Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Besos Morados por Fyrea

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Realmente que alguien me golpee porque no sé por qué rayos lo había borrado! D:

Pero me retracto y lo subo de nuevo... n-n

Si ya lo habían leído... Gracias (?

Si lo leen por primera vez: espero que les guste. (:

Si lo leen una segunda vez: Son hermosos! C: jasjajsa

 

Notas del capitulo:

El programa es el Magic Concert al que asistieron Minhyuk y Jungshin en Marzo de este año... Para ver click aquí

 

No cruzaron ninguna palabra en todo el camino de regreso a casa desde las instalaciones de la MBC donde habían estado grabando el programa. Jungshin supo desde el momento en que posó sus labios en aquel papel que tal gracia le costaría caro.


Se bajaron de la van en el mismo silencio y Hyunsoo los acompañó dentro de la casa.


-¡Yonghwa! –llamó el mayor de los tres una vez dentro de la estancia.


-Quizás esté en su habitación. Subiré a verlo –ofreció Minhyuk. El manager asintió con una sonrisa.


Mientras tanto Jungshin se encaminó a la cocina, quitándose la chaqueta.


-Iré por un té. ¿Quiere uno? –ofreció viendo en ello un modo de dilatar el momento lo más posible en caso de que el líder no se encontrara en la casa.


-No, no te preocupes Jungshinnie. Gracias. Sólo necesito hablar algo con Yong y luego me iré.


El menor se adentró en la cocina al tiempo que sentía los pasos de alguien bajar las escaleras. Rogó porque fuera Yonghwa.


-Hyunsoo. –Era la voz de Minnie llamando al mayor. –Ni Yonghwa ni Jonghyun se encuentran en casa.


-Quizás deban estar en la agencia. Bueno, me retiro. Que descanses Minhyukkie. Adiós Jungshin –se despidió del alto que salía de la cocina en esos momentos.


-Adiós y gracias por traernos a casa –contestaron los menores casi al unísono.


Cuando la puerta se cerró, Jungshin miró a su lado temeroso, pero Minhyuk ya se dirigía al segundo piso. Lo siguió dejando en la mesilla del teléfono la taza que llevaba en sus manos. No había terminado de subir las escaleras cuando sintió un portazo que ya se veía venir.


Llegó a la puerta del mayor y, presumiendo que si entraba sin su autorización el enojo sería peor, se limitó a tocar la puerta, no sin antes tomar una gran bocanada de aire para armarse de valor.


-¡Vete! –Fue la respuesta instantánea que recibió desde el interior.


-Minnie, por favor. No puedes enojarte por eso.


-¡Pues fíjate que puedo! ¡Fíjate que ya lo hago! –Jungshin reprimió la risa. Minhyuk realmente podía ser un niño berrinchudo cuando quería.


-Vamos, Hyukkie. Siquiera la toqué realmente –apeló a su favor. Sabía que en eso llevaba razón, todo se había dado a través de unas tarjetas de papel.


-¿Y qué hay de lo coqueto que fuiste con ella? –le espetó el mayor abriendo la puerta.


Minhyuk se veía realmente enojado. De Minnie o Hyukkie ni el rastro.


-Y-yo... –intentó defenderse, pero el baterista le había vuelto a cerrar la puerta, esta vez en su cara.


-Minhyukkie~ -le llamó volviendo a tocar la puerta. –No te enojes –pidió con toda la voz de apenado de la que pudo hacer amago, pero no hubo respuesta del otro lado esta vez.


Minhyuk pensó que pronto escucharía un tercer golpe en la puerta, pero pasados unos minutos pareció ser que Jungshin se había rendido.


 


~*~


 


Al despertar de la siesta que había decidido tomar, miró el reloj de su velador dándose cuenta de que no había dormido tanto como le parecía.


Se sentó en la cama y se fregó los ojos con fuerza. Si lo pensaba bien, había sido algo injusto con Jungshin, después de todo, él no había elegido participar en ese truco, había sido esa española descriteriada la que lo eligió, se recordó haciendo un mohín. Pero tampoco era como si el alto pudiese librarse de toda culpa. ¿Qué había de aquel bailecito? Bien se le notó que entró rápidamente en confianza, además, hasta donde él sabía, aquello no era parte del truco. Mucho menos lo que había dicho luego.


-¡Aish! –se quejó levantando y dejando caer pesadamente sus manos sobre la colcha.


Salió de su habitación con rumbo a la del alto con la idea de pedirle disculpas por su comportamiento. Sabía que hiciera lo que hiciera no podía enojarse durante mucho con el menor.


Tocó a la puerta, pero no hubo respuesta. Volvió a tocar una segunda vez y al obtener el mismo resultado que en la primera ocasión se decidió a entrar.


-¿Jungshin? –llamó abriendo la puerta. -¿Shinnie? –le llamó de nuevo, aunque ahora daba por sentado que no recibiría respuesta pues podía ver lo vacía que estaba la estancia.


-¿Shinnie? –le imitó una voz a su espalda, haciendo que se girase rápidamente. -¿Significa que ya me has perdonado? –preguntó el menor acercándose, pero Minhyuk lo evadió dando un paso atrás.


-Que te llame así no quiere decir nada.


-Mmm... Entonces, ¿he de pensar que no me buscabas a mí cuando entraste en mi habitación? ¿Es que buscabas a alguien más? –inquirió divertido sólo por molestarlo.


-Y-yo... –Ok, tenía que admitirlo, estaba desarmado, pero aún le quedaba algo de orgullo intacto como para no abandonar su pose fría. -¿Dónde estabas? –Cambió el tema mirando hacia otro lado.


- Salí un momento. Tenía que conseguir... algo.


-¿Algo? –Repitió curioso. Miró las manos del bajista y se decepcionó al encontrarlas vacías.


-Sí, algo. ¿Tienes curiosidad, cierto? –Sonrió con autosuficiencia, pero Minhyuk no contestó. –Te propongo algo. Si me das un beso te cuento qué es. –sugirió acercándose al mayor estirando sus labios.


-¡Yah! ¡Tú! No me vengas con esos chantajes, Lee Jungshin -le regañó dando un pequeño salto hacia atrás.


-Bueeeno... Si no quieres saber –dijo en un tono en el que sabía que picaría aún más la curiosidad del mayor.


-Okey, Okey. Sí, quiero saber. –Acabó cediendo, notando inmediatamente la sonrisa victoriosa del menor que volvió a estirar sus labios cerrando los ojos al mismo tiempo.


Astuto, Minhyuk le besó en la mejilla provocando que los ojos de Jungshin volvieran a abrirse en el acto.


-Sólo dijiste un beso –le recordó antes que el otro pudiera siquiera alegar. –Bien, ahora, ¿qué es eso por lo que fuiste?


-Está bien. Pero espera un momento. –contestó el menor. –Pero que consté que ese beso no valía. –añadió haciéndole saber que había abusado del vacío legal en sus palabras.


Se dio media vuelta, quedando de espaldas a Minhyuk, quien sólo pudo ver cómo Jungshin hurgaba en uno de los bolsillos de su chaqueta sacando algo que no era de gran tamaño por lo que podía deducir.


Lo hizo esperar unos segundos más y luego se giró con un pequeño tubo negro en su mano derecha. Minhyuk reconoció el tubo luego de unos segundos de observarlo, pero lo que le causó real impresión fue que por una segunda vez en el transcurso del día Jungshin tenía los labios intensamente morados.


-¿Qué pretendes, Lee Jungshin? –El enojo que había hecho acto de disiparse, parecía querer volver a escena.


Jungshin devolvió el lipstick a su bolsillo.


-Sólo pretendo que se te pase el enojo. Vamos, ¿a poco no me veo ridículo con esto? – Se rió de si mismo, atrapando a Minhyuk por la cintura rodeándolo con sus brazos antes de que intentara escabullirse de nuevo. –Ahora, podrías darme ese beso que me debes, y por ser a ti, te dejaré hacerlo sin tarjetas. – Se volvió a reír guiñándole un ojo en esta ocasión.


Mala broma.


-¡Ve a darle besos morados a la maga esa! –Le esquivo y comenzó a moverse para soltarse del abrazo.


-Minnie, por favor, deja el enojo.


-¿Cómo quieres que deje el enojo si andas coqueteando por ahí? –Siguió forcejeando sólo consiguiendo que Jungshin le apretara más contra él.


-Sabes que sólo tengo ojos para ti. Hyukkie~. –Buscó otra vez los labios esquivos del mayor, pero este volvió su cara hacia otro lado. Viendo la resistencia puesta por el mayor, Jungshin optó por dejar un beso en su cuello. Minhyuk se quedó realmente quieto por primera vez desde que el alto lo había abrazado.


El menor sonrío para sí mismo y dejó otro beso, esta vez algo más cerca de su mentón. El de cabellos oscuros sintió un escalofrío le recorría el cuerpo y cómo sus defensas comenzaban a derrumbarse.


Jungshin estaba a punto de besar su mandíbula cuando el otro comenzó a removerse entre sus brazos nuevamente.


-¡Yah! ¡Jungshin! No pretendas que te perdone con estos jueguitos.


-Pero yo creí que estaba funcionando –se mofó y besó su mandíbula, logrando su cometido esta vez.


-Jungshiiin. –lo llamó alargando la última sílaba, intentando demostrar enojo. Pero no funcionó.


El alto dejó otro beso en su mejilla y el siguiente en la comisura de sus labios, y para cuando alcanzó éstos, Minhyuk ya estaba completamente entregado a la situación y todo rastro de enojo estaba a punto de irse al tacho de la basura.


El mayor pasó sus brazos alrededor del cuello de Jungshin, enredando sus dedos en las hebras castañas. En momentos así, solía extrañar la larga melena que hasta meses atrás lucía Jungshin.


Se separaron sólo por la falta de aire.


-Sabes a lipstick. – comentó Minhyuk en una risilla.


Jungshin quitó su brazo derecho de la cintura de Minhyuk y volvió a sacar el pequeño tubo negro de su bolsillo.


-¿Ves las tonterías que hago por ti? – Le mostró el tubo en señal de apoyo a lo que decía.


-Pues yo creo... –Le miró quitándole el lipstick, momento que el alto aprovechó para reubicar su brazo donde había estado antes. –que... te sienta bastante bien el morado. –Y una vez abierto el lipstick, pasó a pintar otra vez los labios de Jungshin, saliéndose de los bordes de ellos para comenzar a pintarle todo el sector alrededor de la boca.


-¡Hey! – se quejó el menor, deshaciendo el enlace para arrebatarle el tubo de las manos.


Comenzaron una pequeña guerrilla que acabó una vez que Jungshin estuvo sobre él en la cama, aprisionándole los brazos y quitándole la barra.


-¿Le ves la gracia, Minnie? –preguntó apuntando el lápiz labial hacia el mayor.


-¡No! –gritó Minhyuk previendo lo que Jungshin tramaba. Apretó los ojos y los labios con fuerza, agitando su cara en ambas direcciones para evitar que el alto lo dejara en similares condiciones a la suya.


Cuando Jungshin notó que de ese modo le sería imposible realizar su propósito, optó por otro. Volvió a atacar el cuello del mayor, obteniendo que cesara en su intento de evasión. Pronto encontró de nueva cuenta sus labios, siendo correspondido gratamente. Minhyuk pasó sus manos por la nuca del menor, intensificando el beso que se le hacía a cada segundo más placentero.


Su enojo y la española podían tomar un avión de regreso a Madrid y no volver, poco le importaría ya.


-Hyukkie, te amo –le dijo Jungshin una vez que se hubieran separado para abastecerse de aire que ya falta les hacía, para luego arremeter contra los labios que estaban tan sonrosados como deberían estar los suyos debajo de la capa de lipstick que ahora lucía.


-También te amo –correspondió Minhyuk cuando se separaron agitados en una segunda oportunidad.


La urgencia de besarse se había hecho vital de un segundo a otro y el mayor había conseguido en sus labios el tono morado que adornaba los del alto. Paseó sus manos hasta llegar al pecho de Jungshin y las introdujo en la chaqueta de éste, pero cuando el alto notó sus intenciones fue él mismo quién se deshizo de ella, lanzándola a algún sitio donde no estorbara.


Los dedos rápidos del menor se escabulleron hasta la camisa de Minhyuk, desabotonándola mientras su boca se paseaba camino abajo por la mandíbula del mayor.


De pronto, el sonido del timbre los paralizó por un momento, pero luego Jungshin siguió donde se había quedado.


-Jung...shin... hay que ver quién es... puede ser... urgente –musitó tan débil como se sentía ante el tacto del menor.


-Puede esperar –susurró Jungshin acercándose a su boca y sellarla con otro beso.


El timbre sonó en dos ocasiones más, pero esta vez ambos lo ignoraron olímpicamente.


La camisa de Jungshin estaba a punto de salir de escena cuando su teléfono comenzó a sonar dentro del bolsillo de su chaqueta regada en el piso.


-Tu... teléfono.


-Minnie, déjalo –le rebatió el alto totalmente entretenido con el lóbulo derecho de Minhyuk.


-Pero... puede ser... urgente.


-Urgente, urgente –se separó para alzar su chaqueta y buscar su celular. –Es Yonghwa –dijo haciéndole una señal de silencio. -¿Sí?


-Jungshin, ¿están en casa? Hyunsoo nos dijo que los había dejado aquí, pero ya toqué el timbre tres veces y no nos abren la puerta.


La cara del menor fue de susto/pasmo/impresión/sorpresa. Todo junto.


-E-esto...


-Jungshin no vayas a decirme que estaban-


-Estaba durmiendo una siesta, por eso no escuché el timbre. Bajo enseguida –contrarrestó rápido colgando la llamada un segundo después. –Iré a abrir la puerta.


-Me voy a mi cuarto, entonces. De seguro no se creerán lo de la siesta –dijo haciendo una mueca.


-No. Pero, ¿qué más da? –espetó con una sonrisa plantándole un beso en los labios que lucían un color morado desvanecido.


-Límpiate –le indicó Minhyuk, señalando su propia boca. -Moriría de vergüenza si te ven así.


-Tú tampoco estás muy presentable, Minnie –dijo riendo, levantándose de la cama y encaminándose hacia la puerta. –De todos modos, no he acabado contigo. Me debes una por cómo me trataste –se volvió aún en el umbral mientras abajo sonaba nuevamente el timbre.


-Entonces me quedaré con esto –dijo el mayor con una sonrisa maliciosa alzando el lipstick que había quedado olvidado sobre la colcha.


Pasó de largo por el lado del menor escabulléndose dentro de su habitación, sacando una sonrisa juguetona en los labios de Jungshin, quien bajó las escaleras intentando quitar el rastro de lápiz labial en su boca y practicando sus ojos de adormecido... que  para nada convencerían a los mayores.

Notas finales:

Si les gusto, dejen reviews!

Saludo~s! n-n


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).