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Like a Disney Movie. por 94950239

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Notas del fanfic:

Mi segunda traducción ~ y espero que les guste♥

Titulo: Like a Disney movie

Autor: kiwi-ism (LiveJournal)

Pareja: Kai/Kyungsoo

Genero: Romance/fluff

Resumen: Kyungsoo un día se enferma y pierde su voz en su trabajo, entonces Baekhyun y Luhan le juegan una broma que termina con beneficios y consecuencias.

 

 

Like a Disney movie.

La cosa más horripilante de trabajar en un parque de diversiones, (aparte de las ocasionales camadas de vomito sobre el suelo y los mocosos odiosos que siempre están tratando de hacerte daño) es, el que tan fácil puedes ser remplazado. Como una opción de empleo estacional, no es difícil encontrar un adolecente que llene los puestos vacantes. Así que cuando Kyungsoo comienza a sentir la fría brisa de verano, él se la traga y termina trabajando en el parque de diversiones de todas formas.

Él trabaja en una tienda de dulces y regalos, donde ellos venden caramelos para los más pequeños y camisetas uniformes, así como otras mercancías con el logo de la marca para los nostálgicos. Está lejos de ser un trabajo perfecto, pero es buena manera de matar el tiempo en el verano, además existe la ventaja adicional de una paga para Kyungsoo, que no tiene durante el año escolar  (la presión de los cursos del colegio son muy estresantes para mantener la escuela y el trabajo juntos). A él le gusta ver esto como un paso más cerca de su carrera. Después de todo, gana experiencia de trabajo aquí, aunque sea el lugar más desdichado para hacerlo.

El día de hoy es particularmente miserable. Hace calor, el sol está brillando afuera y no solo tiene un resfriado, también tiene que hacer su asqueroso trabajo. Su garganta duele y, en algún momento de la mañana perdió su voz. Después de un tedioso juego de charadas con uno de sus compañeros de trabajo, Luhan, se las arregla para que entienda que está enfermo y perdió su voz.

Luhan luego procede a reírse de su desgracia.

No pensaba que era tan divertido el que no pueda hablar, hasta que Luhan hize un comentario acerca de él siendo Ariel de ‘’La sirenita’’ y un –No te preocupes Kyungsoo. Voy a derrotar a la malvada reina calamar, Úrsula, por ti.

Kyungsoo sonríe por la broma antes de intentar explicarle que Úrsula es un medio-pulpo, no un calamar, pero Luhan está demasiado ocupado desmoronándose de risa, para preocuparse por eso.

Ese día termina por tener el broche de oro, incapaz de trabajar en la registradora desde que no puede hablar, en lugar de eso, tiene que reponer los estantes y atender la organización general mientras ocasionalmente, ayudar a un cliente quien preguntó algo solo para darle una extraña mirada cuando parecía empezar a hacer charadas con él. Eventualmente, Luhan roba una pequeña pizarra blanca, que estaba en la oficina de atrás, y se la cuelga a Kyungsoo por sobre su cuello. Luego Baekhyun, otro compañero de trabajo, escribe encima un pequeño mensaje para los clientes con su cuidada y garabateada letra.

“¡No puedo hablar! ¡Úrsula la bruja tomó mi voz! Pero estoy feliz de ayudarte.”

Una vez más, esos dos ríen por su mala suerte mientras Kyungsoo silenciosamente suspira y continúa con su trabajo. Como sea, de esta manera todos sabrán que perdió su voz.


– ¡Oye! ¿A dónde crees que estas yendo?

La pequeña niña se detiene mientras corría y vuelve puchereando hacia su primo mayor –Pero yo quería un dulce, ¡Jongin! ¡Me prometiste un dulce!

El mayor suspira y trota para alcanzar y tomar a la pequeña –Lo prometí, iba a conseguirte un dulce, ¿no lo hice? Y yo nunca rompo promesas, pero no va a ser nada bueno para ti si nos separamos ahora, ¿Lo sería? –. De mala gana, la niña mira a su primo quien le tiende una mano para que ella la tomara. Pasa sus pequeños dedos alrededor de esa mano grande lo mejor que pudo antes de empezar a tironear insistentemente.

– ¡Dulces! –. Lloriquea, prácticamente arrastrando a su primo dentro de la tienda más cercana.

La risa de Jongin pronto se vuelve un grito, porque tan pronto como ella estuvo dentro, la pequeña mano se soltó de la suya y se fue, rápido, desapareciendo  en los confines de la tienda. Comienza a llamarla mientras busca dentro de la tienda sin molestarse mucho, sabiendo que su única y cabeza dura que tenía de prima, no va a irse de la tienda sin su precioso dulce.

Kyungsoo mira hacia abajo cuando siente un tirón en la orilla de su playera, sonriendo cuando nota a una pequeña niña que lo mira implorante – ¿Dónde están las paletas dulces, señor? –Pregunta.

Sosteniendo en alto el cartel que Luhan le había colgado temprano, mantiene su sonrisa y apunta hacia la izquierda donde están todos los dulces. Como sea, la chica parece mucho más absorta en su nota, leyéndola en voz alta.

Cuando termina, ella jadea y empieza otra vez a jalonear urgentemente de la playera. – ¡No se preocupe! Voy a romper el hechizo por ti –. Extiende su mano hacia Kyungsoo, quien parpadea y dudoso la toma antes de ser arrastrado por toda la tienda.

Su primer objetivo, demasiado horroroso para Kyungsoo, es Luhan, quien ella confundía como a una chica –Perdóneme –, dice educadamente para ganar su atención. Luhan inmediatamente mira hacía ella y una brillante sonrisa recorría su rostro. A él de verdad, siempre le gustaron los niños.

–Hola –, saluda mientras se agacha al nivel de sus ojos – ¿En qué puedo ayudarte?

– ¿Eres una princesa? – pregunta muy convencida y los ojos de Kyungsoo se agrandaron. Luhan no exactamente parece muy hombre, pero él no es una chica tampoco.
Sin embargo, le sigue el juego, pellizcando las mejillas de la niña de manera afectiva. – ¡Por supuesto! Si tú quieres que sea una.

Ella jalonea a Kyungsoo hacia delante y los dos compañeros de trabajo se miran embarazosamente – ¡Entonces tienes que besarlo! –Demanda. Kyungsoo se ahoga con su propia saliva.

El mayor parpadea ante la solicitud y le da a la pequeña una mirada curiosa – ¿Por qué tengo que hacer eso?

– ¡Porque…! – Anuncia fuerte –Úrsula tomó su voz y él necesita el beso de un verdadero amor para romper el hechizo.

Casi se le escapa la saliva y muerde su labio en un intento de contener su risa. Kyungsoo sabe que amenaza con salir y se enfurece silenciosamente. ¿Cuándo va a dejar de ser la broma del día? Tan linda como es la niña, está causando en él más daño emocional del que necesita.

–Así que es eso –, Luhan se maneja para decir, cuando tuvo algo de control en sus reacciones –Bueno en ese caso lo siento mucho pero yo no creo ser el indicado para ese trabajo. Tal vez deberías buscar a alguien más –. Agita el cabello de la pequeña antes de levantarse. Kyungsoo lo fulmina con la mirada cuando el mayor lo señala y se ríe silenciosamente de él, antes de darle dos pulgares hacía arriba y salir corriendo de esa escena.

La niña pequeña reflexiona por un momento sobre el predicamento antes de llegar a una nueva conclusión –Ah! Tal vez tú sigues necesitando un príncipe aunque seas un chico –, comenta, orgullosa de su propia lógica. –Vamos a buscarte un príncipe.

Kyungsoo no puede protestar sin su voz, así que le sigue el juego de mala gana, deseando poder morirse de vergüenza para así, no tener que continuar tratando con este disparate nunca más. Probablemente, fue su suerte lo que le hizo hacer contacto visual con Baekhyun quien está mirándolo extrañamente mientras la niña lo arrastra por todo el local. Tristemente, no fue el único que lo visó y un momento después es empujado hacía su otro amigo.

– ¡Príncipe! –La pequeña niña exclama, señalándolo mientras corre hacia él. – ¡Príncipe! ¡Tú te ves como un príncipe!

Baekhyun sonríe amplio ante el cumplido.

-¡Apúrate! Tú tienes que darle el beso de su verdadero amor, para romper el hechizo que hay en él –. Dice desesperada mientras empuja a Kyungsoo hacia él, aunque el chico quiera escapar.

Los ojos de Baekhyun parpadean con malicia y a él no le gusta esa mirada en sus ojos. – ¿Tengo que hacerlo? –Jadea Baek, fingiendo sorpresa mientras mira prácticamente de manera lasciva a Kyungsoo, quien se retuerce ante la mirada. Pasa uno de sus brazos alrededor del cuello del menor y lo atrae, haciendo caras de besos hacia él.
Desesperadamente, se escapa de su agarre y se arrodilla junto a la niña. Le golpea ligeramente el hombro y señala a Baekhyun cuando tiene su atención. Luego forma una X con sus brazos y mueve su cabeza frenéticamente.

La joven niña hace un puchero – ¿Tampoco él?

Cualquiera menos él, ruega silenciosamente a sí mismo, suplicando la compasión de la pequeña niña. Recibió muchas risas y comentarios todo el día desde que le pusieron el cartel, pero nadie se lo había tomado tan enserio como ella. Primero pensó que podría ser un poco divertido, pero ahora empieza a preocuparse por el vestigio de su dignidad.

– ¡Sooyoung! ¡Sooyoung! ¿Dónde estás? Es mejor que vuelvas aquí o no tendrás ningún dulce –, se oye gritar. El rostro de la niña se ilumina y por un desesperado momento Kyungsoo piensa que ella iba a liberarlo, pero no lo hace. Si solo el agarre de su mano no fuera tan fuerte…

–Jongin! Jongin! Por aquí –gime, levantando sus brazos para tener la atención de su primo.

Un joven, bien parecido, los mira y empieza a caminar hacia ellos. Kyungsoo quería morir o salir corriendo chillando como una niña, pero no podía. Se queda allí, vergonzosamente, con la mano de la pequeña niña sobre la suya y sus ojos perdidos en cualquier otro punto mientras su perdición se acerca a pasos ligeros.
Cuando Jongin alcanza a su prima, se agacha y la toma en sus brazos –Sooyoung, te dije que no corrieras lejos de mí. ¿Qué pasaba si de verdad te perdía? – La regaña moviendo un dedo hacia ella.

–Lo siento, pero hay una emergencia Jongin. ¡Nos tienes que ayudar! –La pequeña se retuerce en sus brazos haciendo uso de sus movimientos defensivos. Jongin la deja sobre el suelo y ella inmediatamente corre hacia Kyungsoo, aferrándose de su pierna y dejándose caer al suelo, sirviendo de ancla humana, para sostenerlo sin que se pueda mover –Tú tienes que besarlo –, anuncia seriamente.

La expresión de Jongin rápidamente cambio de una divertida a una llena de horror. – ¿Qué? –. Carcajea –Vamos, deja de molesta a este pobre chico –. Se mueve para tratar de quitar a Sooyoung de su pierna, pero ella chasquea sus dientes contra él represivamente.

– ¡No! Tienes que hacerlo –. Se queja haciendo una escena mientras otros clientes giran sus cabezas para observarlos a ellos tres. – ¡La malvada bruja del océano, Úrsula, se llevó su voz y el necesita el beso de su verdadero amor para romper el hechizo y recuperar su voz!

Jongin mira a su prima como si estuviera preguntándose si la pequeña niña está en algo. Así Kyungsoo, mueve amablemente su cartel, brillando en rojo de vergüenza.
Después de leerlo el comportamiento de su prima tiene más sentido, a pesar de que quiere suspirar y decirle que es ridículo. Pero sabe que ser contundente con ella no va a hacer nada bueno para ninguno de los dos, así que a regañadientes se lo traga y le sigue el juego.

–Sooyoung, ¿qué pasa si yo no soy su verdadero amor? – Le pregunta desafiantemente.

-Pero tienes que ser –. Se queja ella. – ¡Porque tú eres mi primo, Jongin!

Jongin frunce sus labios mientras mantenía sus ojos en su prima. Definitivamente no consideró cual molesta podría ser ella alrededor de esta experiencia penosa. –Sooyoung, yo no creo que…

– ¡Llévalo a una cita entonces! – Espeta, presionando su rostro contra el muslo de Kyungsoo. –De esa manera lo descubrirás seguro. Por favor, Jongin, ¡tienes que romper el hechizo!
Él se resiste a la idea de meter algo de sentido común en ella y decirle que es solamente un resfrío, no lo hace porque no puede imaginarse que eso llegue a terminar bien. Le dio al trabajador de ojos grandes una mirada de disculpa, tratando de no reírse de la forma en que se ve obviamente mortificado. –Entonces, umm, ¿quieres ir a tomar un café o algo algún día?

Kyungsoo lo mira y jura, en su interior, haber muerto un poco. Que sea forzado para invitarlo a una cita no es parte de una fantasía ideal, pero un chico verdaderamente lindo le está preguntando para salir a tomar un café, y eso si es parte de su fantasía. Asiente con su cabeza y murmura un silencioso “seguro”. Luego, y solo luego, al fin Sooyoung libera su agarre de la pierna para volver al lado de su primo.

–Tú causaste muchos problemas –, la regaña y le dice que no le comprara dulces nunca más. Extrañamente ella no parece tan preocupada por la amenaza mientras mira de nuevo Kyungsoo.

–Romperás el hechizo, ¿verdad Jongin? –Implora, jaloneando de su remera.

Jongin suspira y toma la mano de su prima con la suya. –Si –, reconoce  la derrota. –Sí, romperé la maldición. Ahora vámonos –. Saca a su prima junto a él, llevándola fuera de la tienda un poco deprisa.

Desde el margen, Luhan y Baekhyun miraban con asombro como Kyungsoo, más o menos, consiguió una acalorada cita sin siquiera hacer un sonido. ¿Acaso ellos lo ayudaron a conseguirla?

–Quiero esa cosa mañana.

–Pediré dinero con esa pizarra blanca mañana.

Los dos dijeron al mismo tiempo. Mirándose de lado el uno al otro, hacen un soplido cruzando sus brazos sobre su pecho. Habrá un infierno de peleas mañana.



Jongin recoge a Kyungsoo para su “cita” uno días después, luego de que se recupere de su resfrío, y lo lleva a una pequeña cafetería. La cosa no iba como el mayor se lo esperaba. La atmosfera es torpe y silenciosa. Ellos raramente hablaban y cuando lo hacían solo duraba unos pocos minutos como mucho, antes de que el incómodo silencio tome las riendas de nuevo.

Nervioso, juega con su taza de café, picándola en círculos por el mango, mientras observa el líquido marrón claro, salpicando contra los lados de la taza. ¿Debería decir algo? Mira discretamente hacia Jongin que parecía distraído por la mesa antes de evitar su mirada. Se ve como si su contrario no tuviera algo para decir, ¿debería hablarle él? No estaba seguro.

–Entonces…

–Um

Los dos tosieron torpemente y Kyungsoo tomó su tasa para darle un sorbo a su café. Está un poco tibió, pero lo ignora mientras se toma la mitad de este.

–Así que, puedo ver que tu voz está mucho mejor –, Jongin deja ir. Es una conversación lamentable, pero aunque sea es algo.

–Ah. Ah sí. Lo está –. Kyungsoo acaricia su garganta subconscientemente. – De cualquier forma, solo fue un resfrío. Lo siento por el problema que te causó. La, um, la broma de “La sirenita” fue cortesía de mi compañero de trabajo.

Jongin le sonríe. –No tienes que pedir disculpas o lo que sea. Fue un poco ocurrente si me lo preguntas y Sooyoung es solo una pequeña niña. No puedes culpar a ella por eso. Probablemente llegaría a esa conclusión por sí sola, con o sin el cartel para ser honesto. Ella ama las películas de Disney.

–Ah–. Toma el resto de su latte y lame sus labios. Sus manos tiemblan ligeramente alrededor de la fría taza. –Entonces, ¿ella es tu hermana?

–Prima–, le corrige mientras se apoya hacia atrás, sobre su silla, mientras juega con su propia taza. –Su madre está en el hospital, debido a que dará nacimiento a un nuevo hermano para ella. Yo pregunté si podía sacarla por un rato ese día–.

–Eso es emociónate–. Pero Kyungsoo suena de todo menos emocionado.

La cita termina como empezó: Incomoda.

Jongin lleva a Kyungsoo de vuelta a su casa para ser educado, a pesar de que se quedan quietos en frente de la puerta, porque ninguno de los dos sabe cómo matar la tensión. Soo pone una mano en el picaporte, la puerta ya se había abierto y el considera solo dar un paso dentro y dejarlo así porque, de todas formas, no parecía como si fuera a ver a Jongin de nuevo.

–Te veré más tarde–, el menor dice antes de que Kyungsoo pueda apurarse y cerrar la puerta en frente de su cara.

Deteniéndose por un momento mira a Jongin antes de sonreírle y asentir con su cabeza. –Sí… Nos vemos–. Luego camina dentro de su pequeño departamento y cierra la puerta detrás de él.

La primera cosa que hizo cuando estaba seguro dentro de la privacidad de su departamento, fue tomar una de sus feas almohadas tiradas del sofá y arrojarlas otra vez sobre el mueble. Hizo esto un par de veces, abusando de la pobre almohada mientras la lanzaba alrededor, (a veces revelando un pequeño grito de guerra) antes de que finalmente, caiga fracasadamente sobre el sofá, acurrucándose y haciéndose bola, porque el mueble era demasiado chico para que entre en él. Abraza a su antes abusada almohada sobre su pecho y oculta su cara dentro de ella con un puchero.

Tan lejos como una cita pueda llegar, esta fue quizá la pero que tuvo alguna vez. Además de eso, fue la primera. Él se esperaba que fuera mejor, como una de esas primeras citas perfectas de las películas románticas, con una de esas parejas perfectamente molestas. Jadea por su ocurrencia. Piensa que es realmente decepcionante porque, Jongin, le recuerda un poco a esos príncipes de Disney, con su estúpida y perfecta sonrisa, su raro aspecto ¡Y su cuerpo! Dios lo ayude, el cuerpo de Jongin es perfecto. Y se dio cuenta con un puchero que nunca tuvo el beso de su verdadero amor.



Mira raro a Luhan cuando se presenta en el trabajo,  para luego ver a un alegre chino con la pizarra blanca colgando de su cuello. – ¿Porque estas usando eso? – Pregunta curioso. El cartel sigue con lo mismo escrito y la aún perfecta caligrafía de Baekhyun.

“¡No puedo hablar! ¡Úrsula la bruja tomó mi voz! Pero estoy feliz de ayudarte.”

Luhan le sonríe inocentemente, pestañeando y encogiéndose de hombros, pero Kyungsoo, duda altamente de que él, haya cogido un resfrío y haya perdido su voz justo la noche anterior. Solo está jugando. Le alza una ceja por ese raro comportamiento porque Lu, es probablemente, el único por el que siempre se siente avergonzado de estar trabajando en un parque de diversiones. No es exactamente un secreto para Kyungsoo que el mayor solo le haya hecho ponerse ese cartel el otro día, para hacerlo sufrir… entonces ¿Por qué carajos está usándolo hoy?

Con el ceño fruncido, Baekhyun marcha hacía ellos y mira a Luhan quien solo responde gruñendo.  –Piensa que tendrá una cita si lo lleva puesto.

Los ojos de Kyungsoo nunca juzgaron tanto como ahora. –Eso es embarazoso–, regaña a su mayor quien posa sus puños en sus caderas mientras las mueve hacia un lado.

–Perdóname–, dice, mirando alrededor para asegurarse de que nadie es testigo de su pequeño fraude. –Pero tú te manejaste para tener una pieza de un chico sexy, gracias a mí y a Baekhyun, tú usaste este estúpido cartel. Si tú puedes hacerlo, yo también puedo.

Codeando a Baek de un lado, trata de convencerlo para que le diga a Luhan que está siendo estúpido, pero él solo se enfurece y señala al cartel. –Yo quiero usarlo después –, se queja con un puchero. Kyungsoo se repite a si mismo que no está trabajando con locos idiotas.

–Fue mi idea –. Se defiende mientras coloca el cartel cerca de su pecho, por el temor de que el otro pueda acercarse furioso y quitárselo.

– ¡Yo escribí el mensaje! – Baekhyun le grita.

– ¡Sigue siendo mi idea!

Kyungsoo suspira y decide dejar a los dos con su discusión. Vaga por todo el local, ayudando a los persistentes clientes cuando se ven inseguros sobre que están exactamente haciendo ahí. No los culpa por sentirse así. Es en su segundo viaje por la tienda, cuando jura ver a Jongin de pie justo afuera de una de las numerosas puertas del lugar, de espalda a él. Por un momento, mira al hombre que cree, es Jongin y da una ojeada al local para asegurarse que nadie está mirando. Cuando considera que esta todo ‘limpio’, trota hacia la entrada donde el que se parece a su menor está, para asegurarse.

Es Jongin.

Torpemente, mientras miraba de manera obvia a quien no nota su presencia todavía, piensa. Tiene los ojos en su teléfono como si estuviera esperando a alguien, probablemente a sus amigos o algo. Kyungsoo aclara su garganta despacio y murmura. –Oye.

Jongin salta con el sonido de su voz, girando para mirarlo de frente con los ojos agrandados – Ah –. Suena relajado cuando nota que solo es su mayor. –Hey.

Kyungsoo lo observa como una lechuza y una pregunta silenciosa en sus ojos, ¿qué estás haciendo aquí? La cual nunca menciona.

–Yo, um…  – Jongin tose de manera tímida y regresa a mirarlo. Sería raro que le dijera que vino a verlo o algo como “La última cita no fue como la esperé. ¿Podemos intentarlo de nuevo?”  Mueve su cabeza para aclarar su mente, definitivamente no iba a decir algo así. –Mi, um… prima –, miente, mirando sus pies. –Quería que venga a verte. Le dije que en realidad no te di el beso de tu verdadero amor y se enojó mucho conmigo –. Termina sin convicción.

–Ah –. Kyungsoo se pregunta si se ve y suena tan decepcionado como se siente. Espera que no. –Bueno, yo estoy bien, mi voz sigue aquí funcionando –, ríe sinceramente ante la broma y Jongin demuestra el mínimo indicio de una sonrisa.

–Me alegro.



Jongin aparecía otra vez, de vez en cuando, esperando siempre en la puerta fuera de la tienda mientras Kyungsoo, inevitablemente, iba con él para hablarle unos minutos antes de que los dos deban irse. No está seguro que es lo que el menor hace después. Si va a entretenerse al parque o tal vez, solo irse. Tampoco está seguro de cómo se da el lujo de comprar entradas para el parque todos los días, pero nunca pregunta.

Sus conversaciones son casi siempre las mismas. Kyungsoo le pregunta que está haciendo ahí y Jongin siempre responde con una excusa sobre su prima. Eso se le hace sospechoso, duda mucho que su joven y significativa prima, pueda forzarlo tan fácilmente a hacer lo que ella quiera, pero no entiende cual otra razón puede haber para sus constantes visitas.
Cada momento en el que se aparta de él, solo se siente un poco más decepcionado y se jura así mismo que si vuelve a aparecer, por hacerle el favor a su prima una vez más, va a desgarrar la cara de alguien.

– ¿Cómo puedes darte el gusto de venir al parque tan seguido? –Convoca el coraje de quien sabe dónde, para preguntar cuando el menor vuelve a visitarlo.
– ¿Hm? – Jongin se detiene, deja de jugar con sus dedos en su labio inferior. –Ah, tengo un pase de temporada. A mis amigos y a mí nos gusta venir aquí mucho en verano así que usualmente tengo un pase libre de temporada todos los años.

El mayor asiente con su cabeza y estira de su remera nervioso. Hay otra pregunta en la punta de su lengua, pero no quiere preguntar porque teme escuchar la respuesta  –. ¿Viniste por tu prima otra vez? – formula con un poco de amargura y fastidio en su voz, aunque el contrario no parece notarlo.
Jongin lame sus labios y no responde esa pregunta. Tal vez es momento de dejar la excusa de “Mi prima me forzó”. Es poco convincente, lo admite pero no puede decirle el porqué está ahí ya que suena  como algo que asusta en su mente. El solo quiere ver a Kyungsoo, sus grandes ojos y su sonrisa agradable. Antes de que pueda decir algo es interrumpido.
– ¿Puedes dejar de venir? –, pregunta el mayor. –Quiero decir, no al parque, si no a esta tienda.

Jongin siente un nudo en su garganta por la petición – ¿Por qué? –exhala.

Tal vez es un poco patético y un poco cobarde pero el más bajo se niega mirarlo a los ojos, manteniéndose enfocado en sus pies mientras arrastra su calzado en el piso. –Me distraes –, dice al suelo aunque Jongin sabía perfectamente a quien se refería.

–Ah.

Se decían eso mucho entre ellos… “Ah”, nota Kyungsoo mientras discretamente vuelve a mirar a su menor, que cambiaba de lado a lado su posición. Se veía listo para irse corriendo. El mayor lo mira, preguntándose si aún se siente decepcionado.

–Si tu prima se sigue molestando o lo que sea, solo inventa alguna mentira. Dile que estamos bien o algo, pero por favor deja de molestarme –. Lo deja ahí, apenas escuchando los murmullos de Jongin disculpándose antes de desaparecer.

Vuelve a la tienda, empujando a Luhan a un lado cuando comenzó a molestar con lo de “tu amante”, apodo que tomó para llamar a quien se fue. –Cállate  –, sentencia cuando comienza a bromear acerca de la pelea de amantes. –Enserio, solo cállate.

 

 


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