? -cuando por fin escucharon al pelilavanda fue Yuriy quien hablo-
Lo siento. Boris, él es Kai -dijo entrelazando uno de sus brazos en el susodicho- es mi mejor amigo.
¿Amigo? -Boris alzo una ceja preguntando con extrañeza-
Sí ¡¡oigan chicos, vengan acá!! -llamando a Sergei e Ivan, quienes se mantuvieron al margen hasta ese momento y se fueron acercando a los otros tres-
Chicos les presento a Kai, Kai ellos son Boris, Sergei e Ivan -señalaba a cada uno conforme mencionaba sus nombres-
Mucho gusto -saludaron tranquilamente, aunque aún con sensación rara-
Supongo que el gusto es mío -se le ocurrió decir al ojirubi-
Amigo ¿en serio eres Kai Hiwatrai? Aquí en La Abadía eres una leyenda -cuando Kai escucho eso no entendía a qué se refería y arqueo una ceja al escuchar ese comentario, por lo que Iván prosiguió-
Bueno es que hasta ahora eres el único que.. -Iván no concluyó con su diálogo porque fue callado por el mayor de ellos por orden de Yuriy quien a espaldas de Kai le hacía un ademán al susodicho de callar al pequeño-
Olvídalo, lo que importa es que estas de vuelta y… HEYY!! ¿¿¡¡QUE ESTOY DICIENDO!!?? ¡¡IRINA NO SABE QUE ESTÁS AQUÍ!! -dijo el pelirrojo mientras sacudía a Kai- Tenemos que verla -Yuriy jalaba de la bufanda a Kai para que salieran del lugar, pero el bicolor no entendía a qué se refería el pelirojo ¿Quién era Irina?-
¿Irina? -preguntó confundido el bicolor-
Si, ahí por favor Kai ¿no me digas que no te acuerdas de ella? -al ojiazul le extrañó que el bicolor no supiera quien era esa chica, cuando los tres habían crecido juntos en La Abadía. Kai trataba por su parte de hacer memoria, pero no divisaba a alguien con ese nombre-
Al parecer no la recuerdas, no te preocupes la reconocerás en cuanto la veas ¡¡andando!! -tomando a Kai de la muñeca ambos salieron del lugar para dirigirse hacia donde se encontraba aquella persona de la que Yuriy le hablaba al bicolor, volviendo a dejar a más de uno con expresión de extrañeza mientras los veían salir-