Llevaba varios años ya sin pasar una noche de insomnio y justo hoy, a casi seis años sin ver a mamá regresaban.
Ichiru dormía junto a mi con su expresión tan característica: abrazado a mi cintura, con la cabeza apoyada en mi pecho y la boca semiabierta.
Verlo así era sumamente común, después de tantos años juntos ya estaba acostumbrado; siempre me tranquilizaba su imagen que, a pesar de los años, seguía viéndose tan dulce e inocente como cuando éramos niños; pero esa noche era distinta: no podía dejar de pensar en la caótica "despedida" que tuvimos con mamá antes de mudarnos.
Flashback
-No debimos hacer esto, mamá estará molesta y no quiero ni imaginar lo que va a pasar.
-¿Qué acabo de decirte?-le reproché-No nos volverán a separar, ya no somos niños y no volverán a manipularnos. Haré hasta lo imposible por estar contigo.
Un par de horas después lo que era de esperarse llegó, mamá estaba ahí acompañada de papá. Era obvio que ella no estaba feliz, desde el principio estábamos consientes de que saber que estábamos juntos no le haría gracia.
Abrí la puerta y entró con brusquedad, su molestia era evidente, principalmente se debía a que habíamos desobedecido.
-¡Toma tus cosas que ya nos vamos!-sentenció autoritaria-Tenemos un acuerdo y tienes que cumplirlo.
-Mamá, hay algo que queremos decirte-respondí con seguridad.
-No vine aquí a discutir nada, Ichiru regresa conmigo. Después veremos lo de las visitas y esas cosas.
-Sabes perfectamente que él y yo nos amamos desde hace muchos años, una vez te dejamos decidir nuestro futuro, ahora hicimos nuestra elección.
-¿¡Hicieron!? Eres el único que ha hablado Zero, no creo que esa sea una lección compartida.
-¡Desde siempre lo he amado! Estabas consciente de eso y no te importó cuando intenté decírtelo. Nunca he tenido el valor para enfrentarme a ti pero ya es el momento... En verdad quiero estar con él, es al único que he amado en toda mi vida y la verdad es que ya no importa si estás de acuerdo o no-Ichiru me tomó de la mano y la apretó con fuerza.
Mamá no supo que responder, nunca imaginó que pudiera reaccionar de esa manera, él nunca se le había enfrentado: siempre obedecía todo cuanto dijera.
-¡No te quedes ahí mirando! ¡Di algo!-le reclamó a papá.
-¿¡Y qué quieres que haga!? Ya están lo suficientemente grandes como para decidir con quien quieren compartir su vida. Dicen estar seguros de lo que quieren, que lo intenten y si funciona bien por ellos, si no funciona habrá sido su problema-le respondió confiado.
Ichiru y yo estábamos sorprendidos, papá nunca había dado su opinión sobre el tema y saber que no apoyaba la idea de mamá nos parecía increíble.
Durante un rato más estuvo discutiendo y totalmente fastidiada de "tanta rebelión contra ella" se fue.
-Me parce perfecto, quieren estar juntos ¡Adelante! Pero no formaré parte de esto, ¡No quiero volver a saber nada de ustedes!-gritó con molestia saliendo de la casa.
Antes de salir tras ella, papá dejó un papel en una pequeña mesa junto a la puerta y dijo: -Lo necesitarán, consérvenlo-sonrió de medio lado.
Fin flashback
Después de eso no tuvimos más opción que alejarnos, irnos sin dejar rastro alguno. El papel que dejo sobre la mesa resultó ser un número telefónico, así mantenemos contacto con nuestro padre, él no nos dio la espalda a pesar de no estar del todo de acuerdo con nuestra decisión.
-¿Zero...?-frotó sus ojos y me vio preocupado-¿Pasa algo?
-¿Eh...? No, no es nada.
-¿Es por mamá cierto?
-Un poco-reí ligeramente-Es extraño, ha pasado tanto tiempo y hasta ahora me preocupo.
-Tranquilo ¿Sí?-acarició mi mejilla y me besó suavemente-Hasta hoy todo ha salido bien, no hay razón para estar preocupado ¡Abrázame, por favor! Quiero sentirte cerca.
-Te amo Ichiru-lo abracé con fuerza y lo pegué a mi cuerpo.
-También te amo Zero, eso es lo que nos ha mantenido juntos ¿Cierto? Incluso desde antes de nacer estábamos destinados a estar juntos-cerró los ojos y cayó dormido.
Así era, desde antes de nacer nuestro destino era estar juntos, sólo necesitábamos darnos cuenta. Por eso debíamos separarnos durante ese tiempo, por eso volvimos a reunirnos después de tanto. Finalmente conseguí dormir, definitivamente a pesar de los años y de los intentos de mi madre por impedirlo el destino se cumplió, ahora éramos sólo los dos como tantas veces se lo prometí y nada podría separarnos.