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Heart Attack por ShinyOdaya

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Notas del fanfic:

Un pequeño songfic de mi cancion favorita del album de EXO <3

Espero que les guste ^^ 

https://www.facebook.com/DosVidasUnAdios :D

 

Notas del capitulo:

Hola :D Aquí el primer cap ^^

Espero que lo disfruten :D

 

Fiesta de cumpleaños

Baekhyun solo tenía doce años cuando todo empezó, se escondía tras su madre, mientras ella no hacía más que llorar, él entendía pocas cosas, tal vez su padre estaba muerto, pero no se sentía mal. Baekhyun no lloraba, porque sabía que su padre había querido eso, así que solo pudo despedirse y no volver a verlo jamás.

Cuando todo empezó él era solo un niño inocente, pero la enfermedad hereditaria no dejaba descansar a su madre, pensando que en cualquier momento el pequeño corazoncito de su hijo enfermaría para siempre.  Así que le llenaba de pruebas todos los días, porque ella quería estar preparada para lo inevitable. Mientras, Baekhyun solo podía jugar con sus juguetes, sentado en su cama acolchada, su madre le controlaba a todas horas, mientras comía e incluso cuando guardaba el sueño más placentero.

Aquel niño tenía grandes esperanzas sobre sí mismo, tocaba la guitarra, el piano, y hacia lo que cualquier niño normal, jugaba en el parque con sus dos amigos, y les tiraba barro a las chicas que le gustaban, corría de un lado a otro y se negaba a estudiar porque decía que era aburrido.

Un día como otro cualquiera, el sol era fuerte y el chándal reglamentario del colegio donde asistía se le pegaba a la piel, al igual que sus castaños cabellos. Baekhyun había insistido en que era su turno y comenzó a jugar persiguiendo aquella pelota negra y blanca con la mirada preventiva del profesor de gimnasia en su nuca.

-¡Hyunnie pásame!- Chanyeol, su escandaloso y revoltoso amigo agitaba sus manos intentando llamar su atención.

Pero Baekhyun había visto su gran oportunidad para colar el balón entre las piernas del rubio portero que esperaba ansioso a su rival, sabiendo que probablemente fallaría o caería por el camino. Se acercó un poco más, ignorando ya el cansancio y el sol azotando su cuerpo que empezaba a entumecerse. Con toda la fuerza que pudo pateó el balón. El portero estaba demasiado distraído en su compañero que empezaba a tambalearse para concentrarse en el esférico que entro sin ningún problema en la red.

Baekhyun se alegró tanto de meter el gol que empezó a dar saltitos sin darse cuenta de las miradas de sus compañeros, se mareaba por tantas vueltas, pero se asusto cuando notó un fuerte dolor en el pecho, concretamente en el lado izquierdo.

-¿Hyunnie?- Chanyeol y todos sus compañeros e incluso el profesor de gimnasia corrían hacia el pequeño chico que estaba tumbado cuan largo era en el suelo, intentando respirar a bocanadas en un intento desesperado por calmar su corazón.

Baekhyun tenía doce años cuando le vio por primera vez, ese chico alto apoyado en uno de los palos de la portería, vestido de negro con sus cabellos oscuros tapando parte de sus ojos,  esos ojos, observaban al pequeño indefenso impasibles y serios. Se miraban, el pequeño intentaba averiguar quién era ese chico tan misterioso mientras que sus fuerzas hacían todo lo posible para que su corazón no dejara de latir.

 ***

 

Cantaba, estaba más que feliz, hoy por fin cumplía los veinte años, sinceramente pensaba que  no llegaría a esa edad. Pero ahora podía celebrarlo con sus amigos.

Baekhyun iba de un lado a otro de su habitación intentando encontrar lo más parecido a ropa de buen ver en su armario. Nunca había tenido mucha ropa, pero había sido tan repentino que no le había dado tiempo a comprar mucha más.

Chanyeol, Sehun y Minseok habían organizado una fiesta en su honor, esos tres siempre mirando por su Hyunnie, su débil Hyunnie. Porque veinte años no se cumplen todos los días.

Se decidió por fin por unos vaqueros y una camisa blanca ceñida. “Por lo menos no pareceré un saco de patatas pobre”

Admiro unos segundos su abdomen delgado y blanquecino, pero después se dispuso a cerrar los botones de la camisa. “Qué bien me sienta” Mirando unos por uno para que la camisa no quedase arrugada, termino de colocarse las costuras y chasqueo los dedos, volvió corriendo al armario y vio la americana negra, la cogió con sumo cuidado y se la puso, la sacudió un poco estirando las pequeñas arrugas que se habían formado de tiempo sin ponérsela y fue a chequearse de nuevo al espejo.

-¡La madre…!- Le dio tal susto que casi cayó de espaldas, y tuvo que darse un par de golpes en el pecho para calmarse- Me has asustado imbécil…

Baekhyun retaba con la mirada al chico que había reflejado en el espejo, vestido de negro, alto y moreno, como siempre, como en los últimos ocho años, siempre era él, igual, pero Baekhyun pensaba que si cambiada de aspecto se sentiría raro.

Tanto fijarse en el aspecto del moreno que había olvidado el verdadero significado de que él estuviera ahí.

-No me jodas Kai…- Así le había llamado, un nombre oscuro, como él- ¿Hoy? ¿Enserio?

El moreno llamado Kai asintió despacio, eso al castaño le ponía nervioso, en pocas situaciones había escuchado su voz.

-Vamos, hoy es mi cumpleaños- Se giró para enfrentarse a él cara a cara- Has tenido toda la semana para fastidiarme y has venido hoy… Eres un tocapelotas… - El rostro impasible del de tez oscura no reflejaba ninguna pena, de todos modos él no elegía cuando ni donde, solo pasaba.

El castaño rodó los ojos

-¿Me puedes decir por lo menos a qué hora?- Kai negó con la cabeza. “Yupi, la fiesta va a ser una pasada”

Se esquivaron el uno al otro, aun no era el tiempo y hasta que no llegara Kai mantendría las distancias, siempre era así. Baekhyun salió de su cuarto malhumorado y bajó las escaleras nada más girar la esquina, su casa tenía un tono rojizo gusto de su padre, nunca se había sacado el tema de cambiar los muebles de aquella vieja casa y menos de mudarse a una más pequeña y más rentable. Su madre siempre se negaba.

Salió al pasillo que unía la cocina, el comedor y el gran salón donde Baekhyun tocaba el piano cuando se sentía solo y triste. Kai bajó lentamente detrás de él, siguiéndole los pasos de lejos, observando lo que hacía su pequeña y única víctima.

El castaño buscaba a su madre desesperado. “¿Dónde se habrá metido ahora?” “Se habrá perdido”

-¡MAMA!- La mujer despeinada salió corriendo del baño en busca de su hijo.

-¿Qué? ¿Qué pasa?- El castaño miró largo y tendido a su madre, ella ya se esperaba las palabras que saldrían de los labios finos de aquel muchacho.

-Voy a tener otro ataque- Y suspiró, Baekhyun nunca fallaba, por alguna extraña razón él sabía cuando su corazón iba a fallar.

Si, Kai solo era visible para su portador, para el enfermo, para el desgraciado de turno, en este caso era el turno de Baekhyun.

-No te preocupes, le diré a Chanyeol que me lleve al hospital antes de que pase- Aquella mujer no podía controlar las lágrimas.

-¿Y por qué no simplemente te llevo yo ya?- Baekhyun limpió alguna gota salada que caía por el rostro algo arrugado de la señora Byun.

-Cumplo veinte años y es mi fiesta, tranquila, lo tengo todo controlado- Y no pudo evitar pensar en Kai, que caminaba de un lado a otro del salón, tocando objetos que había tocado miles de veces.

-Llámame ¿Vale?- Asintió.

La mujer volvió al baño, Baekhyun la vio acabar de peinarse con algunas lágrimas en los ojos, se sentía miserable por hacerle pasar malos ratos como esos, pero no podía soportar darle malos sustos, por eso simplemente avisaba.

-¿Te parecerá bonito?- Kai, grácil, esquivo el golpe débil del castaño y como siempre no contestó.

Cogió sus cosas, armó sus bolsillos y se preparó para salir. En menos de diez minutos el claxon del increíble coche de Chanyeol sonó por todo el terreno. Su amigo de la infancia se había ofrecido a llevarle a la fiesta, ya que Baekhyun no había conseguido el coche aun, por falta de tiempo básicamente.

-Mama…- Se asomó al baño llamando a la puerta- Ha llegado Chanyeol, me voy ¿Vale?

Su madre le acompaño a medio peinar, le abrió la puerta. El castaño saludó a su amigo que le esperaba paciente en el coche.

Mimi comenzó a ladrar en cuanto su dueño bajó por las escaleras, siempre lo hacía cuando Baekhyun andaba acompañado de su amiguito especial, aquel que era la sombra de su dueño, sus ladridos eran agudos, de advertencia pero iban dirigidos a Kai, que miraba con impasible trivialidad a la gran perra blanca que protegía el jardín.

-Mimi, silencio- Intentaba callar a su perra, pero no dejaba de ladrar- Mimi calla- Y no había manera- ¡MIMI SILENCIO!- Y se calló de repente- Muy bien- Acarició su cabeza- Siéntate- Y al oír la rudeza del tono de voz de su dueño, obedeció- Así se hace, choca esos cinco- Y la perrita levanto su pata blanca para encontrarse con la mano de Baekhyun abierta y chocaron- Buena chica.

Chanyeol abrió la puerta del copiloto para que su amigo entrara, le miró con cierta ternura. “Esta guapo… Siempre lo está”  Pero la mirada de sus ojos grandes cambio cuando vio a la madre del castaño, apoyada en el marco de la puerta, mirando con pena y preocupación a su hijo.

-¿Qué pasa?- La voz grave de Chanyeol sorprendió al mayor.

-Hola, Channie, me alegro de verte yo también ¿Qué tal tu día? El mío fue una pasada, estaba muy nervioso- Y sonrió dejando a un lado la pregunta de su amigo.

Chanyeol enarcó las cejas, y se quedó mirando a Baekhyun, que miraba de un lado a otro nervioso, Chanyeol reconocía esa reacción, Baekhyun ocultaba algo, siempre ocultaba algo, pero a veces se le escapaban pequeñas muestras inconscientes.

-¿Qué pasa?- Repitió, Baekhyun rodó los ojos

-No quiero llegar tarde a mi fiesta Channie- El nombrado bufó y arrancó el coche, apretó con fuerza el volante y refunfuñó un poco.

Le molestaba que Baekhyun le guardara cualquier pensamiento, tal vez era un rasgo algo irritante de su personalidad, pero no podía aguantarlo, además, verlo distante, dudoso, temeroso e inquieto le ponía mal. Se fijó unos segundos en esos labios que temblaban levemente, Baekhyun tenía miedo, pero Chanyeol no sabía por qué.

-¿Si te pido algo, me harás el favor?- Su voz suave se escuchó en el coche.

Baekhyun no sabía si decírselo, o callárselo y ya le echaría prisas “No es mi taxista, ¿Qué hago?”

-Depende- Le dijo con una sonrisa.

Ambos miraban a la carretera parcialmente a oscuras, solamente iluminada por los faros del coche, Baekhyun odiaba vivir tan lejos de la humanidad.

-Channie ¿Me llevarías al hospital?- El coche ralentizó la velocidad “Lo he dicho” Suspiró.

-¿Ahora? ¿Te encuentras bien?- El castaño negó con la cabeza

-Mi corazón fallará esta noche…

El coche pegó tal frenazo que Baekhyun tuvo que apoyarse en la guantera para no darse con ella en los morros, cuando todo se tranquilizo fulminó al pequeño con la mirada por el acto tan sumamente imprudente.

-¡CHANYEOL!

-¡BAEKHYUN!- Aquel gritó grave por parte de su amigo le hizo encogerse.

-Channie~…

-¡BAEKHYUN!... oh perdona…

-¿Estás loco? Podrías haber provocado un accidente…

-Hyunnie por aquí no pasa nadie- Y como burlándose  de él, un coche pequeñito con las luces encendidas paso lentamente por el costado del coche negro estacionado en medio del camino- Bueno, casi nadie…

-Si al final llegaremos tarde- Baekhyun se cruzó de brazos, sabía que esa clase de cosas le molestaban a Chanyeol, ya que su salud le importaba, tanto o más que a Sehun y a Minseok.

Baekhyun había hecho pasar malos ratos a sus amigos, todo por culpa del desordenado mental de pelo oscuro y ojos profundos llamado Kai “¡¿Por qué estoy pensando en él ahora?!”

Así, que Baekhyun repetía el mismo proceso que con su madre, simplemente avisaba, y sabía perfectamente cómo iba a reaccionar Chanyeol.

-Voy a llevarte al hospital- “Bingo”

-Channie mi fiesta…

-Hyunnie, tu salud

-Te avisaré- Le hizo un tierno puchero de esos a los que Chanyeol no se podía resistir- Lo juro.

La respiración pesada de Chanyeol se relajo en cuanto Baekhyun pasó su delicada mano por su cabello mientras le sonreía.

-Estoy bien- Su sonrisa se ensanchó tanto que sus ojos se camuflaron en su blanca piel.

 

Sehun y Minseok esperaban impacientes en la entrada de aquel local con las luces encendidas, solo para Baekhyun y sus amigos, una fiesta privada que había costado mucho dinero y esfuerzo.

-Me aburro- Minseok dejó caer la frase que había repetido diecisiete veces en esos diez minutos de retraso- Creo que Luhan está dentro

-Ni se te ocurra acercarte a Luhan- Sehun, más alto y rubio esperaba con las manos en los bolsillos y los hombros alzados.

-Si no me equivoco no tiene tu nombre gravado en la frente- Minseok alzó las cejas intentando que su amigo le mirase a la cara

-Lo tiene gravado en otro sitio- Y sonrió de medio lado, era difícil ver sonreír a Sehun, y cuando lo hacía resultaba ser algo maquiavélicamente hipnotizador.

“…” Con eso Minseok se dio por vencido “Oh, ahí están”

El todoterreno de Chanyeol inundo la calle solitaria con su motor y aparcó a escasos centímetros de la puerta.

-Channie trae cara de perro…- Comentó Sehun

-¿Crees que es por Hyunnie?

-Seguro- Ambos se miraron apenados mientras el otro par bajaba del coche.

El castaño más joven se acercó con una sonrisa y dando pequeños saltitos, aun no podía creerse que cumpliera los veinte años y más que sus amigos hubieran sido tan considerados con él.

-Hunnie, Minnie- Saludó feliz y emocionado, aunque silencioso, Kai le siguiera.

-¡Hyunnie felicidades!- Minseok alzó  su amigo en un abrazo demasiado fuerte.

-Eres un bruto…- Baekhyun y Minseok avanzaron primero, dejando a Sehun y Chanyeol detrás, preocupados y susurrantes.

-¿Te lo ha dicho?- El rubio pregunto observando al par entrar por la puerta

-Si- Asintió a la vez que le contestaba.

-No parece muy preocupado…

-Nunca lo está, siempre somos nosotros los que perdemos el culo por él…- No estaba enfadado sino frustrado.

-Él es así, estar enfermo del corazón es una…

-Putada- Terminó la frase de su amigo

-Exacto, pero Hyunnie quiere vivir la vida- Sehun golpeó el hombro del alto- Y yo también, además aquí fuera hace frío y he dejado a Luhan solo con Minnie rondando por ahí- Chanyeol se rió ante las prisas de su amigo.

 

El pasillo oscuro dio la entrada a una gran sala de luces que parpadeaban sin control, Baekhyun era arrastrado por Minseok hacia el centro de la sala donde la conglomeración de gente le esperaba. Gritaron al verle, sus amigos del antiguo instituto y la pandilla de todos los días se había reunido a su alrededor para saludarle y desearle feliz cumpleaños entre aplausos, besos y abrazos. Vio la pequeña montaña de regalos que se alzaba sobre una mesa “¿Todo eso es para mí?” La música se encendió en cuanto Chanyeol y Sehun entraron.

Baekhyun bailó con todo el mundo, con sus amigas e incluso con Luhan ante la intensa mirada de Sehun. Este y el alto estaban sentados en la barra sin perder de vista al castaño que iba y venía de un lado a otro. Vieron a Jessica acercarse un poco tímida al cumpleañero.

-Oppa ¿Puedo bailar contigo?- Baekhyun miró con ternura a aquella mujer, siempre le había parecido hermosa, pero nunca tuvo la decencia de decírselo.

-Claro…- Le cogió de las manos y las alzó entrelazándolas con las suyas, se acercó a ella y le hizo girar para que se quedara de espaldas a él.

Bailaron así un buen rato, moviendo la cabeza hasta el punto de marearse, casi ni se oían las respiraciones por el volumen de la música que entraba por el oído y se quedaba albergada en el cerebro, volviéndoles locos.

-¡Eh Baekhyun!- Jongdae se acercó por detrás- Dile a Jessica que no te acapare- Fue difícil de escuchar pero Baekhyun acabó riéndose

-¿La quieres acaparar tu?- Se encogió de hombros

Volteó a avisar a Jessica, pero los ojos oscuros de Kai le llamaron la atención, ahí en medio de toda esa gente, con él, a unos pocos centímetros de la chica, le miraba serio, impasible, pero con los labios entreabiertos dejando escapar el aliento que Baekhyun ya conocía.

-Oppa voy a beber algo- “No, espera, no me dejes solo”

No fue capaz de emitir palabra, y cuando Jessica dejó libre el camino Kai se acercó, el castaño miró el reloj y después lejos de la multitud, no podía ver a Chanyeol en ninguna parte, quiso huir pero él estaba demasiado cerca y la gente demasiado apretada, le alcanzaría si se echaba a correr.

-Es muy pronto- Kai no emitió sonido alguno- Espera que encuentre a Chanyeol ¿Vale? Después podrás hacer lo que quieras- Kai negó con la cabeza- Kai por favor- Se dio la vuelta para empezar su búsqueda, pero el moreno apreso su hombro con la mano.

Baekhyun sintió de nuevo como la corriente pasaba de la mano del moreno hasta su corazón, adormilándole, apagando sus ganas de moverse y sucumbiéndole en un sueño por segundos. El dolor que le hizo doblarse débilmente.

-Kai- Susurró y este clavo mas fuerte sus dedos sobre su piel- Para, ya basta, me duele…- Le miró mientras se giraba, la mano morena seguía en su hombro  y el dolor en el pecho era más que notorio, por lo que los más cercanos empezaron a extrañarse. A Baekhyun le flaquearon las rodillas, pero para su sorpresa Kai le sostuvo antes de que callera al suelo y se acercó peligrosamente.

“¿Qué hace?” Quería gritar, para que en algún lugar Chanyeol le escuchara, pero la música estaba demasiado alta.

-Lo siento- “¿Se está disculpando?” La grave voz de Kai sonó por primera vez en más de un mes.

Kai se acercó hasta que sus respiraciones chocaron y cuando sus labios se rozaron Baekhyun perdió completamente el conocimiento. 

Notas finales:

Bueno ^^ queria comentarles que es el primer fic que hago en tercera persona... por lo que estoy aprendiendo... xD

¿Les resulta interesante? ¿Sigo? Nahh  xD

Solo diganmelo xD

Dejen review :D

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